Vacaciones y Locuras (+ 18)

Autor: lien
Género: Romance
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 01/08/2012
Finalizado: SI
Votos: 8
Comentarios: 14
Visitas: 95452
Capítulos: 42

 TERMINADO

Bella vive en Forks con su madre desde hace 3 años tras la muerte de su padre, las clases se están acabando y esta por graduarse. Su mejor amiga es Alice con la que siempre anda. Pero todo cambiará con la llegada de los hermanos de Alice y cuando su madre le regale un pasaje para irse de vacaciones a Brasil…

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Capítulo 9: Noche mágica

Noche mágica

 

EDWARD POV

 

Subí hacia mi habitación a darme una ducha después de que Bella hubiera terminado. Pero quería hacer algo especial para ella, para eso mientras ella se duchaba, y sin que nadie me viera había traído hacia mi habitación unas rosas de color blanco y rojo, unas velas, las mismas que Rosalie había encendido en la mañana, quería darle una sorpresa. Me bañé rápidamente, salí y tomé las rosas y comencé a regar los pétalos de estas por toda la habitación, en el suelo regué los blancos y en la cama los rojos. Cuando terminé con los pétalos tomé las velas y las fui colocando por toda la habitación. Cuando todo estuvo arreglado bajé y ya habían terminado de preparar las cosas. Alice me llamó.

 

-Edward necesito que me ayudes con algo.-me dijo dirigiéndose hacia la sala.

Fui hacia donde ella se encontraba, al parecer quería decirme algo pero no quería que los demás lo oyeran, o que Bella lo oyera. Cuando llegué a donde ella estaba se me quedó mirando.

-Que es lo que estas tramando. -me dijo muy bajo aunque era imposible que nos oyeran.

-Nada Alice, porque dices eso. -le contesté.

-Por las rosas y las velas que llevaste hace un rato hacia tu habitación.-me dijo sonriendo.

-Quiero darle una sorpresa a Bella.-le dije.

-Siempre supe que ustedes dos terminarían juntos, me alegro por ambos.-me dijo ella riéndose.

-Gracias Alice, crees que a Bella le guste lo que estoy planeado.-le dije.

-Claro que sí, como se nota que aún no la conoces bien.-me dijo ella.

-Tienes razón Alice, pero es como si la conociera de toda la vida.- le dije con una sonrisa tonta en la cara.

-Estas enamorado de ella verdad.-me dijo ella, es que acaso se me notaba tanto.

 

-Si Alice, al parecer estoy enamorado de Bella.- le dije sonriendo.

-Que bien, me alegro por ti.-me dijo ella.

-Alice prométeme que…-pero ella me interrumpió.

-No te preocupes no se lo diré, eso te lo dejo a ti.-me dijo sonriendo.

Salimos de la sala hacia el comedor y nos sentamos a comer, habíamos preparado diversas cosas. Unos espaguetis napolitanos, carne estofada, lasaña y de postre Alice había traído helado para prepararlo con fresas.  Me senté al lado de Bella y a cada rato no podía evitar mirarla y ella me miraba también. Cuando terminamos de comer nos fuimos hacia la sala, al parecer a alguien se le había ocurrido algo para entretenernos y no podía ser a otro que a Emmett.

Cuando llegamos a la sala nos sentamos y Emmett se levantó sonriendo y con una botella en la mano. Es que acaso el estaba pensando en hacer lo que yo me imaginaba. Al parecer si.

-Muy bien ahora es necesario que hagan un círculo, vamos a jugar a verdad o reto, el que no quiera puede levantarse ahora mismo e irse.-dijo el sonriendo, en un final estas cosas nunca acababan bien y el lo sabía mejor que nadie.

Emmett se caracterizaba por no tener buenas ideas, y esta era la peor que había tenido. Bella me miró sonriendo, de verdad ella no sabía lo que le esperaba si le tocaba a Emmett preguntarle. Nos sentamos en el suelo e hicimos un círculo, de forma tal que Bella quedaba frente a Emmett,  colocaron la botella en el centro y la hicieron girar… lentamente se fue deteniendo hasta caer con el  fondo hacia Alice y el pico hacia mi, lo que le daba el derecho a ella de preguntar.

