BAJO LA LUZ DE LA LUNA

Autor: fati_fitimeta
Género: Romance
Fecha Creación: 20/06/2010
Fecha Actualización: 22/06/2010
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 59340
Capítulos: 55

 

En el amor vale todo, lo darías todo cuanto quieres a esa persona que te ilumina cada mañana, tan solo con esa sonrisa perfecta.

El lugar más bonito es bajo luz de la luna, a veces en situaciones, como la adolescencia pensamos que esa persona no es correspondida, ¿pero y si se trata de un hombre lobo?

¿Y si ese hombre lobo está imprimado de ti?

En tal caso, pasan obstáculos en nuestra vida, tanto buenos como malos.

Hay que fer valientes y afrontar a esas cosas.

¿Qué pasaría si fueras una chica semi vampira y semi humana?

Fantástico, ¡eh! Pero muchas veces las cosas cambian, pueden ocurrir cosas desagradables, que puedes llegar a tiempo a saber lo que pasa o no, incluso ¿Os habéis parado a pensar que los sueños se hacen realidad? Pues, en algunos casos, las pesadillas si… pueden llegar a ser horribles.

Y pase lo que pase, siempre tendrás a tu lado a la persona que realmente te ama.

Básicamente son cosas de adolescentes, una vida muy aventurera, con muchas cosas.

 Pero es como un cuento de hadas, ¿podrá tener un final feliz?

 

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Capítulo 8: Cita

Narra Jacob

 

 

 

Iba por el bosque dando un paseo, para poder pensar, despejarme.

Entonces oí unos pasos y un “PUM”.

Fui a ver que era.

Entonces me la vi tendida en el suelo, fui corriendo.

-         ¡Alma! ¡Alma! ¡Que te pasa!

No respondía, estaba desmayada.

-         Alma, por dios.

Abrió los ojos despacito.

-         ¿Qué ha pasado? ¿Jake? Que haces aquí

-         Alma… te e oído caerte y e venido.

-         Vaya… ya dos veces…

-         Dos veces? De que

-         Nada, déjalo no importa. Tengo que irme a casa.

Puso cara triste, y notaba que le pasaba algo.

-         ¿Te habías desmayado antes?

-         E… si, pero no es nada, no te preocupes por mi.

Por que me decía eso, claro que me preocupo por ella, es lo que mas amo en este mundo. La ayudé a levantarse.

Se tambaleó y la cogí de la cintura corriendo, la apoyé contra mi, estábamos a escasos centímetros.

Se aparto después de unos segundos.

-         Jake, debo irme…

-         ¿Te acompaño?

-         Tranquilo, estaré bien

-         Lo dudo, te acompaño

-         Jacob, por favor.

¿Jacob? Nunca bueno casi nunca me decía por mi nombre completo, le pasaba algo seguro.

Iba delante mía y yo más atrasado.

Casi llegando la paré, le cogí del brazo y me miró fijamente, se puso delante de mi.

-         Que quieres Jacob

-         Alma, dime que te pasa, ¿puedo saberlo?

-         No me pasa nada, no te preocupes.

-         Me preocupo por ti.

-         No deberías.

-         ¿Estás segura?

-         Mucho.

-         Me preocupo…por qué…

Casi se lo digo, pero me callé. Agaché la cabeza como un perro que hizo algo mal.

-         ¿Por qué? ¿Por que soy una niña que no sabe cuidar de ella? ¿Es eso?

-         No

-         ¿Entonces?

-         Déjalo Alma… ya hablamos.

-         Adiós.

Se le cayeron las lágrimas otra vez. No podía verla así.

Tenía que averiguar por que estaba así, ¿le ocurría algo conmigo?

Me fui a casa triste, un poco triste por que no soportaba verla así.

 

 

Narra Alma

 

 

 

Me volví a desmayar y Jake apareció, era un ángel, pero me comporté fatal con él, lo reconozco.

Cuando me dejó en casa me puse a llorar, me sequé las lágrimas antes de entrar.

Respiré hondo y entre.

-         Cariño.- me dijo mi madre

-         Mamá. Que tal todo

-         Bien, y ¿tu?

-         Bien.

-         Miente.- dijo mi padre serio.

-         Papá! Podrías no hurgar en mi mente, ojala tuviera el mismo don que mamá.

-         Lo siento cariño.- dijo mi padre.

-         Alma, no le hables así a tu padre

-         Lo siento, pero me fastidia mucho.

