_-Enamorándome de un Gigoló-_

-9-

Jasper nos dejó cerca de las 7:00 en mi casa. Cinthya iba delante de nosotros dejándonos un poco de intimidad.

―Me la pasé muy bien ―le dije sin soltar su mano.

―Yo también pequeña ―me dio un apretón antes de llevarse mi mano a su labios―. Te quiero Alice.

―Ya somos dos ―le sonreí, él me devolvió la sonrisa y acercó su rostro al mío, nuestros labios se juntaron en un beso suave, no había prisas ni pasión; solo éramos nosotros dos diciéndonos lo que con palabras sobraba. La necesidad de aire nos hizo separarnos―. ¿Ya te dije que me encantan tus labios?

―No, pero me agrada saberlo ―contestó dándome otro pico.

―Ahora lo sabes ―rodeé su cintura con mis brazos―. Te quiero Jazz.

― ¿Jazz?

― ¿No te gusta? ―pregunté asustada―. Digo, si te molesta dímelo y no lo haré.

―Suena bien, me gusta el Jazz ―otro beso, estuve a punto de profundizarlo cuando una garganta fue aclarada, lo cual nos hizo separarnos―. ¿Qué pasa Cinthya?

―Siento interrumpir bueno…ahm…ya saben ―se veía apenada, así que le sonreí para darle confianza―. Pero la puerta está cerrada, intenté abrirla pero no abre.

― ¿Tocaste? ―ella abrió los ojos y se sonrojó―. No te preocupes, de todas formas en un momento estoy ahí contigo.

Ella asintió y se retiró un poco, cerca de la puerta.

―Debo irme

―Ok, te veo mañana… ¡Ah sí, se me olvidaba! ―me detuvo cuando me iba a dar la vuelta.

― ¿Qué pasa?

―Este viernes me invitaron a un concierto de tributo a The Who… tú sabes, la banda.

―Si ―respondí no entendiendo que tenía que ver yo en eso. Ok, si me gustaba esa banda, era de mis favoritas de antaño pero no entendía qué onda.

―Bueno quiero invitarte, por ahí me comentaste que también te gustaba y ya que tengo dos entradas me gustaría que fuéramos juntos.

― ¡Eso es genial! ―hace mucho que no iba a un concierto propiamente dicho―. Veré si las chicas me harían el favor de cuidar a mi hermana, aunque creo que ya no será necesario como antes, por cierto ¿Dónde será?

―En Tacoma ― ¡Oh! Eso quedaba un poco lejos―. Si lo sé, será muy tarde como para que regresemos pero nos podemos quedar en un hotel que estará cerca.

― ¿Hotel? ―pregunté nerviosa.

―Aja… pero no va a pasar nada que tú no quieras que pase y no te invité con esa intención.

―Sí, si, lo sé ―me di un tope mental por ser tonta―. Entonces el viernes será, estoy emocionada por cantar Baba O`Riley.

―Amo esa canción y también Dr. House ― comencé a reír recordando ese capítulo y a House fingiendo tocar en su escritorio―. Bueno te dejo para qué descanses ―me dio otro rápido beso―. Buenas noches, te quiero.

―Yo también.

Aún despidiéndome me di la vuelta y me reuní con mi hermana. Ella estaba en el umbral de la puerta esperándome, toqué la puerta varias veces. Le eché un ojo al garaje y el coche de Bella estaba ahí, entonces debió haber salido con Edward para hablar, solo me quedaba la esperanza de que Rosalie hubiera llegado antes que yo porque también estaba su coche puesto que Emmett nos había llevado y traído en el suyo.

La puerta se abrió y Rosalie era la que estaba ahí.

―Pensé que no había nadie ―le dije mientras entraba, detrás de mi hermana que parecía caerse del sueño.

―De hecho estoy yo sola, llegué hace rato pero estaba en el baño por eso tardé en abrir.

―Tengo sueño ―dijo mi hermana―. Las veo mañana chicas.

―Buenas noches ―contestamos ambas.

Después de darnos las buenas noches se metió a nuestro cuarto.

―Ya veo ¿Entonces Bella no ha llegado? ―pregunté en cuanto estuvimos solas.

― ¿Bella salió? ―me preguntó confundida―. Pero si ahí está su coche.

―A lo mejor está con Edward.