-¿Verdad o reto?- me dijo sonriendo.

Yo lo pensé por un momento, si decía verdad y se le ocurría preguntarme si estaba enamorado de Bella, tendría que decir la verdad, así que no me quedaba otra opción.

-Reto.- le contesté con bastante confianza, aunque me arrepentiría, porque nada bueno se le podía ocurrir mandarme a hacer.

-Muy bien, ya que Edward teme enfrentarse a la verdad, que tal si vas a la nevera por unas fresas y las traes para acá.- me dijo.

No sabía que era lo que ella estaba tramando pero no me quedaba otra opción que hacer lo que ella me pidiera. Me levanté y fui hasta la nevera, tome unas diez fresas, las coloqué en un plato y fui hasta donde se encontraban todos.

-Muy bien Alice, que quieres que haga con las fresas ahora.-le dije aunque suponía que me las tendría que comer, esto no era muy difícil.

-Dáselas a Bella.- esto si que era extraño.

-Y yo que pensaba que me las tenía que comer.- le dije sonriendo y colocándole las fresas a Bella en las manos.

-Y te las vas a comer…pero las tendrás que comer de los labios de Bella.-ahora si se había vuelto loca.

-Alice no puedes estar hablando en serio verdad.

-Quieres cambiar y decir la verdad entonces.-me contestó, ella quería torturarme, y yo sabía exactamente lo que ella iba a preguntar.

-No la verdad me encantan las fresas.-le dije sonriendo y me giré hacia Bella guiñándole un ojo.

Bella me siguió el juego y se colocó las fresas una a una en la boca, si Alice pensaba que esto era difícil se equivocaba. Lentamente iba tomando las fresas una a una de los labios de Bella, podía sentir como ella se estremecía cada ves que rozaba sus labios, esto era muy excitante, aunque lo hacia lentamente para torturar a Alice, también era una tortura para mi. La verdad no me interesaba que ellos miraran en una final no estábamos haciendo nada del otro mundo, solo nos estábamos besando. Al final había sido una buena idea traer bastantes fresas. Terminé de comerme las fresas y me giré nuevamente hacia todos.

-Bien creo que se me acabaron las fresas.-les dije y todos se echaron a reír.

Ahora me tocaba a mí hacer girar la botella. La tomé y la hice girar con bastante fuerza, cuando se fue deteniendo para mi sorpresa el fondo calló hacia mi y el pico hacia Jasper, este era el momento de vengarme de Alice.

-¿Verdad o reto?-le pregunté a Jasper.

-Eso es fácil…reto.- dijo el de lo más seguro de si mismo, el no sabía en lo que se había metido.

-Muy bien, toma a Alice de la mano y declárale tu amor de rodillas.- solo esperaba que Alice no me fuera a matar por esto.


Jasper levantó a Alice, y se arrodilló para después decir que la amaba con todo su corazón y que siempre estaba pensando en ella desde que Emmett le había enseñado una foto. Esto si estaba bueno, Alice no estaba más roja porque no podía, mientras todos nosotros no parábamos de reírnos por la cara de Alice ante todas las cosas que le estaba diciendo Jasper. Cuando terminó, se volvieron a sentar, Jasper tomó la botella y la hizo girar. La botella se fue deteniendo hasta que paró…la parte de atrás hacia Emmett y el frente hacia Bella. Esto se estaba por poner bueno.

-¿Verdad o reto?- le preguntó Emmett.

-Verdad.- dijo rápidamente, ella no sabía el error que había cometido, y yo que conocía a Emmett, ya me imaginaba por donde venía la pregunta. Me acerque a ella.

-Creo que acabas de escoger mal.- le dije y ella se me quedó mirando con cara de preocupación.

-Muy bien, cual fue el momento más vergonzoso y donde.- le dijo Emmett.

Bella me miró y comenzó a ruborizarse ante la pregunta, es que acaso tenía que ver conmigo…no podía ser. Después de un rato en silencio ella decidió hablar.

