Capítulo betado por Evelyn Sofia Correa, Betas FFAD

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_-Enamorándome de un Gigoló-_

-7-

Me levanté temprano, no muy segura de si todo lo que había sucedido ayer hubiera sido real. Pero al ver a mi acompañante durmiendo a mi lado, lo supe, Cinthya se notaba muy tranquila, eran pocas las ocasiones que yo la había visto así. Me enderecé para que desengarrotar mis huesos, ahora me arrepentía de no haber comprado una cama más grande, pues en una cama individual dormíamos algo apretadas, pero por ahora tenía que aguantarme, mientras ahorraría lo suficiente para comprarnos una grande.

Salí a la cocina para prepararle el desayuno a mi hermana y a mí.

Pero me llevé una sorpresa cuando vi a Rose salir de ahí, ella no era muy madrugadora.

―Buenos días Rose ―la saludé

― ¡Qué hay! ―me devolvió el saludo―. Pensé que todavía estarías dormida.

―No, el hambre de despertó ―mentí. Si les decía a estas dos que no pude dormir por la cama, eran capaces de comprarme una nueva y eso no lo podía permitir, ya era mucho lo que hacían por nosotras como para agregarle una cama matrimonial―. Además debería decir lo mismo, tú a estas horas por lo regular estás planchando oreja.

Ella comenzó a reír.

―Solo me levanté por un vaso de agua, en este momento regreso a mi cama.

―Ok, yo prepararé el desayuno para Cinthya ―mi vista se posó en la bolsa donde se encontraban todas las medicinas que el doctor le recetó. Tomé la bolsa y la analicé ¿Debería darle esto?

― ¿Qué es eso? ―me preguntó Rose que estaba detrás de mí.

―La medicina de Cinthya ―dije con algo de duda.

―No pensarás darle eso ¿o si? ―me miró―. Quiero decir… tú misma dijiste que había algo raro, es más ¿Ya la revisaste?

No lo había pensado, de hecho jamás le pregunté al médico qué tipos de medicamentos le estaban dando. Abrí la bolsa y comencé a sacar cada una de los frascos que había, en cuanto los fui revisando mis ojos se abrían de par en par.

― ¡Oh por Dios! ―los volví a leer

― ¿Qué pasa Alice?

―Son medicamentos para dormir, somníferos, tranquilizantes… ¡Qué demonios!

Rose también tomó los frascos para verificar si lo que decía era verdad.

― ¡Esos desgraciados la han estado drogando todos estos años! Es por eso que sus nervios están tan destruidos y con el más mínimo movimiento se altera.

―Debes decirle a tus padres Alice ―me dijo Rose―. Esto no se debe quedar así.

Era verdad, mis padres debían enterarse de esto. Pero cuando iba tomar el teléfono, recordé que mi padre se había desligado de nosotras y no creía que cuando le contara esto hiciera algo, lo más probable era que me llamara mentirosa y que ahora era mi responsabilidad lo que pasara con Cinthya.

― ¿Qué pasa Alice? ¿Por qué no llamas?

―Mi padre no me creerá ―dije sin más― ¿Recuerdas que ahora Cinthya y yo dejamos de existir para él?

― ¡Alice por dios! Nadie puede ser tan cruel ―me dijo como si con eso fuera hacerme cambiar de opinión.

―Eso no lo puedes saber.

― ¿Qué harás? ―me miró

Tomé cada una de las pastillas y las lancé al triturador, lo demás lo eché al bote de la basura.

―Es obvio que no le daré nada de esto.

―Lógico ―concordó conmigo.

La miré mal, sabía que era lógico, no le veía caso que me lo dijera ella solo se encogió de hombros.

―Ja, ja…Graciosa ―me dirigí hacia el refrigerador, saqué la leche, y luego me volteé al gabinete para sacar el cereal, lo serví todo en el tazón y lo puse en otra bandeja, hice lo mismo con el que sería mío y también lo puse en la bandeja―. Voy a desayunar con mi hermana.

