Por fin una vida "normal" (+18)

Autor: fati_fitimeta
Género: + 18
Fecha Creación: 30/07/2010
Fecha Actualización: 14/12/2011
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 30
Visitas: 69382
Capítulos: 74

Resumiendo un poco. 

Es la segunda parte de mi otra novela BAJO LA LUZ DE LA LUNA. 

Os resumo para que no os perdáis... 

Edward y Bella ( novela I) se conocen cuando Bella se traslada a vivir con su padre y allí conoce a Jacob con el que empieza a tener una relación amistosa.

Ella empieza a tener problemas de corazón por culpa de un vampiro - su ex novio- Carlos. Ella no lo sabía. El ex la persigue y ahí aparece Edward. Se casan y tienen una preciosa hija. Alma. Con la cual esta se enamora de Jacob y este está imprimado de ella. Tienen una preciosa relacion de adolescentes, ella tiene dos amigos Andrew que sabe todo sobre los vampiros y Maria que es la novia. Pero aparecen los Vulturis y quieren a Alma para completar la quinta estrella. Ella no sobrevive y muere, desgraciadamente. ¿Pero muere? No. Solo unos instantes. Llega Jacob y la salva. Vuelven a casa y ella esta sacándose una carrera universitaria (novela II-actual-) y le consume. Ella se entera que tiene una hermana difunta. Entonces ella no fue la primera, fue esa tal Reneesme. ¿Qué fue de ella? ¿Y por que están pasándole cosas extrañas a Alma? ¿Y a Andrew? ¿Nahuel... porque ha regresado? ¿Jacob es el amor de su vida? ¿o es Nahuel?

SEGUID CON LA LECTURA Y PRONTO LO SABRÉIS TODO ACERCA DE LOS PERSONAJES.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 72: Capitulo 72

POV Jacob

 

-         ¿Entonces ya está todo? –pregunté una vez más.

-         Que si pesado. Madre mía… -dijo Alice suspirando.

-         Estoy nervioso, compréndeme.

-         Lo se. Por eso hasta el día de su cumpleaños nada.

-         No se que prepararle para su cumpleaños.

-         Llévala a la casa, pasad el fin de allí. –dijo Rosalie. –Le gustará.

-         Vale. Gracias, rubia.

-         Chucho. –rió la barbie.

 

POV Alma

 

No sabía que hacer con Susana. Y encima el chico este.

Apunté en mi cuaderno.

 

Susana Ortiz. No le ocurre nada. Por ahora no he detectado nada. Le haré unas cuantas sesiones más a ver. Pero es lo que todos decimos, la edad del pavo.

 

Al día siguiente fui a la clase otra vez y ahora llamé al siguiente de mi lista. Adrián Gómez.

 

-         Ven por favor. –dije y oí como parloteaban los chiquillos.

-         Si hombre… ¿Te toca a ti? A veremos que hacemos.

-         Por favor. –dije seriamente.

 

Pasé yo primero y luego salió él de la clase y tenía una gran sonrisa.

 

-         Borra esa sonrisa de campeón. Solo vamos a charlar un rato.

-         Guay, Alma.

-         Que confianzas coges tú, ¿no? –solté una risita de burla.

Este me siguió hasta el despacho y se sentó enfrente de mí.

 

-         ¿Y bien? –me dijo.

-         Mira ¿quieres que te diga lo que pienso? No te conozco de nada pero como tú he conocido bastantes.

-         A que te refieres. –se puso más serio.

-         Bien. A tu carácter. Te pones serio.

-         Normal.

-         ¿Quieres decirme algo que no sepa nadie? –le ofrecí mi confianza.

-         Para que. No se si se lo contaras alguien.

-         Vamos… no será tan grave. Solo te he dicho que te veo serio te haces el gracioso delante de tus amigos, ¿me equivoco?

-         Yo soy carácter serio. Pero también soy “gracioso”. Si cojo confianza.

-         Vale. Oye lo siento por ir tan directa pero te ocurre algo con alguna chica.

 

Se le descompuso la cara y su corazón se aceleró.

 

-         Bueno, yo. No se. ¿Qué dices?

-         Por primera tranquilízate.

-         ¿Si me gusta alguna? ¿Si tengo novia?

-         Exacto. Yo se lo que es, he pasado por ahí y si quieres te puedo ayudar. Para eso estoy.

-         No tengo novia. Me gusta alguna. Pero dudo. Es la más rarita.

-         Entonces. –me acerque hacía delante -¿Por qué te gusta?

-         No es igual que las demás. Hemos ido des de pequeños a la misma clase. Pero antes hablábamos más.

-         Ahora no.

-         Sí. No se mete nadie con ella. Pero hay una que sí.

-         ¿Si? Vaya… eso no lo sabía.

-         Dicen que es rarita.

-         Tú lo has dicho antes.

-         Pero yo se que no. Tiene algo que la hace especial. Siempre lo he sabido.

-         ¿Y porque no le dices nada?

-         Yo… soy cobarde, me pongo muy nervioso cuando pasa y me mira y yo me quedo mirándola tontamente. No se que me pasa.

-         ¿Cómo se llama la chica?

-         Dios… Susana.

-         No, eso ya lo se. Me lo imaginaba. –se quedó con la boca abierta. – Digo la que se mete.

-         Cris.

 

Se me hizo de noche. Miré en el papel y estaba su nombre.

 

-         Dios vendito.

-         ¿Y que problema se supone que tengo? –me preguntó.

-         Ninguno. Quería que tuviéramos una conversación. Relajarte.

-         Me ha servido para desahogarme.

-         Ves. ¿Quieres que hable con Susana?

-         Esto… no… pero, es que dios… ¿Qué hago?

