Bella POV

Después de que Edward casi mato a mi primo con la mirada nos dirigimos hacia la sala, yo estaba muy feliz porque Stefan estuviera aquí, en esta casa me sentía re-incomoda, empezando por que Rosalie no le caigo bien, Alice me cae bien pero está loca por las compras, pero es una buena niña, Emmett puede ser muy buen amigo, pero no me gustan las bromas, Jasper esta todo raro, los únicos normales en esta casa son los padres.

-Disculpa Bella, cariño podría hablar contigo un segundo arriba.- dijo Edward, ojala que no se haya enojado porque mi primo este aquí, porque eso sería el colmo.

-Claro.- dije sonriente, no quiero que mi primo piense que esta de estorbo aquí.- Stefan quédate aquí, ponte cómodo, ya vuelvo.- dije con ternura, hace mucho que no veía a mi primo, le lance un beso, camine detrás de Edward hasta la habitación, cuando entramos lo primero que hiso fue cerrar la puerta con seguro a este hombre que le pasa.

-Que hace el aquí.- dijo con rabia, eso fue la gota que derramo el agua.

-Edward , lo llame porque no me siento nada cómoda con tu familia, realmente no necesariamente con toda la familia, sabias lo raro que es.-dije haciendo una mueca de rara.-pues tu hermana Alice es una loca por las compras no sé cómo no han quebrado, Jasper pues él me cae bien pero últimamente esta raro, parece estar molesto por algo, Emmett realmente parece un niño, y Rosalie no se pero a ella es la más extraña, no me molesta Alice, Emmett o Jasper, pero Rosalie no se que tiene conmigo yo no le he hecho nada para que se comporte de tal manera conmigo, los únicos normales en esta casa son tus padres, pero aun así me siento incomoda, pensé que si mi primo estuviera conmigo me sentiría mejor, además en todo el día me la pasa más sola que la uno, que más quiere que te diga.-dije muy molesta, pero él tiene la culpa.

-Si te sientes sola tienes que decirme, yo muy bien te haría compañía, además aunque él sea tu primo, no sabes lo mal que se ve una mujer casada en brazos de otro hombre, cualquiera diría que es tu amante, hasta a mi me lo parece.- dijo aun mas enojado que yo, pero sin levantar la vos, y que se creía mi primo y yo algo nunca.

-Pues Señor Cullen que yo sepa solo estoy casada de la boca para afuera, o no lo recuerda, además aunque estuviera casada de verdad con usted jamás seria su mujer con lo que el matrimonio quedaría anulado por no consumarlo.-dije casi riéndome, pero después me puse seria, aunque pensándolo bien no estaría mal casarme de verdad con él Okey Bella compórtate él nunca se casaría con una mujer como yo.-Y crea lo que crea Stefan es mi primo, es como realmente mi hermano, nos hemos criado juntos y el sería incapaz de tomarme con otras intenciones sucias que usted tiene cuando toca a una mujer, él es el único hombre aparte de mi tío y de mi padre que en paz descanse que en mi vida supe que tuvieron amoríos con más de una mujer, los únicos hombres que respetan a las mujeres, como no lo hace usted.- dije con toda la rabia del mundo, solo se me venía a la cabeza cuando mis compañeras llegaban con caras de bobas por haberse acostado con el gran Cullen y una semana después estaban desechas porque no las volvió ni a llamar.

-Fíjate, que a ti si te he respetado, pareces no ser como las demás, desde que estoy contigo no me he acostado con ninguna otra mujer, pero yo no sé qué has hecho ni que harás con ese tal Stefan, las verdad cualquiera diría que es tu amante solo por la manera en que te trata.-dijo él con rabia, pero en sus ojos veía como frustración y me dolía no sé porque, pero algo sabía que Edward Cullen no iba a jugar conmigo.

-Debe de ser muy doloroso, dejas de estar con tus mujerzuelas, para estar conmigo.-sentencie acabando la conversación, me digirió hacia la puerta, pero en eso el me tomo del brazo, y me giro a su cara, ver su rostro y la expresión que tenía en el, me confundió, se acerco tanto a mí que sentía su delicioso aliento como golpeaba mis labios

-Sabes? Eres muy provocativa.- me dijo en susurro en el oído para luego besarme, al principio me quede como en shock, el empezó a besarme con pasión devorando mi labio inferior trate de zafarme varias veces, pero me tenia bien sujeta por la cintura y pegada a la pared, me resistí no sé porque pero quería probar a mi esposo, me pidió permiso para entrar en mi boca, no sabía qué hacer así que se lo di y empezó a hurgar dentro de mi boca, su sabor era exquisito era como miel, con mental, hasta que se tuvo que separar de mi por falta de aire, me quede mirándolo y le pegue una bofeteada, todos hubieran pensado que fue porque me beso, pero no fue porque se detuvo, salí como alma que lleva el diablo de esa habitación, me recosté en la puerta, quería volver a sentir ese sabor en mi, negué con mi cabeza no me podía enamorar de él, cuando baje me encontré a Stefan sentado, me senté al lado de él y le hice una seña para que hablara lo conocía perfectamente para saber qué quería decir algo.

