Edward pov
Realmente me avía sorprendido bella, tan hermosa mujer y delicada podría ser tan pero tan buena surfeando mejor que yo realmente bella era perfecta, delicada, hermosa, atrevida, tierna ella era simplemente perfecta.
Nunca creí que fuera capaz de ser tan ruda a la vez, pero sin duda lo que más me gusto de ella fue su escultural cuerpo, esas largas piernas, sus curvas sus pechos a pesar de no ser muy grandes eran perfectos nunca me cansaría de decir que ella es perfecta nunca lo aria y la mejor parte es solo mía, mía y de nadie más.
Cuando aviamos llegado a la casa la enana y yo decidimos irnos a nuestros respectivos cuartos, ya era tarde así que tenía que dormir pero antes de dormir solo pensé en una persona en bella mañana la vería otra vez y esta vez no abría ningún duende o algún colado como hoy.
Desperté por el sonido de mi celular estaba sonando quien podría ser aun es muy temprano bueno eso creía yo. Cuando me percate de quien era una y gran sonrisa se dibujo en mi cara era bella.
-mi amor como amaneciste-dijo ella con su tono tan dulce
-bien amor extrañándote y tu. –Conteste, enserio que la amaba.
-bien, te hablo para decirte que podemos ir a la plaza a ver una película y luego ir al parque a caminar un rato que te parece?-pregunto.
-me parase genial, no te preocupes esta vez no se lo diré a Alice
-jaja, - y entonces oí su hermosa risa musitar por el otro lado del teléfono.
-hermosa que te parece si voy por ti a las 12 del día.
-Edward ya son las 12 del día a caso te a cavas de despertar.-pregunto burlonamente.-Demonios eran las 12 del día y yo acabándome de levantar es que nadie pudo despertarme.
-bueno amor creo que el día de ayer me canso un poco-dije apenado por mis actos.
-está bien entiendo, entonces a qué hora bienes por mi?
-mm que te parece ala 1 de la tarde?-pregunte
-está bien no tardes te quiero.
-yo te amo
-adiós
-adiós princesa.-dije y colgó, me vía alegrado que aquella persona de ojos chocolate esa hermosa princesa me haya despertado, que lo primero que escuche en el día fue su hermosa voz que decía mi nombre, que me decía esas palabras tan comunes en una pareja pero tan hermosas cuando salían de sus labios.
Realmente estaba tan enamorado de ella, pero creo que debería de dejar de pensar en eso por un rato, tenía que arreglarme, si no quería llegar tarde a mi cita con bella.
Tome una ducha después busque algo de ropa en mi guardarropa opte por ponerme unos pantalones negros algo deslavados, una playera gris y una chaqueta negra con unos zapatos del mismo color que esta. Trate de peinar mi cabello pero como era caso perdido y pérdida de tiempo lo deje tal y como estaba baje a desayunar un poco mejor dicho a comer un poco a la cocina, cuando entre ahí estaba mi madre esme.
-hola Edward veo que te despertaste tarde.-dijo ella con su tono tan maternal de siempre.
-mm de echo me despertó bella.
-enserio?-pregunto incrédula.
-si mama es que, quede con ella de salir hoy, pero ella me iba a llamar para ver a donde salíamos.
-que bien y adonde van a…-y no termino la frase porque en so intervino Alice.
-si Edward a donde van a ir?-pregunto, tratando de averiguar algo.
-lo siento enana pero no te diré nada, no quiero que me vuelvas hacer lo mismo de ayer.
-pero Edward por favor que me muero de la curiosidad-dijo en tono de suplica.
-no y es mi última palabra-dije muy seguro de mis palabras.
-mama dile a Eddie que me diga, mama dile -le dijo a esme comportándose como una niña chiquita de 6 años.
-Alice tranquila por favor compórtate, si Edward no nos quiere decir es porque no quiere que vuelvas hacer lo mimos de ayer así que ya no preguntes mas.-dijo mi madre algo desesperada por las palabras de Alice.
Ash-se quejo- no se vale yo quería saber- me saco la lengua y se fue bailando por toda la casa.
-Edward y entones a mi si me vas a decir?-dijo con tono de curiosidad
-mama- grite
-lo siento
-bueno voy a mi cuarto alabarme los dientes
-si hijo ve
Subí a mi cuarto a lavarme los dientes lo más rápido posible de repente me dio la impresión que algo pasaría, así que decidí tomar mi pistola que tenía en unos de mis cajones de mi buro y colocármela en la cintura entre mi pantalón y esta, escondiéndomela con mi chaqueta. Baje a la sala Salí de la casa y fui rumbo hacia mi volvo.
