Un gran cambio

Autor: emmaly76
Género: Romance
Fecha Creación: 11/03/2013
Fecha Actualización: 24/09/2013
Finalizado: SI
Votos: 5
Comentarios: 17
Visitas: 50113
Capítulos: 28

 

Nunca imaginé que al ganarme un viaje por ser la mejor en mi trabajo: traería a mí un gran cambio... El ser hija única e ignorada por mis padres, quienes aprovecharon la mínima oportunidad para deshacerse de mí, me trajo el mejor de los regalos... soy Isabella Merie Swan, perdón Isabella Merie Cullen y ésta es mi historia... (Corregido)

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Capítulo 8: ¡sorpresa!

Esa noche no dormí, pero no le dije nada a Esme, entre mas se acercaba el día de la llegada de Edward más nerviosa estaba, no es que no deseara verlo… ¡MORIA POR PODER VERLO Y BESARLO, ABRAZARLO, LLENAR MIS PULMOMES CON SU AROMA! No sé si sea por el estrés o algo pero mi visitante mensual no vino, no tenia síntoma alguno de que estuviera embarazada, y temía hacerme una prueba casera.

Estaba en la cocina preparando el desayuno para Esme y para mí ella notaba mi nerviosismo pero solo me abrazaba y susurraba a mi oído palabras de ánimo para cualquier cosa que estuviera sucediendo.

-buenos días Bella.

-buenos días Esme, ¿qué tal te sientes hoy?

-muy bien cariño, muero por ver la cara de Carlisle cuando me vea y me escuche hablar.

-estará muy emocionado como todos, y más que te has negado a hablar con ellos.

- solo quiero sorprenderlos cariño.

- y valla que lo harás.- reímos y me abrazo.

-no lo hubiera podido hacer sin ti hija, gracias por tu dedicación.- ¿Por qué dice eso, me quiere hacer llorar?

-es tu esfuerzo lo que lo ha hecho Esme.

-pero tu apoyo ha sido básico. ¿Sabes que te quiero como una hija verdad?-solo afirme con la cabeza y la abrace fuerte llorando como magdalena.

-debemos desayunar, te toca la primera terapia a las nueve y falta una hora.

-si mamá- así me decía cuando le mandaba algo.

Desayunamos entre charlas, me conto como desde que adopto a los chicos tubo una conexión especial con Edward, y Alice le ha alegrado la vida desde que está con ellos, tener a Emmett es como tener un niño en casa siempre, jazz siempre ha sido tranquilo y es el complemento perfecto de Alice… mientras Rose siempre ha sido orgullosa y de carácter difícil.

-…luego Emmett quería demandar a la compañía de los videojuegos por hacerlos tan complicados y que no podía para de nivel…- termino de contarme Esme una de las tantas locuras de Emmett.

-…en serio Esme, creo que con los hijos que tienes jamás te aburrirías.

-lo sé cariño, en fin vallamos al hospital porque mañana llega Edward y creo que pediré que me atiendan sola un par de días ya que no podre llevar asistente…

- ni lo sueñes, de todas formas iré contigo, o iremos cuando llegue.

-como digas mamá.

Salimos de casa, desde temprano. Como no podía dormir, mientras Esme aun dormía había hecho un tiramisú para la comida de bienvenida que le preparaba a mi esposo.

Las terapias acabaron a tiempo y como siempre Alec el terapeuta alabo a Esme por su gran mejoría. A partir de la próxima semana la daría de alta y solo tendría revisiones mensuales.

-cariño, me esperas aquí, voy a entrar a hablar con Alistair al parecer quiere explicarme como Salí en los estudios de ayer...

-¿no quieres que valla contigo?..

-estaré bien, solo es para ver los avances.

-te espero en la cafetería entonces.

Tome un jugo de naranja y una rebanada de pay de queso. Me senté en una de las mesas y revise el teléfono por milésima vez, después de la llama de buenos días Edward no me había mandado ningún mensaje, le mande tres yo pero no quise enviarle más para no parecer acosadora.

-¿puedo sentarme contigo?- llego Alec a donde yo estaba.

Me encogí de hombros, los últimos días no me agradaba mucho la forma en que se me acercaba, en fin.

-¿por qué tan sola?-pregunto acercándose a mí, y yo me hice a un lado.

-solo espero a Esme.

