La chica de mis bajas pasiones. (+18)

Autor: Samanthablack
Género: + 18
Fecha Creación: 31/05/2013
Fecha Actualización: 16/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 11
Visitas: 11273
Capítulos: 8

Está historia no es una más de solo sexo.

 

El amor, la pasión y el deseo se unen para darle vida a Isabella Swan y llevarla al camino de su felicidad.

 

 Edward Cullen, el típico hijo  de papi, millonario, piensa que tiene todo y que nadie le negara nada, pero un día llega una chica que le pondrá patas para arriba todo su mundo.

 

 

Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer.

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Capítulo 8: Mi casa, tu casa.

Mi casa, tu casa.

Cansados pero sonriendo, fue como terminamos los dos tirados en el sofá.

-Creo que jamás me cansare de esto-

-¿Sabías que esto no está bien?- lo mire directo a la cara, completamente desnuda es como yo estaba.

-¿Y porque estaría mal? No te estoy forzando-

-No me estas forzando, pero no tenemos ningún compromiso de por medio, es como si me tomaras como amante, como una cualquiera con la cual desahogarte- 

Me miro, su mirada cambio en segundos, la felicidad y el brillo que había tenido minutos antes desapareció y ante mi estaba ese hombre al cual yo conocí una vez, se cambió rápidamente y yo lo hice igual, pero más calmado.

Apenas me estaba poniendo mi blusa cuando él se me acerco, tan feroz con su mirada, apretando mi brazo.

-¿Qué no fue lo que no entendiste ayer? ¿Acaso no te intereso escucharme? Dímelo- su agarre en mi brazo me lastimaba.

-Me duele- gimotee mirando mi brazo.

Me soltó, me miro como si yo fuera algo horrible, y eso fue como un puñal en mi corazón.

Me termine de poner mi blusa y me senté de nuevo en el sofá para ponerme mis converse.

-Te escuche a la perfección ayer, recuerdo cada palabra, cada caricia, ¿Sabes porque? Porque fue especial, porque fue mi primera vez, pero no soy tu novia, y tampoco creo que entre en la categoría de amiga, ¿Entiendes? Mi madre decía que si una chica se acuesta con un hombre, que no es su novio ni su marido, se le es considerada una pro…- me callo, se arrodillo y puso sus manos en mis labios, mis ojos tenían lágrimas.

-No llores, no quiero verte llorar por mi culpa, lamento esto, lamento no poder controlarme, y lamento también no haberte pedido nada antes, lo tenía en mente pero ya no tuve tiempo, tu eres más que una amiga, mas que una simple novia, eres parte de mí y si no estás a mi lado me volvería loco, hoy fue una completa tortura, estaba a punto de ir por ti, de estar contigo, de olerte, eres como una droga para mí, no puedo tenerte lejos más de un minuto, es un infierno-

Sus manos acunaban mi cara, sus ojos brillaban de nuevo, con mis manos acaricie suavemente su pecho y sus brazos.

-Creo que ambos estamos enfermos, yo tampoco puedo estar lejos de ti por mucho tiempo- sonreí un poco.

Se me quedo mirando, no sabía que pensaba pero sabía que era algo bonito, ya que su sonrisa ladina se asomó haciendo que mi día brillara de nuevo.

-¿Quieres ser mi novia? Que esto es muy poco, pero si te pido que te cases conmigo no aceptarías-

-Por supuesto que no, el matrimonio no está hecho para mí, no aun- sonreí divertida.

-¿Entonces qué dices?- levantó sus cejas de una manera muy sexi.

-¿Enserio? Pensé que ya sabias mi respuesta, ¡Claro que sí!- reí feliz y aventándome a él, tirándolo a la alfombra.

-Oye, si siempre que te de una noticia así te portaras tan efusiva, lo are más seguido- le golpee el hombro suavemente y negué, pero reí de nuevo.

Lo bese suavemente pero sin que el beso fuera a más allá.

-Tengo que trabajar, además tengo tarea que hacer, por cierto, quiero pedirte un favor- mi sonrisa aun no desaparecía de mis labios y el brillo de sus ojos tampoco desapareció, él estaba feliz.

-Lo que quieras, pídeme- se sentó recargándose y haciendo que yo me sentara en su regazo.

-En la universidad me encargaron llevar fotografías y…-

-No veo lo difícil-

-Cállate, déjame terminar.- levante mi mano y lo use en su mano, el divertido levantó sus manos como en son de paz.- Me encargaron unas fotos, pero tengo que escoger un tema, deberá ser una exposición de esas fotografías, una no sé qué tema escoger- mordí mi labio pensativa.

-¿Y qué es lo que me quieres pedir?-  empezó a acariciar mis brazos.