-Sexy belli, porque no me dijiste que te casaste, además es, tu esposo no es el mismo del que me hablaste las otra vez.- recordé que yo ya le había hablado de Edward a Stefan pero nada bueno.

-Pues es todo complicado, solo puedo decirte que fue estilo las vegas, de un día para otro, y aunque me gustaría decirte que soy feliz no puedo, sería como mentirte- dije con los ojos aguados, de verdad no me gusto casarme con Edward.

-Cuéntame para qué fue que me llamaste con tanta urgencia?- me pregunto Stefan y la verdad es que ni yo misma sabia para que lo llame solo sabía que lo necesitaba.

-Bueno, ralamente me podría sentir mas cómoda si solo viviéramos Edward y yo en la casa, pero esta familia de él es más rara.- medio sonreí recordé cuando se lo dije hace un rato.- Su madre Esme es una bella mujer, la madre que cualquiera desearía tener, amigable, tierna en fin una mujer perfecta, su padre Carlisle pues es un padre compresible por los pocos días que llevo aquí he visto muchas cualidades de ellos, realmente no sé porque Edward es como es, su hermanita Alice esta demente, es súper guapa pero tiene un problema con las compras, es una adicta a ella si vieras me compro todo un cuarto como el tamaño de la cocina de ropa, su hermano Emmett pues parece un niño, aunque me incomoda un poco las bromas que hace Alice siempre me salva, Jasper es su amigos él pues es agradable últimamente anda molesto hasta porque se haga de día, pero Rosalie la esposa de su hermano Emmett, no sé que tiene al parecer no le caigo nada bien, apenas la conocí apenas si me miro, me dejo con la mano estirada en el aire y me miraba con desprecio.- dije triste de verdad Alice , Jasper ,Emmett y los padres de Edward me agradaban.

-Tranquila mi Belli, ya entiendo porque me llamaste, no me separe de ti, seré como tu sombra, bueno, no podre acompañarte cuando este con Edward y menos cuando vayas al baño, pero el resto del tiempo será de Stefan.- me dijo Stefan, yo adoraba con mi vida, a él era como mi hermano, lo único que pude hacer fue a echarme a llorar me recosté en su hombro, mientras él me acariciaba la espalda, no sé como Edward puede pensar que el seria mi amante.

Stefan me separo un poco de él, y me dio un beso en cada mejilla y en cada ojo, tratando de evitar que mas lagrimas salieran de ellos, me fui calmando seque mis ojos, tome el control del televisor y subí el volumen.

-Hey Belli, te gusta Edward verdad? Digo, no parece tu esposo, sé que es mentira, te conozco, tal vez es solo una conquista.- dijo mi primo el me conocía muy bien, solo pude reír.

-Sí que me conoces, es complicado, no quiero hablar de eso.- dije parando las risas la verdad ni yo sabía que sentía por Edward.- Tú, cuéntame de tus conquistas.- le dije un tono sensual que siempre utilizaba con él.

-Pues ya me conoces primas, soltero hasta encontrar al amor verdadero, aunque eso no evita que tenga una que otra aventura.- dijo Stefan riéndose.- Aunque cada vez que lo pienso me siento mal de ser tu primo y de quererte como te quiero hermanita, porque te digo que si nuestra historia no fuese la que es te juro que te digo que ya seria mía, ya serias la madres de mis sopotocientos hijos.- dijo mi primo yo ya estaba acostumbrada.

-Primito, siempre dices lo mismo pero sabes que eso es mentira, además nuestros padres no lo aceptaría, no lo aceptaría aunque no tuviéramos lazos consanguíneos.- dije, solo nos pudimos reír, de nuestras ocurrencias, en eso llego Rosalie como gallito fino.

-ERES UNA PUTA DESGRACIADA, YA SABIA YO, TE CASASTE CON EDWARD SOLO POR SU DINERO, Y AHORA CUANDO SALE DE LA CASA TE ATREVEZ ATRER A TU AMANTE, ERES REALMENTE REPUGNANTE.- me grito Rosalie, cuando llego a donde estábamos Stefan y yo

-Que te has venido tu a creer para llamarme así!- le dije calmadamente pero con un poco de enojo, que se creía esta estúpida para venir a tratarme así y para defender a su cuñado que si sabe es un perro.

-TE GRITO Y TE TRATO COMO QUIERA NO SOLO PORQUE ESTA ES MI CASA SINO PORQUE TU ERES UNA CUALQUIERA, QUE SE A CASADO CON EDWARD SOLO POR SU DINERO.- escupió Rosalie iba a decirle todo del trato que hicimos con Edward pero Stefan se me adelanta.