-nunca entendí eso de la familiaridad con ella…digo si solo eres su enfermera miro que te trata mas como alguien de la familia…

Eso me molesto –que carajos le importa-no creo que deba darte explicaciones…

-no me importa, lo que sí es una lástima es que con el alta de Esme ya no podre verte tan seguido… ¿Qué te parece si vamos a tomar una copa esta noche?

Pero no logre contestar ya que unos brazos y un aroma bastante conocidos me envolvieron- lo siento pero Bella no estará disponible esta noche…para serte totalmente sincero no estará disponible ninguna noche para otra persona que no sea yo (N/A me encanta esta frase)…disculpa permíteme presentarme soy Edward Cullen…esposo de Bella.

-Alec Thomas, kinesiólogo de este hospital.- se estrecharon la mano pero me di cuenta de que ponían mas fuerza de lo normal.

-hola bebé.-me dio un señor beso como diciéndole a Alec es mía no te acerques. Y aunque me sentía algo incomoda me encantaba este Edward celoso.

-hola esposo, te esperábamos hasta mañana.

-termine antes y tome el primer vuelo…. Moría por verte bebé.

-y yo esposo viejo, no tienes idea de cuánto te extrañado.

-claro que sí.

Nos encerramos en nuestra burbuja tanto que ni cuenta me di cuando Alec se fue, ni me importaba, ahora me sentía completa, ese vacío de mi corazón ya se había ido y él lo llenaba por completo.

- ¿nos vamos chicos?- pregunto Esme cuando estaba a nuestro lado provocando que Edward diera un salto y la mirara de pies a cabeza totalmente en shock.

-¿mamá?

-no cariño soy María Antonieta.

-¡MAMA!, pe...pe...pero ¿Cómo? ¿Cuándo?

-bueno pues como con mucho esfuerzo y apoyo- me guiñó el ojo- y cuando, pues cada día un poco mas hasta ahora.

Entonces Edward reacciono y la abrazo fuerte llorando en su hombro.

-no tienes idea lo feliz que estoy de verte así mamá, me asuste demasiado…no tienes idea cuanto me dolió el solo imaginar…

-shhhh, tranquilo hijo todo paso.

-gracias a Dios, te amo mamá.

-anda vallamos a casa que tengo hambre tanto ejercicio me ha abierto el apetito.

- y que comeremos, ya extraño su comida.

-bueno pues aquí mamá Bella ha sido muy estricta con mi dieta creo que hoy toca pechuga a la plancha con verduras horneadas y jugo de cítricos.

-ah, pero hoy por ser un día especial habrá postre y no será solo fruta.

-que esperan vallamos a casa- nos apuro Esme... creo que ya deseaba salirse un poco del régimen tan estricto.

Cuando llegamos a casa metí las verduras al horno, ya las había dejado en el refrigerador marinando en una salsa especial para que tuviera mejor sabor, al igual que las pechugas. Me encantaba marinar todo antes de cocinar era de la idea de que si lo dejabas reposar un tiempo tenia mejor sabor.

-bebé, esto esta delicioso… si esta es tu dieta mamá, no creo que la pasen tan mal.

-créeme, cuando no tienes permitido comer otras cosas por mas delicioso que este llega un momento en el que… deseas cambiar el menú- volteo a verme con una sonrisa- entonces mamá ¿merezco postre? –hizo el puchero marca Cullen, patentado por Alice.

-lo pensaré- le guiñe mientras me levantaba de la mesa para traer el tiramisú.

Escuche cuando Edward le preguntaba.- ¿Por qué le dices mamá a Bella?

-bueno desde el primer día que se quedo a cargo mío se ha portado como mamá gallina cuidándome en todo momento, de que cumpliera todas las recomendaciones de cada médico al pie de la letra sin pasar ningún detalle.

-ella es muy especial mamá.

-lo sé y me alegra mucho de que la hayas traído a la familia, tuviste mucha suerte al encontrarla.

- soy el hombre más afortunado del mundo por tenerla mamá.

Y yo lloraba como magdalena en la cocina, yo soy la suertuda por tenerlos en mi vida, me limpie la cara y lleve el postre serví una ración Para cada uno.

-Esto esta delicioso Bella.

-bebé, eres asombrosa, me encanta todo de ti…- me beso en los labios. Pero nos interrumpió el teléfono de casa y respondió Edward mientras Esme y yo recogíamos la mesa.

