5.11 Verguenza
Después de la pequeña charla sobre Nessie que Carlisle no había dado, todos comenzamos a ver las cosas un poco más diferentes, poniéndonos cada uno en el lugar de los otros. Miré a mi alrededor. Carlisle había vuelto a sentarse al lado de Nessie, que todavía seguía dormida. Bella y Edward también se habían sentado en uno d los pequeños sofás que había en la habitación. Francamente, para no cansarse nunca se pasaban el día sentados, su teatro para hacerse pasar por humanos a veces se excedía demasiado. Leah también estaba en la habitación, apoyada en la pared al lado de la puerta. No había dicho nada durante toda la discusión, simplemente se limitaba a observar a Nessie, supongo que preocupada por lo que había sucedido… O por si era cierto que solamente iba a haber un bebé, el nuestro. Bella se levantó de repente, mirándome fijamente.
-¡Jacob Black! – chilló - ¡Te juro que como vuelva a verte cerca de mi niña te quitaré la vida con mis propias manos!
No. Eso si que no lo iba a permitir. Ya era demasiado.
-¡Nunca! – grité - ¡Nunca voy a dejar que me separes de ella! ¡Prefiero que me mates antes que alejarme de Nessie!
En ése momento dirigí mi vista hacia la cama, y me di cuenta de que ella tenía los ojos abiertos. Ignoré completamente las protestas que seguía chillando Bella y me abalancé hacia la cama, lo que hizo que se callara. No se había dado cuenta de que la pequeña se había despertado. La puerta se abrió de golpe y Emmet la atravesó.
-¡No gritéis tanto, se os oye desde la otra punta del hotel! – dijo riendo – Y dejad que la niña disfrute del sexo si es lo que quiere, ¡está en su derecho!
-Lo que me faltaba, ahora el obseso sexual… - musitó Edward.
Nessie se tapó con las sábanas mientras se escondía detrás de mí.
-Se… se puede saber… por qué estáis… hablando sobre ESO… - susurró Nessie desde detrás de las sábanas.
-No te preocupes Nessie, tu novio piensa que va repartiendo niños por ahí, así de simple – dijo Emmet encogiéndose de hombros.
Noté cómo ella se hundía cada vez más entre los almohadones. Y de repente escuché de nuevo la risa que últimamente me perseguía. Instintivamente miré a Edward, que miraba hacia todas las direcciones, repasando cada rincón de la habitación. No me estaba volviendo loco, la risa era completamente real. Mis ojos iban pasando de un vampiro a otro, buscando algún indicio de que ellos también lo escuchaban. Pero seguían hablando sin parar, nada había llamado su atención. Mi vista se paró de pronto en Leah, que estaba abrazando su tripa mientras la miraba con una sonrisa. Ella se dio cuenta de que la miraba y me hizo señas para que me acercase a su lado. Dudé un momento, pero como todos estaban distraídos y Nessie tapada completamente con las sábanas decidí hacerle caso. Cuando llegué a su lado sus labios formaban ya una amplia sonrisa. Al mismo tiempo, la risa de mi cabeza resonaba sin parar.
-Jake, mira… ¡Da pataditas! – me susurró sin dejar de mostrar su alegría.
Vacilé antes de decidirme a tocar su barriga, me sentía realmente incómodo estando tan cerca de ella. Pero en cuanto sentí como el bebé se removía en su interior, todos mis perjuicios se desvanecieron. Las risas todavía continuaban, cada vez más y más. Mi cabeza empezó a atar cabos a toda velocidad… Era la risa… Al fin lo comprendía todo…
ºo.O Nere O.oº