Eran alrededor de las tres de la mañana -¿no tenias que llegar temprano a tu casa?- Me gire y vi a Edward. Estabamos en un pasillo que llevaba a los V.I.P
-No- respondi cortante -¿y tu noviecita?- pregunte con un poco de desprecio. Tome un sorbo de mi copa y segui caminando sin esperar su respuesta.
-¿Y tu noviecito?- dijo acercandose a mi obligandome a apoyarme contra la pared. En esta ocacion no me acorralo, no hizo nada, solo me miraba a los ojos esperando mi respuesta. Sus hermosos ojos verdes me atraparon por un segundo, cosa que intente ocultar.
-¿Quien? ¿Mike? -me rei un poco, mas bien, era una risa zarcastica- quisiera el. No, no tengo novio - esta vez fui yo quien se acerco a el. Me puse en puntas de forma de intentar llegar a su boca.
-Uhmm...- susurro por un segundo. La musica casi no se escuchaba, se podria decir que estaba de fondo, las paredes lograban amortiguar el sonido -Pues resulta que yo tampoco tengo novia, pero si quiero una...- poso su mano en mi mejilla, bajo a mi cuello y fue asi hasta llegar a mi cadera.
-Interesante, pero hay un problema- Dije antes de depositar un beso en la comisuras de sus labios.
-Cual?- Senti como sus manos empezaron hacer presion en mi cuerpo para estar mas cerca de el, como si eso fuera posible.
-Yo no quiero uno- lo bese de nuevo pero esta vez antes de separarme el me atrajo mas cerca de su cuerpo. El beso fue feroz, me cargo y enrolle mis piernas en su torzo. Nos separamos por un momento y ninguno de los dos nos movimos.
-¿Estas segura de eso?- me volvio a besar. Enrrolle los dedos de una de mis manos en su cabello mientras que la otra fue directamente debajo de su camisa.-Uhm?-
-Si, estoy segura- dije mientras me bajaba de el. - Estoy perfectamente bien asi, libre.- me intente arreglar la ropa y me dispuse a subir las escaleras hasta el V.I.P escuche decir algo a Cullen pero no le preste atencion.
-Ven aca- me arrastro hasta un cuarto oscuro. No intente gritar, no intente ejercer fuerza contra el, simplemente queria mas de el. Edward prendio la luz tras de el y era una especie de oficina.
Sin evitar un segundo mas le quite la camisa que llevaba.-Estas buenisimo, dios mio- todo su torzo se notaba que estaba trabajado igual que sus brazos, con la camisa estaba para comercelo, sin la camisa estaba para cogercelo.
|