BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59323
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: Declaraciones

Narra Alma

 

 

Me duché y me dejé a mi pelo natural, ondulado.

Luego fui al armario para ver que me ponía.

Me sonó el móvil.

-         ¿Si?

-         Alma, soy Jacob

-         Dime ¿pasa algo?

-         ¿Puedo hablar con tus padres?

-         Si, que ocurre

-         Nada, tranquila.

Bajé las escaleras y le di el móvil a mi madre.

-         Dime Jacob.

Se le oía a él, también.

-         Bella, que era para decirte que si Alma podía quedarse esta noche a dormir

-         ¿A dormir?- dijimos mi madre y yo a la vez.

Para que quería que me quedara a dormir, y en su casa.

-         Si, es que no se a que hora terminará la fiesta

-         Bueno, gracias por consultárnoslo pero eso tienes que hablar con ella, no crees

-         Si, pero primero quería decírtelo a ti.

-         Mamá, dile que sí.

-         Dice Alma que si que quiere, pero como le toques…

-         Bella, tranquila, sabes que yo nunca le aria nada, y la cuidare, lo sabes.

-         Si.- dijo mi madre secamente.

Me dio el teléfono mi madre y me fui a la habitación.

Me puse la camiseta a cuadros y pantalones cortos vaqueros, unas sandalias marrones a conjunto, y el bolso también a conjunto, luego me puse poco maquillaje, los ojos me los hice a tonos marrones y carne, claros, la raya del ojo y gloss para resaltar mis labios.

También me puse el bikini que me compré en el centro comercial.

Me metí en la bolsa otro conjunto de ropa y el pijama.

El pijama, pues cogí el primero que pillé; era de color blanco; la camiseta era de tirantes y  los pantalones eran más culott, cogí la ropa interior de color gris.

A los minutos bajé bajo.

-         Come algo.- me dijo mi madre

-         No tengo hambre.

-         Una fruta al menos.

-         Vale.

Cogí una manzana, y me la comí.

Sonó el timbre. Fui abrir.

-         Hola.

-         Jacob, pasa.

Cerró la puerta y vino detrás de mi.

-         Bella, cuanto tiempo.

-         Como va todo.

-         Bien, va.

-         Edward no está ahora mismo, se ha ido hablar con Carlisle.

-         Ah.

-         Ahora vengo voy a por la mochila.

-         Vale.- dijo Jake.

 

 

Narra Bella

 

 

 

-         Jake, estás seguro de decírselo.

-         Si, se lo diré esta noche, no se como reaccionará, si reacciona mal… lo más seguro que venga aquí a dormir.

-         O no…

-         O no. No lo se.

-         Y tranquila Bella, sabes lo que siento por ella, no le pasará nada malo.

-         Lo se. Y me alegro.

Me alegraba mucho de que Jake le dijera todo a mi niña, era una niña, pero yo también quería lo mejor para Alma, y mejor que Jacob…

-         Si se enfada, llámame.- le dije.

-         Vale.

Bajó Alma por las escaleras.

-         Ya estoy, cuando quieras Jake.- le dijo mi hija a Jacob.

-         Vale, pues ya.

-         Hija, ve con cuidado.

-         Si mama.

-         Jake…- le dije.

Él asintió.

Se fueron y me quedé aquí esperando a Edward. Llamé a Rose y a Alice, hacía tiempo que no hablábamos mucho…

 

 

Narra Jacob

 

 

Cuando nos íbamos a La Push, no hablamos mucho.

-         Estas guapísima.

-         Gracias, tu también.

Llevaba ya el bañador. Llegamos a la Push.

Eran las casi las nueve.

-         ¿Que vamos hacer?

-         Pues primero, dejas el bolso en mi casa, por que seguro que llevas el pijama…

-         Si, oye una pregunta

-         Dime

-         Por que quieres que me quede a dormir

Ay madre… que le digo

-         Pues por que si terminamos tarde… además seguro que es mejor así, por que o si nos tendrías una hora en la que regresar a casa.

-         Si, tienes razón.

Fuimos a mi casa.

-         Tienes que ponerte el bikini – le pregunté

-         No, lo llevo ya puesto.

-         Vale. Pues vamos a cenar

Fuimos a cenar fuera donde estaban todos.

-         Hola chicos.- dije.

-         Ey! Hola Alma.- le saludó Seth

-         Hola.- dijo ella.

Nos sentamos en las sillas y empezamos a cenar, pizza.

Yo me zampé cinco trozos, Alma tan solo uno.

-         ¿No tienes hambre?- le pregunté

-         No, no mucha. He comido antes de salir de casa.

-         Una manzana, no es nada.