-PUES A MI ME INTERESA UN BALDE QUE ESTE SEA TU CASA, NO VAS A VENIR A TRATAR A MI PRIMA COMO UNA CUALQUIERA, Y MENOS EN MI CARA, QUE TE QUEDE CLARO.- le grito mi primo, como nunca lo vi, si no supiera que es gay juraría que es hombre.

-ME IMPORTA UN CARAJO QUE DIGAS QUE ERES SU PRIMO, QUE YO SEPA “CARNE DE PRIMO SE COME” Y “ENTRE PRIMO Y PRIMO, MAS ME ARRIMO”.- dijo Rosalie y de una me puse a pensar de pronto eso fue lo pensó Edward cuando le conté que era mi primo.

-Sabes, me importa si crees que Stefan sea mi primo o no, pero no voy a permitir que me trates de cualquiera, cuando yo soy una mujer respetable, además tu querido cuñado Edward y yo no…- cuando me di cuenta que estaba a punto de decir lo que iba a decir me calle, Edward no tenía que pagar por su estúpida cuñada.

-EDWARD Y TU QUE? PUTA.- esto ya no me estaba gustando escuche unos paso, pero pensé que era imaginación mía cuando vi a Rosalie acercándose a mí para pegarme una cachetada, solo me la llegaba a pegar y no me iba a quedar quieta y en eso llego Edward.

-Rose, esto es inaudito, como tratas así a mi mujer?- le pregunto Edward en tono de decepción que abruma a cualquiera.- Nunca pensé que te comportaras tan mal, te digo una cosa?-le pregunto Edward, ella todavía con la mano en el aire asintió apenada.- Bella antes de ser mi esposa yo le caí fatal, hasta aun a veces cuando peleamos me insulta, la otra vez se negó en salir con Alice llevando mis tarjetas, y según me conto Alice, ella no quería comprar nada con ella, pero sabes cómo es Alice, además nuestro matrimonio es con bienes separado, todo lo mío que ya tenía al casarme con ella siempre será mío, te agradezco que no vuelvas ni a mirarme y menos a Bella y a su primo, espero que te quede claro que amo a Bella y no permitiré que le trates mal.- le dijo Edward, Rose empezó a sollozar de pena, asintió y salió corriendo a su habitación.

Me quede inmóvil en mi sitio, pensando Edward hizo todo esto por mí, de verdad me sentirá cariño, se me acerco y me tomo de la cintura y me susurro en el oído.

-Te juro que mas nunca te sentirás incomoda, si te vuelves a sentirte así solo dime.- solo puede asentir con la cabeza, el me acerco mas y poso sus deliciosos labios sobre el mío, comenzó lamiendo cada centímetro de mis labio, poso su lengua en la entrada de mi boca, pidió permiso y de una se lo concebí quería volver a saborear esos labios, correspondí el beso enredando mi lengua con la de él, haciendo de el beso un baile exótico, un carraspeo que venía de mi primo hizo que nos separarnos .

-Disculpen, pero yo aun no estoy instalado y el viaje fue muy cansado Bella.- dijo Stefan muy serio, me imaginaba que iba estar así siempre se pone así cuando se pelea por mí.

-Disculpa Tefan.-le dije a mi estúpido primo, cuando estaba más pequeña, no pronunciaba muy bien decía Tefan.- Edward no te molestaría ayudar a Stefan a instalarse en una habitación para huéspedes?- pregunte, con mi mejor mirada a Edward.

-Stefan, sígueme.- le dijo Edward y desaparecieron, me quede un momento sentada, pero de una me fui a la habitación, no podía dejar de pensar en Edward me senté en la orilla de la cama con las manos en mi cara.

-Bella, pasa algo?- me pregunto Edward preocupado?

-No pasa nada, solo que me siento por el subsuelo, me siento mal, cada palabra de Rosalie dolió como mil agujas.- dije muy triste, solo que una lagrima se me derramo.

-Tranquila, Rose es así con todos, no te sientas mal, yo se que tú no eres como ella te llamo, tu eres diferente, eres tan tu, tan Bella, sabes, en verdad…- hiso una pausa, como si quisiera decirme algo.- En verdad me gustas.- me dijo quede en shock, Edward Cullen me estaba diciendo que le gustaba.

El se me acerco y me levanto y me pego contra su pecho, me separo un poco, para ver mi rostro y me beso, pero esta vez mas sentimental, los dos labios se movían al compas, como si conocieran de toda la vida, pedí permiso para entrar en su boca y me lo concedió, nuestras lenguas bailaron perfectamente, me separe de él un poco para respirar un poco, el beso se termino con unos cortos.

Me separe de él, poco a poco, agache mi cara, no quería hablar solo había pasado un día y ya iban tres besos seguidos.

-Bella yo te gusto?- pregunto Edward apenado como le iba a decir que no, si me encantaba, que creo que estoy enamorada, pero no se lo iba a dejar tan fácil, a Edward yo lo voy a enamorar.