HASTA EL FIN DEL MUNDO CONTIGO (+18)

Autor: RegiZarumi
Género: + 18
Fecha Creación: 27/11/2011
Fecha Actualización: 16/02/2012
Finalizado: NO
Votos: 7
Comentarios: 15
Visitas: 18096
Capítulos: 11

 

Es sorprendente hasta que punto puede llegar el amor de 2 adolescentes, los cuales la vida les ha dado la espalda. En este historia Edward es un chico totalmente rebelde tanto en la escuela como en su familia,  el ya es un caso perdido por el cual se cansan de el y cae en un profundo odio hacia la vida. Bella es nueva en el pueblo y al asistir al instituto se enamora perdidamente de la rebeldia del chico de cabellos cobrizos. ¿Sera capaz de dejarlo todo por esos hechizantes ojos verdes?

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 9: Una no tan dulce reconciliación.

 

EDWARD POV

Maneje y maneje sin rumbo alguno entre la solitaria carretera con aun el terco pensamiento de Bella. ¿Por qué ella me habría hecho eso con Jacob? Con el que se suponía que era mi “mejor amigo”? Por qué él me habría traicionado de esa forma? Por qué nunca podía ser al menos un poquito feliz? Por qué la vida era tan injusta conmigo?

Nuevas preguntas y nuevos dolores rondaban por mi cabeza una y otra vez haciéndome casi imposible parar las lágrimas. ¿Quién lo iba a decir? Yo Edward Cullen llorando! Y por una chica! Pero que iba a hacer, si que desde que conocí a Bella me desconozco completamente. Y para ser sincero, es un lindo cambio.

Entre los tantos recuerdos que pasaban como una película por mi cabeza, me centre en uno en específico. Nuestra declaración. Mejor dicho, nuestro desahogo. Porque así fue, un desahogo total de nuestra alma y corazón. El día en que me declare el hombre más feliz del mundo.

Sacudí mi cabeza como despejando aquellos pensamientos que me caían como frías punzadas directos al corazón y me fije mejor en la carretera. Y cundo lo hice me di cuenta que estaba a punto de chocar con un gran camión de cemento, con mis tácticas y maestría pude esquivarlo a las justas salvándome de una muerte segura. El chofer del camión me dijo una sarta de majaderías pero no le preste mucha atención que digamos y mas preste atención al lugar donde me encontraba. Y me di cuenta que había llegado al lugar correcto.

Baje de mi amado volvo, cerrándolo con llave claro, y me adentre a la espesura del bosque hasta llegar a mi famoso prado. Bueno, no tan famoso que digamos ya que solo lo conozco yo y… ella.

Suspire y aspire el aire de mi alrededor envolviéndome en una aura pacifica. Me tumbe de golpe sobre mi espalda cayendo en la hermosa vegetación que me rodeaba y con mi vista clavada hacia el azul firmamento.

Mi prado prácticamente era solo MIO, ya que lo fui su descubridor y, según pienso yo, el único que sabe de su existencia. Este era mi lugar favorito en toda la tierra, un lugar donde podías despejar tu mente por completo y pensar… sobre todo pensar. Aunque a veces, no es bueno pensar. Ya que en tus pensamientos no solo se almacenan tus grandes momentos, sino también los más tristes de tu vida. Uno de ellos, claro está, la traición de la chica que amo. Sí, QUE AMO. Porque, por más tonto que suene, aun la amo. A pesar de que me clavo el puñal por la espalda y que me propino la mayor de las traiciones… con mi grandísimo mejor amigo (nótese el sarcasmo).

Aquel recuerdo aun permanecía totalmente fresco en mi mente. Pero claro que sí! Si lo viví apenas hace unas horas! Como sea, aun recuerdo como ella posicionaba sus pequeñas manos sobre su pecho, como él la sujetaba fuertemente de las muñecas, la sostenía con rudeza de la nuca y como juntaban sus la… un momento…  sujetaba FUERTEMENTE sus muñecas? La sostenía con RUDEZA de la nuca?  Por qué? Para que no escapara?  Por que debería escapar? Acaso… la obligaba?

 

Un click sonó en mi cabeza. Ella le miraba de una forma rara, parecía fría hacia él y, él le sonreía pero después el cambio su humor a uno enfadado, la sujeto, la beso y por lo que llegue a ver, antes de que mi mente se volviera todo rojo por la ira, ella se mostraba furiosa y hasta aterrada.

Entonces… ella… no

-La puta madre…

No sé cómo, pero me impulse y con un salto marcial me puse de nuevo en pie agarrándome la cabeza por el tremendo dolor que me causa recordar y sobre todo poner las piezas del rompecabezas en su lugar como si fuera uno de los investigadores de CSI (me encanta esa serie) descubriendo por fin a el asesino. En este caso, no era tanta la diferencia, ya que Jacob si era un asesino. El mato mi amor.

