Autor: zintialamorena Género: Romance Fecha Creación: 04/01/2013 Fecha Actualización: 15/06/2013 Finalizado: NO Votos: 13 Comentarios: 57 Visitas: 18936 Capítulos: 13
Este fic es una continuación de Amanecer que cuenta que les ocurre a los Vulturis desde el punto de vista de Alec.
¿Se quedarán los Vulturis con los brazos cruzados?¿Querrá Aro averiguar los secretos de esta nueva forma de vida(los híbridos) que tanto desconocen?
Aro quiere conocer los secretos de esta nueva forma de vida, para ello le encomendará la misión a Alec de ir a por una nueva híbrida, misión que Alec realizará con éxito. Los problemas surgen para Alec, cuando Aro le encarga la misión de cuidar de la híbrida hasta que complete su crecimiento, misión que Alec no realizará por si mismo, sino que se la encargará a la tía de Nahuel, ya que odia a la híbrida, porque le recuerda a su primer amor no correspondido, Nessie.Cuando Aro le pide a Alec que traiga a la hibrida a sus seis años(apariencia de 16), Alec tendrá que ingeniárselas para que Aro no descubra que no ha realizado la misión que le encomendó.
LOS PERSONAJES LE PERTENECEN A STEPHENIE MEYER SALVO ALGUNOS QUE SON DE MI IVENCIÓN.
ESTE FIC NO TIENE NADA QUE VER CON NIÑERA POR TODA LA ETERNIDAD, CUALQUIER SEMEJANZA CON OTRO FICS ES PURA COINCIDENCIA.
Nota: Este fic puede insinuar o contener relaciones sexuales.
Este fic no se puede copiar ni publicar en ningún otro sitio sin mi permiso.
Sin quieren contactar conmigo para algo este es mi e-mail zintia2009@hotmail.com y este mi twitter @cfargiyalarta.
Este es mi primer fic espero que les guste, voten y comenten.
Capítulo 9: Así que lo de anoche era una venganza...
Chicas de verdad siento el retraso se me a juntado todo exámenes, problemas con el Internet y amor. GRACIAS por leer. Espero que os guste mucho.=)
PD: Voten y comenten.
Estaba tumbado en mi cama leyendo un libro sobre el imperio romano, cuando alguien llamó a la puerta de mi habitación, sabía que era Leila por su manera de andar.
-Alec, ¿puedes venir a mi habitación un momento?-Preguntó ella.
-Leila ahora estoy ocupado.-Respondí aun leyendo mi libro.
-Es que tengo algo que decirte algo muy importante.-Repuso Leila.
-Está bien iré, vete adelantado tú.-Respondí y me levanté de mi cama, dejé cuidadosamente mi libro sobre la mesilla.
Salí y entré en la habitación de Leila. Ella llevaba puesto un conjunto de lencería rosa que le estaba bastante bien.
-¿Esto es lo que querías decirme?.-Pregunté esbozando mi sonrisa pícara.
-Sí, todo esto que ves, incluida yo, es tuyo.-Contestó.
Rápidamente me dirigí hacia ella, y la empecé a besar en los labios después en el cuello. Mientras que la besaba pasa mi manos alrededor de su cintura, y a veces con un dedo rozaba su cuello sexualmente. La empujé hasta la pared de enfrente aun besándonos, ella comenzó por quitarme la camiseta y yo me desabroché los pantalones. Me puse sus piernas enrrocadas a mi cintura, y la desabroché el sujetador. Después empecé de a besarla por su cuello y volví a su boca de nuevo, cuando hice esto, los dos nos movimos a velocidad vampírica hasta la cama. Allí terminé de quitarme los pantalones junto con mis calzoncillos y ella se quito sus bragas rosas. Después la penetré y de ella salió un jadeo, así pasamos media hora ya que los vampiros no nos cansamos hasta sonó un golpe en la puerta y después se escuchó una voz que conocía muy bien.
-¿Podríais dejar de hacer tanto ruido? ¡Aquí hay al menos una persona que duerme!.-Gritó la híbrida se notaba que estaba muy enfadada.
Decidí no hacerla caso y comencé de nuevo a penetrar a Leila la cual gritaba de placer lo que hizo que la híbrida se cabreara más aun.
-¡Sois unos cerdos!-.Dijo y oí como finalmente al cansarse de rogarnos que no hiciéramos ruido, se fue hacia su habitación.
Cuando llegamos de nuevo al clímax, me levanté de la cama, me vestí y me dirigí hacia a mi habitación.
Por la mañana me dirigí hacia uno de los grandes salones que había en el que normalmente nos reuníamos Demetri, Félix, Heidi, Leila, Iván y yo, pero hoy también estaba ella allí sentada dándome la espalda, por lo que no podía verla la cara y hablando con Iván.
-Buenos días.-Dije con una gran sonrisa en la cara.
