BELLA POV
La verdad que mudarse bastante estresante, no sabía que tenía tantas cosas, hasta que tuve que empacarlas. Jaspers me ayudo a subir mis cajas llenas de libros, pesaban un montón!!
La casa era realmente bellísima, tenía una gran cocina, los tonos que había utilizado mi madre para decorarla, le daban un toque acogedor. En el centro de la cocina se encontraba una isla, la cual sabía que sería mi sitio predilecto para comer. Cuando entrabas a nuestro hogar, te recibía un gran living equipado con unos sillones, que se veían muy cómodos, mi madre había tenido siempre muy buen gusto para la decoración. Teníamos también una sala de juegos!! , realmente la casa era increíble.
Las habitaciones se encontraban en el piso superior. Había cuatro habitaciones, cada una con sus respectivos baños.
-Es bellísima- dije cuando entre a la que sería mi habitación.
-Ya lo creo- dijo Rose con una gran sonrisa mientras se dirigía a la que sería su habitación. Mi habitación era de tonos tierra, tenía un gran ventanal que daba al patio, es decir al bosque, tenía un gran balcón, me quedaría horas mirando el paisaje, es tan bello, y a la vez un poco misterioso.
Había unos cuantos estantes lo que me facilito el trabajo, y pude colocar unos cuantos libros, aunque la mitad habían quedado dentro de las cajas. Tendría que pedirle a Jaspers, que pusiera más estantes, era el carpintero del hogar, j aja.
Mi ropa no fue tanto problema, no es que tuviera demasiada. Gran parte tuve que regalarla ya que no me serviría aquí, era demasiado liviana para este lugar frío y húmedo. Unos días antes de llegar aquí Rose nos había obligado a ir de compras a Jas y a mí.
Compre unas cuantas camperas, y cosas abrigadas, al igual que Jas, pero según Rose no eran suficientes, por lo que nos sometería a una nueva sesión de compras pronto. Esto implicaba unas cuantas horas de tortura, ¿Por qué a mí?, Jaspers casi siempre se salvaba con la excusa de que era hombre, pero yo no tenía la misma suerte.
Mi habitación luego de un rato, ya era habitable, solo habían quedado unos cuantos libros por ordenar, pero el resto ya estaba en orden. Decidí bajar para ayudar a Jaspers con alguna caja, si es que había quedado algo sin bajar.
-Jas ¿te ayudo?- le dije.
-No Bells tranquila, solo queda una caja- dijo este saliendo a buscarla. Cuando regreso traía una caja gigante, y una cara que daba a entender que pesaba demasiado.
-Te ayudo Jas?, déjame- dije parándome para ayudarlo.
- Nooo- dijo tratando de apoyarla, pero la caja cayó encima de su mano- auch!!- dijo Jas de un grito.
- Jas, ¿estás bien?, dije preocupada.
- ¿Que sucedió?- dijo Rose mientras bajaba corriendo de las escaleras.
- No sean exageradas chicas- dijo Jas, aunque en su rostro se podía ver que estaba adolorido- creo que fracture.
- Déjame verte- dijo Rose en tono profesional. Rose estaba en tercer año de medicina- creo que es una pequeña fractura, tendrías que ir al hospital- le dijo esta.
- Muy bien vamos - dije tomando las llaves de mi auto.
- Yo me quedo- dijo Rose- así pido algo para comer, si no nos vamos a morir de inanición- dijo entre risas- pediré helado para ti Jas- dijo con cara maternal.
- Gracias Rose- dijo Jas, mientras salía.
- Y a mí que me parta un rayo- dije riendo.
- También pediré para ti tonta- dijo riendo.
- Bueno- le dije fingiendo estar afligida- pensé que tendría que fracturarme, para que me compraras helado- nos echamos a reír.
- Ni lo menciones, con lo propensa que eres a los golpes- seguía riendo mientras yo salía de casa.
- Nos vemos en un rato- dije y Salí hacia mi auto. Jaspers ya se encontraba sentado, en el lugar del copiloto. – Llegaremos en unos minutos- le dije sonriendo- ¿te duele mucho?- dije
- No solo un poco, creo que es este dedo- dijo señalando el índice.
En unos pocos minutos llegamos al hospital. En la entrada una enfermera muy agradable, sobre todo con mi hermanito, nos hizo llenar un formulario.
- Su documento, por favor- dijo la enfermera sonriéndole a Jas.
- Si- dijo este rebuscando en sus bolsillos, con su mano sana- Uhh creo que he olvidado la billetera en tu auto Bells- me dijo.
- Yo voy por ella- dije. Mientras me iba pude observar, como lo hacían pasar a Jaspers a una sala para atenderlo.
Salí corriendo, hacia el estacionamiento, rebusque en mi auto, y encontré enseguida lo que estaba buscando. Cerré la puerta del auto, y volví, sin darme cuenta de que seguía corriendo dentro del hospital, hasta que tropecé fuertemente con alguien.
Unas grandes manos me sujetaron, ante el inminente golpe. Siempre tan torpe, levante mi mirada para agradecer a quien me había salvado del golpe, y me encontré con los ojos más hermosos que había visto.