-no Emmett no soy tomatito…si aquí están ellas… si mama-le hicimos señas de que no dijera nada- ella está mejor….no te voy a dar detalles…Bella no ha hecho la tarta de chocolate… si Emmett yo le digo, aunque en este momento me estoy comiendo una rebanada del mejor tiramisú del mundo…-se alejo el teléfono del oído por algo que le grito Emmett…no tienes porque tomar el primer vuelo de regreso…está bien cuando vuelvas le diré a bella que te haga los postres que dices.

Cuando termino la llamada, Edward se rio hasta las lagrimas de lo que sea que le haya dicho Emmett. Después de que se calmo nos platico que todo había quedado ya bien en la oficina de chicago y ya no va a tener que estar allá. Que se quedaría en las de Washington. Esme nos insistía en que saliéramos para disfrutar del otro pero no nos agradaba la idea de dejarla sola, aunque Sasha viniera todos los días.

-hijos voy a estar bien, solo voy a leer y descansar- enarque una ceja- y también hare mis terapias por la tarde, la verdad es que necesitan tiempo a solas.

-gracias mamá eres la mejor.

Salimos de casa de Esme con la idea de hacer grandes cosas, como pasear por ahí ir al cine, cenar… pero terminamos encerrados en un hotel recuperando parte de los quince días perdidos… no me quejo, no pude haber deseado algo mejor. Cuando llegamos a casa Esme estaba trabajando en unos bocetos de decoración, al parecer me mintió y volvió al trabajo.

-¿con que haciendo travesuras? ¿Que no quedamos en que no harías nada de eso?- cuando me escucho pego un salto y me hizo un puchero

-solo es porque estaba aburrida…pero si leí mucho e hice mis terapias.

-sabes que debes cuidarte no queremos que tengas una recaída Esme- le dije mientras la abrazaba.

-quiero creer que la pasaron muy bien como para estar dos días desaparecidos.

-¿?

-creo que mi esposa bebé perdió la noción del tiempo.

-contigo pierdo la noción de todo esposo viejo.

-y yo contigo bebé.

-entonces chicos, ¿qué haremos? Carlisle llega hoy y quizás Alice también- oh, oh espero que no venga la bruja con ella- me gustaría que cocináramos algo especial para recibirlos.

-¿y qué tienes en mente?

-bueno yo puedo preparar el platillo principal, Edward haz la ensalada de la abuela y bella me encantaría que hicieras esa tarta de chocolate que tanto hablan.

Y nos pusimos en acción cada quien haciendo algo, Carlisle llegaría alrededor de las seis e iría Edward a recogerlo en el mercedes de Esme. Todo estaba listo, Esme hizo comida como para un batallón… nos sentamos en la sala a esperar, cuando oímos el ruido de auto Esme se acostó en el sofá tapándose con una manta.

La puerta se abrió, y entro un desfile no solo Carlisle, venían todos…incluyendo la rubia de hiel…Emmett grito, muy fuerte

-¡MAMA, tu bebe está en casa!- ganándose una cojera por parte de Rosalie.

-shhhh, dejen descansar a mamá, ella debe estar tranquila vallamos a dejar el equipaje a las recamaras y luego venimos a ver si ya despertó.- les reprendió Edward guiñándome el ojo.

-¿Carlisle puedes cuidar a Esme por favor mientras reviso el horno?-le pregunte- ah por cierto bienvenido.

-gracias Bella, y claro que me quedo con ella no te preocupes.

Entramos Edward y yo a la cocina a tener una sesión de besos para darles privacidad a sus padres, después de un tiempo, que para mí fue poco porque estaba muy ocupada besando a mi esposo, pusimos la mesa… los chicos bajaron.

-wow Bella esta comida se ve igual a la que cocina Esme…-dijo Alice con una sonrisa como diciendo yo sé todo.

-será porque yo lo he cocinado- dijo Esme llegando abrazada de un Carlisle lloroso.

Todos se quedaron viendo con cara de wtf, y después gritaron rieron lloraron y abrazaron a Esme hasta el cansancio.

-bueno chicos hay que comer antes de que se enfrié, nos mando Esme.

- si mamá- dijeron al unísono y se sentó cada quien en su lugar, me di cuenta de que la rubia sonreía y así se miraba más hermosa todavía.

-bueno, ma ¿Por qué no nos dijiste que estabas así de bien?

-quería darles la sorpresa.

-y valla que nos sorprendiste cariño, pero ¿cómo es que te recuperaste tan bien en tan poco tiempo?