En menos de lo esperado ya estaba en casa de bella sentado en la sala esperándola.
Se veía tan hermosa, a pesar de que estuviera vestida sencillamente, traía una blusa de color rosa unos jeans color azul, unos converse color rosa y su pelo suelto como de costumbre.
-te vez hermosa
-gracias pero tú te vez mejor-dijo sonrojándose por mi comentario.
-mentirosa-le reproche
-por qué?
-por que no es cierto tú te vez mejor que yo siempre te vez mejor que yo.
-pues para mi es todo lo contrario- dijo y estampo sus labios contra los míos.
Fue un beso tan tierno delicado pero apasionado, una sensación que nunca sentiría con otra mujer solo con ella, nada mas con ella.
Bella pov.
Amaba besar esos labios por eso no pude mas y lo bese fue un beso perfecto ambos nos movimos de un lado a otro pidiendo que el beso durara más rogando porque este momento no acabara el pidió permiso con su lengua rosando mi labio inferior permiso que concedí al instante lo tenía que sentir más dentro de mi teníamos que hacernos uno mismo con un hermoso y perfecto beso ese que nos llevara al cielo, probando cada uno de nuestros sabores el de él era a chocolate con menta un sabor exquisito, la frescura de la menta y el delicioso sabor a chocolate ese que hacía desear más ese beso esos labios, sus labios los que tanto amo que me besen y se una con los míos, sin duda uno de los mejores besos, pero el beso fue interrumpido por la falta de oxigeno, Edward se separo solo un poco para respirar pero nos dejo uno contra el otro mientras colocaba su frente contra la mía y nuestras respiraciones se acompasaban por la falta de oxigeno.
-te amo- susurro con esa vos tan hermosa que el solo podía tener.
-yo te amo mas siempre lo haré.
-bella mi bella, mi niña que vino a iluminarme a volverse mi alma mi corazón la que siempre los tendrá, la que siempre amare, respetare cuidare, con la que siempre estaré, mi diosa, te amo, te amo te amo, jamás me dejes porque yo no lo haré, donde quiera que vallas mi corazón estará contigo solo contigo nada más, lo prometo.-el siempre tan lindo tan romántico cuanto lo amaba siempre lo amaría siempre.
-Edward mi dios griego de ojos esmeralda siempre estaré a tu lado te lo prometo jamás me separare de ti y si lo hago mi corazón se quedara contigo, contigo solo contigo, no podría llevármelo porque ya es tuyo solo tuyo.
-te amo...-dijo una vez mas
-hey ya mucho amor, mejor vallase a un hotel.-grito emmett desde las escaleras es que no podría ser más oportuno porque deberás, esta me la pagas emmett dije para mis adentros.
-emmett quisieras irte por favor y dejar de interrumpir.-grite
-lo siento hermanita pero esta también es mi casa y no quiero irme.
-emmett swan quieres dejar de molestar a bella-grito rosalie también desde las escaleras y entonces emmett puso una cara de niño chiquito regañado por su madre, que en este caso era su novia.
-no que no te calmabas emmet-se burlo Edward
-cállate no me ayudes- gruño emmett
-tu mejor ni digas nada y vámonos deja de molestar a bella y a Edward quieres.-dijo rosalie y jalándolo de las orejas.
-ya rosalie déjalo nosotros ya nos vamos-lo defendí aun que bien merecido se lo tenía.
-ya ves bebe, bella ya se va con Edward, ya no te enojes quieres sí, me perdonas.
-está bien
-adiós chicos y rosalie regáñalo más seguido.-dije en tono burlón.
-adiós -musitaron ambos al mismo tiempo.
Y salimos de la casa rumbo hacia el cine donde vería una película con Edward, mm ablando de películas cual veríamos?
-Edward que película vamos a ver?-pregunte
-mm Buena pregunta, que te parece una de comedia-dijo en tono divertido y seductor como podía hacer eso?
-no, no lo creo
-porque amor?
-porque no me pondrás atención solo le aras caso a la película y te morirás de la risa, mientras que yo trato de llamar tu atención.-dije con voz de niña chiquita y un puchero.
-amor como crees que te are eso, sabes que te amo y te prefiero mil beses a ti que a una tonta película de comedia.-dijo con seriedad en su voz pero reteniendo una risita en sus labios.
-que-pregunto por la forma en que lo mire
-ríete-si tenía tantas ganas de reírse por qué no lo hacia
-no tengo ganas
-ya ríete se que quieres.-dije algo enojada
-Pero no enserio no tengo ga...-y ya no puedo terminar la frase, le gano la risa.
