Entré al gran clóset, que se había convertido en la habitación más familiar de la casa, y como esperaba, Alice se encontraba ahí, expectante con dos vestidos en las manos, tratando de decidirse por uno, creí yo. Al oírme llegar se apresuró para pedirme mi opinión acerca del par de prendas que sostenía en sus delicadas manos:
– ¿Cuál? –se limitó a decir.
Yo miré las prendas. Uno era corto y lleno de lentejuelas, con escote en “v” y además tenía un cinturón enorme color plateado. El otro era mucho más formal, era color rojo y llegaba hasta los tobillos, sin embargo era mucho más sencillo era liso y de satín.
–Me gusta el rojo –le sonreí con dulzura, ella asintió para sí y guardó el negro en una de las miles de bolsas en el cuarto – oye Alice… –comencé casualmente mientras la ayudaba a guardar el vestido –estuve hablando con Carlisle…
– ¿A sí? –dijo distraída.
–Estuve comentándole la posibilidad de alejarme… por un tiempo de aquí –usé esas palabras a propósito para atraer su atención, ya que no me prestaba ni una pizca.
Resultó ya que abrió los ojos como platos, mientras decía:
– ¿Qué? pero… ¿Por qué? –se veía confusa.
–No te preocupes… no lo haré, pero estuvimos discutiendo que la manera en que llegué no había sido la más… “correcta”, es decir llegué muy repentinamente ¿no te parece?
–Ah… quizá –dijo riendo, visiblemente más calmada –pero no importa, desde que llegaste todo aquí mejora ¿sabes?
– ¿Cómo? –no puede evitar desviarme del tema, la curiosidad me embargó.
–Bueno… has mejorado el humor de todos aquí, ¡Hasta Rose se ríe más seguido contigo aquí!
–Ah… pues me alegra ser el nuevo payaso familiar –dije con sorna.
–Tranquila… sólo es una broma, desde que llegaste, todos somos más felices –sonrió –nunca tuve que contar con nadie que… fuera tan íntima a mí como lo eres tú. Aunque llevamos una semana de convivir, siento que ya te quiero Cynthia.
Luché para no soltar un enorme sollozo, pero la abracé con fuerza.
–También te quiero cariño –susurré –pero quería hacerte otra pregunta –dije volviendo al tema – ¿Cómo llegaste a conocer a clan Cullen? ¿Cómo se formo esta familia? ¿Cómo se conocieron? ¿Eran familiares? O…
– ¡Ey! ¡Demasiadas preguntas! –Rió – ¿Quieres que te cuente? Es una larga historia.
Di un débil asentimiento mientras me acomodaba en la alfombra de la habitación y esperaba a que ella me acompañara, en cuanto llegó comenzó el relato sobre la familia Cullen:
–Verás Cynthia, todo comenzó con Carlisle, en el año de mil seiscientos y pico… en su vida humana, irónicamente, el seguía los pasos de su padre, que era clérigo. Se dedicaba a buscar criaturas míticas que amenazaban la humanidad en ese entonces, ya sabes… brujas, hechiceros, hombres lobo y… vampiros –sonrió –aunque su padre jamás logró llegar a ser una verdadera ayuda. Carlisle era demasiado inteligente para dejarse llevar por lo que su padre creía o lo que hacía, según sus propios medios, logró de manera muy impresionante localizar a un verdadero clan de vampiros, ocultándose en las alcantarillas de Londres, se encargó de que todos lo apoyaran. A pesar de que era una persona muy inteligente, jamás tuvo la menor idea de lo que los vampiros eran capaces de hacer, reunió a una horda de personas, con antorchas, trinches y toda clase de armas de esa época, pero jamás sería suficiente.
“En cuanto lograron acorralar al grupo de vampiros, ellos sólo se limitaron a asesinar a cada una de las personas presentes, Carlisle no se dejó amedrentar por la aparente fuerza de esas criaturas y se dedicó a seguir al único que había escapado. Quizá estaba demasiado débil para poder pelear por comida con sus propios compañeros del clan. En cuanto Carlisle intentó la primera maniobra en su contra, el vampiro se volteó furioso y lo mordió en la garganta, y por una razón desconocida, no alcanzó a matar a Carlisle.
Ante el intenso dolor de la ponzoña en su cuerpo, Carlisle no pudo hacer más que esconderse, se alojó entre botes de basura por tres días, evitando cualquier contacto social con los humanos.
“Cuando despertó y se dio cuenta de lo que era, en lo que se había convertido, no quiso regresar con su padre, a sabiendas de lo que pasaría, sin duda lo matarían. Él también sentía una enorme repulsión hacia lo que era, y también ante su deseo de sangre humana. Intentó matarse muchas veces, sin conseguirlo. Un día se hallaba refugiado en una cueva luchando contra el deseo de la sangre, cuando una manada de ciervos pasó demasiado cerca de él, de repente no se contuvo más y fue tras ellos. Así surgió nuestra forma de vida Cynthia, Carlisle la creó. Al descubrir esta nueva posibilidad, se centró en mantenerla, además estudió y se preparó y logró convivir con los humanos por largo tiempo.
“Más tarde encontró a Edward muriendo de gripe española, él era uno de los doctores que trataban a los que sufrían en la epidemia, lo halló en 1918 cuando él tenía 17 años. Imitó las heridas que había sufrido él cuando fue convertido y salvó a Edward de la muerte. Se convirtió en su compañero, el único con quien podía compartir su secreto. Edward permaneció con él fielmente.
Luego de vivir solos por tanto tiempo, Carlisle sentía la necesidad de una pareja, y como caída del cielo Esme apareció en su vida. Al igual que a Edward la salvó de la muerte, ya que Esme se había caído de un acantilado y había estado demasiado cerca de morir. Ella vivió con Carlisle y Edward por varios años.
En lo respectivo a Rosalie y Emmett fue más o menos similar, ambos estaban a punto de morir, Rose había sido atacada por otros hombres –vaciló, noté que esa historia no sería fácil de contar –y Emmett había sido atacado por un oso. De ahí su obsesión a la hora de cazar esos animales.
“Finalmente aparecimos Jasper y yo. Fue una manera especial y distinta de hacerlo ¿sabes? Al descubrir yo mi poder de ver el futuro, logré vislumbrar a Jasper muy fuertemente en mi futuro. Él era un soldado. En su vida humana e incluso en su vida de vampiro. Siempre tuvo que luchar por su vida, esa es una historia que me gustaría él te contara y quizá quieras preguntarle a cada uno la historia, para que te la cuenten por sí mismos –se encogió de hombros –no creo ser la indicada para decírtelo. Básicamente me limité a encontrarme con Jasper, y él realmente confundido no tuvo otra opción que confiar en mí –soltó unas risitas –entonces llegamos aquí, con los Cullen, y ellos nos recibieron con los brazos abiertos, confundidos, pero al ver que éramos inofensivos no aceptaron al igual que a ti. Tiempo después Edward conoció a Bella, pero nuevamente creo que ellos deben contarte su historia.
Concluyó. Esperó a que yo dijera algo, pero ¿qué?
–Es… increíble. La forma en la que llegaron todos a conocerse es fascinante. De verdad que tienen suerte de no tener que vivir solos. Eso no es agradable –me encogí de hombros.
Ella me tomó de la mano y acarició mis rizos color negro.
–Nunca volverás a vivir sola Cynthia, ahora nosotros somos tu familia.
–Gracias –me limité a decir.
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