-¿Podrías decirme uno de tus escenarios? No lo sé, es que aún no sé qué tema escoger-

-Para que escojas un tema en específico tienes que tener los post y los contra, también tienes que saber qué es lo que es permitido y lo que no, ¿Te permiten el Photoshop? –

-No, eso sería descalificación y reprobaría la materia y perderia mi beca-

-Bueno, entonces tienes que usar los recursos naturaleza que tienes a tu alrededor-

Él me hablaba serio pero a la vez cariñoso, era como si me estuviera dando datos de vital importancia, y la verdad es que se lo agradecía, me serviría mucho.

-¿Crees que Logan pueda ayudarme con eso de la fotografía?- mordí mi labio nerviosa.

-Claro, no creo que se niegue, puedo pedirle que te ayude, es mas ahora mismo vamos con él y le pido que te explique algunas cosas- me ayudo a pararme.

-Otra cosa, ¿Crees que pueda hacer mi tarea aquí? Me refiero a unos ejercicios en mi libreta, tengo que pasar lo más importante de un libro-

-Claro, se supone que ahora eres mi novia, además de que no puedo negarte nada- me acorralo contra la pared y me beso, acariciando mis costados y mi rostro también.

-Qué bueno que lo dices, porque tienes que ir a una junta sobre la graduación, se supone que eres mi tutor ¿No?-

-Sí, ¿Pero ir a una junta en la universidad? Genial, señoras metiches que hablaran y hablaran como si de eso vivieran- reí divertida, me solté de su agarre y fui por mi cámara, mis cosas las puse en el sofá acomodándolo bien, más tarde vendría para hacer mi tarea.

-Serás uno más en el mundo de "las señoras habladoras" mis hermanas no están así que no pueden ir, y a mí me quieren con alguien que tenga mi tutela aunque sea "independiente"-

-Está bien, ¿Cuándo será esa junta?- se acarició las cienes, se no taba que no le gustaba ese ámbito de las "señoras habladoras"

-El miércoles de la semana que viene-

Empezamos a caminar mientras hablábamos, agarro mi mano y la entrelazo, así fue como anduvimos entre toda la gente que miraba sin creerlo.

(*****)

Edward.

La sentía tan mía, tan cálida a mi lado, su sonrisa era la que iluminaba mi día, hoy por la mañana cuando ella no estaba me sentía tan agobiado, tan irritable, pero cuando ella llegó y me saludo con una hermosa sonrisa todo se tranquilizó, mi corazón empezó a latir normalmente y mi respiración se calmó, todo fue mejor, pero fue aún mejor cuando pude sentirla de nuevo, cuando pude hacerle el amor otra vez y poder venirme en ella.

Además de que ahora era mi novia, se me podía acusar de enfermo depravado pero es que esa niña causaba cosas en mí, cosas que ni yo mismo podía explicarlo.

-Buenas tardes señor Cullen- saludo logan, quien al mirar mi mano entrelazada con Isabella sonrió.

-Buenas tardes Logan, ¿Cómo vas con la sesión?-

-Por ahora todo bien, ningún contratiempo y ya solo faltan algunas fotos-

-Qué bueno, así puedo pedirte algo-

-Claro-  empezó a limpiar la lente de la cámara y me miraba en segundos.

-Quiero que le expliques a Bella sobre la fotografía, tiene un trabajo que hacer y ella aún tiene algunas dudas, crees que podrías ayudarle un poco-

-Claro que sí, cuando ella quiera yo le explico- miramos a Isabella quien se sonrojo un poco al obtener nuestras miradas en ella.

-¿Podría ser mañana? Hoy tengo tarea que hacer-

-Claro, mañana entonces será, estaré aquí cuando quieras-

-Gracias- ella sonrió amablemente.

-¿Te quedas aquí o bienes a la oficina para hacer tu tarea? – la mire mientras la estiraba un poco.

-Iré en unos minutos, necesito recoger unas cosas para el trabajo, deje mi libro aquí por accidente hace unos días-

-Está bien, te esperare-

Solté su mano y un hueco en mi pecho se hizo. Subí al ascensor mirando como Isabella me sonreía y yo le devolvía una sonrisa torcida, sabía que a ella le gustaba.

Fui hacia mi despacho, y seguí checando los legajos donde tenía que revisar bien los contratos que tenía pendientes, además de que estaba preparando la habitación de Bella, aunque preferiría dormir en la misma cama, pero sabía que ella necesitaba su espacio.

-Sarah, hoy iré con la señorita Swan, ayer te comente y espero que este todo listo-

-Sí señor, de hecho ya trajeron los nuevos edredones de la cama de la señorita, ahora mismo preparo la cena para ustedes-

-Gracias Sarah, cuando termines de todo eso puedes irte a tu casa-

-Gracias señor-

-Adiós- y colgué, Sarah era mi empleada, ella se encargaba de tener mi casa limpia, yo vivía solo a pesar de ser el menor de los hermanos, Jasper vivía con mis padres al igual que Emmet, aunque ahora ya no vivirá mas con ellos, esta con Rosalie, la hermana mayor de Isabella.

