Juegos Del Destino (+18)

Autor: Bella_Paula.Swan
Género: Romance
Fecha Creación: 12/11/2012
Fecha Actualización: 26/11/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 16
Visitas: 56120
Capítulos: 34

Dos personas que se amaban separadas por los perjuicios sociales y dos pequeñas que crecerían sin el cariño de uno de sus padres, pero por juegos del destino diecisiete años después Isabella Marie Swan y Vanessa Dwyer se encontrarían justamente en Jacksonville el lugar donde todo comenzó…

 

HOLA bueno este fic ojala les guste y me dejen un voto o comentario, ya lo habia subido pero por Cosas del destino me toco eliminarlo pero aqui voy otra vez ojala les guste a mi personalmente me gusto mucho...no me pertenece, pertenece a Tany Cullen yo solo le cambie unas cositas.

Pasen por mi otro fic Lazos de amor

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Capítulo 8: ¡¿QUE PASO?!

BELLA POV

Miré por milésima vez la hora en el maldito celular y Edward debió llegar hace quince minutos, ¿será qué se arrepintió? Lo más seguro es que si, después de todo él y Nessie ni siquiera se hablan ¿por qué querría ayudarla? Pero de ser así ¿por qué diablos ofreció su ayuda?, cerré el libro de matemáticas de manera brusca y lo tiré a un lado junto con el cuaderno, me recosté en el césped y cerré los ojos perdiéndome en mis pensamientos. Estuve así por unos minutos y cuando abrí los ojos me encontré con el rostro de Edward cerca del mío.

-Hola, creí que estabas dormida.-me dijo dándome una sonrisa torcida que me dejó sin aliento, me incorporé y él se sentó a mi lado-. Lamento la demora, pero de camino paré por provisiones.

-¿Provisiones?-le pregunté con el ceño fruncido.

-Sí, no hay nada mejor que estudiar mientras comes comida chatarra.-sacó de la bolsa, que hasta ahora me di cuenta que traía en sus manos, papas fritas, chocolates, golosinas y latas de refresco-. Aunque creo que debí preguntarte antes, las chicas como tú no comen este tipo de cosas.

-¿A qué te refieres con las chicas como yo?

-No me mal interpretes, es sólo que la mayoría de las chicas le temen a subir de peso si comen estas delicias.-me respondió y una chispa de diversión iluminaba sus ojos, de seguro piensa que yo soy una de esas chicas, pero cuan equivocado está.

-Así que crees que yo soy una de ellas.-afirmé y él se encogió de hombros-. Púes te demostrare que estás equivocado Cullen.

Tomé una barra de chocolate con almendras, que era mi favorito, y ante la atenta y divertida mirada de Edward le quité la envoltura y le di un mordisco, él trató de robarme un trozo pero fui más rápida y le di un manotazo.

-Este es mío, y mejor comencemos que cuanto antes mejor.-me distraje un momento para tomar el libro y mi cuaderno, y cuando volví la mirada hacia Edward lo vi comiendo un trozo de mi chocolate.

Le saqué la lengua, muy infantil lo sé, pero no se me ocurrió nada más, él comenzó a reír y aunque traté no pude evitar unirme a su risa. Comenzamos con la clase, matemáticas siempre había sido una tortura para mí y de no ser por Ángela y Jasper que me ayudaban a estudiar no sé que habría sido de mí, pero definitivamente prefería mil veces la ayuda de Edward. Cientos de explicaciones por parte de Edward, un montón de comida chatarra y dos horas después por fin habían logrado entender y resolver un par de problemas por mí misma.

-¿Y bien?-le pregunté a Edward cuando dejó mi cuaderno de nuevo en el césped después de revisar los ejercicios.

-Bueno… ¿has escuchado ese dicho que dice: el alumno supera al maestro?-asentí y él continuó-. Púes este claramente fue el caso, están perfectos.

-¿En serio?-él asintió y yo solté un grito de emoción, me lancé sobre él y lo abracé.

Cuando me di cuenta de lo que había hecho me sonrojé y me separé de él, sentía su mirada sobre mí pero yo evitaba a toda costa verlo. Me quedé viendo fijamente el césped, vi una barra de chocolate y era la última, alargué la mano para tomarla pero Edward lo impidió tomando mi mano, en cuanto su mano tomó la mía una suave descarga eléctrica recorrió mi cuerpo y me giré para verlo, y por la forma en que él me miraba estoy segura de que también la sintió.

-Lo siento pero es mía.-me dijo y tomó el chocolate.

-Yo la vi primero.-rebatí tratando de quitársela.