-         Pero de verdad, no tengo hambre.

-         Bueno…

Luego de cenar empezó la música, que pusieron los chicos.

-         Quieres ir?

-         Donde?- me pregunto

-         Pues a bailar y eso…

-         No, ve tú si quieres.

-         No, no voy si no es contigo.

A ver Jake… ¿cuando tienes que decírselo? Pues va ya.

-         Jake, vamos a dar un paseo

-         Si, claro.

Nos levantamos y fuimos a la playa, estábamos cerca del agua.

-         Como va el instituto

-         Bien como siempre

-         Me alegro mucho

-         Oye, nos metemos en el agua – me dijo mirando el mar.

-         ¿Segura?

-         Claro. O tienes miedo al frío.

-         Que va.

Empezó a quitarse los pantalones y luego la camisa, se quedó con el bikini negro, iba guapísima.

Me quedé mirándola.

-         ¿No te quitas la camiseta?

-         OH, si.

Me quité la camiseta.

-         ¡Por fin!- dijo ella.

Le sonreí.

Puso el pie dentro del agua y lo sacó rápidamente.

-         ¿Está fría?- le dije vacilándola.

-         Un poco.

Me reí y me arrimé a ella. Quería cogerla como una princesa, era eso lo que ella para mi, pero bueno el caso era que quería cogerla para meterme con ella rápido en el agua.

Fui hacía ella con los brazos abiertos.

Empezó a correr por la arena huyendo de mí, pero yo la perseguía.

-         Jake, no, ni se te ocurra

-         ¿Por que no?

-         Esta muy fría.

-         Venga ya… no es para tanto.

Todo lo decíamos riéndonos, nos lo pasábamos bien.

Cuando por fin la cogí, nos caímos los dos en la arena, la cogí de la nuca para que no se hiciera daño. Caí encima de ella. Pero por suerte no le hacía daño.

Nos quedamos cara a cara, mirándonos a los ojos.

Estuvimos casi un minuto así, hasta que me levanté de encima de ella.

-         Lo siento Alma.

-         No, tranquilo, no pasa nada.

La ayudé a levantarse.

-         Vamos al agua?- le pregunté

-         Bueno…

-         ¿Me meto yo primero?

-         Si

Empezamos a reírnos, pero la cogí en brazos.

-         Jake, lo as prometido tu primero

-         Lo se, me meto yo primero pero luego vas tu, para que no te puedas escapar.

-         Eres malo.

Ya estaba yo dentro del agua.

Bajé a Alma poco a poco, para que pudiera acostumbrase a la temperatura del agua.

Por ultimo cuando ya estaba en el agua la tenía cogida de la cintura.

Entramos más para dentro del mar, estábamos solos, todos los demás estaban en la fiesta.

Jake, ahora es tu momento… ¡venga!

Suspiré y fui hasta Alma, que estaba nadando, jugábamos, entonces me eche valor.

-         Alma…-venga, que tu puedes.

-         Dime, Jake.

-         Alma… esto, quiero que sepas una cosa… no se como te lo tomarás

 

 

 

Narra Alma

 

 

 

De pronto Jake se puso serio.

-         Dime Jake, puedes contarme lo que quieras.

-         Alma… no se como te lo tomarás pero necesito decírtelo, ya.

-         Dime.

-         Desde que naciste…

-         Si

-         Sabes lo que es la imprimación

-         No.

-         Te explico… joder, es más difícil de lo que me había planteado.

-         Tranquilo, confío en ti.

-         Mira, tu crees en el amor a primera vista?

-         Puede… por que me dices esto?

-         La imprimación es eso, pero más fuerte.

-         ¿Y?

-         Alma, te quiero, te quiero mucho.

Me quedé helada, entonces lo comprendí.  Jake me estaba diciendo que desde el momento que me vio se enamoró de mi, que me amaba, mis pensamiento se me estaban aclarando, la chica era yo. Estaba como en shock, Jake agachó la cabeza y se volvió hacía afuera. Se estaba yendo…

-         Lo siento, no tenía que habértelo dicho…- me dijo triste.

Alma, dile que sientes lo mismo, ¡tonta! Venga vamos.

Corrí hasta él.

-         Jake, espera.

Se paró y le cogí de la mano. Miró nuestras manos juntas, le levante la cabeza para que me mirara.

-         Mírame, por favor.- le ordené.

Me miró con cara de tristeza.

-         Jake…

-         Lo siento Alma

-         No lo sientas, yo siento lo mismo por ti, no puedo estar sin ti. Te amo.

Abrió los ojos como platos.

Le miré a los ojos y le dediqué una de mis mejores sonrisas. Él hizo lo mismo. Pero me cogió de la cintura y me levantó un poco.

