HASTA EL FIN DEL MUNDO CONTIGO (+18)

Autor: RegiZarumi
Género: + 18
Fecha Creación: 27/11/2011
Fecha Actualización: 16/02/2012
Finalizado: NO
Votos: 7
Comentarios: 15
Visitas: 18097
Capítulos: 11

 

Es sorprendente hasta que punto puede llegar el amor de 2 adolescentes, los cuales la vida les ha dado la espalda. En este historia Edward es un chico totalmente rebelde tanto en la escuela como en su familia,  el ya es un caso perdido por el cual se cansan de el y cae en un profundo odio hacia la vida. Bella es nueva en el pueblo y al asistir al instituto se enamora perdidamente de la rebeldia del chico de cabellos cobrizos. ¿Sera capaz de dejarlo todo por esos hechizantes ojos verdes?

 

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Capítulo 10: Entra a mi vida

BELLA POV

No sé cuánto tiempo estuvimos así totalmente abrazados solo con el contacto de nuestras miradas, lo único que sabía era que ese momento era mi momento feliz. Todo era perfecto ahora. Ya no mas peleas, ya no mas Tanya (que había disfrutado mucho haberle desfigurado su carita con las llaves de mi chevrolet), ya no mas Jacob, solo con mi Dios griego todo era perfecto. Y lo mejor era que él era solo para mí. Sonreí como una tonta ante ese pensamiento egoísta pero verdadero.

-Se puede saber que te trae tan feliz?-dijo mientras con su nariz dibujaba el contorno de mi mandíbula haciéndome estremecer.

-No es obvio?-dije al mismo tiempo que lo sentí tensarse y apartarse de mi

-No será por ese enfermero que acaba de pasar y que te miro como un trozo de carne verdad? Porque si es así en este momento lo pondré en su lugar-cuando se dispuso a levantarse lo empuje con todas mis fuerzas a que se volviera a sentar mientras trataba de evitar una carcajada.

-Basta, Edward. Ni se dé que enfermero me hablas! Mi única felicidad eres tú y lo sabes-le bese la comisura de los labios y su sonrisa volvió.

-Pues yo estoy más feliz.

-Eso lo dudo-contraataque

-Amor, no compares un árbol con todo un bosque-y cuando quería volver a protestar el BENDITO doctor decidió hacer acto de presencia.

-Familiares de la señora Swan-me pare en el acto y corrí para recibir noticias sobre mi madre.

-Yo…yo soy su hija. Dígame como esta mi madre. Ya está bien?-sentí como Edward se posicionaba a mi lado pero mi atención estaba puesta en el doctor.

-Pues, sufrió cortes muy profundos en las venas y en el inferior de las rodillas por lo que perdió gran cantidad de sangre-sentí como mis ojos picaban dándome a entender que estaba a punto de llorar. El abrazo de Edward se hiso mas fuerte-pero ya solucionabas el problema proporcionándole sangre, pero las heridas si tardaran en sanarse, especialmente la de las rodillas.-la respiración se me paro por un momento y se me hiso difícil poder articular palabra. Edward hablo por mí.

-Podemos pasar a verla?-el doctor paso su mirada a él, se puso a pensar para después decir.

-Que sea rápido, la paciente necesito el mayor reposo posible.

-Y cuando le darán de alta?-dije cuando por fin pude recuperar mi voz

-Si no la hacen fatigar tanto puede ser esta misma tarde- solté un suspiro de alivio, le di las gracias a el doctor y me encamine hacia la sala de reposo donde se suponía tenía que estar mi madre. Con Edward pisándome los talones.

Camine  a toda prisa por los blancos pasillos hasta llegar a la puerta de la que colgaba “SALA DE REPOSO”. Ignore a la enfermera que cuidaba la entrada, la empuje a un lado y abrí la puerta con fuerza de par en par. Busque a mi madre con la mirada y cuando la encontré mi mundo se me vino encima. Es cierto que en algunas ocasiones mi madre me llega a irritar al extremo y me saca de mis casillas, pero yo sé lo sensible y buena que es, porque yo crecí y viví con ella. Y verla ahí postrada en esa incomoda cama blanca con todos esos cables conectados a ella, pero lo que me puso los pelos en punta fue que cuando me acerque no pude evitar las lagrimas cuando vi los incontables cortes hechos desde la muñeca hasta el final del antebrazo pero los peores fueron los de las piernas. No pude evitar estremecerme.

-Mama… que te has hecho?-dije en leves sollozos mientras le acariciaba el pelo, ella abrió los ojos y cuando me miro sonrió y vi como sus ojos también se colmaban en lagrimas.

-Mi Bella, estas aquí.