-Creo que fue aquí mismo, cuando Alice nos sorprendió a mi y Edward medio desnudos y a punto de besarnos.-dijo ella rápidamente y escondió su rostro en mi pecho.

Todos comenzaron a reírse ante lo que ella había dicho y no era para menos. Yo todavía recordaba lo nerviosa que se había puesto cuando me vio salir del baño, al punto que habíamos terminamos en esa situación, aunque había sido más por su torpeza que por otra cosa. Continuamos con el juego hasta que ya todos habíamos tenido que hacer algo o decir algo. Decidimos dejar de jugar y ver una película. Al poco rato se marcharon Emmett y Rosalie, nos quedamos solamente Alice, Jasper, Bella y yo. Me disculpé un momento y aproveché para ir a mi habitación y terminar de preparar las cosas, encendí las velas y puse un tema romántico en el reproductor, aunque muy bajo para que ella no escuchara.

Volví a bajar y Alice se me quedó mirando, le hice una seña y ella supo que ya todo estaba listo. Se disculpó con nosotros, diciendo que tenía mucho sueño y tomó a Jasper por la mano y se fueron a dormir, yo me senté al lado de Bella sonriendo. Bella se me quedó mirando.


-Que sucede ahora, que es lo que te causa gracia.- me dijo sonriendo también.

-Nada solo me estaba acordando de tu torpeza.-le dije sonriendo.

-Y eso que todavía no conoces nada.- me contestó sonriendo.

Le acaricié la mejilla lentamente mientras ella cerraba sus ojos dejándose llevar por el roce de mi mano. Decidí que era el momento de darle la sorpresa.

-Porque no vamos a dormir mañana hay escuela, recuerdas.- le dije pareciendo muy normal.

-Si tienes razón.- me dijo sonriendo.

Le di un beso, nos levantamos y la tomé de la mano para caminar hacia nuestras habitaciones. Estaba nervioso, no sabía como ella se iba a tomar esto, solo esperaba que le gustara la sorpresa. Cuando llegamos al frente de mi habitación ella se detuvo, al parecer escuchó la música.

-Y esa música.- me dijo ella.

-No lo sé, porque no entramos a ver.- le dije sonriendo y abriendo la puerta.

Ella dio un paso hacia dentro de la habitación mientras yo cerraba la puerta detrás de ella, y se quedó helada ante lo que vio, aunque todo se encontraba a oscuras, solo alumbrado por las velas. Pude notar que lo que más llamó su atención fueron los pétalos de las rosas por toda la habitación. Bella no se movía, estaba quieta solo mirándolo todo sin moverse de la entrada. Me acerque a ella por detrás abrazándola, colocando mis manos en si cintura y entonces fue que ella reaccionó. No se giró, pero pude notar una leve sonrisa en el tono de su voz.

-Y todo esto.- fue lo único que ella pudo decir.-yo la abracé más sonriendo.

-Te gusta.-le dije besándole el cuello lentamente.

-Me encanta, es precioso…muy romántico.- me dijo ella y pude sentir como se iba tensando ante mis besos.

- Lo hice para ti, para que sepas como me haces sentir aunque nos conozcamos hace solo unos días.- le dije y continué besándola, bajando lentamente hasta sus hombros, mientras mis manos aún continuaban sosteniéndola por la cintura.

-Es un lindo detalle de tu parte.- me dijo girándose hacia mi, sonriendo.

Y no pude evitar perderme en su mirada antes de besarla, lentamente, disfrutando el momento privado y romántico que teníamos. Su sabor era exquisito, embriagador, adictivo. Fui caminado lentamente hacia la cama, y en ese momento se me ocurrió algo. Me separé lentamente de ella aunque sin soltarla.

-Sabes que es lo único que falta.- le dije con una sonrisa pícara en mi rostro y no sé porque, pero por un segundo me pareció que ella sabía a lo que me refería.