―No creo porque después de que Emmett me trajo minutos después me llamó para ver cómo estaba ―la miré con el ceño fruncido―. ¿Qué? Las parejas que se aman lo hacen, en fin, mientras hablábamos me pareció oír la voz de Edward en el fondo.

― ¿Entonces no está con él? ―pregunté preocupada.

―Creo que es obvio ¿No? ―la miré mal―. Algo me dice que las cosas no salieron bien.

Olvidé mi enojo hacia ella y asentí.

― ¿Estará en su cuarto?

―A lo mejor y no, porque nadie ha salido de ahí, voy a ver ―dijo Rose caminando hacia la habitación de Bella, se escuchó que tocó suavemente―. ¿Bells, estás ahí?

No se oyó nada.

― ¿Bella? Voy a entrar ―escuché el sonido de la manija siendo abierta.

― ¡LÁRGATE! ―el grito de Bella al igual que el sonido de algo siendo estrellado me sobresaltó.

Me paré rápidamente dispuesta a ir a su cuarto, cuando Rose se me atravesó, su cara estaba blanca y sobretodo asustada.

―Creo que…―frunció el seño―. Creo que las cosas no salieron bien.

―Pero no era motivo para gritarte ―dije enojada―. Voy a hablar con ella. ―iba para su cuarto cuando Rose me detuvo.

―No, déjala ―no entendía―. Ahora está muy disgustada, será mejor que no la presionemos eso solo la irritará más, ya sabes como es cuando no está de buen humor para algo.

―Eso creo ―aún no estaba del todo convencida, pero Rosalie tenía razón en ese punto. Bella podía ser una completa mula cuando de terquedad se trataba―. Mejor me voy a mi cuarto, no sea que vaya a salir y desate su furia conmigo.

―Pues conmigo ya la desató, al menos por hoy recibí mi buena dosis de mal humor.

―Si, pero yo pasó, gracias.

Antes de que dijera cualquier otra cosa me fui a mi habitación.

Me desperté cuando mi teléfono sonó, me había pasando tan bien el fin de semana que no me apetecía ir a la escuela hoy pero era necesario además tenía que empezar a buscar otro trabajo porque ya se me estaban acabando los ahorros, salí de la cama me di una ducha y me vestí adecuadamente para un día de escuela.

Mi hermana aún seguía dormida, no me molesté en despertarla ahora, lo haría cuando me fuera para explicarle mi ausencia.

Rosalie ya estaba desayunando, le sonreí mientras tomaba un vaso para servirme leche, tomé el paquete de galletas y me reuní con ella en la barra.

― ¿Cómo dormiste? ―pregunté.

―Mi tímpano está bien si eso preguntas.

―Espero que esté más calmada y pueda contarnos todo lo que paso ―dije, pero no me sentía muy segura de ello.

―Algo me dice que no, hay ocasiones en que ella es muy cerrada va necesitar un tiempo antes de que nos cuente exactamente como fueron las cosas.

―Eso lo sé pero… ―me interrumpió el sonido de la puerta abrirse.

Bella venía saliendo de su cuarto perfectamente bañada y vestida, pero sus ojos se veían algo rojos además de que estaba con la mirada inexpresiva.

―Buenos días ―saludé intentando romper el hielo.

―No tienen nada de buenos ―su voz estaba ronca, lógico, el gritote que pegó ayer no era de gratis, era eso o podía ser también porque se pasó toda la noche llorando.

Se pasó de largo sin tan siquiera mirar a Rosalie, abrió la alacena sacó una rebanada de pan tostado luego fue al refrigerador para tomar una botella de yogur, salió de la cocina para tomar sus cosas y salir de la casa dando un portazo.

―Salió mejor de lo que pensé ―dijo Rose. La miré mal de nuevo―. ¿Qué? No quería que me gritara de nuevo, por eso mejor ni dije nada, no sé tú pero yo aún quiero llegar a los treinta y escuchar perfectamente.

―Ella está muy mal y el hecho de que no nos diga nada lo hace peor ―miré la puerta―. Le está haciendo daño.

―Tienes razón Alice ¿Pero qué podemos hacer? Ella no quiere hablar con nosotras, ya viste que ni siquiera me miró.

― ¿Y si hablamos con Edward? A lo mejor él nos diga algo.

―Puede que también esté igual de mal, le preguntaré primero a Emmett, tal vez él me de razón de Edward.

