Amor, rencor, ¿perdon? (+18)

Autor: fiofio
Género: Romance
Fecha Creación: 23/10/2011
Fecha Actualización: 22/01/2012
Finalizado: SI
Votos: 13
Comentarios: 59
Visitas: 149989
Capítulos: 44

¡¡¡FIC TERMINADO!!!

Esta historia relata la vida de Bella cuando se ve abandonada por el hombre que ama.

Les dejo el link de mi nueva historia por si alguien quiere derle una leidita

Perderlo todo: http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=2539

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Capítulo 8: Noticias

Bella Pov.

 

Los días que Emmett estuvo en Forks fueron una pesadilla, por un lado el temor de que Edward sepa por mi hija y tratara de sacármela, y lo peor de todo la enfermedad de mi pequeña Lydia, nunca en su vida se había enfermado, según su médico es algo que se contagio en el jardín, pase días enteros sin dormir, preocupada por que no le subiera la fiebre,  y cada vez que me dormía la imagen de Edward llevándose a mi hija venia a mi mente. Era algo un poco estúpido y obsesivo, yo sabía que en un juicio legal nunca me sacarían a la niña, pero de solo imaginarlo cerca de ella me daba miedo, de pensar en la posibilidad de que la lastimara de la misma forma que lo hizo conmigo, eso no lo permitiría, nadie se metería con mi hija, así me tenga que mudar a una isla desierta.

Me dio mucha pena enterarme que había lastimado los sentimientos de Alice por no presentarme a su boda, más allá del tiempo que hemos estado separadas yo la sigo sintiendo como una hermana. Para empeorar mi sentimiento de pena ahora Emmett tampoco estaría en la boda por mi culpa.

No podía evitar preguntarme que habrá pensado Edward al no verme ahí, con que amiguita habrá ido. Pero eso no debía de importar ahora, solo tenia que pensar en mi princesita que estaba costada en una cama de hospital con una vía de suero inyectada a su bracito.

Emmett y Tanya llegaron al hospital un por la mañana, se notaba que venían directo desde el aeropuerto.

-                     Como esta Lydia? –pregunto mi hermano algo desesperado.

-                     Shh, esta dormida. Ah estado algo mejor desde que la internaron, tenían miedo de que llegara a una pulmonitis pero el doctor me dijo que esa opción ya no existe. –el se acerco y me abrazo.

-                     Cuanto hace que no duermes? –pregunto Tanya preocupada.

-                     Solo un par de días. –respondí quitándole importancia.

-                     Solo un par de días? –repitió Emmett histérico- Te vas ya mismo a tu casa a dormir.

-                     Yo no saldré de este lugar sin mi hija. –no había nada que discutir con respecto a eso.

-                     Está bien, acuéstate en ese sillón que yo te daré una manta y te traeré algo de comer. –dijo Tanya llevándome hasta el sillón de la mano. Emmett ocupo la silla que yo estaba usando, al lado de la cama de mi hija.

Tanya me compro un café y un sándwich, no me había dado cuenta de todo el hambre que sentía. Tome un fármaco para contrarrestar las pesadillas y luego me dormí casi de inmediato.

Me desperté con el sonido mas hermoso del mundo, las risas de mi hija. Me levante muy rápido, el piso dio un par de vueltas bajo mis pies pero no le di importancia.

-                     Corazón como te sientes? –le pregunte tratando de disimular mi preocupación para no asustarla.

-                     Estoy bien mami, el tio me trajo un chocolate muy rico, pero dijo que no pueden enterarse las enfermeras. –hablo bajito como si fuera un secreto. Le sonreí y la abrace fuerte.

-                     Haremos una noche de juegos Bells, iremos a traer juguetes y maquillaje. –me dijo Em muy contento.

-                     Gracias Em. –era obvio que lo que en realidad hacia era quedarse a acompañarme por la noche.

-                     Enana no has guardado chocolate a tu mami? –le pregunto reprendiéndola.

-                     Claro que si, toma mami. –me dio media tableta de su chocolate, comí solo un trozo, para demostrarle que se debe compartir y le devolví el resto.

Pasamos el dia jugando con la niña, hasta que se durmió alrededor de las 10 de la noche. En ese momento Emmett y yo nos pasamos al sillón para poder hablar un poco.

-                     No me preguntaras como me fue en Forks? –dijo de repente.

-                     Como te fue? –pregunte algo tensa.

-                     En realidad bastante bien, esperaba encontrarme a un grupo de gente engreída, pero me encontré a las mismas personas que dejamos de ver hace tantos años.

-                     Eso los hace menos engreídos? –pregunte amargamente.

-                     Vamos Bells, podrán ser muchas cosas pero no son engreído, tal vez Rosalie un poco, pero no el resto. –me dio mucha bronca que lo defendiera a el.

-                     Corregiré mi pregunta,  como te fue en Forks con Alice y Jasper? –era de los únicos que me podía interesar saber algo.