Reí.

-         Me has hecho el hombre más feliz del mundo.

-         Y a mi también, me tenías preocupada desde que me dijiste que te gustaba una chica…

-         No me digas que lo que te pasaba era todo, por…

-         Si, lo siento.

-         Eres tonta.

Me dio un abrazo y un beso en la mejilla.

Me miró a los ojos, esos ojos chocolate…

Me cogió de la cara, ay dios, ¿era lo que parecía? Me iba a besar.

Juntamos nuestros rostros, entonces sus labios rozaron con los míos, sus manos bajaron asta mi cintura, que me tenía cogida, yo puse mis brazos alrededor de su cuello, era el día más feliz de mi vida.

Cuando separamos nuestros rostros, nos sonreímos mutuamente.

-         Lo siento… pero quieres salir conmigo?- me pregunto, dios mío.

Me quedé pensando, pero en nada.

Me quedé en blanco unos segundos.

-         Alma, ¿estás bien?

Entonces me abalancé asta él y le di otro beso.

-         Eso significa un si, ¿para ti?- le dije

-         Si.

-         si que quiero, no quiero separarme de ti, ni un minuto Jake.

-         Yo tampoco, temía en que me rechazaras.

-         Y yo de que la que te gustaba estaría en la fiesta.

-         Y lo está, ¿o no?

-         A no se…

Me volvió a besar. Estaba muy contenta.

 

 

Narra Jacob

 

 

 

Por fin le dije todo, nos besamos.

Era el día más feliz de mi vida.

La volví a besar, nunca me cansaría de sus besos.

-         Te quiero…- le susurré al oído.

-         Yo también.

Estuvimos un rato más en el agua asta que empezó a tiritar.

-         ¿Tienes frío?

-         No

-         Venga, vamos fuera, que se que hace frío.

Salimos y nos envolvimos con la toalla.

Mientras volvíamos a casa para cambiarnos, me cogió de la mano, estaba fría. La abracé para darle un poco de calor.

-         Gracias.

-         Por ti todo.- le dije.

Se sonrojó.

-         ¿Qué hora es?- me preguntó

No había nadie ya en la fiesta, bueno solo estaban a lo lejos Embry, Esther, Seth y Leah.

Ni una sola alma.

-         Las dos de la mañana.

-         ¿Ya? Jolín, eso de cuando estas a gusto con una persona las horas pasan volando… será verdad

-         Si, te lo digo por experiencia.

-         Jake…

-         Dime

-         Gracias por decirme la verdad, no habría aguantado más

-         Te quiero.

Los chicos se esperaron donde estaban para saludarnos, nos vieron cogidos de la mano y abrazados… más que lo normal.

-         ¡Jake! Ya se…- empezó Embry a decir.

-         Si.- dijo Jake muy contento.

-         Ostia! Enhorabuena tío.- dijo Seth.

-         Alma.- le saludó Esther, era una amiga de mi madre.

-         Esther, que tal.

-         Bien, ya veo que por fin…

-         Si

-         Me alegro chica. Hacéis buena pareja.

-         Chicos nos vamos a dormir que estamos cansados.- dije mientras le pasaba el brazo por encima del cuello a Alma.

-         ¡Uo, Uo!- dijo Embry y Esther le dio una colleja, nos reímos todos.

La verdad es que me sonrojé al igual que Alma, que mal pensados eran estos chicos.

-         Bueno, buenas noches.- dije.

-         Adiós chicos.- dijo Alma.

Mientras volvíamos a mi casa le di un beso, oímos los silbidos de Embry y Seth.

Puse los ojos en blanco.

-         Una de las razón en quedarme era por si iba bien ¿no?

-         Eh… si, pero por otra por que sería tarde…- le expliqué

-         Vale, tranquilo, no pasa nada. Una cosa

-         Dime cari

-         Cari, me gusta, jeje, pues nada que donde voy a dormir…

-         Donde quieras.

-         ¿Contigo?

-         Eh… si quieres, yo no te aré nada, eh.

-         Lo se tonto.

Llegamos a mi casa, mi padre no estaba, que raro de él.

Entonces vi una nota en la nevera.

Me decía que estaba con Sue, y que esta noche no iba a venir.

Madre mía, la casa estaría vacía, para Alma y para mi, yo no quería que se pensara que iba a lo que iba, no ni pensarlo.

-         Jake, ¿puedo darme una ducha?

-         Claro, ya sabes donde está todo.

-         Si, gracias.

Capítulo 9: Estoy preocupado Capítulo 11: Noche

 


 


 
14639736 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10859 usuarios