-lo siento amor me gano la risa-dijo sonrojándose
-ya no te preocupes subamos al volvo -dije con seriedad.
Subimos al volvo rumbo hacia la plaza para poder entrar al cine. En todo el trayecto ninguno de los dos hablo, pero el silencio que se acumulo era lindo tranquilo una paz en todo el ambiente, con el podía estar así todo el tiempo siempre era cómodo quedarme así con Edward sin hablar solo echándonos una mirada y una sonrisa todo el tiempo, para nosotros eso bastaba solo eso.
A beses me pregunto qué fue lo que hice para merecer a este hombre mejor dicho a este dios, si por que eso era un dios, un dios griego que fue mandado del cielo para mí solo para mi, con la persona que siempre podía contar la que siempre estaría a mi lado la que me amaría y la que me entrego su corazón me lo avía dicho lo aviamos prometido uno al otro y estoy segura que ninguno de los dos rompería esa promesa, ambos nos amábamos con una intensidad con un amor, de algo estoy segura no solo es pasión o deseo, es amor, amor del bueno amor por el que luchas, por el que sientes tantas cosas, por el que dejas todo, porque entregas el corazón el alma porque te entregas todo tu ser, por el que estas dispuesto a dar tu vida, porque si él la pierde tuno eres nada y se la lleva contigo a donde quiera que se encuentre.
-bella que piensas-pregunto Edward rompiendo ese silencio tan hermoso y sacándome de mis pensamientos.
-en ti, en nosotros
-en nosotros?
-si Edward pienso en lo feliz que me haces con tan solo estos días, de estar a tu lado me he sentido muy feliz.-y realmente lo estaba con él me sentía feliz, llena de vida de amor de todo.
-y yo siento lo mismo que tu o más, te amo y mucho-dijo con ternura.
-gracias por hacerme feliz
-gracias te doy yo a ti.
-te quiero- y estampo sus labios contra los míos dándome un beso tan cálido, tierno, lleno de pasión y ternura, un beso perfecto como el solo los sabia dar, pero ahí me tuve que bajar de mi nube porque mis pulmones ya pedían a gritos el oxigeno que no les otorgaban mis labios, mi corazón y hasta mi mente por solo querer tener esos labios tan hermosos, ese hermoso beso que solo Edward podía dar, fue ahí cuando nos despegamos uno del otro.
-te quiero-susurre.
-vamos pregunto Edward- fue cuando me di cuenta que ya aviamos llegado a la plaza y que Edward me daba a saber.
Si-conteste-salió del auto para dirigirse hacia la puerta para poder abrirme.
Ya aviamos entrado a la plaza he íbamos rumbo al cine, cuando Edward nos paro para observar algo que yo me preguntaba que era?
-qué vez amor?-pregunte con tono curioso
-veo algo precioso que aun no tiene dueña, pero que lo tendrá y se verá más precioso en ella.-que era lo que no tenia dueño, que era lo que avía dicho Edward con tan hermosa voz.
-y que es?
-ven acompáñame- no dije nada solo lo seguí y nos dirigíamos a una joyería, que quería comprar Edward en una joyería, tal vez un collar, un dije una pulsera yo que sé, pero pronto lo averiguaría.
Entramos a la joyería y Edward fue directo con una persona, supongo que era un empleado de la joyería y mis dudas fueron anticipadas cuando vi que Edward le pedía algo, al mismo tiempo que me llamaba para ir a su lado.
-si Edward?-pregunte con confusión y entonces me di cuenta que tenía algo entre sus manos.
-princesa, te gusta?-pregunto enseñándome el objeto que tenía entre sus manos que era una pulsera bañada en oro blanco, con injustraciones de pequeños diamantes trasparentes, alrededor de esta pero que llevaban hacia un diamante más grande en forma de flor de color rojo, el diamante era rojo como la sangre la más intensa que podría a ver existido jamás.
-es preciosa Edward
- es tuya-dijo en el mismo momento que la colocaba en mi muñeca, pero no podía acertarla, estoy segura que es muy costosa no definitivamente no permitiría que Edward gastara tanto dinero en mi.
-gracias Edward pero no puedo aceptarla, no puedo permitir que gaste mucho dinero en mi.
-bella, por el dinero no te preocupes, sabes que eso es lo de menos, además quiero que la tengas, me encanta como se ve en tu mano y no acepto un no por respuesta.
-creo que no tengo otra opción o sí?-dije esperando por que dijera que si la tenia, pero estaba casi segura que su respuesta seria un no.
-no-si lo que me imagine
-está bien me quedo con ella, pero prométeme que no volverás a gastar tanto en mi.