―Ok, yo regresaré a la cama ―se estiro―. Aún es temprano.

―Sí, claro.

Tomé la bandeja y regresé a la habitación. Al entrar noté que ella aún estaba dormida, puse la comida en mi mesita y me acerqué a ella, respiraba lentamente y se encontraba con el ceño fruncido. La moví un poco para que despertara, ella abrió los ojos lentamente y al verme frunció más el ceño, se levantó un poco y comenzó a mirar hacia todos lados.

― ¿Dónde estoy? ―se notaba tan confundida.

―En casa Cinthya ―le acaricié el brazo―. Conmigo.

― ¿Y papá? ―sus ojos mostraban añoranza.

No sabía como explicarle la situación, se supone que ella era la mayor pero supongo que ahora la que tomaría el papel de hermana mayor era yo, lo que significaba que no podía decirle nada de lo que nos había hecho nuestro padre.

―Mira, yo ahora no vivo con él ―ella seguía mirándome―. Es porque ya crecí, y ya no tengo que depender de él.

―Pero… ¿Y yo? ―se miró― ¿También he crecido?

―Si ―no supe que más decir.

―Entonces tampoco debo vivir con él ―sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas―. Papá me odia. Él piensa que yo maté a mamá.

Abrí los ojos sorprendida, no sabía que tanto ella entendía de la situación, pensaba que estaba tan perdida por los medicamentos que no se daría cuenta de lo que estaba pasando. Se veía tan mal, que me sentiría peor al decirle la verdad, así que tuve que hacer lo que menos quería… mentirle.

―Eso no es así, hermana, él te quiere mucho, pero como te dije antes nosotras ya crecimos, es por eso que ya no debemos vivir con él ―y la rara de su esposa, pensé para mí.

Ella se volvió a recostar mirando a la nada, no tenía idea si me había creído o algo así.

―Eso creo ―fue lo único que dijo.

Después de eso nos quedamos en silencio, fui por el desayuno y traté de hacerla comer pero no comió mucho. Se volvió a recostar, estuve con ella un rato, de repente comenzó ponerse verde.

― ¿Cinthya? ―me levanté rápidamente― ¿Qué pasa?

Ella se levantó, pero no se movió de la cama, comenzó a arquearse y supe lo que pasaría. La tomé del brazo y la arrastré rápidamente hacia el baño, donde ella vomitó lo poco que había comido, comenzó a sudar frio y se dejó caer sobre la loza del piso.

― ¿Estás bien? ―le dije acariciando su cabeza, ella negó

―No me siento bien Alice ―respiraba entrecortadamente.

Le dije que esperara ahí, me sentí estúpida ¿Dónde más iría? corrí hacia la habitación de Bella. Ella estaba bien dormida, la zarandeé muy fuerte y ella se despertó sobresaltada.

― ¿Qué? ¿Qué pasa? ―miró a todos lados― ¡Alice! ¿Qué demonios te pasa? ¿Por qué me despiertas así?

―Es Cinthya ―ella me miró―. Se siente mal, se ha puesto verde y ha vomitado todo.

― ¿Dónde está? ―preguntó, quitándose las sábanas.

―En el baño.

Ella se levantó rápidamente, se puso su pantaloncillo y corrió conmigo al baño. Cinthya estaba vomitando cuando llegamos, Bella la revisó y le pregunto algunas cosas que solamente ella pudo oír, mi hermana solo asintió y le ayudó a recostarse en el baño, me pidió que le trajera una sábana, almohadas y le trajera mucho líquido. Hice lo que me pidió, corrí a la cocina y tomé una jarra de agua, un vaso y regresé al cuarto, donde tomé la sábana y la almohada. Bella seguía con ella acariciándole la cabeza, me pidió agua, tomé la jarra, le serví en un vaso y se la regresé, ella le hizo tomar un poco de agua, mi hermana seguía sudando frio y temblaba horriblemente, le puse la almohada bajo su cabeza y la tapé con la sábana, Bella me hizo una seña para que la siguiera fuera. No me gustó dejar a mi hermana en el frío baño pero parecía que eso le hacía bien.