- bueno fui persistente en las terapias, las hacía tres veces ala día y mamá Bella siempre estuvo pendiente de que todo estuviera en orden.- la rubia hizo una mueca cuando me menciono, pero la ignoré.

-solo cumplía con mi parte Esme.

- el levantarte en la madrugada ara estarme dando media hora de masaje cada tres horas, sin que se me pasara un solo minuto, vigilar que me tomara los medicamentos a la hora exacta…acompañarme y ayudarme en las terapias, vigilar mi alimentación haciendo cada hora de comida lo que el médico señalaba… el hacer conmigo las practicas de lenguaje para que no me desanimara y regañarme cada que me daba por vencida es más que solo cumplir tu parte cariño… gracias.- no resistí y me levante para abrazarla, pero Emmett se sumo y terminamos abrazados casi todos, excepto la rubia.

-bueno, lo importante es que lo lograste Esme, eso por lo que vale la pena todo…

-bien Hija ¿qué te parece si traemos el postre?

-yo lo traigo mamá- se apuro Edward guiñándome el ojo.

Cuando salió y puso en la mesa la tarta Emmett chilló como una niña:

-tommy, tomatito….tarta de chocolate- si, el baquetón que Edward le había dejado donde corto un pedazo y se miraba el pan bajo el glaseado-tomatito hizo tarta de chocolate yea, yea, osito cariñosito comerá tarta de chocolate- bailaba y cantaba Emmett por todo el comedor hasta que la rubia de hiel lo calmó con una cojera.

-auch rose, ¿no ves que tommy tomatito me hizo mi tarta de chocolate que tanto le pedí?

-no lo hice por ti oso, según yo hoy solo venia Carlisle y la hice por él.

-oíste Emmett, esa tarta es por mi y por eso me toca el primer pedazo.

-pero pa…

-bueno tu el segundo porque tenias muchas ganas de comer.

-gracias pa, ya sé que soy tu hijo favorito.

-cállate Emmett o te quedas hasta lo último.

-si pa...-agacho la cabeza haciendo el puchero Cullen.

Todos reímos de la actitud infantil de Emmett y serví la tarta dándole una rebanada grande a Carlisle las otras las partí mas o menos parejas, pero la de Esme la partí pequeña porque a ella no le permitía el médico todavía comer mucha azúcar.

-bella ¿Por qué el pedazo de mamá es más pequeño?- pregunto la duende.

- pues porque el médico aun no le permite comer azúcar.

-pero hoy es un día especial Bella- se quejó Esme.

-si, pero anteayer abusaste del tiramisú y solo está permitido una vez a la semana y con hoy van dos de comer postre.

-si mamá.-claro ese si mama fue acompañado del puchero de la casa.

-ahora entiendo lo que decías cariño.-dijo un sonriente Carlisle.

Comimos todos de la tarta en una amena plática, a excepción de la rubia de hiel que le iba a quedar la cara torcida de tanto hacer muecas. Mire la hora y ya eran las once de la noche y tocaba el masaje de Esme.

-Esme, son las once- solo eso le dije y se levanto en silencio despidiéndose de los chicos y yo me fui tas ella, en la recamara se quito la ropa mientras yo preparaba los aceites y me lave las manos, cuando estuvo recostada en la cama semi tapada con una sabana comencé con el masaje.

-ya sabes que en este masaje te puede dormir, son muchas emociones y debes cuidarte…

-gracias Bella, por todo…y no le pongas atención a Rose… así es ella- Esme estaba en todo.

-gracias a ti Esme…por hacerme sentir parte de la familia…

-es que eres parte de esta familia cariño…-bostezo- creo que dormiré un poco.

-está bien Esme yo le digo a Carlisle que te despierte a la hora de tu medicación.

-aja…-creo que ya se durmió.

Tan concentrada estaba en el masaje que no me di cuenta de que todos estaban en la puerta viendo. Cuando termine la arrope con la manta especial que debería conservar por media hora más.

-yo también quiero un masaje tomatito…-voltee asustada cuando Emmett hablo, entonces se encendió el foco rojo de bella.

- lo siento Emmett pero estas manitas solo a Esme a mi pueden darnos masaje.-dijo el celoso de mi esposo.

´-¿y si yo pido uno?-pregunto Carlisle.

-claro Carlisle.

-es en serio Bella, desde que paso lo de…-se le quebró la voz- lo de Esme, al creer que la perdía, siento mis músculos de la espalda muy rígidos.

