Enseñándote a vivr

Autor: mary31
Género: Drama
Fecha Creación: 01/08/2013
Fecha Actualización: 23/12/2013
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 31
Visitas: 15159
Capítulos: 14

Edward es un chico muy solitario desde ese fatídico día donde perdió lo que más le importaba, se sentía solo y perdido, hasta que conoce a una hermosa chica de ojos chocolates que le hará cambiar su forma de ver la vida

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Capítulo 10: Jacob

Edward POV

Me separe después de susurrar en su oído y me perdí en sus pozos chocolates, comencé acercar mi cara a la suya, podía sentir su aliento chocando con el mío y uniéndose como uno solo, era tan hermosa, sus labios rosados estaba entreabiertos y de repente sentí como se pegaban a los míos comenzando una danza la cual no quería terminar, eran perfectos y se unían a los míos como una pieza de puzle era estupendo, pero como éramos humanos necesitábamos respirar por lo que nos separamos, pego su frente a la mía esperando a que nuestras reparaciones volvieran a lo normalidad

Deberíamos irnos- se separó y me miro a los ojos – ya se hace tarde – tomo mi mano y caminamos hacia la barra para pagar la comida, gracias a dios no protesto

Salimos y nos montamos en mi auto, maneje hasta su casa y en ningún momento cruzamos palabras, quizás no le había gustado y solo quería salir corriendo, quizás yo no le gustaba y ahora lo había arruinado, aparque enfrente de su casa sin voltear a verla

Buenas noches Edward- dijo, voltee para verla salir pero ella estaba muy cerca por lo que nuestras narices rozaban, acorte la distancia y la bese de nuevo solo que esta vez fue mucho más corto- nos vemos pronto- susurro mientras bajaba del auto

Eso espero- dije a la nada y arranque hacia el hotel

Bella POV

Llegue a casa en una nube, Edward era magnifico, sus besos eran esplendidos, era simplemente él

Bella cariño eres tú?- pregunto mi madre desde la cocina

Eso creo – dije mientras caminaba a la cocina, me arrecoste a la pared mirando a mi madre cocinar quien sabe que

Como te fue- dijo mientras batía una mezcla que parecía ser de chocolate y la vertia en unos moldes

Estupendo – le sonreí – fuimos a un restaurante italiano muy hermoso y debo decir que la comida es exquisita, podríamos ir de nuevo en tu cumpleaños

Claro – respondió sin mirarme

Que haces?- pregunte por fin

Panecillos, no podía dormir y pues ya me ves - parecía un poco nerviosa

Que pasa?- dejo lo que estaba haciendo y me miro

Acaso no puedo hacer panecillos – sonreí comencé a caminar hacia las escaleras

Buenas noches- le dije mientras subía, cambie mi ropa me quite el maquillaje y me tire en la cama pensando solo en esos hermosos labios carnosos y esas brillantes esmeraldas ……..

Vete, Bella no quiere verte – podía oír a mi madre gritar desde abajo, me levante de un salto y fui al baño para lavarme la cara y así espabilarme – vete si no lo haces llamare a la policía- decía mi madre muy molesta Baje casi corriendo para así poder ver quien era, mi madre estaba de pie en la puerta y del otro lado estaba Jacob, mierda no podía creerlo, llevaba tanto tiempo sin verlo, estaba más alto y musculoso que la última vez que lo vi, llevaba un traje el cual parecía de marca y en su otra mano unas flores amarillas medio marchitas

Jacob – susurre caminando hacia la puerta

Bella, tanto tiempo sin verte – dijo con esa sonrisa cálida la cual muchas veces me hizo temblar y ahora solo me daba asco – Wow la verdad es que te ves muy bien, no debí dejarte pero ya tu padre no me estaba pagando muy bien y tampoco tenía ganas de cuidar a una enferma, ni siquiera esperaba verte de pie, ayer llegue de Nueva York y los chicos de la reserva me dijeron que no te habían visto en muchos meses y pues ya te imaginaras que pensé lo peor – no sabía que decir, solo estaba parada ahí mirándolo con lágrimas en los ojos – ya había comprado las flores y todo- rio levantando las flores medio marchitas en mi dirección – de un golpe cerré la puerta y corrí de nuevo a mi habitación cerrando de un portazo mi cuarto y echándome a llorar en la cama

Por qué él tenía que decir esas cosas? Él que había sido mi mejor amigo, mi soporte cuando caía, ahora se burlaba de mí, eso me hacía dudar de los días en los que me decía que me quería el hoyo que había dejado volvía abrirse pero esta vez no era por amor si no por decepción, no podía creer que fuera tan insensible, era un estúpido

El resto del día me quede encerrada en mi cuarto llorando cada vez que recordaba a mi Jake y lo comparaba con este nuevo Jacob , tan solo pensar que me había engañado por casi dieciséis años de mi vida, cada abrazo, cada beso, cada palabra fueron mentira la cual yo creí como una idiota

Bella – tocaba mi madre la puerta por enésima vez en el día – hay un chico en la puerta llamado……. Edward, creo, vino a verte

Dile que se vaya que ya lo llamare- respondí con voz entrecortada, escuche los pasos de mi madre alejarse

Isabella- nuevos toques se escucharon en la puerta mientras una voz aterciopelada que conocía muy bien decía mi nombre- abre ahora mismo – dijo con un tono serio

Intente hacerme la sorda, pero los golpes no se detuvieron

Vamos Isabella no me iré y si me haces esperar un minuto más tumbare la puerta – mierda, se oía tan molesto que al instante me levanta y camine con pasos inseguros hasta la puerta la cual abrí despacio para encontrarme con un molesto Edward mis ojos se llenaron de lágrimas de nuevo, sentí como me abrazaba y me llevaba hacia dentro de mi cuarto de nuevo se sentó en mi cama acomodándome en sus piernas mientras yo seguía sollozando, el solo pasaba su mano por mi cabello y susurraba palabras de aliento, después de unos minutos deje de llorar y levante mi mirada buscando sus ojos los cuales ya no lucían molestos si no preocupados y miraban a la nada

Edward – susurre abrazándolo aún más fuerte – gracias- el solo medio sonrió y correspondió a mi abrazo

Bella cariño – dijo mi madre desde la puerta – porque no bajan tú y Edward a cenar no has comido nada en todo el día- me levante perdiendo así el calor y la seguridad de los brazos de Edward y lo mire directo a los ojos

Te quedas a comer?– le pregunte, el solo asintió y así los tres bajamos en un silencio sepulcral

La comida estaba deliciosa y la verdad es que si me subió el ánimo, mi madre le hacía un montón de preguntas a un nervioso Edward que respondía tartamudeando y no despegaba su vista del plato lo cual solo levantaba mi ánimo aún mas

Capítulo 9: La cena Capítulo 11: Esme

 
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