― ¿Qué pasa Bella? ―le dije preocupada.

―Iré directo al grano Alice. Ayer cuando llegaron, sin que me vieras revisé las bolsas y vi los medicamentos, todos ellos eran drogas controladas ¿O me equivoco? ―negué―. A lo que quiero llegar es que ¿Hace cuánto que ella no los toma?

―No lo sé, aquí apenas van 2 días en el centro no supe la verdad.

―Ahora mi diagnostico es más certero ―la miré para que siguiera―. Cinthya está sufriendo una desintoxicación, si no me equivoco a ella se le administraba esos medicamentos todo el tiempo y al dejar de consumirlos su cuerpo esta comenzando a eliminar todas las toxinas.

― ¿Es muy doloroso? ―pregunté preocupada.

―No doloroso en el sentido que se pueda lastimar físicamente ―la miré si entender―. Sufrirá el síndrome de abstinencia.*

― ¿Cuánto le durará eso? ―dije al borde del llanto

―Todo depende de la cantidad de medicamento que le han administrado, puede durar de tres a cinco días, tres semanas o igual pueden ser años.

― ¿Años? ―mi boca se abrió muchísimo.

―Ya te dije, todo depende de la cantidad de drogas que la hayan administrado ―me tomó de los hombros―. Además cada organismo funciona diferente.

― ¡Pero si ha vivido casi 10 años entre drogas!

―Cálmate, ponerte histérica no ayudara a tu hermana… ya te lo dije, igual pueden ser semanas.

― ¿Y si no? ―la reté.

―Deberás apoyarla, eso es todo.

― ¿Con qué debo lidiar? ―pregunté resignada, tenía que apoyar a mi hermana, era lo mínimo que podía hacer por ella.

―Agitación, alteraciones sensoriales, insomnio, diarrea, anorexia, taquicardia, náuseas, alucinaciones, ansiedad, temblores, pesadillas, hipertensión, ataques de delirio, ansia de consumo y sudoración excesiva ―me explicó sencillamente―. Ahora comenzó con las náuseas y los temblores, es solo el principio ―comencé a retorcer las manos de los nervios―. No te preocupes te ayudaré en todo lo que pueda.

―Y yo también ―ambas volteamos y Rose estaba parada en la puerta, su pelo estaba algo revuelto―. Escuché todo, supongo que tenemos mucho trabajo que hacer.

Vi a mis amigas y no podía creer que ellas estuvieran apoyándome en esto, algo que era solo mi responsabilidad.

― ¡Chicas! ―dije lágrimas en los ojos―. Son las mejores ¿Lo sabían?

―Si ―me dijo Rose con una sonrisa―. Pero no esta de más que nos lo digan.

Las abracé.

A partir de ahora teníamos mucho trabajo, pero trataría que mis amigas no sufrieran todo conmigo.

Los siguientes días fueron muy difíciles, los síntomas que me había dicho Bella se presentaron gradualmente, el insomnio se presentó un par de días después, Cinthya se levantaba en la madrugada gritando, puesto que las pesadillas eran constantes, yo trataba de tranquilizarla para que volviera a dormir pero era muy difícil, constantemente me pedía su medicina porque la necesitaba pero me negaba, ella comenzaba a gritar pidiéndomela y por más que me doliera el tono que usaba, me recordaba que lo hacía por su bien.

Tanto llegaba a alterarse que me daba miedo dejarla sola, así que tuve que pedir permiso para faltar a la escuela, me costó mucho esfuerzo convencer al director y tuve que explicarle la situación de mi hermana, el señor pareció tener compasión porque aceptó pero con la condición de que presentara los trabajos y asistiera puntual a los exámenes, un problema menos del que preocuparme.