-claro Carlisle, prepárate y recuéstate a un lado de Esme.-la cama era enorme y cabían perfectamente los dos dejando espacio para moverme sin importunar a Esme.

-chicos afuera-corrí a todos y luego le di un beso fugaz a Edward-, espérame en la recamara esposo viejo, en un momento voy.

En serio que tenia la espalda llena de nudos el pobre de Carlisle, le di masaje una hora y lo arrope con las mantas antes de salir pues se quedo profundamente dormido. Cuando llegue a la recamara también mi esposo estaba profundamente dormido, así que me cepille los dientes y me puse el pijama. La mañana siguiente me levante a las once, cuando la alarma me sonó para el siguiente masaje de Esme.

- cuando Salí y me dirigía a la recamara Emmett me detuvo.-no te lo recomiendo tomatito, a pa y ma no les gusta que los molesten.

-lo siento Emmett, pero Esme necesita de su rutina.

-haya tu,- se encogió de hombros y se fue.

Toque la puerta y escuche pase de Esme.

Cuando entre Carlisle seguía dormido y ella iba saliendo de su ducha caliente.

-lista para empezar el día.

-claro, y creo que Carlisle tomo un somnífero anoche porque no ha despertado.

-creo que el somnífero fue un masaje que le di, después de ti, me comento de que sentía rígida la espalda y bueno- me encogí de hombros.

-gracias hija- se acostó en posición. Al terminar el masaje le di sus medicamentos y tomamos la valija con las cosas para la terapia.

El desayuno que le tocaba a Esme hoy era una malteada especial y dos tostadas naturales. Pero mi sorpresa al entrar a la cocina encuentro a Edward ¿llorando?... me asuste mucho y me acerque a ver que tenía…

-esposo ¿Qué pasa?...-sollozo- amor, ¿Qué tienes? ¿Te duele algo?

Sollozo limpiándose las lagrimas- no se …¿recuerdas ayer que cuando saque la tarta le faltaba?, tome un trozo para desayunármelo con un vaso de leche… y- sollozo de nuevo- cuando llegue por ella no estaba, estoy segura de que Emmett se la comió…pero era mía.-pataleo como niño chiquito- mira hasta me había servido mi leche- hizo un puchero.

-está bien esposo, ¿Qué te parece que cuando venga del hospital hago una para ti solito?- limpie sus lagrimas.

-pero tardaras mucho…- hizo el puchero Cullen.

-amor, el tiempo pasa volando…

-está bien- sonrió -¿quieres que las acompañe?

-claro esposo-lo bese- solo deja hacerle el desayuno a Esme, ¿quieres algo de desayunar?

-¿crepas con sirope de chocolate?

-claro, esposo ahorita te las hago.

-y también con chispas de chocolate y queso.

Me extraño pero bueno- ¿de cuál queso quieres?- lo hice de manera de broma.

-filadelfia.

-¿ok?

Cuando le eché las cosas a la licuadora para la malteada cuando lo hice Edward salió disparado de la cocina y yo tras él, entro al baño y vomitó hasta lo que comió la semana pasada. Le lleve un poco de agua natural y un poco de agua mineral, cuando se hubo calmado dijo:

-es la tercera vez que vomito desde que me levante, creo que comí demasiado anoche.

-entonces las crepas tendrán que esperar, porque no es bueno que comas eso cuando estas mal del estomago.

-bebé, solo una es que tengo muchas ganas de comer.

-¿y si vomitas de nuevo?

-nunca me vuelves a consentir en un desayuno.

-está bien, ve siéntate en el comedor ahorita te sirvo, tomate mientras el agua mineral en tragos pequeños.

-¿Cómo sabes tú que el agua mineral es buena para esto, bebé?

-lo que pasa es que la abuela de una compañera de trabajo me lo dijo una vez.

-bueno te espero entonces – me beso y él se fue al comedor mientras hacia el desayuno. Le di su malteada y las tostadas a Esme, serví crepas con queso y chocolate- Raro, en fin- Para mi esposo, y para mi rellenas de frutos rojos.

Después de desayunar, fuimos al hospital, con la promesa de hacer una tarta especial para Edward, cosa que no se me olvidaría ya que me lo repetía cada momento.

- de verdad señora cope la tarta de chocolate de bella es la mejor.-en serio oigo mencionar una vez más la tarta y cometo esposocidio.

-Pues espero que algún día me toque probarla.