-Claro que estoy aquí. Pero qué diablos te has hecho madre! Por Dios! Que estabas pensando ¡?-Edward toco mi brazo en un inútil intento de tranquilizarme.

-Pensé que te habías ido. Pensé que estaba sola.

-Pero porque diablos pensaste eso! Si tu sabes que yo nunca te voy a dejar!

-Porque no te vi en tu dormitorio! Y pensé que por fin te habías hartado de mi!

-Pero yo…

-Bella, calma. Recuerda lo que te dijo el doctor. Anda, calma.- lo mire y vi preocupación en sus ojos. Respire profundamente y volví con mi madre.

-Lamento haberte causado un gran susto. Solo Salí un momento con Edward y… jamás pensé que te harías… esto.

-Mi vida ya no tiene sentido si tú no estás, hija. Ya perdí a tu padre y no soporte la idea de perderte a ti también-me acaricio la mejilla-lo siento.

-Yo lo siento-me avente a ella para abrazarla y así estuvimos un buen tiempo hasta que un carraspeo nos saco de nuestro (hasta ahora) primer momento madre-hija.

-Lamento interrumpir, pero la señora Swan debe prepararse para su alta-asentí y con Edward, que no me había dado cuenta que seguía ahí, salimos de la habitación.

-Estas bien?

-Porque? Tan mal aspecto tengo?

-Bueno…-me dijo con un tono de diversión en su voz, yo solo le di un puñetazo “cariñoso” en el brazo-Sabes que es broma, amor. Anda, vamos a la cafetería, te invito algo- y quien era yo para negarme! Fuimos tomados de la mano hacia la cafetería y justo cuando estábamos a punto de pedir, el móvil de Edward comenzó a sonar. Pude ver que era alguien importante porque cuando el reconoció el numero sonrió.

-Dime, hermano… estoy en el hospital… no, no me atraparon los hombres de negro… si, está aquí conmigo-me miro, yo lo mire interrogante y el oprimió el botón de ALTAVOZ para que así todos lo escucháramos.

-Así que con la chica “apártate de la carretera o demoleré tu volvo” no?- dijo Emmet imitando pobremente mi voz y acto seguido soltó una carcajada haciendo sonrojar al recordar nuestro primer encuentro cuando ellos no nos dejaban ingresar al estacionamiento.

-La misma. Pero a pesar de que es testaruda, respondona, rebelde, cabezota…

-Ya, no?-levante las manos exasperada a causa de todos los adjetivos tan “bonitos” que empleaba para mí.

-Es la mujer más hermosa y perfecta del mundo-dijo Ed ignorando lo que había dicho y mirándome cariñosamente, estaba a punto de soltar un suspiro pero se me adelanto una señora que estaba a mi costado, cuando me voltee a verla la reconocí como la misma señora que golpeo a su esposo por no demostrarle tanto cariño como nosotros lo hicimos en la sala de espera. La mire extrañada y ella me saludo con la mano aun suspirando. Con miedo le devolví el saludo y me volví a Edward que intentaba ocultar una carcajada.

- Wuau, si es tan especial, tráela a la casa a conocerla y así…-pero no pude escuchar más porque Edward ya había cortado y había vuelto a él esa mueca dura y de odio.

-Que paso? Porque le cortaste así?-pregunte asombrada.

-Porque Emmet solo sirve para decir tonterías y medias-dijo sin volver a cambiar esa mueca dura.

-Pues a mí no me pareció una  tontería y media ir a tu casa a conocer a tu familia- dije pero él no me respondió, su mirada estaba clavada en mi llena de odio, rencor y… tristeza? El se apenaba presentarme ante sus padres? La verdad me dio de golpe y no pude evitar mostrarme furiosa.

-Así que tan mal partido soy que no me quieres presentar a tus padres? Y yo que pensé que todo esto iba enserio-me levante enojadísima y abandone la cafetería rumbo a el cuarto de mi mama. Sentí a Edward siguiéndome y llamándome pero no le tome tanta atención que digamos. Cuando estaba a punto de abrir la habitación de mama el me sujeto el brazo y me hiso volverme a él.

-Suéltame-le solté con veneno

-No, hasta que comprendas la verdadera razón por la que no quiero que vayas.

-No te preocupes, que ya me quedo clarísimo-me solté de su agarre y cuando estuvo a punto de decir algo mas el doctor salió con mama a su costado.

-Su madre ya esta lista solo completen los tramites en secretaria y se pueden ir-asentí y tomadas de la mano fuimos a secretaria ignorando por completo a Edward que se mantenía intentado EN VANO llamar mi atención. Cuando salimos, nos tuvimos que montar en el volvo de Edward ya que yo había venido a pie, corriendo, pero por nada en el mundo me subí al copiloto, sino que me subí atrás con mi madre que nos miraba preocupada. Llegamos y cuando me disponía a salir alguien tomo de mi brazo con fuerza haciéndome voltear, era Edward.