-mm eso no lo puedo prometer, porque es imposible no gastar tanto en una hermosa mujer que selo merece todo.
-Edward
-que es la verdad- y me dio un pequeño beso en los labios.
Salimos de la joyería tomados de la maño pero yo con una cara de desaprobación y alegría, desaprobación porque Edward me avía comprado una joya muy cara y alegría porque estaba con el ser más hermoso del mundo.
Compramos las entradas del cine para ver finalmente una película de terror la cual optamos por ver en lugar de una de comedia, le quise prestarle atención, pero me fue imposible ya que cada vez que lo hacía solo pegaba de gritos y abrasaba mas a Edward contra mí, mientras el solo me daba besos en toda mi cara y me decía que no tuviera miedo que solo era una película.
Era increíble el miedo que les tenia a alas películas de terror pero no le tenía miedo a lo que hacía que era enfréntame a peligrosas cosas, que requería cada misión que hacía.
Salimos del cine para dirigirnos al volvo y poder ir hacia un parque, ya que queríamos caminar un rato y que mejor opción que un parque.
Edward estaciono el auto junto del parque y enfrente de un banco, bajamos de este y nos adentramos al parque, Edward me hacía reír con sus chiste mientras caminábamos, nos detuvimos un rato para besarnos, para sentir el contacto de nuestros labios uno con el otro, sentir esa sensación que tanto amábamos, esa corriente eléctrica que hacía que nos estremeciéramos y que hacia latir cada vez mas y con tanta intensidad nuestros corazones.
-es hermoso este parque no lo crees?
-sí, que lo es y sabes cuándo es más hermoso.- como amaba que dijera las palabras en ese tono seductor que tanto me derretía.
-no como-pregunte confundida y frunciendo el ceño.
-cuando estas tu-dijo y una sonrisa salió por su hermoso rostro.
-gracias-dije acercándome más hacia él para poder volver a probar esos labios que tanto amaba.
Ho, realmente amaba esos labios eran el paraíso, pero tuvimos que deshacer el beso por falta de aire, cuando me separe totalmente de él pude percatarme de unos columpios de color amarillos que estaban alrededor de muchas hermosas flores de las cuales me pude dar cuenta eran, orquídeas, rosas y una de mis flores favoritas no me olvides.
Edward se percato de mi insistente mirada hacia los columpios y me vio con una mirada divertida y sacando una hermosa sonrisa de su rostro.
-bella ven vamos-dijo para que nos dirigiéramos a los columpios lo cual yo solo contestes con un asentimiento de cabeza. Me hizo algunas señas para que me sentara en el columpio y él me columpiara un rato.
Estuvimos como una media hora ahí entre risas y jugueteos por parte de ambos hasta que él se canso de mecerme y se fue al otro columpio que quedaba a mi lado.
De repente me pareció ver una camioneta negra con vidrios polarizados que se estacionaba junto del parque y enfrente del banco, se veía algo sospechosa pero no le preste atención, pero de todos modos algo me decía que algo malo iba a pasar, pero esa sensación la traía desde mi casa así que no pude evitar traerme una pequeña pistola que traía oculta en mi pantalón junto a mis caderas pero que al parecer Edward no se avía dado cuenta que la traía.
Pasaron unos quince minutos y la camioneta no se movía de su lugar y al parecer nadie salía, Edward se dio cuenta de mis intuiciones, al principio se me quedo viendo raro como tratando de averiguar que me pasaba pero no logro saberlo y entonces supe que me preguntaría algo.
-amor que te pasa, te noto algo rara
-no lo sé Edward, presiento que algo malo va a pasar
-porque bella?-pregunto confuso
-mira vez esa camioneta de allá, la negra con vidrios polarizados?-pregunte
-si claro, que con ella.
-ciento que los dueños de la camioneta traman algo, ya que tiene más de 15 minutos parada ahí esa camioneta y nadie sale de ella.
-amor solo ande ser intuiciones tuyas no te preocupes no es nada-dijo eso dándome besitos por el cuello, mientras yo volteaba a ver la camioneta y de repente salieron barias personas vestidas de negro con pasamontañas y pude darme cuenta que traían algunas armas entre la ropa y otras escondidas en unas maletas y se dirigían al banco tenía que hacer algo, tenía que decirle a Edward, para luego correr hacia haya y atrapar a esos ladrones.
-Edward mira quieren robar el banco, tenemos que ir.
-que, como, no puede ser, claro que tenemos que hacer algo, pero tú te quedas aquí yo me encargo es peligroso para ti.
-no yo voy contigo, recuerdas también soy agente secreto.
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