-         Mira te voy a decir lo mismo que a ella. Se tu mismo. Actúa con normalidad.

-         ¿Cómo? ¿Ella?

-         Eso no te importa. Solo tienes que llamarla, quedar algún día, y hablar.

-         ¿Cita?

-         Se puede decir así.

-         Yo no se, y no tengo su número.

-         Te lo conseguiré. No te preocupes.

-         ¿Usted?

-         No me hables de usted que tengo veinte cuatro años.

-         Perdón.

-         Y si yo al terminar la semana tengo que hablar con ella otra vez, y a ti muchacho. También.

-         Pero…

-         Tienes un problema de expresar tus sentimientos al igual que ella. Eso os hace iguales.

-         Vale. Y gracias.

-         Tú tranquilo.

 

Se marchó a la clase y oí como decía en voz baja. – Espero que no se lo diga a nadie.

 

Ahora era el descanso y decidí llamar a Jake.

 

-         Cariño. –le dije sonriendo, aunque él no me veía.

-         Te echo de menos. –dijo él.

-         Yo también. Pero bueno, así son las cosas. ¿Esta noche hacemos algo?

-         ¿Esta noche? –preguntó él – Perfecto.

-         Pero madrugo mañana. Acuérdate.

-         Tranquila. –reí.

-         Sabes que te quiero. ¿Verdad? –le dije como una tonta enamorada.

 

Entonces llamaron a la puerta y entró Susana.

 

-         Jake… te dejo. Ha venido una chica… -le sonreí a Susana.

-         Oh, entonces…

-         Esta noche a las siete en casa. Te quiero.

-         Yo más.

 

Corté rápidamente para saber que le ocurría a Susana.

 

-         ¿Qué pasa? –le ofrecí asiento.

-         Alma. Se que eres la psicóloga, pero noto como si fueses una amiga para mí.

-         Eso me halaga. –sonreí. - ¿Pero ocurre algo?

-         En el patio se ha acercado Adrián.

-         ¿Y?- sonreí aun más.

-         Nada. Cuando estaba enfrente de mí abrió la boca y se fue corriendo. No entiendo nada.

-         Vale. Yo sí.

-         ¿Qué sabes?

-         Estáis los dos perdidamente enamorados, y no quiero que os pase lo mismo que a mí. Entonces dame tu número de teléfono. Y si quieres ten el mío.

-         ¿Para?

-         Porque resulta que a un chico le gustas… -le guiñé un ojo – y te doy el mío por si tienes algún problema. Que me puedes llamar. ¿Vale?

-         Gracias.

-         Venga, ve a clase. –en ese momento sonó el timbre. 

Capítulo 71: Capitulo 71 Capítulo 73: Capitulo 73

 


Capítulos

Capitulo 1: Capitulo 1 Capitulo 2: Capitulo 2 Capitulo 3: Capitulo 3 Capitulo 4: Capitulo 4 Capitulo 5: Capitulo 5 Capitulo 6: Capitulo 6 Capitulo 7: Capitulo 7 Capitulo 8: Capitulo 8 Capitulo 9: Capitulo 9 Capitulo 10: Capitulo 10 Capitulo 11: Capitulo 11 Capitulo 12: Capitulo 12 Capitulo 13: Capitulo 13 Capitulo 14: Capitulo 14 Capitulo 15: Capitulo 15 Capitulo 16: Capitulo 16 Capitulo 17: Capitulo 17 Capitulo 18: Capitulo 18 Capitulo 19: Capitulo 19 Capitulo 20: Capitulo 20 Capitulo 21: Capitulo 21 Capitulo 22: Capitulo 22 Capitulo 23: Capitulo 23 Capitulo 24: Capitulo 24 Capitulo 25: Capitulo 25 Capitulo 26: Capitulo 26 Capitulo 27: Capitulo 27 Capitulo 28: Capitulo 28 Capitulo 29: Capitulo 29 Capitulo 30: Capitulo 30 Capitulo 31: Capitulo 31 Capitulo 32: Capitulo 32 Capitulo 33: Capitulo 33 Capitulo 34: Capitulo 34 Capitulo 35: Capitulo 35 Capitulo 36: Capitulo 36 Capitulo 37: Capitulo 37 Capitulo 38: Capitulo 38 Capitulo 39: Capitulo 39 Capitulo 40: Capitulo 40 Capitulo 41: Capitulo 41 Capitulo 42: Capitulo 42 Capitulo 43: Capitulo 43 Capitulo 44: Capitulo 44 Capitulo 45: Capitulo 45 Capitulo 46: Capitulo 46 Capitulo 47: Capitulo 47 Capitulo 48: Capitulo 48 Capitulo 49: Capitulo 49 Capitulo 50: Capitulo 50 Capitulo 51: Capitulo 51 Capitulo 52: Capitulo 52 Capitulo 53: Capitulo 53 Capitulo 54: Capitulo 54 Capitulo 55: Capitulo 55 Capitulo 56: Capitulo 56 Capitulo 57: Capitulo 57 Capitulo 58: Capitulo 58 Capitulo 59: Capitulo 59 Capitulo 60: Capitulo 60 Capitulo 61: Capitulo 61 Capitulo 62: Capitulo 62 Capitulo 63: Capitulo 63 Capitulo 64: Capitulo 64 Capitulo 65: Capitulo 65 Capitulo 66: Capitulo 66 Capitulo 67: Capitulo 67 Capitulo 68: Capitulo 68 Capitulo 69: Capitulo 69 Capitulo 70: Capitulo 70 Capitulo 71: Capitulo 71 Capitulo 72: Capitulo 72 Capitulo 73: Capitulo 73 Capitulo 74: Capitulo 74

 


 
14637170 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10856 usuarios