-Debemos hablar-me dijo con voz firme pero suave

-No tenemos nada de qué hablar. Además mi madre…

-Yo no creo que a tu madre le fastidie-y miro hacia la puerta de la casa, seguí su mirada y me tope con que mama me despedía con la mano y se adentraba a la casa dejándome sola con Edward. Gracias mama.

-Igual no tenemos nada de qué hablar, ya me dejaste claro que no me tomas enserio.

-No es eso, Bella. Yo te tomo totalmente enserio. Es solo que…

-Es solo que qué?-lo enfrente, el se mostro triste y me soltó el brazo que hasta ese momento no me había dado cuenta que me dolía pero no me importo-Que pasa Edward? Tan malos son?

-Los peores-soltó con un deje de odio en su voz-no quiero que te hagan daño ni que tomes una mala impresión y…

-Shh-lo tranquilice y tome su rostro entre mis manos acariciándole-no creo que sean tan malos.

-Eso es porque tú no vives con ellos los 7 días de la semana las 24 horas al día.

-Ay vamos! Tarde o temprano los tendré que conocer no?-lo anime con una sonrisa pero él seguía con su mirada vacía. Después de varios minutos decidió mirarme y regalarme una sonrisa sin afecto.

-Tienes razón. Qué clase de relación seria si no te los presento-y otra vez su mirada vacía, esto ya me preocupaba.

-Edward…

-Anda, vamos. Si no llegamos temprano no los encontraremos-volteo sin decir nada más y me abrió la puerta del copiloto. Esta vez, si entre.

El camino fue en un silencio incomodo en el que ninguno quería romperlo. Me extrañaba la reacción de Edward ante la mención de sus padres. No se supone que el debería estar encantadísimo ya que esta sería la manera de formalizar todo? Pero claro! Cuando Edward ha sido normal?

Paramos en seco y cuando me di cuenta, ya habíamos llegado. Edward, con la mandíbula tensa, bajo del carro en silencio para después abrirme a mí. La casa de Edward era totalmente hermosa y gigante. Pero claro, si, según tenía entendido, el padre de Edward era el alcalde y su madre era una exitosa diseñadora de modas. Pero también sabía que ella se fue a la ruina sin razón alguna. Alice era su ídola y se extraño muchísimo cuando abandono su carrera. Ella me conto que fue por alguna clase de accidente que tuvo pero que no estaba completamente segura.

Edward me saco rápidamente de mis pensamientos llevándome hacia la entrada en la que se encontraba un chico grandote con cara de niño que reconocí  como Emmet.

-Están?-dijo Edward con amargura dirigiéndose a su hermano.

-Sí, los reuní en la sala de estar. Hola Bella, un gusto… -pero Edward no le dejo terminar ya que ya me empujaba hacia el interior de la casa apartando con fuerza a su hermano del camino.

Si el exterior de la casa era hermoso, el interior era muchoooooo mejor. Tan amplio, blanco y limpio. Llegamos a la sala de estar y ahí se encontraban dos personas totalmente separadas el uno al otro. Una mujer esbelta y hermosa con cabello acaramelado y ojos verdes se encontraba en un sillón individual leyendo una revista de modas levantando la mirada al notar nuestra presencia. Debería ser la madre de Edward. También identifique a su padre que estaba en otro sillón individual fumando su pipa y mirándonos atentamente. Era rubio, con ojos marrones oscuros y muy guapo. Lo único que compartían en común el y su esposa, es que en ninguna mirada había vida.

-Papa, mama, les presento a Bella, mi novia. -silencio. Sus padres me miraron de arriba abajo y hasta tuve ganas de esconderme ya que sus miradas eran serias y hasta pude percibir que fueron disconformes. La madre de Edward se levanto y sin apartar la mirada de la mía sonrió sin ganas y me estrecho la mano.

-Un gusto Bella, yo soy Esme. Y él es mi esposo Carlisle, es el alcalde…

-De seguro ya sabe quién soy, Esme-se levanto el también y me estrecho la mano en saludo. Aparto la mirada de mí y se dirigió a Edward con una sonrisa socarrona-así que ella SI es tu novia.

-Así es, padre.

-Muy bonita eh.- dijo Emmet haciendo acto de presencia.

-Ya lo creo. Pero no me parece que sea de tu tipo de siempre Edward-dijo su mama recorriéndome con la mirada. Ok, eso si me dolió.

-Tienes razón, ella es única y diferente a todas las demás- respondió Edward rodeándome con sus brazos.

-Claro que es diferente!-se burlo su padre. Mis ojos ya estaban comenzando a picarme de la ira.