-                     Bueno justamente de Alice tenemos que hablar –estaba muy nervioso-. Ella me ha preguntado si puede visitarte, le dije que no lo sabia pero de asegure que la llamarías.

-                     Porque hiciste eso? Sabes cuanto me costo cortar todo contacto con ella. –dije algo indignada.

-                     Lo se, pero me dio tanta lastima. No tienes que llamarla si no quieres, no le di tu número ni el mio. –al menos no la tendría llamándome a cada rato.

-                     No se Em, no es buena idea reiniciar esa relación. –ella es su hermana, si ve a Lydia, o solo se entera de su edad lo entenderá de inmediato.

-                     Solo piénsalo, seria un lindo regalo de bodas. –el sabia por donde entrarme.

-                     Te juro que lo pensare. –dije rindiéndome.

-                     También quiero que hablemos de Edward. –dijo decido.

-                     Pero yo no. –no quería oír ni su nombre.

-                     Bueno pues, tendrás que escucharme y luego sacaras tus conclusiones, yo aun no entiendo su actitud. –el muy maldito sabia como despertar mi intriga.

-                     Conclusiones de que? –trate de hacerme la indiferente.

-                     Se decepciono al saber que no irías, se preocupo por ti, según me dijo Tanya, y se mostro sumamente interesado cada vez que se te menciono.

-                     Eso no es nada de otro mundo Emmett, es natural que sienta intriga, se entero de que tengo una hija e imagino que pude seguir mi vida sin volver a arrastrarme por el.

-                     Puede ser que tengas razón, no lo pensé de esa forma, pero es lógico. –dijo pensativo.

Nos quedamos en silencio por un buen rato hasta que Emmett se quedo dormido, me pase a la silla que estaba al lado de la cama de mi hija. Me empezó a dar vuelta en la cabeza la posibilidad de llamar a Alice, podría hacerlo desde un numero privado para que no le quede registrado, no tenia mas que felicitarla y desearle lo mejor, no podía ser tan malo, pensando todo esto quede dormida.

Desperté en el sillón, de seguro Em me habría pasado en cuanto se despertó. Me acerque a mi hija que estaba desayunando ayudada por su tio.

-                     Como te sientes mi amor? –le hable mientras acariciaba sus hermosos rizos.

-                     Estoy bien mami, pero esta comida no me gusta. –dijo haciendo un puchero.

-                     Cuando regresemos a casa te preparare waffles con chocolate todos los días, pero ahora hay que comer esto.

-                     Todos los días? –pregunto con los ojitos iluminados.

-                     Si, todos los días, hasta que te aburras. –se termino todo lo que había en su bandeja de inmediato.

-                     Muy bien, yo sabia que mi sobrina no era una llorica. –le dijo Emmett.

-                     Em voy a llamar a la cantina para que nos suban algo de comer, tu que quieres? –estaba segura que conmigo dormida no habría dejado a la niña sola en ningún momento.

-                     Un cappuccino, dos sándwiches de atún y un biscocho. –lo mire incrédula, no podía ser tan bestia.

Pedí todo el batallón de comida para Emmett y una manzana para mi.

-                     Solo eso comerás? No crees que te estas descuidando un poco? –me pregunto preocupado.

-                     Descuida estoy bien, a mi tampoco me gusta la comida de este logar. –mentí, en realidad últimamente no tenia mucho hambre.

Desayunamos tranquilamente, Emmett gastaba bromas con Lydia y luego jugamos un poco a las muñecas.

-                     Pensé en lo que hablamos ayer, llamare a Alice el dia de su boda para felicitarla y desearle lo mejor. –le dije como si nada.

-                     Me parece lo mejor, eso clamara las aguas. –aunque lo demostrara yo sabia que mi decisión la hacia feliz.

-                     Donde esta Tanya? –me parecía raro que aun no estuviera por aca.

-                     Le pedí que fuera a la empresa a ver unas cosas. –me explico.

-                     Emmett nada pasara si vas tu mismo a encargarte de los negocios, podrías venir solo una hora al dia a visitarnos, aquí estamos rodeadas de médicos y enfermeras, nada nos pasara. –no era justo que dejara su vida de lado por nosotras.

-                     No seas necia Isabela, no me ire hasta que esté completamente segura de que Lydia esta bien. –dijo ofendido.

-                     Yo estoy bien tio, pero no quiero que te vayas. –INTERVINO Lydia.

-                     Amor que te he dicho de intervenir en conversaciones de adultos? –la regañe.

-                     Lo siento mami, es que el tio ya se fue muchos días. –se disculpo haciendo puchero.

Nos quedamos jugando entre los tres hasta la hora del almuerzo, luego Lydia durmió una siesta y Emmett la imito casi de inmediato y yo me quede leyendo unos informes que me había enviado mi secretaria el dia anterior.

Capítulo 7: Que significa esto? Capítulo 9: Visitas.

 
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