Con un movimiento rápido se puso en pie y yo lo imité, él mantenía la maldita barra de chocolate por sobre su cabeza y yo trataba de alcanzarlo dando grandes saltos, y el que fuera más alto que yo no me ayudaba mucho. Después de un rato seguíamos con nuestra pequeña disputa por el chocolate, pero creo que era más por la diversión que por el chocolate en si ya que no parábamos de reír como niños pequeños, Edward caminó un par de pasos hacia atrás y sus pies se enredaron con una de las lata de refresco, perdió el equilibrio y en consecuencia ambos terminamos tirados en el césped, yo sobre él debo añadir, Edward acomodo un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja y acarició mi mejilla causándome escalofríos y mis ojos se cerraron ante su toque. Lo que pasó después me tomó por sorpresa y cuando sus labios se posaron sobre los míos me quedé helada por un momento, pero después correspondí a su beso de manera tímida e inexperta, nuestros labios se movían lento y en armonía, el momento era simplemente perfecto, pero no todo es perfección, el celular de Edward comenzó a sonar y nos separamos.

-¿Qué pasa Rosalie?-gruñó y yo me levanté alejándome un poco para darle privacidad.

¡Mi primer beso! ¡Edward me había dado mi primer beso! Y las mariposas dentro de mi estomago no dejaban de revolotear, ay dios me estoy enamorando de Edward, y lo peor no es que en unas semanas me vaya a ir de aquí no, sino que él tiene novia. ¡Novia! Su novia es mi supuesta mejor amiga y él me besa ¿por qué lo hizo?

-Me tengo que ir, pero tú y yo tenemos que hablar.-me dio un beso en la mejilla y me sonrió antes de irse.

Me quedé como una tonta viendo como se alejaba hasta adentrarse en la casa, recogí la basura, mis cosas y entré a la casa. En la sala estaba Renée que al verme me sonrió y palmeó el lugar a su lado para que me sentará y así lo hice.

-¿Qué tal las clases con Edward?

-Bien, me fue de gran ayuda.-le respondí con una sonrisa boba al recordar el beso.

-No sabía que Tanya también vendría.-al instante mi sonrisa se esfumo y mi ceño se frunció.

-¿Tanya? Ella no vino.-le dije.

-Yo me la encontré en la entrada cuando llegué hace unos minutos, por cierto ni me saludo iba de prisa y como ida.-no puede ser, ¿y si nos vio a Edward y a mí besándonos?-. Nessie cielo ¿qué ocurre? Te pusiste pálida.

-Nada, sólo estoy cansada, voy a mi habitación.-me levanté y salí disparada de la sala.

En cuanto entré a la habitación me tire sobre la cama, no creo que Tanya haya visto algo de ser así estoy segura de que nos habría reclamado a Edward y a mí, al menos yo en su lugar lo hubiese hecho. El resto del día pasó tranquilo y por la noche recibí una llamada de Tanya con lo cual comprobé que no estaba al tanto de nada, y no sabía si alegrarme o sentirme mal por el remordimiento, después de todo ella es la novia de Edward.

El domingo me levanté tarde, bajé a la cocina donde me encontré con Renée y Alice charlando animadamente tomando café.

-Buenos días.-saludé y me serví un poco de café.

-¿Qué les parece si pasamos las tres el día afuera?-propuso Renée con una sonrisa.

-Por mí está bien.-respondió Alice sonriendo forzadamente, la idea de pasar el día conmigo, bueno con Nessie, no le hacía gracia.

-Voy a cambiarme no me tardo.-Renée asintió emocionada, supongo que esperaba que alguna de las dos nos negáramos.

Regresé a la habitación y me cambié el pijama por unos jeans tubo, una blusa azul de mangas cortas que se adhería a mi cuerpo y unos zapatos negros con un poco de tacón, me puse un poco de brillo para labios y mi cabello lo dejé suelto. Cuando bajé ya Alice y Renée me estaban esperando, salimos de la casa y nos montamos las tres en la camioneta de Renée.

Primero fuimos a almorzar algo púes sólo habíamos tomado café en la casa, almorzamos en un pequeño y pintoresco restaurante, Alice en un principio estaba tensa y un tanto cayada pero después se relajo y hasta charlaba conmigo. Después de almorzar Renée insistió en que fuéramos de compras, al llegar al centro comercial y ver como brillaron los ojos de las dos mujeres que me acompañaban un escalofrío recorrió mi columna, esto sería una tortura.

