5.1 Distraccion
Estaba dando vueltas por la habitación mientras Nessie se duchaba en la suya. Bueno, en la nuestra. Por una vez nos habían dejado una para nosotros solos… Aunque normalmente estaba tan concurrida que el tiempo que no pasábamos investigando el paradero de Joham lo pasábamos en la habitación de Edward y Bella. Decidí salir a tomar el aire mientras ella acababa y salí yo solo del hotel. Pero alguien gritando mi nombre hizo que me detuviera.
-¡Jake! – gritaba Emmet mientras corría a paso humano hacia mí. Al fin y al cabo había mucha gente alrededor - ¿Vas a divertirte sin mí? ¡Yo me voy contigo!
-Em, no hace falta que me grites, de momento no estoy sordo. Y solo me iba a dar una pequeña vuelta para espabilar un poco…
-¡Ni hablar! – me cortó tajantemente - Estoy cansado de pasar los días encerrado en ése hotel. Además, Rosalie me levanta dolor de cabeza cuando ve a Leah hablándole al pequeño Boby… Hay que ver lo rápido que crece el crío ése ahí dentro.
-Emmet, estás hablando de mi hijo, no tientes a la suerte, puedo morderte el culo antes de que consigas saber qué está pasando. Y lo de que crezca tan rápido… Supongo que es por lo de la licantropía, los lobos solo pasan así 2 meses… Algo influirá nuestra transformación, supongo.
-Bah, da igual, no me interesan los niños, ¡vamos a divertirnos!
Emmet salió corriendo y no me quedo más remedio que seguirlo. La gente nos miraba fijamente, dos hombres de nuestro tamaño correteando por las calles llamaban mucho la atención, la verdad. Alcancé a Emmet en un momento y hice que fuera caminando, no nos convenía que la gente nos observara.
-¿A dónde vamos? – le pregunté. Parecía muy seguro de a dónde se dirigía.
-¿Qué te parece si hacemos una competición? – dijo mientras se le dibujaba una sonrisa. Emmet podía ser muy retorcido algunas veces, y ésta parecía ser una de ellas -. No sé, creo que con tanta niñería estás perdiendo la forma física Jake.
Iba a ponerme a discutir con él, pero hubo algo que llamó mi atención. Unas sombras cruzaban los tejados, como si fueran en fila. Olía a vampiro, y no era Emmet.
-Hey, ¿tienes miedo de que te gane? – se carcajeaba.
-Cállate Emmet… Y mira a tu alrededor. ¿No te has dado cuenta? – le susurré mientras le tapaba la boca para que no hablara. Aunque si era lo que yo me temía, nos habrían escuchado de todas formas.
-¿Qué pasa? – al ver mi cara alarmada bajó el volumen de su voz. Demasiado tarde. Uno de aquellos vampiros nos estaba observando.
Estábamos a una distancia lo suficientemente segura, al menos eso creía yo. Ellos se iban juntando en la azotea de un edificio, observando cómo los mirábamos. Pude ver el brillo color carmesí de sus ojos. Eran neófitos, no cabía duda.
-Em, vámonos de aquí… creo que sin querer acabamos de descubrir algo… quizá todos esos neófitos tengan algo que ver con Joham… o mucho.
-Tienes razón, no es normal que haya tantos juntos… Por esta vez te has librado de la competición, ¡pero no me vas a esquivar de nuevo!
Salimos corriendo hacia el hotel de nuevo. No miré hacia atrás, pero notaba como esos ojos sanguinolentos todavía estaban clavados en mi espalda. Pronto encontramos los jardines del hotel, y Emmet se detuvo de repente.
-¿Jake?
Me paré a su lado, sin entender por qué había frenado. Me miraba con los ojos abiertos como platos.
-Jake, ¿qué te ha pasado? – preguntó sorprendido.
No entendía a qué se refería hasta que seguí la dirección de su mirada. Estaba fija en mi brazo derecho. Al verlo lo comprendí. Estaba completamente ensangrentado, un pequeño charco de sangre se había hecho en los pocos segundos que llevaba allí parado. Me limpié la sangre de mi brazo con la camiseta, intentando entender qué me había hecho, aunque ni siquiera me había dado cuenta de que me golpeara con alguna cosa o algo así. Pero en cuanto mi brazo quedó libre de sangre lo vi. Numerosos cortes iban apareciendo de la nada, como si un cuchillo invisible estuviera intentando dejarme sin piel. La pérdida de toda aquella sangre hizo que mi vista se nublase, y en un par de segundos todo se volvió negro.
ºo.O Nere O.oº