-Creo que no falta nada.- me dijo sonriendo, aunque yo no sabía si estaba pensando lo mismo que yo…pero esto quedó contestado con lo que ella hizo…

Sin darme tiempo a reaccionar, Bella me empujó hacia la cama y me obligó a sentarme. Se acercó a mí y me besó lentamente, un beso tierno, cargado de amor. Se separó de mí sonriendo…¿Que era lo que ella pensaba hacer? Mi respuesta fue contestada inmediatamente cuando ella comenzó a moverse lentamente con la música mientras iba quitándose la ropa. Si definitivamente pensaba lo mismo que yo. Primero se quitó la camiseta negra que traía puesta, y después el short, yo estaba sentado en la cama sin hacer nada, solo contemplando como ella se iba desnudando ante mis ojos, ya la había visto en ropa interior pero no de esta forma, no tan sensual.

Traía puesto un conjunto negro, el cual hacia resaltar un poco más sus curvas, y esto hacía que yo comenzara a excitarme. Ella se acercó lentamente hacia donde yo estaba, se sentó en mis piernas pasando los brazos por mi cuello y me besó, no tiernamente, me besó con urgencia, con pasión, como si su vida dependiera de aquel beso. Yo le devolví el beso mientras mis manos iban hacia la parte baja de su espalda, y la acariciaba a todo lo largo de esta, mientras mi excitación iba aumentando cada vez más. Ambos sabíamos hacia donde nos estaba conduciendo esto y ella era la que había comenzado así que si ella estaba decidida, pues yo también…

BELLA POV

Tal vez esto era una locura, la parte racional de mi me decía que no era correcto, que apenas lo conocía, pero quien era yo para hacerle caso en este momento, justo después de lo que él había hecho con las fresas…yo me estremecía cada vez que el me rozaba los labios sin siquiera poder hacer nada, sin poderlo atraer hacia mi y besarlo, ya que teníamos demasiado público. Edward me hacia sentir demasiadas cosas y era momento de admitirlo…estaba enamorada de él.


Este era  el momento perfecto, estábamos solos en su habitación y el ambiente que el había preparado era bastante especial, íntimo y romántico. Así que decidí continuar con lo que el había detenido en la tarde. No era que tuviera mucha experiencia en esto, esta sería mi primera vez y estaba nerviosa, aunque el  despertaba en  mi esa parte oculta que ni yo conocía, la Bella sensual, y no la tímida y torpe. Así que lo conduje hasta la cama e hice que se sentara, tratando que no se notara mi inexperiencia. Comencé a besarlo lentamente sin prisas, teníamos tiempo suficiente para amarnos. Me separé de el sonriendo, y lentamente al ritmo de la música me fui moviendo, mientras me iba desvistiendo. Podía notar como el me miraba de arriba abajo con mucha lujuria en su mirada. Me terminé de desvestir para revelar un conjunto negro, podía sentir mis mejillas arder, debían estar de un tono muy rojo. Me acerqué lentamente hacia el y me senté en sus piernas, podía sentir como comenzaba a excitarse así coloqué mis brazos alrededor de su cuello y lo besé desesperadamente, con tanto amor y pasión como podía.

Edward colocó sus manos en la parte baja de mi espalda y fue deslizando sus manos a todo lo largo de esta, haciéndome sentir pequeñas descargas eléctricas por todo el cuerpo, excitándome. Podía sentir como el se excitaba también, sus besos se volvieron más urgentes y sus manos me acercaban cada vez a él aunque era imposible.  Ambos sabíamos hacia donde nos llevaba esto y esta vez yo no pensaba detenerme…por primera vez quería que esto sucediera…y quería fuera con él. En estos momentos ya no era la Bella normal,  ahora era la Bella que le había bailado en la mañana, aquella que no tenía miedo, aquella a la que este muchacho de pelo cobrizo y ojos verdes le hacía perder la cabeza al punto de cometer locuras…

Mis manos temblorosamente bajaron de su cuello hasta los botones de su camisa, zafándola y tirándola para alguna parte de la habitación, solo esperaba que el no se diera cuenta de mi nerviosismo. Mis labios dejaron los suyos y bajaron por su cuello lentamente hasta su pecho, sin dejar un lugar que recorrer. Mis manos se movieron  aunque un poco torpe hasta el cierre de su pantalón y cuando lo fui a zafar Edward me detuvo. A estas alturas era un poco absurdo pero que le iba a hacer, me separó solo lo suficiente para mirarme con una sonrisa en su rostro, esa que hacía que yo perdiera la cabeza…

-Estas segura de querer hacer esto…se que la primera vez es muy especial para cualquiera- me dijo el  aún sonriendo, y como sabía eso.