Hecho completamente una furia me encamine hacia mi volvo a cometer una de las mayores imprudencias que hasta ese momento no me imagine hacerla.

Cuando llegue a mi destino, una sonrisa macabra se apodero de mi cuando lo vi ahí frente a su casa, dándome la espalda, totalmente expuesto a mí. Conforme me fui acercando a él pude ver que llevaba la misma ropa del día anterior y … cojeaba? No tome mucho caso a esa última observación y me dirigí a él. Cuando ya estaba lo suficientemente cerca el volteo a verme y rápidamente corto su llamada con quien sea que estuviera hablando y me regalo una sonrisa tan hipócrita que me dieron ganas de matarlo ahí mismo.

-Hey, hermano! Como estas?

-Como crees que estoy?-le escupí con veneno las palabras, el suspiro y me contesto.

-Edward, no puedo estar molesto conmigo solo por el simple hecho de que tu noviecita se haiga pasado de lista conmigo…-no necesite escucharlo decir más mamadas y le propine un puñete que hasta a mi me dolió, volteo a mí con la nariz sangrando y los ojos llenos de furia-Se puede saber que carajos te pasa ¡?

-Encima necesito explicártelo, hermano?-pronuncie con ironía ese “hermano

-Oye Edward, no sé qué mierda te fumaste o que te paso pero no es para que te vengas a desquitar conmigo!

-Deja de ser tan cínico Black! Porque no me dices de una puta vez que besaste por la fuerza a Bella!-explote. El solo volvió a sonreír y a secarse la sangre.-No veo que lo niegues.

-No lo niego. Vamos Edward! Solo fue un juego! Ni que esa chica fuera tan especial para que te pongas así solo por un simple beso.

-No creo que tu meta con ella era solo llegar a un simple beso, perro.

-Ya, está bien! Sí, me quería tirar a tu novia! Estaba buena pues! Y? Que carajos va pasar ¡? Quieres pegarme? Hazlo! Pero ten por seguro que será el peor error que hagas, porque al pegarme a mí, destruyes al único amigo que tienes en tu miserable y patética vida.

-Bien-y acto seguido me lance a él y comencé a golpearlo con todas mis fuerzas. Claro que él no era un capullo y también logro defenderse, pero no de mucho, ya que el que termino con la cara hecha mierda y tendida en el suelo sin casi poder respirar, fue el.

-Te mataría, pero ni eso mereces, perro. –y con eso dicho me marche limpiándome la sangre de mi labio que fue lo único que alcanzo a hacer como defensa propia. Me monte en mi volvo y salí disparado de ese lugar para siempre.

…………………………………………………………………

De nuevo volví a la etapa de manejar sin rumbo alguno, pero eso si, a toda velocidad. Volví a proyectar lo que había ocurrido hace 15 minutos. Acaso era verdad que yo golpee a Jacob hasta dejarlo privado? Acaso era cierto que yo noquee al que era mi mejor amigo hace 2 días? Raro, pero cierto. Eso le pasa por meterse en territorio ajeno. Si tan solo se hubiera mantenido a raya y no se hubiera sobrepasado de esa forma con Bella, esto nunca hubiera pasado. Si Tanya nunca se hubiera lanzado a mí y Jacob nunca la hubiera obligado de esa forma a besarla, en estos momentos estaría con mi Bella rodeándola con mis brazos y haciéndonos muy felices.

Mis pensamientos se detuvieron cuando sonó el típico timbre de mi celular:

 ♪♫ Quiero escapar y despertar sin saber del tiempo, ya no quiero hablar, solo quiero encontrar un día de paz ♪♫

Vi el identificador y suspire al reconocer el número de mi hermano.

-Dime Emmet.

-EDWARD, SE PUEDE SABER DONDE CARAJOS ESTAS ¡? MAMA Y PAPA ESTAN PREOCUPADOS Y NI SEÑAL DE TI! NO ME DIGAS QUE TE FUISTE A CANADA! EDWARD YA TE DIJE QUE LOS CANADIENSES NO SON DE FIAR!

-Emmet para! No me fui a Canadá! Y además dudo que mis padres estén preocupados, y si lo están, diles que no he hecho nada que los avergüence frente todo Forks… todavía.

-Bueno, ya. YO estoy preocupado! Donde te has metido Eddie?

-Primero, odio que me llames así. Segundo, acabo de regresar de arreglar un inconveniente.

-Un inconveniente? Con quien te has cabreado ahora?

-Eso te lo digo luego, ahora tengo una cosa más que hacer y después jalo para la casa, no te preocupes.-no espere a que conteste y corte. Ahora tenía que resolver algo antes de que sea demasiado tarde. Tome un camino muy conocido para mí y doble la curva.