-         Lo siento cariño. Pero si necesitas ayuda dínoslo.

-         Tranquilos.

-         Come algo

Comí lo que mi madre me preparó, comí poco, no tenía mucha hambre, tenía el estomago cerrado, estaba nerviosa.

-         No quiero que caigas enferma.- dijo mi padre.

-         No tengo hambre, si tuviera estaría comiendo.

 

Pasaron las horas y a las cinco de la tarde empecé arreglarme.

Me puse una falda rosa con unos tirantes que iban ya, y una camiseta de tirantes negra.

El pelo me lo planché liso.

Me pinté con tonos carne y rosa claro.

Cuando estaba arreglada me despedí de mis padres y me fui donde había quedado con Andrew.

Aun no estaba así que me esperé en el banco.

-         ¡Guapa!.- me gritó un chico que iba con los amigos.

Pasé de ellos.

-         ¿Quieres venirte de fiesta con nosotros?

Me levanté sin decir nada, estaba asustada, eran más mayores que yo.

Me acercaron a mí un poco.

-         Venga, vente…

-         No…- dije casi para mí.

Uno se me arrimó, el que me dijo guapa al principio.

-         Que quieres…- le dije.

-         Nada, pasarlo bien, te apuntas

-         Déjame

-         Por que, no quieres venir conmigo ni con mis amigos?- me guiñó un ojo.

Miré hacía atrás a ver si veía a Andrew.

Pero nada.

Recé todo lo que sabía.

-         Venga, vamos.

Me cogió de la cintura arrimándome hacía él, me dio un beso en la cara.

Me intenté apartar pero no podía.

-         Quita…- le decía

-         Venga, se que te gusta.

-         Te he dicho que te quites!- le di un empujón antes de que me besara en los labios.

-         Joder con la niña… ven vas a saber lo que es bueno.

Me cogió del brazo estirándome pero por suerte yo tenía más fuerza que los humanos, me resistí.

-         ¡Eh! ¡Tú! Déjala en paz.- le gritó Andrew a ese que me estaba estirando.

-         ¡Andrew!

Me alegre mucho de verlo, ese tío me dejó en paz.

-         ¿Algún problema con este?- dijo Andrew

-         No tranquilo…

-         Eso, tranquilito nene.

-         Vete tu y tus amigos, dejadla en paz.

-         Uy… vale. – vaciló.

Me fue y por última vez se giró y me guiñó un ojo.

Le di un abrazo a Andrew.

-         Gracias.

-         ¿Te ha hecho algo?

Me cogió de la cara mirándome a los ojos.

Sonreí.

-         No, gracias que llegaste a tiempo.

-         Bueno… si te vuelven a molestar ya se la verán conmigo.

-         Tranquilo…

-         Bueno… cambiemos de tema

-         Si mejor.

-         Estas guapísima.- me dijo

-         Tu también.

Fuimos al cine y compramos las entradas.

-         Dos para Rec 2.- dijo Andrew a la chica de la taquilla.

Compró las dos entradas, las pagó él.

-         Andrew no hacía falta…

-         Quería invitarte

-         Pues deja que compre yo las palomitas al menos.

-         Bueno…

-         Bien.- di unos aplausos.

Reímos.

Fuimos a por las palomitas.

-         Quieres el combo?- me preguntó Andrew

-         Eso que es

-         El combo es el más grande, pero no es muy grande, incluye lo de las palomitas y la bebida, y te regalan cosas, si quieres lo compartimos.

-         Vale.

Me costó 4€, era barato.

Entramos para ver la película.

Empezaron los anuncios…

Por fin la película.

-         Oye… si ves que no me muevo es por que estoy muerta…del miedo.- le dije susurrando.

-         Mujer… no será para tanto.

Sin comentarios, pensé.

No comí muchas palomitas.

-         Coge palomitas, me las terminaré todas.

-         No tengo hambre, estoy llena, comételas tú.

En un momento de la película me asuste, y sin querer me tape los ojos y agaché la cabeza al hombro de Andrew, me dio un susto y miedo, de verdad.

Esta noche volvería a tener pesadillas pero no de Jacob, aparte, de la película.

-         Lo siento…- le susurré, volviéndome hacía atrás.

-         Tranquila, no pasa nada.

Terminó la película; fuimos andando asta su casa.

-         ¿No quieres que te acompañe? – me preguntó.

-         No, tranquilo. No pasará nada.

-         Si pasa algo… llámame.

-         Tranquilo.

-         Nos vemos mañana.