Y no me equivoqué, recorrimos cientos de tiendas en las que Renée y hasta Alice me hicieron probar infinidad de prendas, zapatos y accesorios. Al final de nuestro recorrido las tres estábamos cargadas de bolsas y riendo de cualquier cosa, tengo que admitir que no fue tan malo después de todo, llegamos al estacionamiento y con demasiada dificultad metimos las bolsas en la camioneta. Decidimos ir a comer antes de volver a casa, nuestra excursión por el centro comercial nos había dejado hambrientas, llegamos a un restaurante de comida italiana entramos y casi me desmayo al ver a Edward con su familia cerca de la mesa en la que nos habíamos sentado, tomé la carta y me cubrí el rostro con ella para que no me viera, con suerte Alice y Renée ni se darían cuenta de la presencia de los Cullen a escasos metros de nosotros.

-Mira tía allí están Edward y Rosalie con Esme y Carlisle.- ¡genial! Mi suerte es un asco.

Alice se levantó y fue a saludar a los Cullen, estuvo por unos minutos hablando con ellos y después regresó a la mesa con una sonrisa bailando en su rostro.

-Esme y Carlisle nos invitan a sentarnos con ellos ¿aceptan?-por supuesto que no.

-Claro que sí.-diablos, Renée se levantó y no me quedó más que seguirla.

Llegamos a la mesa y saludamos, Esme era una mujer muy hermosa su rostro tenía forma de corazón, su cabello color caramelo y ojos verdes como los de Edward. Carlisle parecía actor de cine, era realmente guapo, rubio y ojos azules como los de Rosalie, nos sentamos y para mi desgracia me tuve que sentar junto a Edward que me veía con una sonrisa. Comimos envueltos en una agradable charla, exceptuando las miradas y comentarios mordaces de Rosalie hacia mí, esta chica realmente odia a Nessie.

Estábamos esperando a que trajeran el coche de los Cullen y la camioneta de Renée, Alice platicaba con Rosalie, Esme y Carlisle hacían lo mismo con Renée lo cual nos dejaba a Edward y a mí.

-Recuerda que tenemos una charla pendiente, pero primero tengo que arreglar algo.-iba a decirle que no había nada que hablar, pero en ese instante el valet parking llegó con el mercedes de los Cullen-. Por cierto, me encanta el color azul.-me susurró al oído y dejó un beso en mi mejilla antes de subir al coche.

Primero me besa y ahora coquetea conmigo, y no es que me quejé pero, vamos tiene novia además él creé que yo soy Nessie. Regresamos a la casa y cada quien subió a su habitación, guardé todo lo que había comprado y me di un largo y relajante baño en la tina. Me puse ropa de deporte y tomé el libro que estaba sobre la mesita de noche para leer un rato, no habían pasado ni diez minutos cuando se escucharon unos ligeros golpes en la puerta.

-Adelante.-medio grite y Alice asomó la cabeza.

-Mi tía quiere que veamos una película con ella, te esperamos en la sala.

-Ahora bajo.-le dije y le sonreí, ella me devolvió la sonrisa pero después su expresión se volvió seria y desapareció de mi vista. Unos minutos después bajé y me senté junto a Renée, Alice puso la película que era de comedia y se sentó en el piso con los pies cruzados y abrazó un cojín.

No le puse mucha atención a la película, mi mente estaba muy lejos de aquí, no podía dejar de pensar en Edward y lo que siento por él, en Nessie y el que no me haya llamado, pero en cuanto se termine la película la voy a llamar y si no atiende la llamada ya veré que hago para saber que ocurre, pero sobre todo en el porqué Alice y Nessie no se llevan, estoy segura que algo muy fuerte pasó y tengo que descubrir que fue.

La película terminó y me fui a mi habitación alegando que había sido un día largo y estaba cansada, en cuanto entré marqué el número de mi celular pero Nessie lo tenía apagado púes me mando directo al buzón. Ya no podía seguir sin saber nada de ella o si había pasado algo con mi papá o con alguno de mis amigos, ante ese pensamiento el pánico se apodero de mí tenía que saber que pasaba así que tomé el riesgo de llamar a Jasper, marqué su número y al tercer timbre contestó.

-¿Diga?

-Jazz, soy Bella yo...

-Mira Isabella no sé para que me llamas, te recuerdo que tú y yo ya no somos amigos, mejor llama a los que si lo son.-me dijo y cortó la llamada, ¿por qué me dijo eso? ¿Qué mierda estaba pasando? ¿Qué había hecho Nessie?

Capítulo 7: SITUACIONES NO DESEADAS Capítulo 9: NUEVOS SENTIMIENTOS

 
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