-Y porque dices que es mi primera vez.- le dije tratando de despistarlo y que no notara mi nerviosismo, pero aparentemente fue imposible.

-No puedes ocultar tu nerviosismo debajo de ese comportamiento tan sensual…tus manos te engañan.- me dijo en un susurro en mi oído y me hizo estremecer.

- Si estoy nerviosa, pero creo que contigo  a mi lado se me olvida hasta mi nombre.- le dije mientras el me besaba el cuello como si fuera a morderme.

-Entonces estas segura de querer hacer esto.- me dijo mientras sonreía matadoramente.

-Si, estoy segura…algo más- le dije aún sonriendo, no sabía porque el me hacía sentir así, con tan solo mirarme hacía que me derritiera completamente.

-Si quiero contarte un secreto.- me dijo el al oído, haciendo que se me erizara la piel completamente.

-Y cual será ese secreto.-le dije sonriendo perdida en sus ojos, y dijo algo que yo no pensé que escucharía jamás.

-Estoy enamorado de ti….- me dijo sonriendo, esto era lo que yo necesitaba oír, así que decidí  confesarme también.

-Pero quieres saber una cosa.- le dije mientras comenzaba a besarle el cuello.

-Que cosa.- me dijo él con su respiración tan acelerada como la mía.

-No más de lo que yo lo estoy de ti.- le dije besando sus labios, lentamente.

-Quieres apostar.- me dijo él besando mi rostro y bajando por mi cuello, lo que hacía que pensar fuera un poco difícil.

-Todavía tienes ganas de apostar.- le dije sonriendo, y el sabía a lo que me refería.

-Creo que por hoy es suficiente.- y diciendo esto se dirigió hacia mis labios.

Su boca se movía urgente sobre la mía, su lengua contorneando mis labios para hacerme sentir más sensaciones de las que ya sentía. Mis manos nuevamente bajaron por todo su pecho hasta el cierre de su pantalón, zafándolo completamente y quitándoselo, dejándolo solo en bóxers. Mi nerviosismo había desaparecido completamente  como si nunca hubiera existido. Ahora estábamos en iguales condiciones, lentamente lo empuje hacia atrás hasta que quedó acostado completamente en la cama y yo sobre él.


El continuaba sonriendo, esa sonrisa era matadora, hacía que yo perdiera el hilo de mis pensamientos. Edward me giró para quedar ahora sobre mí aunque yo no recibía el peso de su cuerpo. Comenzó a besarme lentamente desde mi cuello hasta llegar a mi pecho donde se detuvo en mis senos. Con mucha destreza, zafó mi sujetador para yo quedar expuesta ante sus ojos. Edward me miraba como si quisiera comerme…y eso fue lo que hizo. Sus labios nuevamente se dirigieron hacia donde se había detenido y comenzó a saborear mis senos  de uno en uno mientras con su mano masajeaba el otro, haciendo que yo me excitara cada vez más.

Dejó mis senos y continuó bajando por todo mi cuerpo, dando besos, sin separarse ni por un momento de mi piel, dejando un rastro de fuego por donde pasaban sus labios, hasta llegar a donde comenzaba la tanga que llevaba puesta. Sin pensarlo dos veces, la mordió y la fue bajando con sus dientes hasta que la quitó totalmente. Comenzó a subir besando a todo lo largo de mi pierna hasta que llegó a mi muslo donde se detuvo y me miró. Subió hacia mis senos y comenzó a besarlos desesperadamente mientras lentamente introducía un dedo en mi. No pude aguantar un gemido que escapó de mis labios al sentir su dedo dentro de mí.