-claro, ¿nos vamos bebé? , quiero mi…-lo calle- en serio esposo si dices una vez más la frase tarta de chocolate y no te dirigiré la palabra ja-mas.- entonces sucedió lo inexplicable. Se puso a llorar.

-amor, está bien te hare esa…cosa… todos los días si quieres pero no llores- lo consolé...

-lo prometes bebé- susurro haciendo el puchero marca Cullen- prometes que comeré….eso. Siempre.

-lo prometo esposo.

-gracias bebé, te amo.

- yo mas.

Regresamos a casa, con toda prisa, de Edward. Inmediatamente me puse a hacer la tarta, he hice dos para que Emmett no robara de la de Edward… no quería que se repitiera lo de esta mañana. Edward escondió lo que le quedo del suyo en un pequeño refrigerador que instalo en la recamara… exagerado lo sé.

La mañana siguiente me despertó un ruido en el baño, Edward estaba vomitando de nuevo. Fui con él y luego le subí el agua mineral.

- no debes comer tanto chocolate, esposo ya te está cayendo mal.

-está bien bebé.

La semana pasó muy rápido, Edward cada día se levantaba vomitando, pero note que se robaba el chocolate de la alacena, o salía y lo compraba. Mientras él y Emmett jugaban un videojuego yo leía otro libro sobre kinesiología era el tercero desde que llegamos aquí.

-Emmett, te gane a la buena, no seas así.

-hiciste trampa Eddie.

-sabes que odio que me digan Eddie, porque insiste en eso- reclamo Edward levantándose de golpe provocando que se mareara- y se dejara caer e golpe en el sillón.

-Eddie, ¿Qué te pasó?

-nada Emmett, solo me maree un poco.

-esposo si sigues comiendo chocolate así terminaras diabético.

-te lo prometo que lo dejare bebé, desde que estoy comiendo chocolate me estoy sintiendo mal.

- por fin me haces caso.

Al parecer su gusto por el chocolate se le había calmado, ahora se pasaba todo el día tomando leche. Hoy darían por completo de alta a Esme ya había cumplido un mes desde que enfermo y al parecer nos tenían una sorpresa.

Yo ya no iba con ella a las terapias sino Carlisle aunque si me encargaba de su masaje todas las noches. La rubia no hacía más que ignorarme cosa que agradecía porque no estaba como para aguantar su mal genio. En la tarde estaríamos las dos solas en casa, Edward tenía cosas que hacer y los demás no sé, pero estaríamos solas y sentía algo en mi pecho que lo oprimía como si algo malo fuera a pasar. En fin preferí ignorarlo.

Para no estar con ella decidí pasar toda la tarde en la recamara, mejor es evitar problemas…pero oí risas muy conocidas en la sala, y lo único que pensé fue otra vez no.

Tenía mucha sed y en el frigorífico de la recamara solo había leche… mejor no pregunten…además tenía hambre baje a la cocina, para mi suerte la rubia y la bruja no se dieron cuenta de mi presencia.

- ¿quieres decir que todavía sigue aquí la…cosa es que se dice llamar esposa de mi Eddie?

-bueno, más que comportarse como esposa de un Cullen se comporta como la chacha.

- pero ¿ya no trabaja Sasha con ustedes?

-oh sí, pero la cosa esa se ha declarado la cocinera, oficial.

-bueno debo admitir, que no cocina mal… una vez comí algo guisado por ella.

- pero lo malo no es eso, ahora es la consentida de todos…

-¿tanto así?

- mira, como estuvo de enfermera de Esme, ella es la consentida por "cuidarla lo mejor", una enfermera contratada pudo haberlo hecho también.

- solo quería, lambisconear, tu sabes es una hipócrita.

Me sacaron de mis casillas, a la rubia de hiel ni siquiera le hice algo, y la bruja garrapata, bueno ella perdió a Edward por estúpida yo no hice nada. Cuando me canse de esperar decidí salir…pero mejor espere a calmarme para no cometer rubicidio ni brujicidio. Pero creo que espere demasiado porque cuando iba a salir de la cocina ellas iban entrando, las ignore y las esquive para poder salir pero la bruja, garrapata me puso el pie y me tropecé para gusto de ellas y disgusto mío, trate de esquivar la barra para no golpearme pero no vi el banco y me golpee la cabeza haciendo que todo se volviera negro, escuchando las risas de ese par de piiiiit.

Próximo capitulo. "hospital"

 

 
Capítulo 7: suegros Capítulo 9: ¡hospital!

 
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