Mire el reloj y ya habían pasado quince minutos, la puerta se escuchó pero apenas iba a hablar cuando la abrieron y serraron de un portazo.

-Claro, adelante- sonreí divertido.

-¿Cómo se le ocurre a esa hija de perra?- susurraba enojada, la mire con más detalle, estaba sonrojada pero su cabello estaba algo despeinado, además de que respiraba algo fuerte.

Me pare de mi asiento y fui hasta donde ella estaba.

-¿Qué pasa?- le acaricie el brazo.

-¡Esa maldita perra! ¡Eso es lo que pasa! – gritaba enojada, sí que estaba muy enojada.

-¿Quieres explicarme?- ella me miro a los ojos, sus ojos estaban tan brillantes y sus mejillas sonrojadas, camino hasta mi escritorio y agarro mi pequeño florero de color negro, lo estrello contra la pared y después agarro el lapicero.

La deje que sacara su furia, sabía que era una manera de hacerlo.

-¡Maldita perra! ¡Maldita zorra! ¿Cree que soy como ella? ¡No! Te juro que si la veo le arrancare su cabello por completo- susurro esto último dejándose caer en la silla.

Suspire y me acerque a ella, me hinque enfrente tomando sus manos y acariciándolas.

-¿Quieres explicarme que paso? No entiendo nada-

-Kate, ella dice que tú estás conmigo porque solo me acosté contigo que estarás conmigo solo hasta que yo te de lo que quieres, que ahora me subirás el puesto porque me acuesto contigo, ¡No soy como ella!- empezó a llorar desesperadamente.

La levante y la acurruque en mis brazos, me dolía cuando lloraba.

-No llores pequeña, no me gusta que llores, sabes que lo que ella dijo no es cierto, yo te quiero más de lo que jamás imagine, sin ti mi vida ya no tiene sentido, ahora tu eres mi vida y si estoy contigo no es para usarte, es porque yo quiero estar contigo, porque te amo, escúchame bien, no importa lo que los demás te digan, lo que yo te diga es lo que siento, nadie más sabe lo que yo siento ahora por ti- sorbió por su nariz.

-No dudo lo que sientes por mí, es solo que me da coraje que ella me catalogue por algo que no soy, yo no soy la zorra que se mete en la cama con cualquiera para subir de puesto, yo me gano lo mío-

-Lo sé, no tienes que decir eso, yo sé que eres diferente tal vez por eso me enamore de ti, tengo algo para que no pienses en eso-

-¿Qué es?-  logre captar su atención y sonreí al verla así.

-Ya puedes instalarte en mi casa, vivo solo pero tengo una empleada que se llama Sarah, ella es la que se encargó en la mayoría de cosas para ti, ¿Quieres ir?-

-Sí, no quiero hacer trabajos hoy, mañana lo are- asentí y agarre sus cosas.

Ella se limpió las lágrimas y me siguió cuando me vio salir, pero se regresó al despacho y salió con mi saco, sonreí al mirar ese gesto.

Bajamos hasta el primer piso y salimos al aparcadero donde estaba mi auto, subí las cosas de ella en el auto trasero y le abrí la puerta, después me subí yo, arranque y conduje hasta donde estaba mi casa, ella miraba maravillada cada cosa, los arboles eran grandes y más en mi casa, era de dos pisos mi casa y muy acogedora, era más como una cabaña.

Cuando llegamos me estacione en la puerta, ella soltó un bufido sorprendida, después sonrió maravillada.

-¿Te gusta?- la mire con las llaves en mano.

-Es muy bonita, sí, me gusta mucho-

-Ahora esta también es tu casa, mi casa es la tuya, lo mío es tuyo-

Ella me miro sonriendo y salto a mis brazos, yo la recibí complacido por su actitud, era maravilloso verla sonreír así, me complacía y me sentía satisfecho.

-Ven, quiero mostrarte todo, quiero que te sientas como en tu casa y cualquier cosa que quieras o necesites no dudes en pedírmelo- ella asintió y se soltó de mi agarre, me quito las llaves y corrió hasta la puerta, sonreí divertido.

Esta niña jamás me cansaría, era imperativa además de dulce y amable, pero salvaje cuando se trataba de defenderse, era una caja de sorpresas y eso me encantaba, la rutina sería imposible con ella.

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Hola chicas!!!

 

Antes que nada pidomil disculpas, me demore por un dia =D  es solo que habia tenido unos problemas familiares y ademas mucha tarea, pero aqui les dejo el capitulo y mas largo de lo normal,  espero sus comentarios, asi sabre como continuar el siguiente capitulo!!

Capítulo 7: Un nuevo amanecer

 


 


 
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