Comencé a sentir sensaciones que nunca antes había sentido mientras Edward continuaba bombeando y besando mis senos. Llegó el momento que ya no podía aguantar más, sentía que iba a convulsionar. Edward retiró su dedo y me sentí vacía…es que acaso solo quería provocarme.  Me giré para quedar encima de él, mientras me miraba sonriendo…si era para provocarme. Como tomando vida propia mis manos bajaron por todo su pecho hasta el borde de sus bóxers mientras mis labios iban besando todo su perfecto pecho. Terminé de quitar su ropa, ahora si estábamos en iguales condiciones. Me quedé mirando su perfecto cuerpo desnudo ante mí, sencillamente era perfecto. Me giró para quedar sobre mi y se separó solo lo suficiente para mirarme sonriendo. Y yo no pude evitar preguntarle.

-Te gusta lo que ves.-le dije sonriendo.

-No tienes  idea de cuanto…- me dijo sonriendo.

-Porque no me lo demuestras.- le dije sensualmente.

-Lo haré, no sabes cuantas veces te he imaginado así.- me dijo el sonriendo mientras se dirigía hacia mis labio.


Comenzó a besarme lentamente bajando por todo mi cuerpo mientras nuestros sexos se  rozaban lentamente pero sin entrar aún, esto hacía que la excitación creciera más en ambos si es que esto era posible. Se inclinó hacia la mesita que se encontraba a uno de los lados de la cama de la cual sacó un preservativo y se lo colocó. Se volvió a situar sobre mi pero sin entrar, continuó besándome hasta llegar a mi oído.

-Espero que esta noche sea para ti tan especial como lo está siendo para mi.- me dijo sonriendo.

-Ha sido la mejor noche de mi vida.-le contesté besándolo lentamente.

-La noche es joven todavía pueden suceder muchas cosas.-me dijo sonriendo contra mi piel haciendo que esta se erizara completamente.

-No se que más esperas que suceda, solo mira sonde estamos.

-Pues yo pienso amarte hasta que se te olvide tu propio nombre. Me dijo besándome nuevamente.

Edward se movía lentamente sobre mi mientras nuestros sexos se rozaban y esto me excitaba cada ves más, no sabía cuanto más podría aguantar con esta tortura. Edward me besaba todo mi cuerpo desde mis senos hasta mi cuello. Y volvía a empezar mientras que con las manos me iba acariciando en lugares estratégicos que me hacían temblar. Estaba comenzando a perder el hilo de mis pensamientos y a cada momento le necesitaba más, quería sentirlo dentro de mi por primera ves y ser uno solo juntos.

-Vas a continuar jugando, porque yo puedo jugar también.- le dije sensualmente en su oído.

-Estas segura de querer hacer esto.- me dijo mientras me sonreía.

-Lo estoy desde que entre por esa puerta.- le dije mientras el me sonreía y se apoderaba de mis labios.

Se colocó en mi centro mientras yo enroscaba mis piernas alrededor de sus caderas y lentamente  el iba entrando en mi, sabía que iba a doler un poco pero que después se convertiría en placer, según decían. Edward no dejaba de besarme y acariciar mis senos hasta que de una vez por todas entró completamente en mi. No pude evitar un jadeo de dolor que escapó de mis labios y Edward se quedó muy quieto esperando. Cuando mi cuerpo se adapto al extraño visitante incité a Edward a que continuara y comenzó a moverse lentamente.

Era increíble el placer que comenzaba a sentir por primera vez en mi vida. Comencé a mover mis caderas a su mismo ritmo haciendo que el placer aumentara más y gimiéramos en nuestros labios mientras estos eran callados con un beso. Nos fundimos en uno hasta no restar espacio entre nosotros dos sintiendo lo que nunca antes había sentido. Sintiéndome una persona completamente nueva…

Comencé a despertarme temprano en la mañana. Hoy para mi desgracia tenía escuela, aunque tengo que admitir que tal vez no sería tan malo si Edward estaba todo el tiempo a mi lado. Me fui despertando lentamente, mientras los recuerdo de la noche anterior llegaban a mi mente. Por primera ves me había entregado a un hombre y ese había sido Edward, se que no tenía mucha experiencia en esto pero para mi había sido fantástico, era increíble cuantas sensaciones Edward  me podía hacer sentir con solo un beso o una caricia, mi piel ante su contacto estallaba en llamas y mi cuerpo completo pedía más de el. Aunque algo me inquietaba…no sabía como había sido para el, era de suponer que yo no había sido la primera chica con la que había estado.