Ya teníamos dos semanas con lo mismo, al menos podía hacer dormir a mi hermana por una noche completa. Así que me concentré ese poco tiempo a hacer mis tareas, cuando estaba en ello llamaron a la puerta, tenía que abrir yo porque dejé que mis amigas salieran a distraerse, ya hacían mucho por mi ayudándome con la recuperación de mi hermana.

Abrí la puerta, sonreí al ver a Jasper frente a mí. Desde que comencé a cuidar a mi hermana, lo había dejado un poco abandonado, solamente nos llamábamos por teléfono todos los días y muchos mensajes, le conté la situación y por más que me dijo que me ayudaría me negué, era suficiente con que las chicas me ayudaran, no quería que él también cargara con algo que no era su responsabilidad.

―Hola ―me dijo, antes de acercarse a mi y darme un beso, que obviamente respondí gustosa―. Tenía que venir a verte y quizás ayudarte un poco.

―No tenías que molestarte, acaba de dormirse ―contesté cuando se separó.

― ¿Entonces te puedo ayudar a ti en algo? ―me dijo mientras lo ayudaba a pasar.

―Casi termino ―y era verdad―. Pero creo que necesito un descanso.

―Entonces déjame prepararte algo para cenar.

Iba a negarme pero él se adelantó a la cocina, la verdad estaba muy cansada y tampoco había comido, me fui a sentar al sofá, recargué mi cabeza sobre el mullido colchón, cerré mis ojos un momento…solo un momento.

― ¿Alice? Nena, la cena está servida ―abrí mis ojos, Jasper estaba dejando una bandeja en la mesa de centro―. Cielo te quedaste dormida.

―Lo siento ―me incorporé un poco―. Se ve rico ¿Qué es?

―No soy muy bueno en la cocina, solo hice unos huevos con jamón ―me tendió la bandeja y la puso sobre mis piernas—. Espero que te guste.

―Tengo hambre y apuesto que están ricos.

Comencé a comer lo que me dio, sinceramente estaba muy rico.

―Oye, está rico ―le dije.

―Gracias, pensé que no era buen cocinero ―se sentó a mi lado, tomé un poco de refresco que me sirvió―. Me alegro que te haya gustado.

―Lo sé ¿Y cómo has estado?

―A parte de estar extrañándote ―me iba a disculpar cuando me interrumpió―. No lo dije para hacerte sentir mal, sé que tu hermana te necesita, es solo que te extraño ―me dio un beso en la frente.

―Yo también, pero es necesario…Cinthya me necesita.

―No te preocupes, eso no me molesta ―me pasó el brazo por los hombros― ¿Hay algo bueno que ver? ―tomó el control remoto.

―No lo sé, no he tenido tiempo de ver la tele… Bueno no he tenido tiempo para nada.

Me acercó más a él, sentí su apoyo totalmente, me recosté contra su pecho y disfruté un poco de su compañía. Estaba muy a gusto en sus brazos cuando de mi cuarto se escuchó unos gritos y muchas cosas rompiéndose, me levanté rápidamente y corrí a mi cuarto.

Abrí la puerta de un tirón, alcancé a esquivar el objeto que venía en mi dirección.

― ¡Cinthya! ―le grité, mi hermana se encontraba en una esquina mirando hacia un punto especifico.

― ¡Sácalo de aquí! ―gritó señalando mi lado― ¡Es un monstruo, sácalo!

Miré a mi lado, pero no había nada, mi hermana estaba histérica y no podía hacer nada ¿Qué era lo que veía? Ahí no había nada.

Alucinaciones, me había dicho Bella.

― ¡Alice sácalo! ¡Quiere llevarme! ―me gritó, encogiéndose más en la esquina y tapando su cara con las manos.