-Pero bueno, no incomodemos a nuestra invitada. Bella, siéntate-me ordeno Esme.

-Estoy bien así, gracias-desafié. Esme me miro duramente y respondió.

-Pero que descortés. Veo que tu padre te crio “muy bien”.

-Madre, basta- le advirtió Edward

-En realidad, mi padre nos abandono cuando yo era pequeña pero mi madre me crio desde entonces.

-Ya decía yo. Se te nota lo malcriada que eres- me escupió con veneno

-BASTA!-grito Edward, pero yo ya me encontraba corriendo fuera de esa casa. Lo último que escuche fue a Emmet decir triste “Vaya reunión familiar” unos cuantos gritos de Edward y después el portazo que solté al irme. Las lágrimas caían libres por mis mejillas llenas de rabia. Nunca en mi vida me habían humillado de esa forma y especialmente los padres de mi novio. Por fin comprendía porque no quería que viniera. Si hubiera sabido que esto pasaría hubiera preferido callarme y no insistir en conocer a esa clase de personas. Por tercera vez en ese día sentí que alguien me sujetaba del brazo pero esta vez me volteo hacia él y me abrazo fuertemente mientras me decía una y otra vez al oído “lo siento, lo siento

-No lo sientas, tu ya sabias que esto pasaría, yo fui la terca que insistió- dije entre lagrimas

-Aun así, ellos no tienen ningún derecho en haberte tratado así.

-Tal vez no soy la mujer que ellos planeaban para ti.

-Eso es porque ellos no saben nada de mí-percibí ira en su voz y cuando levante la mirada vi tristeza en sus ojos. Le acaricie la mejilla y lo atraje hacia mi fundiéndonos en un desesperado beso necesitado por ambos. Toda nuestra aflicción que sentíamos en ese momento se fueron manifestando a través de nuestras bocas. Poco a poco el beso se fue intensificando buscando mas y mas pero que paro gracias a Edward.

-Qué pasa?-le pregunte

-Sera mejor que te lleve a casa-dijo mirando fijamente a su casa, cuando le seguí la mirada me di cuenta que sus padres nos miraban con veneno y Emmet con una sonrisa nostálgica. No dije nada más y me subí al volvo rumbo a mi casa donde mama ya debería estar esperándome.

Apenas Edward se subió acelero a más no poder haciéndome chocar contra el respaldar de mi asiento.

-Dios, Edward, acaso quieres matarnos ¡?-dije cerrando los ojos en un acto reflejo. Si iba a morir, no quería verlo.

-Solo trato de llegar a tu casa temprano-dijo con voz dura tanto que abrí los ojos y me tope con su fría mirada.

-Edward, para- no paro, seguía con su vista clavada en la carretera- te he dicho que te detengas! PARA DE UNA BUENA VEZ!-le grite a todo pulmón y paró en seco.

-Que te pasa? Porque de repente te portas como un loco maniaco?¡-le espete furiosa pero el aun no me contesto. Pasaron minutos tal vez horas hasta que por fin tuvo de la decencia de responderme.

-Es que no los soporto, Bella-dijo mirándome intensamente. Yo no tuve que preguntar, sabia a quienes se referían.

-Lo sé y créeme a mí también me hirieron pero…

-No, el dolor que te causaron solo es una parte de que me hicieron a mi- me interrumpió con fiereza. Sus palabras me confundieron a tope. El solo me miro con tristeza y en un acto reflejo lo consolé acariciándole el cabello con ternura.

-Que te hicieron, Edward?- dije sin parar de consolarlo. El bajo su mirada y respondió con voz seca.

-Yo fui el que la cago toda, ellos solo la remataron- yo la mire confusa, el suspiro, me tomo de las manos y me miro profundamente- ya es hora de que sepas la verdad, Bella. El inicio de todo. 

GENTEEEEEEEEEEEEEEE !

PERDON POR LA TARDANZA. ME DISTRAJE MUCHO EN ARGENTINA ;D (HERMOSO PAIS, POR CIERTO!) PERO EN CUANTO ESTUVE EN EL AVION LA INSPIRACION VINO A MI Y PUES... AQUI ESTA ! :D ESPERO QUE LES GUSTE PORQUE ME ENCANTA CUANDO LES GUSTA ;D OKNO .-.

CUAL SERA EL INICIO DE TODO? QUE PASO PARA QUE LA FAMILIA DE EDWARD SEA ASI¡? CHA CHA CHA CHAAAAN ! XD VOTEN Y COMENTEN AMORES Y ASI ME ALENTARE EN ACTUALIZAR MAS RAPIDO ! BESOS !

Capítulo 9: Una no tan dulce reconciliación. Capítulo 11: Ábrete a mi

 
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