…………………………………………………………….

Llegue a su casa, levante la vista y me fije en su cuarto que estaba con las ventanas totalmente cerradas ¿Qué estarás haciendo mi Bella?

Tome una bocanada de aire y me dirigí hacia su puerta. Toque y toque pero nadie me habría. Decidí comenzar a llamarla a gritos y hasta tire piedritas hacia su ventana pero nada. Tal vez ya sabe que eres tú y no te quiere ver… tal vez. Derrotado con ese pensamiento en mi cabeza me dispuse a retirarme pero cuando estuve a punto de darme la vuelta la puerta se abrió. Voltee con una sonrisa de imbécil para encontrarme con Bella, pero me encontré con otra persona. Con su moribunda madre.

Me asuste al verla. Tenía los ojos totalmente ojerosos, el cabello despeinado, totalmente pálida, con la mirada perdida y respirando con dificultad, apoyándose de la puerta como si estuviera a punto de caer. Me apresure a sostenerla antes de que cayese al suelo y pude fijarme la razón de porque se encontraba en ese estado. Sus mangas de su camisón estaban totalmente llenas de sangre, las remangue para ver qué pasaba y me aterre al ver que tenía varios cortes en su brazo que ella misma se había hecho para suicidarse.

Según Bella, su madre estaba pasando por un momento muy difícil ya que su padre las abandono dejándola con el corazón roto. Tal vez por eso decidió suicidarse. Pero por qué? Si tenía a Bella.

La lleve cargando hasta mi volvo y la recosté en el asiento de atrás, ya que estaba inconsciente. Me fui de nuevo a su casa, hacia el cuarto de Bella y me sorprendió no encontrarla ahí. ¿Dónde estás mi Bella?

Me baje a prisa y me subí a mi volvo y arranque como un demonio. Conduje lo más rápido que pude, no me interesaba si pasaba semáforos en rojo, mi prioridad ahora era que la mama de Bella siguiera viva y que no muera por falta de sangre en su cuerpo. Llegue al hospital y cargándola la lleve donde las enfermeras que la recibieron en una camilla y la llevaron a urgencias.

Suspire. Un problema menos.

Pero ahora si lo mas importante… ¿! Donde estaba Bella ¡? ¿! Por que dejo así desprotegida a su madre ¡?

Decidí llamarla, pero creí que aun seguía molesta conmigo por lo que la llame con número privado, al segundo timbrado me contesto con esa voz de ángel que me hechizo desde el primer día.

-Diga?

-Hola, Bella.- respondí y después silencio.

-Tienes 10 segundos para decirme que rayos quieres.-dijo de manera cortante. Sí, seguía molesta conmigo.

-Bella, donde estas?

-A ti que vergas te importa? No que ya no te importaba en lo más mínimo?

-Bella, ahora no quiero discutir de eso. Quiero saber porque dejaste sola a tu madre.

-Por qué? Que sucede con ella?.-dijo con voz ya preocupada y hasta asustada

-Pues, solo te voy a decir que en estos momentos está en la sala de urgencias del hospital de Forks-y colgó. Ya sabía.

La espere, más o menos, 10 minutos y después me fije que venía por el pasillo una Bella muy preocupada, con el pelo totalmente despeinada, ojeras, ojos llorosos y, lo que más me asusto, manchas de sangre en su polera y en su mejilla izquierda.

-Bella, que te pas-

-Donde esta mi madre?-me corto y me miro fijamente a los ojos. Ahí pude ver más detenidamente que lo que tenía en la mejilla era un corte.

-Está en urgencias, aun no sale. Pero Bella, me podrías decir que mierda te paso?-dije al tiempo que limpiaba la sangre de su mejilla. Lo que me sorprendió fue que sonrió de forma malévola y dijo.

-Solo me libre de un inconveniente- soltó casi lo mismo que yo le dije a Emmet y ahí algo hiso click en mi cabeza.

-Bella no me digas que te has cabreado a Tanya.-no pude evitarlo pero una sonrisa se asomo por mis labios al imaginarme a Bella encima de Tanya así como yo encima de Jacob. Bella me inspecciono el rostro y se detuvo en mis labios.

-Y tú no me digas que te has cabreado con Jacob. Porque esa rajadura en el labio no te lo has hecho así por así.-dijo al tiempo que me tomaba de la barbilla y examinaba el daño. Yo la tome de las muñecas para que pare su examen médico y le dije.

-No, no te equivocas. Pero no te preocupes, el que termino mordiendo el polvo, fue el. Además, tuve una buena razón para hacerlo.

-Y cuál es?-pude percibir un tono de esperanza en su voz.

-El perro ese se atrevió a besar por las malas a mi novia-cuando dije esto Bella se sonrojo al máximo y miro hacia otro lado escondiendo su rostro de mi vista. Después de un momento volvió su mirada hacia mí, totalmente seria.