―Ok.

Terminamos de desayunar, regresé a mi cuarto para decirle a Cinthya que me ausentaría por un rato, pero que el desayuno y la comida –obvio comida de ayer– estaban ya listos, ella me miró con algo de miedo pero entendió que si no superaba esto jamás sanaría, le di un beso en la frente y le dije que Rose volvería antes pues sus clases terminaban primero que las mías.

Cuando me reuní con Rose ella había terminado la llamada.

― ¿Qué pasó?

―Dice Emmett que Edward no está bien tampoco, pero a diferencia de nuestra amiguita él no le gritó…

―Al grano Rose ―le interrumpí.

―Tampoco sabe qué le pasa. Al parecer ayer no estuvo muy comunicativa y si, rompieron pero más que nada porque Bella así lo quiso ―me dijo mientras llegamos a su coche.

―Es una idiotez ―le dije mientras me subía―. Bella lo ama, tú y yo lo sabemos, como pudo romper con él por algo tan estúpido como una pelea, debieron haberlo solucionado como las dos personas maduras que son.

―Edward no dio muchos detalles, pero lo esencial es eso.

Arrancó el coche y ambas partimos para la escuela. En todo el camino estuve meditando las cosas. Por lo que entendí Bella le estaba ocultando algo a Edward ¿Qué podría ser tan grave como para ocultárselo a su novio? Entonces la verdad me cayó como un balde de agua fría.

― ¡Oh por Dios! ―gemí.

― ¿Qué?

― ¡Bella le está siendo infiel a Edward! ―chillé―. Es por eso que ha estado así, a lo mejor por eso cortó con él, ya no soportaba la culpa.

Rose me miró por el rabillo del ojo, comenzó a ponerse roja y soltó una carcajada.

― ¿Qué clase de idiotez es esa? ―preguntó.

―Es lo más lógico.

―Alice, tú y yo sabemos que Bella no es así y el hecho de que tengan problemas de comunicación no siempre está relacionado con una infidelidad.

―Pero de que algo le oculta algo le oculta de eso no hay duda ―Rose frunció el ceño―. ¿Qué? ¿Tú sabes algo a caso?

― ¡No! ¡Qué estupidez! Es solo que me has puesto a pensar con ello ¿De verdad crees que lo que sea que le esté ocultando a Edward los haya separado?

―Más que segura. Las mentiras y engaños son algún tipo de traición, no sé como me sentiría si una de ustedes o Jasper me estuvieran ocultando algo y los mencionó porque ustedes son lo más importante y preciado que tengo, porque con mis padres no cuento para nada, al igual que mi hermana ustedes son mi familia.

Era yo u oí a Rosalie tragar.

― ¿Y si estuvieras en la posición de Edward qué harías? ―no entendía a qué venía su pregunta, pero ahora que lo pensaba era una buena pregunta.

―Sinceramente, no lo sé, quizás me sienta dolida y más que nada enojada.

― ¿Y serías capaz de perdonar?

Para responder a eso no tenía dudas.

―No, y si lo hiciera no volvería a confiar ―respondí con convicción―. ¿A qué viene todo esto?

―Nada, solo curiosidad, al igual que tú yo no sabría que hacer.

Rosalie se estacionó en el puesto vacío que estaba junto al coche de Emmett, al bajarme me di cuenta que el coche de Bella estaba en un lugar algo alejado de nosotros ¡Qué bobada!rompió con su novio no con sus amigos.

― ¡O sea se pasa! ―le dije a Rose.

― ¿Qué cosa?

―Tu amiga ―señalé en donde estaba estacionado el coche.

―Ya te dije, por ahora déjala ―se puso a caminar hacia el edificio.

―Sí, por ahora ―me dije a mi misma mientras seguía a Rose.

El siguiente par de días estuvo igual porque la actitud de Bella era completamente extraña. En la casa rara vez nos hablaba y en la escuela nos ignoraba totalmente, a la hora del almuerzo ella se sentaba en otro lado, solo una vez se sentó con nosotras, pero cuando iba a sentarse Edward apareció junto a Emmett los dos se vieron pero la única que desvió la mirada fue ella después se dio la vuelta dejándonos a todos –en especial a Edward– confundidos.