Era de noche, daba un poco de miedo ir por la calle oscura y entrándote al bosque.

Fui por la carreta, muy oscura, noté como si alguien me siguiera, no hice caso, seguí la ruta.

Oí un ruido y me giré.

Entonces vi a dos chicos, reconocí a uno, era el de la misma tarde, y el otro parecía uno de los amigos.

Estaban  un poco lejos de mí. Me seguían. Me asusté un poco.

Empezaron a llamarme… pasé olímpicamente de ellos.

Aceleré el paso.

-         No corras- me dijo el de la tarde.

Entonces me estiraron del brazo, me giró hasta dejarme cara a cara.

-         ¿Por que corrías? ¿No quieres pasártelo bien?

-         Déjame…

Me resistí a él.

Entonces me metió mano, me tocó el culo y me besó en la boca.

Lo aparté fuertemente dejándolo caer de culo.

Eché a correr.

Me choqué contra alguien, era grande.

Me temí por si era el de antes. Pero me fijé que era Jacob, ¿Qué hacía él aquí?

Pero en ese momento se me cayeron las lágrimas y lo único que hice fue abrazarlo. Un impulso que tuve.

-         Alma, que pasa…

-         Jake… Jake…- me puse nerviosa.

-         ¿Qué te pasa?

-         Por favor, que me dejen en paz….

-         Quien.

-         Esos… por favor, no quiero que me hagan daño…

Jake me puso detrás de él, lloraba sin parar.

Me dio un abrazo, como necesitaba sus abrazos…

-         ¿Son esos?- me pregunto.

-         Si…

-         Quédate aquí.

-         Jake…cuidado

Me sonrió y me dio un beso en la frente, por dios… no quería que pasara todo esto, necesitaba a Jake a mi lado, lo amaba demasiado.

Se fue cara a ellos, yo le seguí poco a poco.

-         ¿Algún problema con la chica?- preguntó Jake.

-         No, queremos invitarla a una fiesta… pero no quiere

-         Entonces… no insistáis. Dejadla

-         Y quien eres tu para decirlo

-         Su amigo.

-         Claro… bueno, ¿y si no queremos dejarla?

Entonces Jake puso cara enfadada y salió un rugido feroz de su pecho.

Estos se echaron hacia atrás.

-         Vale tío…- dijo el otro, el acompañante.- dejémosla en paz… no quiere

-         Por esta vez…

Se fueron de mala ostia, pero me quedé más tranquila.

Entonces empecé a tener mal de cabeza, me mareé.

Notaba como si me iba a desmayar de un momento a otro, así que hice las respiraciones una y otra vez.

Jake se acercó a mí. Temblaba un poco.

-         No te molestarán más.- me dio un abrazo.

-         Gracias Jacob, no se que hubiera ocurrido al no estar tu…

-         Más vale no pensarlo, me pongo furioso.

-         Lo siento, lo siento mucho.

-         Por que .- me contesto

-         Por haberte tratado así estos últimos días, lo siento mucho.

-         No pasa nada.

Cerré los ojos, estaba muy mareada.

Le cogí la mano a Jake. Este me miró y sonrió.

-         Jake… puedes llevarme a casa, no llegaré

-         Por

-         Estoy mareada…

-         Tranquila. Quieres sentarte o te llevo en brazos

-         No, no, peso mucho

-         Tonta.

Me cogió en brazos como si pesara como una pluma.

Me puso a su espalda, cuidadosamente.

-         Estarás bien el camino que queda.

-         Creo que si.

Empezó a correr y menos de 5 minutos llegamos a mi casa.

Me bajo de su espalda, y llamó a la puerta de mi casa.

-         ¿Estas bien?- me preguntó.

-         Si, gracias y lo siento.

Abrió la puerta mi padre. No quería decirle lo que había pasado, seguro que lo descubriría él solito.

Me abrazó, y le dio las gracias a Jacob.

-         Jacob, gracias.

-         No pasa nada, nos vemos.

Mi padre y Jacob intercambiaron unas miradas.

Jake se fue. Mi madre no estaba.

-         ¿Y mamá?

-         Cazando.

-         Vale.

-         Hija, que te ha pasado

-         Como si no lo supieras

-         Prefiero que me lo cuentes, si quieres.

-         Ahora no papá, estoy demasiado cansada.

-         Vale, buenas noches, si necesitas algo llámame.

-         Gracias.

Capítulo 7: Deprimida Capítulo 9: Estoy preocupado

 


 


 
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