Cuando desperté completamente me percaté de que Edward me estaba mirando con esa sonrisa torcida que me mataba y me quitaba el aliento, esa que me hacía olvidarme de todo. Me acerque a el un poco más y le di un beso justo como el me había dicho que se debían dar los buenos días. Cuando nos separamos me miró sonriendo.

-Veo que ya aprendiste a dar los buenos días.- me dijo besándome en el cuello.

-Aprendo rápido.- le contesté como pude ya que se me estaba haciendo un poco difícil.

-Si ya puedo verlo.- me dijo dándome otro beso en los labios.

Comencé a levantarme envolviéndome en una sábana, se que suena ridículo cuando ya el me había visto desnuda pero todavía me daba un poco de vergüenza que alguien me viera así. Edward tiró de ella y caí nuevamente en la cama. Tiró de mi hacia arriba de él y nuestros cuerpos quedaron pegados por debajo de la ridícula sábana ya mi respiración comenzaba a ponerse dificultosa y a mi me encantaba que fuera el quien me hiciera sentirme así.

-A donde crees que vas.-me dijo el.

Comenzó a besarme lentamente en el cuello mientras mi respiración se aceleraba cada ves más y sus manos comenzaba a acariciarme por toda mi espalda por debajo de la sábana.

Intenté detenerlo aunque en estos momentos eso era lo que menos yo quería…pero si no lo detenía llegaríamos tarde a la escuela. Como pude me separé de el, y se me quedo mirando extrañado.

-Sucede algo, hice algo mal.-me dijo algo nervioso.

-No, te puedo garantizar que nos has hecho nada mal.-le dije sonriendo mientras el me volvía a acercar a el nuevamente.

-Entonces porque me alejas.-me dijo nuevamente besándome desde el cuello y por el hombro.

-Edward…tenemos escuela, no lo recuerdas.- le dije como pude mientras sus labios continuaban bajando por mi cuerpo.

-Creo que en estos momentos no lo recuerdo…y tu.- me dijo mientras sus manos iban deslizándose por todo mi cuerpo y sus labios se encontraban besando toda mi piel y cada vez bajaba más.

-Creo que se me está a empezando a olvidar.- le dije mientras un gemido escapaba de mis labios al sentir los suyos sobre mis senos.

Y diciendo esto atraje su boca a la mía y lo besé desesperadamente olvidándome de todo. En estos momentos no me interesaba ir a la escuela solo estaba concentrada en pasar más tiempo con los brazos de Edward sobre mi y sus labios sobre los mío o sobre cualquier lugar de mi piel. Así estuvimos hasta que  una voz detrás de la puerta nos interrumpió.

-Edward más te vale levantarte o llegarás tarde al primer día de clases.-le dijo Alice desde el otro lado de la puerta.

Era gracioso pensar que este fuera el primer día de escuela ya que solo faltaba las finales y la graduación. Pero era su primer día en la escuela al menos en esta, Edward se separó de  mi, me dio un corto beso en los labios, luego se sentó en la cama sosteniéndome las manos y mirándome profundamente con sus hermosos ojos verdes que hoy destellaban un brillo que nunca antes había visto

-Espero que la noche anterior haya sido para ti tan especial como lo ha sido para mi…en estos momentos dudo mucho que haya una persona más feliz que yo en la tierra.- me dijo sonriendo y pegando su frente con la mía.

-No ha sido especial, ha sido maravillosa, y si hay alguien más feliz que tu esa sería yo.- le dije mientras lo acercaba para besarlo.

-Creo que deberíamos levantarnos o llegaremos tarde a la escuela.-me dijo el sonriendo.

-Pensé que se te había olvidado lo de la escuela.-le contesté sonriendo.

-Estoy tratando de olvidarme aunque si voy a estar a tu lado no me molestaría ir.-me dijo dándome un beso.

Me levante para dirigirme hacia el baño y Edward me abrazó por detrás, el calor de su cuerpo contra el mío hacia que pensar en estos momentos fuera un  poco difícil. Se acercó hacia mi oído para susurrarme.