-Alec se ve que ayer tuviste una gran noche.-Dijo Demetri con su sonrisa pícara.
-Demuestra tenemos los gritos que salían de la habitación de Leila.-Contestó Félix.
-Creo que en eso alguien tiene una queja, ¿no es así Laura?.-Preguntó Jane a la híbrida.
Entonces está se dio la vuelta al escuchar su nombre y pude ver que tenía unas grandes ojeras negras en su rostro, ya que no llevaba maquillaje, iba vestida con una bata de dormir de color azul.
-No Jane no tengo nada que decir, ahora si me disculpáis me voy a vestir.-Contestó la híbrida y se fue hacia su habitación pasando por mi lado, pero sin mirarme.
El resto del día lo pasé en una de mis numerosas misiones unos cuantos neófitos que se había pasado matando descontroladamente, así que me encargué de ellos y regresé al palacio.
Me dirigí hacia la habitación de Leila tenía ganas de tener de nuevo sexo con ella, comencé a penetrarla y ella a jadear cuando se empezó a escuchar una canción, entonces paré en seco, seguí escuchando la canción iba aumentando de volumen cada vez más.
-Leila para de besarme el cuello.-Dije enfadado.
-¿Qué pasa Alec? Creía que esto te gustaba.-Contestó sorprendida.
-Y me gusta pero no quiero hacerlo con esa música.-Repuse y me levanté de mi cama, me vestí e iba a salir de la habitación.
-¿Entonces te vas?.-Preguntó Leila aun más sorprendida.
-Sí.-Contesté y abrí la puerta de la habitación y salí.
La música procedía de la habitación de la híbrida conocía esa canción era SayItRight de Nelly Furtado ya era bastante antigua. Entonces sin dudarlo me dirigí hacia la habitación, pero antes de abrir la puerta me dí cuenta de que ya estaba entre abierta y miré. Vi a la híbrida bailando y cantando a la perfección la canción, llevaba puesto el conjunto de Victoria Secret que el día anterior la había cogido de su maleta. Quería entrar o al menos irme pero no podía me quedé embobado viéndola bailar y cantar la canción mientras se peinaba.
-Bonitas vistas, ¿eh?.-Preguntó Demetri mirando también a través de lo poco abierta que estaba la puerta.-Está buena y baila bien, ¿qué más se puede pedir?.-Repuso.
-Que te vayas.-Dije al salir de mi embobamiento, y cerré la puerta.
-¡Alec, comparte! Tú ya tienes a Leila. Además, ¿tú no odiabas a Laura?-Preguntó Demetri.
-Claro que odio a la híbrida, pero es mi responsabilidad y no puedo dejarla que la pasé nada malo.-Contesté con tono de enfado.
-¿Quién ha dicho que la fuera a pasar algo malo conmigo? Es más la voy a enseñar a hacer solo cosas buenas.-Contestó con una sonrisa pícara.
En ese momento me llené de furia y lancé a Demetri contra una pared al final de pasillo. Me acerqué a él, le cogí del cuello levantándole del suelo.
Te he dicho que no te acerques a ella, ¿te ha quedado claro?-Pregunté.
-Sí Alec, me queda claro que es toda tuya.-Contestó.
En ese momento sonreí ante la posibilidad o realidad, y esa era que ella era mía. Deseché esa idea de mi mente y me dirigí hacia mi habitación.
Ya por la mañana fui hacia el salón como todos lo día y vi a Jane, a Félix, a Iván, a Leila un poco triste supuse que sería por lo que paso la noche anterior, a Heidi y por último me fijé en Demetri que me asintió. La híbrida no estaba, cuando me senté en uno de los sofás, llegó ella radiante sin ojeras, maquillada solamente con un gloss, vestía una chaqueta de chándal abrochada solo en el medio, unos vaqueros pitillos y unas deportivas, nunca pensé que ella podría vestir así, de hecho había dado por seguro que era una niña pija de mamá. Definitivamente se veía preciosa.
-Buenos días chicos.-Dijo la híbrida mostrando una gran sonrisa.
-Buenos días.-Respondieron todos al unísono salvo yo.
Cuando salieron todos hacia la sala central, y la híbrida se disponía a hacerlo la cogí de un brazo.
-Así que lo de anoche era una venganza...-Dije.
-No sé Alec, depende. ¿Qué te ha pasado? No me lo digas, ya lo sé no pudiste tener sexo con Leila, ¿eh?.-Contestó con su sonrisa y con su tono de sarcasmo.
La apreté el brazo aun más y me la acerque más.
-Eso no te va a valer de nada.-La dije.
-Claro que sí. Vas a aprender a respetarme.-Repuso.-Ahora, ¿me puedes soltar?-Me preguntó aun con su sonrisa.
-Claro no llegues tarde a los amos no les gusta.-Dije soltándola.
Y me quedé ahí viéndola irse, esta vez ella me había ganado.