Cada vez que intentábamos hablar con ella –en casa obvio– ella evitaba contestar o simplemente evadía las preguntas. Yo comenzaba a preocuparme más porque no solo se notaba enferma, si no también más pálida de lo normal, no es que no fuera pálida, parecía como si se quedara sin energías; lo bueno de esto es que al menos ella no se portaba mal con mi hermana, dado que si le decía algo malo tendría que vérsela con mi boca,conmigo que hiciera lo que quisiera pero con Cinthya que no se metiera,ella no tenía la culpa de sus problemas. Como dije con mi hermana era diferente, siempre estaba pendiente de su salud y solamente me hablaba bien para preguntarme como estaba la situación. Sinceramente no entendía su actitud. Ok, si entendía que estuviera deprimida por haber cortado con Edward –que tampoco la estaba pasando bien– pero no tenía derecho a alejarnos de esa manera, somos sus amigas ¡Maldita sea!

A Jasper lo pude ver poco, por lo que me contó tenía que hacer un viaje rápido a casa de su familia. Al parecer su abuela se encontraba enferma y quería estar ahí con ella por si las cosas se ponían mal o peor. Le dije que no habría problema, de todas formas aquí tenía mis propios problemas, en la última llamada que hizo me dijo que si su abuela se recuperaba iríamos al concierto, de nuevo le dije que lo importante era que su abuelita estuviera bien.

Logré olvidar un poco mis preocupaciones en casa, pues tenía que buscar otro trabajo; estuve como 4 horas caminando de aquí para allá, yendo y viniendo en cualquier local, hasta que por fin, en una caseta de llamadas telefónicas necesitaban una ayudante para cuidar la caseta, era solo los fines de semana y ganaría un poco menos de lo que me pagan en mi otro trabajo pero para mi era algo porque en la veterinaria solo trabajaba cuatro horas martes, miércoles y jueves. Casi llore cuando me dijeron que podía empezar el fin que venía, al menos un problema menos.

Llegue a casa exhausta por la caminata que tuve, entré al departamento y me pareció escuchar risas dentro, sino me equivocaba era Bella y mi hermana.

― ¿De verdad me veo bien? ―preguntó Cinthya.

―Muy linda.

Entré a mi cuarto y sonreí al ver a mi hermana maquillada de una manera suave, resaltando sus ojos azules con unas sombras oscuras, sus mejillas tenían un ligero rubor.

―De verdad muy linda ―coincidí, las dos voltearon mientras mi hermana sonreía Bella me miraba con algo de pena―. Veo que se la pasaron bien.

―Sí, Bella me ayudó a verme bonita ―dijo Cinthya.

―Tú ya eres bonita ―dijo Bella―. Lo único que hice fue resaltar la belleza.

―En eso tiene razón ―le sonreí a mi amiga pero ella solo me devolvió un intento de sonrisa.

―Creo que debo irme.

―Pero Bella…―intentó Cinthya.

―Mañana probamos con el pelo ―la interrumpió―. Ahora debo hacer mi tarea, te prometo que mañana peinaré tu pelo.

―Está bien.

Bella me intentó sonreír de nuevo antes de salir por la puerta, yo me molesté.

¿Qué le pasaba a mi amiga?

POV Jasper

Me miré otra vez por el espejo, lucía cansado y como era de esperarse tenía que trabajar la mayoría de las noches y las desveladas comenzaban a notárseme, gracias a Dios Alice aún no notaba nada de esto y tampoco quería que lo supiera, sería desastroso si llegara a saberlo.

Me levanté para examinar mi atuendo de nuevo, no se veía tan mal, me hacía ver bien aunque estaba un poco ajustado para mi gusto y no es como si lo fuera a necesitar.

― ¡Jasper! ―entró Gianna―. Cinco minutos, el público está comenzando a impacientarse.

Asentí bufando, logré escuchar los gritos de las mujeres y de unos cuantos chicos que resonaban por el lugar.

―Ya voy, solo déjame terminar de prepararme.

―Ok, pero no te retrases, ya sabes lo que piensa Cody cuando se retrasa el espectáculo.

―Ya sé, ya sé ―contesté molesto―. Se pone como fiera y luego no me quiere pagar, ni que fuera el dueño del lugar, la dueña es la Sra. Nichols

―Pues son las reglas ―se encogió de hombros―. Te esperamos.

―Voy.

Terminé de arreglarme, agarré mis cosas y salí para dar inicio al show.