Edward suspiró interiormente.Supuso que no debería estar defraudado por el anuncio.¿Debería alegrarse de que no fuera un esclavo sexual o…la cena?Todavía estaba intentando ordenar eso.Bella,como la madre la había llamado,había pensado que él era su cena de cumpleaños.¿Él?
¿La cena de cumpleaños?La idea era suficiente para derribar cada uno de los perturbadores y lujuriosos pensamientos en su cabeza.
¿La cena de cumpleaños?¿Eran caníbales?
Buen Dios,ella había pellizcado su cuello después de besarlo,pero simplemente un pequeño pellizco,luego ella había decidido chupar,sin duda dándole un gran chupón que se pasaría una semana intentando esconder o quizá más.Edward no estaba seguro.
Había tenido un chupón sólo una vez antes y eso era cuando fue un adolescente.No podía recordar cuánto tiempo había pasado para que desapareciera.
Tampoco recordaba que había sido tan agradable como el de esta experiencia.Sin embargo hubiera aceptado feliz que la chica lamiera su cuello todo lo que ella quisiera o cualquier otra parte del cuerpo que ella recibiera con agrado.
Ser la cena de cumpleaños,de todas formas,no parecía bastante agradable.Querido Dios,dejarlo subir en la cajuela del auto de un caníbal.Realmente prefería el escenario de esclavo sexual.Definitivamente sonaba más agradable.
Edward rodó sus ojos y tuvo que sacudir su cabeza mentalmente para dispersar sus propios pensamientos.Estaba sonando como un lunático desesperado.De hecho,eso no estaba lejos de la verdad.A pesar de los grandes esfuerzos casamenteros de su familia,no había tenido sexo por casi un año.Aunque las mujeres con que su familia tendía a emparejarlo eran preciosas,ninguna de ellas había despertado demasiado interés en él,por lo menos no el suficiente para arrastrar su atención fuera del trabajo por algún tiempo.
Esto no había preocupado mucho a Edward;tenía una vida llena y ocupada.Siempre se dijo que el día que encontrara una mujer tan fascinante como su carrera,sería el día en el que sabría que había encontrado a la Señorita Correcta.Mientras tanto,su familia—nunca optimista—continuaba liándolo con cada mujer soltera que conocían y Edward continuaba evitando compartir la cama con mujeres,para evitar molestos enredos con amigos de la familia que podrían causar resentimientos.Eso significaba que estaba restringido a brincar sexualmente con mujeres que él lograba conocer por su cuenta,cuando no estaba escoltando a las amigas de su familia a varias comidas o funciones.
La última vez que Edward había logrado empezar una relación con alguien,había sido con una fría rubia psiquiatra de Alaska.Se habían conocido en la conferencia de salud mental el invierno pasado,había ido por una bebida después de una de las conferencias,entonces él la había acompañado de vuelta a su cuarto,ella lo había invitado y muy educada y clínicamente tuvo sexo con él.Había sido frío,funcional y horrorosamente aburrido…más bien como tomar tranquilizantes.Consiguió hacer el trabajo,limpió las cañerías pero le dejó un mal sabor en la boca.Edward estaba relativamente seguro de que esta chica no le dejaría un mal sabor en su boca.También estaba seguro de que ella haría mucho más que limpiar sus cañerías.
—¿Lo trajiste aquí para tratar mi fobia?
Edward lanzó una mirada a la chica cuando ella hizo la pregunta,notando por primera vez que ella también parecía más bien defraudada por las noticias.
—Sí,cariño.
—¿Él no es…?
—No—interrumpió firmemente la madre,entonces frunció el entrecejo ante la obvia falta de entusiasmo de ella por su regalo—.Querida,ésta es una buena causa.Pensé que estarías agradecida.Pensé que era perfecto.Él puede curar tu fobia,permitiéndote vivir una vida normal.Una sin la molestia del cuidado nocturno o el riesgo de ir tropezando a casa borracha dos o tres veces por semana.
Las cejas de Edward se arquearon e intentó deducir mentalmente qué tipo de fobia podría llevar a alguien a emborracharse.
—Bueno—la madre se volteó hacia él con una deslumbrante sonrisa—.Hágalo.
Edward la miró inexpresivamente.
—¿Disculpe?
—Cure a mi Bella de su fobia—dijo pacientemente.
Edward giró de la expresión expectante de esos sabios ojos viejos a los ojos más luminosos de la hija.Eran tan azules y claros como un cielo sin nubes,pero con el mismo brillo de plata metálico que los de la madre.
Encantador,pensó Edward y simplemente deseó que no fueran lentes de contacto.Le molestó que ella sintiera la necesidad de algo artificial para agregar a su belleza.
—No son lentes de contacto—anunció la madre de repente,haciendo que Edward diera un respingo.
Seguramente ella no había leído sus pensamientos.¿O sí?
—¿Qué es lo que no son lentes de contacto?—indagó Bella,mirándolo a él y a su madre con confusión.
—Tus ojos,cariño—explicó su madre,entonces dijo a Edward—:A pesar de tus anteriores pensamientos,nuestro color de ojos es natural.No estoy segura de si ellos incluso tienen lentillas de contacto del color de nuestros ojos…todavía—agregó secamente.
—Natural—murmuró Edward con fascinación,mirando fijamente la luminosidad en el color de ojos de la hija.Fue entonces que su mente absorbió lentamente sus palabras.¿A pesar de sus anteriores pensamientos?.¿Ella no quiso decir en el ascensor?
La mujer asintió.
—Sí,en el ascensor.
—¿Puedes leer su mente?—Bella parecía más molesta que sorprendida,notó él y recordó que eso había pensado cuando ella se había quejado del hecho de que no podía leer su mente.Ahora,la mujer parecía estar haciendo precisamente eso.Edward no podía decidir si él estaba durmiendo y soñando todo esto,perdiendo la cabeza e imaginando todo esto o si estaba despierto,sensato y la mujer realmente estaba leyendo su mente.Peor aún,no podía decidir cual de esas opciones prefería.No quería estar durmiendo porque eso significaría que Bella no era nada más que una fantasía que habría imaginado y no estaba contento con la idea de que nunca la vería fuera de sus sueños.Perder la cabeza no era una buena alternativa,pero la idea de la mujer siendo capaz de leer su mente era un poco desconcertante…Especialmente desde que su mente estaba llena de pensamientos lujuriosos sobre su hija.
—¿Entonces?—incitó René.
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