-Me parece que vas a necesitar un poco de ayuda.- me dijo mientras con su mano apartaba el pelo de mi cuello para besármelo.

-Creo que si te dejo ayudarme llegaremos tarde a la escuela.-le dije.

-Está bien, pero sabes que la próxima no te vas a escapar.-me dijo girándome para darme un beso antes de dejarme ir.

Luego de librarme de su agarre me dirigí hacia el baño para darme una rápida y necesaria ducha. Nuevamente los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente y en estos momentos  tenía ganas de llamarlo para que viniera a ayudarme pero si lo hacía sabía que no iríamos a la escuela y eso no podía pasar, no cuando faltaba solo una semana para graduarnos. Decidí lavarme el pelo y cuando terminé de bañarme, me cepillé los dientes y salí del baño.

Edward se encontraba sentado en la cama y cuando salí se me quedó mirando ya que yo había salido envuelta solamente en la toalla mientras mi pelo mojado caía sobre mis hombros. Se acercó hacia donde yo estaba, me abrazó, y me dio un beso.

-Necesito ir a cambiarme te espero abajo para desayunar, no te demores.- le dije sonriendo mientras me pegaba más a el.

-No pienso hacerte esperar mucho.-me dijo y salió hacia el baño, no sin antes darme otro beso.

Salí de su habitación y me dirigí hacia la mía para buscar una ropa para la escuela. Encontré entre las cosas que había comprado con Alice una blusa que me pareció genial y me puse mis jeans y mis converses. Cuando terminé, bajé a desayunar y como no había bajado nadie comencé a preparar el desayuno. Al poco rato bajo Edward y entre los dos nos pusimos a preparar el desayuno.

Era genial preparar el desayuno con Edward sobre todo si siempre encontraba un motivo para pegarse a mi o para besarme, y siempre que me ensuciaba el se brindaba a limpiarme de una manera demasiado provocadora. Estábamos terminando de preparar el desayuno cuando  bajaron todos los demás y se sentaron a desayunar. Cuando terminamos todos fueron por los libros mientras yo recogía las cosas, no podía evitar la cara de idiota que tenía y más mientras recordaba la magnífica noche con Edward. Alice se brindó a ayudar pero eso solo significaba una cosa…pronto comenzaría el interrogatorio. Cuando estábamos terminando de recoger Alice se giró hacia mi.

-Bella sucedió algo anoche después que nos fuimos.- me dijo Alice sonriendo al parecer había notado mi cara.

-Nada Alice me fui a descansar estaba muy cansada.- le dije tratando que no preguntara más.

-Entonces no viste lo que Edward te preparó.- como ella supo eso.

-Y tu como sabes lo que Edward hizo.- le dije con cara de sospecha.

-Sorprendía a Edward preparándolo…entonces te gustó.- al parecer no me quedaba otra alternativa o si…solo tendría que omitir algunos detalles.

-Si Alice me gustó mucho lo que me hizo…fue maravilloso.- y no pude evitar ruborizarme ante el doble sentido de mis palabras, solo esperaba que ella no lo notara, pero claro ella era Alice, no se le iba una.

-Bella…solo por curiosidad…donde dormiste anoche.- sabía que se daría cuenta, ahora si estaba acabada.

-En mi habitación.- contestó Edward mientras se acercaba a donde estábamos, al parecer llegó en el momento perfecto.

-Ya nos vamos.- le dije tratando de cambiar el tema con Alice.

-Si ya está todo listo, vámonos.- me dijo pasándome un brazo por la cintura.

-Tengo que subir a buscar mis cosas.- le dije girándome un poco hacia el.

-Ya yo me encargué de eso, no te preocupes.- y me dio un beso.

Salimos todos hacia el garaje, Alice y Jasper se fueron por supuesto en el porche de ella, mientras Emmett y Rosalie se iban en un jeep que parecía demasiado grande para aquel garaje. Edward y yo nos montamos en su volvo plateado y salimos rumbo a la escuela a enfrentar la última semana del curso.

Capítulo 8: El prado Capítulo 10: Fin de curso

 
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