-Porque no me creíste?

-Porque creíste que no te quería cuando me viste con Tanya?-contraataque.

-Porque no tenía sentido de que me quisieras.

-Bella, perdón, pero esa es la cosa más estúpida que he oído en toda mi vida. Y eso que he escuchado muchas estupideces de mi hermano Emmet.-escuchar su dulce risa me calmo el alma.

-Pues para mi tiene mucho sentido.

-Bella, aclaremos algo-cansado de oír tantas incoherencias la tome de la mano, causando un choque de electricidad que me recorrió todo el cuerpo, y la lleve a los incómodos asientos de la sala de espera-porque te parece tan raro el hecho de que este enamorado de ti?

-Por el simple hecho de que es casi imposible que una persona como tu-hiso énfasis cuando dijo - se enamore de una persona… como yo.

-Yo no le veo el problema.

-Es que acaso no me ves Edward ¡? Ni siquiera entiendo que te fijaste en mi-dijo parándose y comenzar a andar como un león enjaulado

-Porque te menosprecias tanto ¡?

-Porque ella es mucho mejor que yo!!-soltó de repente con ya lagrimas en los ojos.

-No te entiendo, Bella. Quien es ella?

-Ella, Edward… Tanya. Ella es mucho mejor que yo en todos los sentidos. Ella es alta, rubia, escultural, hermosa y experimentada y después mírame a mi… una fea mocosa virginal – no sé porque pero no pude evitar reírme de la situación- si claro, ríete de mí, es lo mínimo que merezco.

-No, Bella. No me rio de ti. Bueno en una parte sí, porque… como se te ocurre compararte con Tanya ¡?

-Ya sé que yo soy insignificante a su lado pero…

-No, Bella. A lo que me refiero es que ella es totalmente insignificante a TU lado-ella me miro sorprendida por lo que decidí continuar-ella no es nada, simplemente una tipa que juega con los hombres cuando se le da la gana y que le gusta divertirse, y si me permites darle un nombre yo la llamaría perra. La llamaría puta, pero las putas cobran.-ella me seguía mirando como si no me creyera por lo que suspire y me acerque más a ella mirándola a los ojos para que viera la sinceridad de mis palabras- pero tu Bella, tu eres… perfecta…

-Edward, nadie puede ser perfecta…-me interrumpió

-Para MI eres perfecta… todo tu es perfecto-su mirada volvió a ser la de antes, la sorprendida- tus hermosos ojos achocolatados, tus labios rellenos que me llaman a besarlos, tu cabellera larga y espesa, tus adorables sonrojos-y automáticamente se sonrojo- tu perfectamente torneado cuerpo, tu dulce voz, tu carácter fuerte y dulce a la misma vez, tu manera de amar, tu pureza…ves? … perfecta.-cuando termine de confesarme por completo, o mejor dicho recordarle lo que es, de sus lagrimas cayeron gruesas lagrimas de felicidad, esbozo esa sonrisa que me mataba y se apresuro a envolverme con sus delicados brazos mientras me llenaba la cara de besos.

-Perdóname, perdóname-decía entre sollozos.

-Porque pides disculpas? Yo fui el estúpido que no te creyó. Tú perdóname a mí.

-Te perdono, pero yo fui la tonta que malinterpreto todo y que le hiso caso a la hueca de Tanya.- solté una risa al ver lo celosa que se ponía al recordar a la insignificante de Tanya.

-Por cierto, que paso con Tanya?

-Nada, solo que la seguí después de la fiesta y la puse en su lugar, pero eso no importa ahora, ahora déjame ser feliz.

-Tú me haces feliz, cariño-y lo sellamos todo con un beso, pero un beso cargado mayormente de amor. Nos encontrábamos en nuestra burbuja personal, cuando de repente escuchamos unos sollozos, nos separamos y pudimos ver a una señora sentada frente a nosotros con una sonrisa. Después se giro hacia el hombre que estaba a su costado y le dio un zape a su cabeza, el se quejo y le pregunto porque la agresión a lo que ella respondió.

-Tú nunca te portaste así conmigo-se quejo señalándonos. Nosotros solo nos miramos nuevamente y soltamos a reír mientras volvíamos a unir nuestros labios en un dulce sello de amor. Definitivamente, lo mejor de las peleas, es la reconciliación. 

Y? LES GUSTO ? ;D PERDONEN POR LA TARDANZA. LA INSPIRACION PUES! :3 GRACIAS POR SU POYO, NO SABEN CUANTO LAS AMO :3

BUENAS VIBRAS ! ;D

 

Capítulo 8: Maldita fiesta. Capítulo 10: Entra a mi vida

 
14971734 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11051 usuarios