- ¿Estás bien?- pregunto, sin dejar de mirarme. Su voz era suave, pero sin perder su toque masculino.
- Si, gracias- dije, sin poder dejar de mirarlo- soy algo torpe- dije con una media sonrisa, la cual él me devolvió sin sacar sus ojos, de los míos.
Su cabello estaba un tanto despeinado, era de un extraño color cobrizo. Llevaba un delantal blanco, lo que indicaba que era medico. Era tan guapo!!, de repente me vino la imagen de Jaspers dolorido, pobre seguro me estaba esperando, y yo aquí babeando.
- Lo siento nuevamente- dije, pero él no contesto, me quedo mirando, atontado.
¿Lo había golpeado muy fuerte?, no lo creo pensé, mientras me dirigía hacia la enfermera para entregar el documento de Jaspers. Mientras se lo entregaba, Jas, salió de un consultorio con la mano vendada.
- Oh Jas- dije mirando su venda- ¿estás bien?- pregunte.
- Si- dijo sonriendo- es solo una pequeña fractura, ¿vamos?- pregunto.
- Si- le dije. Cuando levante la mirada, me encontré por segunda vez con sus ojos, que por cierto eran de un color verde bellísimo, realmente era muy bello. El me quedo mirando nuevamente. Mientras me alejaba, me quede pensando en el misterioso doctor.
Este pueblo ha desordenado mis hormonas!!
- ¿Estás bien?- me pregunto Jas, sacándome de mis pensamientos.
- Si, ¿Por qué lo preguntas?- le dije.
- Tienes cara de atontada- dijo riendo, ¿tan evidente era?
- Debe ser el olor a hospital, ya sabes- dije riendo, y poniendo en marcha mi auto.
La verdad es que siempre me descomponía el olor a desinfectante de los hospitales, pero creo que en esta ocasión, encontré el antídoto ideal. Me reí de mis delirantes pensamientos, mientras Jas me miraba extrañado, yo le sonreí, y comencé a manejar hacia nuestro hogar.
EDWARD POV
Venia caminando, luego de atender a mi último paciente, cuando sentí que alguien choco contra mi pecho. Instintivamente la sujete entre mis brazos, para que no se cayera. Pero nunca imagine que al alzar la vista, me iba a encontrar con los ojos más bellos que había visto en mi vida.
Eran de un color chocolate y me miraban intensamente. Su rostro era un tanto pálido, lo que contrastaba con su cabello castaño, con tonos rojizos. Era realmente hermosa, me quede mirándola atontado, le pregunte si se encontraba bien, a lo que ella respondía con una voz tan suave, que parecía una caricia.
Me pidió disculpas, y siguió su camino, yo solo la vi alejarse. Seguí mi camino, entre al consultorio de mi padre, no sin antes golpear.
-Hola!- le dije sonriendo- si no necesitas nada mas yo me retiro- le dije.
- Ve tranquilo hijo, y dile a tu madre que en una hora estaré por allí- dijo mi padre sonriendo.
- Muy bien, nos vemos en un rato- dije saliendo, y nuevamente me encontré con esos ojos.
Estaba acompañada de un chico, ¿sería su novio?, no sé porque esa idea me disgustaba. Un momento… ¿Qué me importaba a mí si tenía novio?, volví a mirarlos, pero no aparentaban ser una pareja, hermanos tampoco parecían, ¿tal vez amigos?
Es solo una chica mas, me dije tratando de convencerme aunque no lo logre. La observe mientras se alejaba ella me miro, y siguió su camino, su belleza me había cegado por completo.
ROSE POV
Pedí unas pizzas, y helado. Gracias a dios, en la casa había una guía telefónica. Esta casa estaba lista para ser habitada, ¿se les había pasado por la cabeza a mis padres, venir a vivir aquí? Ese pensamiento me sumió en la tristeza, de la que solo me saco, el ruido de Bells al estacionar. Salí a recibirlos.
- ¿Cómo estas Jas?- dije preocupada.
- Se ve que es lo tuyo Rose- dijo riendo- estabas en lo cierto, es solo una pequeña fractura- le sonreí por su elogio.
- Tendrás que tener más cuidado- le dijo Bells protectoramente.
- Es verdad- dije yo, apoyándola mientras entrabamos a la casa.
- Bueno chicas- dijo Jas entrando, y cerrando la puerta- basta de retos y a comer!! Tengo un hambre que muero!!- los tres reímos y nos dispusimos a comer.
Nos quedamos mirando películas, y comiendo helado hasta tarde. Jas se fue a dormir, y yo desperté a Bells.
- ¿Vamos a dormir?- le dije
- ¿Juntas?- dijo riendo.
- Bueno- dije sonriendo- como cuando éramos niñas- dije y comenzamos a reír.
Cuando éramos chicas, solíamos dormir juntas, nos quedábamos hablando hasta tarde. Luego crecimos y lo seguimos haciendo j aja. Le llamamos “noche de chicas”.
Nos acostamos juntas, hablando de tonterías y luego de un rato nos quedamos profundamente dormidas.
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