
5. 14 Detente...
-¡Nessie! –grito Jake antes de entrar por al puerta de la habitación. Salí despavorida del lavabo y cerré la puerta de esta rápidamente– Mi amor, al fin te encuentro… Últimamente parece que escapas de mí, me paso el día buscándote.
Le dedique la sonrisa mas falsa que se pudo dibujar en mis labios. No quería que se enterase de nada. No quería preocuparle… innecesariamente. Lo que tuviese que pasar, pasaría con o sin el informado sobre ello. Y lo que me asustaba de todas las decisiones que había tomado hasta ahora era… que esta vez había decidido emprender el último tramo del camino sola.
-¿Qué ha pasado? Pensé que alguien había entrado… ¿Has visto algo raro? –me pregunto mientras se situaba a mi lado.
-Jake… - no pude pronunciar más palabras que aquellas.
El dilema que por días había estado rondando mi cabeza ya tenia una solución. Y el no estaba en ella. Debía seguir esta parte del camino sola. Sin poder remediar mi estado de animo me abalance sobre el, mientras mis labios le recorrían como si fuese la ultima vez.
Quien sabe… quizás si que fuese esa la ultima vez que nuestros cuerpos pudiesen disfrutar del calor del otro. Tal vez había llegado el momento de despedirse de aquellos voluminosos labios, de aquellas fuertes manos que siempre me habían tratado con tanta delicadeza… de su cuerpo color canela que tantas veces me había protegido y amado.
No podía. ¡No podía seguir pensando en lo que había decidido! Mis movimientos se volvieron más violentos y tome el control de la situación.
Solo deje que esa nueva parte de mí… viese un poco la luz del exterior.
Sus pasos ahora temerosos se dejaban guiar por mis manos serenas. Sabía perfectamente lo que tenia que hacer… aquella seguridad en mi misma, más que confianza… solo conseguía asustarme aun más. Pero no pare… quería saber hasta donde podía llegar dejándome llevar por estas nuevas oleadas que parecían consumirme lentamente.
Deje que su cuerpo tropezase intencionadamente contra la cama. Con un simple golpe en su pecho, Jake callo completamente sorprendido sobre ella. Sabía lo que iba a pasar… cada movimiento… cada caricia… ¡Para! ¡Detente! Gritaba una voz en mi interior… pero no me detuve… solo un poco mas… necesitaba saber hasta donde podía controlarme con el…
Mientras mi mente se debatía, mi cuerpo actuaba solo. Sin dejar de mirarle fijamente a los ojos actué de a cuerdo con mis instintos. Me deslicé por su cuerpo hasta sentarme en su pecho. Podía sentir como su corazón se aceleraba cada vez más. “Esto es solo el principio”… recuerdo que fue lo que me dijo aquella voz… “No podrás parar a tiempo”…
Mis ojos volvieron a clavarse a los suyos y con un suave movimiento desabotone aquella camisa blanca que tan bien le quedaba. Ahora eran mis manos las que me despojaban de mi propia camiseta. Ante sus atónitos ojos y con un rápido movimiento le cubrí los ojos con mi camiseta modo de venda…
Mi boca recorrió todos los recovecos de su cuerpo… su corazón danzaba al unísono de mis entrecortados besos, podía oír su respiración entrecortada, como su aliento expiraba de su boca con cada caricia… mientras aquella voz no cesaba de repetirme que me detuviese… las lagrimas acudieron a mis ojos cuando me di cuenta de mi error. Cuando no pude controlar mis instintos. Cuando no pude detenerme a tiempo.
Fueron mis manos las primeras en desobedecerme, fueron ellas las que en lugar de secar mis lágrimas siguieron el recorrido de su pecho hasta su garganta, mi cuerpo siguió con ansiedad cada movimiento que estas hacían. Eleve sus muñecas por encima de su cabeza y las sostuve con fuerza hasta arrinconarlas contra el colchón. Mi boca tomo el mando de mi cuerpo ahora y fue mi lengua la que me llevo a mi locura. Con suavidad lamí su cuello. Ese fue mi mayor error, ya que pude sentir como su aliento calido y embriagador me acariciaba la cara como las alas de una pequeña mariposa.
Perdí el poco control que aun ejercía sobre mi cuerpo y clave mis colmillos en su cuello. Sentí como su ardiente sangre acudía al instante a mis labios y comos se abría camino por mi boca hasta mi garganta. ¡Ni siquiera intento detenerme! Solo sentí el pequeño espasmo que recorrió su cuerpo cuando introduje mis dientes en el.
¿Qué me estaba pasando?
Mientras mis lágrimas recorrían mi cara Jake enredo sus dedos en mi pelo. ¡Me invitaba a seguir! ¡No podía creer que estuviese haciendo esto de nuevo! ¡No podía controlarme! Los latidos de su corazón disminuyeron. Pero fue su sangre lo que me hizo detenerme. Su sabor había cambiado… ya no era dulce y sabrosa. Ahora se había convertido en un sabor amargo. ¿Jake?
No, no era Jake el que estaba cambiando…
Solté su cuello y salte hacia atrás. Me apoyé contra la pared y limpie su sangre de mi boca. Arrinconada y tapada con la sobra de la noche observe como Jake se incorporaba torpemente.
Sus dedos deslizaron mi camiseta de sus ojos, y me busco en silencio entre las sombras de la habitación.
-Nessie… ¿Estas bien? –pregunto tímidamente mientras me lanzaba la camiseta.
-Que... ¡que si estoy bien? –le pregunte atónita, no me podía creer que aun me preguntase eso después de lo que le había echo- ¿Qué si estoy bien? ¡Que si estoy bien! –grite fuera de si.
-¡Nessie! ¡No pasa nada! ¡Tranquila! –intento calmarme a la vez que se intentaba levantar de la cama.
En su intento y debido a la falta de sangré su cuerpo se tambaleo… cuando quise darme cuenta nos encontrábamos los dos en el suelo.
Su mano me acaricio el rostro lentamente y lo levanto hasta que estuvimos a la misma altura. Pude ver reflejado en sus ojos la sorpresa. Mis negros ojos, inundados de lágrimas le observaron durante varios segundos. Antes de ocultarlos en su pecho mediante un abrazo.
-Nessie… ¿Qué te esta pasando?
O_o_kristy_o_O
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