―Está bien, está bien ―comencé a tratar de sacar lo que sea que asustara a mi hermana, hice ademan de sacar a alguien afuera, o al menos creo que eso hice― ¿Ya?

Ella destapó su cara y miró a todos lados, parece que se tranquilizó un poco, pero seguía en la esquina.

― ¿Se ha ido? ―susurró.

―Si ―ella asintió, se destapó la cara y miró a todos lados, parecía aliviada.

― ¿Qué pasa? ―Jasper entró preocupado― ¿Está todo bien?

―Si ―volví a repetir, él se acerco a mí―. Todo está bien.

Ayudé a mi hermana a recostarse de nuevo, ella al principio se encontraba reacia a acostarse, pero logré convencerla. Tenía los ojos abiertos y comenzó a mirar a todos lados, asustada. Dudaba mucho que se durmiera ahorita, miré a Jasper que se encontraba parado viéndonos, seguramente pensando en la familia con la que se fue a relacionar.

―Siento esto, tú venías a visitarme y…

―No te preocupes ―me sonrió―. Dudo que pueda dormir ¿Verdad?

―Está muy nerviosa.

Él torció el gesto un poco, entonces alzó un dedo, diciéndome que volvería en un momento. Tardó un poco, pero cuando regresó venía con una guitarra en sus manos, no me había dado cuenta que la traía consigo.

―La dejé en la entrada, por eso no la viste ―asentí―. Espero que esto funcione ―dijo mientras comenzaba a tocar unos acordes muy suaves.

Somewhere over the rainbow
Way up high,
And the dreams that you've dreamed of
Once in a lullaby.

Somewhere over the rainbow
Bluebirds fly,
And the dreams that you've dreamed of
Dreams really do come true.

Miré a mi hermana, que solo tenía la vista en Jasper y comenzaba a respirar más lentamente.

Someday i'll wish upon a star

And wake up where the clouds are far

Behind me.

Where troubles melts like lemon drops

Away above the chimney tops

That's where you'll find me.

Somewhere over the rainbow

Bluebirds fly.

And the dreams that you dare to...

Oh why, oh why can't i?

La voz de Jasper era tan suave y me relajaba, se complementaba perfectamente con las notas de la guitarra, Cinthya parecía muy tranquila, eso me gustaba la pobre no había tenido unos buenos días.

Well, i see

Trees of green and red roses too,

I'll watch them bloom for me and you

And i think to myself,

What a wonderful world.

Well i see,

Skies of blues and, clouds of white,

And the brightness of day, i like the dark

And i think to myself,

What a wonderful world.

The colors of the rainbow so pretty in the sky

Are also on the faces of people passing by

I see friends shaking hands saying how do you do

They're really saying i... I love you.

I hear babies cry, i watch them grow

They'll learn much more than really know

And i think to myself

What a wonderful world.

Sus ojos comenzaron a cerrarse lentamente, su respiración se hizo más lenta, hasta que por fin se durmió, la arropé con la sábana y le di un beso en la frente. Jasper siguió cantando y ahora solo mi vista estaba en él.

Someday i'll wish upon a star

And wake up where the clouds are far

Behind me.

Where troubles melt like lemon drops

Away above the chimney tops

That's where you'll find me.

Somewhere over the rainbow

Way up high,

And the dreams that you dare to

Oh why, oh why can't i?

No supe en que momento mis ojos se cerraron pero lo último que escuche fue la voz de Jasper.

―Te quiero pequeña.

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*El síndrome de abstinencia por bajo consumo se caracteriza por ansiedad, irritabilidad, insomnio, pánico, inestabilidad emocional y síntomas neurológicos como la intolerancia a la luz y los colores brillantes o a los halos de luz por la noche, así como parestesias que tienden a migrar. Estos síntomas pueden permanecer entre uno o dos años después de la interrupción del consumo de estas drogas, y sólo disminuyen gradualmente con el paso del tiempo.