Capitulo 8
- Bella ha dicho que si- les comunico Edward a los demás.
- Wii!- celebro Alice.
- Mi hermana?- pregunte mientras la buscaba con la mirada.
- Se ha ido con el chucho- respondió Rosalie- perdón, Jacob- cambio la manera en como lo llamo cuando la fulmine con la mirada.
- Nos vamos?- pregunto Jasper.
- Si.- respondió Alice.
Subimos al Volvo.
- le agradare a tus padres?- le pregunte a Edward con preocupación. Rió.
- Ya les he contado de ti. Mi mamá ya quiere conocerte al igual que mi papá. Ha pedido el día libre para estar todos en familia.
- No tenia porque hacer eso, quiero decir que no debería perder un día de trabajo por mi.- me explique
- No seas tonta. Eres muy importante para mi por eso quieren conocerte a “mi mas que amiga”- recalco las ultimas cuatro palabras.
- Les has contado lo que ha pasado con nosotros!?- me puse histérica.
- Cariño, ellos nos quieren ver juntos- dijo un poco triste.
- Edward- le llame- porque cuando te proyectas conmig0o te colocas triste?
- Tengo cambios de ánimos- se volvió a encoger de hombros. Lo deje pasar pero tenia que averiguarlo- hemos llegado.
- Valla- me sorprendí- no me he dado cuenta.
- Eres muy distraída- bromeo.
- Cuando miro tus ojos el tiempo deja de existir- confesé un poco avergonzada.
- Me encanta que digas los que piensas- acaricio mis labios.
- Sabes que mas estaba pensando?- negó con la cabeza- lo tanto que te quiero.
- Lo mismo pensé yo- respondió. Se acerco lentamente para besarnos. Echaba de menos sus labios. No quería separarme pero el aire se había acabado.
Bajamos y en ese momento aparece el Jeep con los chicos dentro.
Me gire para ver la casa.
Eran tres pisos!
Nunca había visto una casa así!
Era de color blanco, muy original. A su alrededor el bosque la hacia ver mas hogareña, el porche tenia un antiguo pero con detalles mas esta época.
- es muy bella- dije con los ojos como platos.
- No mas que tu- repuso él- entremos.- asentí
Caminamos hasta la entrada, me abrió la puerta y me hizo pasar
Lo que había dentro no se comparaba a lo que era por fuera. Se quedaba corto lo que había dicho sobre la vista de la casa desde el exterior.
Era muy espacioso, había una pared inmensa que era remplazada por un enorme ventanal en donde daba la vista al río.
Todos los colores eran claros, muy bien combinados. Se escuchaba música clásica un poco bajo pero parecía que la banda que tocaba estuviera en la habitación.
- es tan espacioso.- murmure.
En ese momento entra una mujer seguida como un hombre. Ella se parecía a Edward, tenía sus mismos ojos verdes. La misma altura de Alice, cabello rubio con un toque oscuro. Vestía de manera sencilla pero linda. Él era de cabello cobrizo como “mi amigo” y la misma estatura que él. Ojos oscuros como los de Emmett y Alice. De tez blanca al igual que sus hijos. Era entupido creer que ellos no serian sus padres si eran tan iguales.
- padres, les presento a Bella- me presento Edward cordialmente.- Bella, ellos son mis padres, Carlisle y Esme.
- Es un gusto seños y señora Cullen.- salude avergonzada.
- El gusto es nuestro pero no nos digas así, solo llámanos por nuestros nombres.- me sonrío el padre de Edward, Carlisle.
- Por fin puedo conocerte corazón- Esme era tan maternal, me sorprendió en la manera en que me llamo. Me sentía bien acogida a su lado.
- Te ha caído bien Bella, mamá?- pregunto Alice que entraba tomada de la mano de Jasper. Detrás aparecían Rosalie y Emmett.
- Es un encanto- río ella- eres como mi nueva hija al igual que Jasper y Rosalie.
- Se los agradezco.- dije ruborizándome.
- Hemos `preparado una cena especial para Bella- dijo Carlisle.
- No debieron molestarse- dije avergonzada- ni siquiera he traído un pastel.
- No es molestia- comento Esme- nos encanta tener visita. Además estamos contentos de que tu y Edward sean amigos.- me miraba emocionada.
- Bella, am tengo entendido que tienes una hermana. No ha querido venir?- pregunto Carlisle un poco preocupado.
- OH no, no es eso. Solo tenía planes mi mejor amigo. Están en La Push ahora.
- Pues me gustaría en otra ocasión conocerla. Apuesto a que es igual de encantadora que tu.- dijo Esme tiernamente.
- Edward habla siempre de ustedes. Las quiere mucho a las dos- comento Carlisle. Yo que de mirando a Edward ruborizada. Que les habrá dicho?
- Tengo hambre mamá- se quejo Emmett.
- Calla oso.- lo reto Rosalie. Yo solté una carcajada.
- Vamos a cenar y seguimos hablando.- propuso Alice.
Caminamos hacia el comedor en donde había casi un banquete. Estaba repleto de comida. Mire a Emmett que le brillaban los ojos al ver tanta comida.
Cenamos entre risas y bromas que hacíamos. Estaba todo muy rico. Edward era caballeroso y me preguntaba que quería de comer y me lo daba. Yo no pedía mucho porque me daba vergüenza.
- am Bellita- me llamo Emmett- te vas a comer eso?- pregunto por la poca comida que tenia en mi plato.
- Emmett llevas comiendo de todo- le regaño Rosalie- deja comer a Bella. Él hizo un puchero para que le diera mi comida.
- Ten- le ofrecí el plato que lo tomo enseguida. Edward lo miraba con reprobación, me causo risa en lo feliz que se puso cuando le di el plato.
- Bella, siéntete como en tu casa.- me animaba Esme.
- Gracias. El problema es que soy muy vergonzosa.- los padres de Edward rieron.
Al término de la cena ayude a Esme a quitar los platos de la mesa. Edward también ayudaba mientras los demás hacían otro tipo de cosas.
- gracias Bella por ayudarnos- dijo Esme.
- No hay de que, me gusta ayudar- le sonreí.
- Como veras Edward me ayuda, Alice y Rosalie son locas por la moda y Emmett con Jasper les encantan los partido de fútbol y lo videos de juego por eso no lo hacen.
- Y por que él no…em. tiene amigos o se divierte?- pregunte.
- No lo sé. Se lo he preguntado y me dice que no confía en cualquiera. – dijo con un poco de preocupación.- son mis hijos y los hales lo que quienes lo conocen bien, sobre todo Alice. Siempre presiente que algo bueno o malo le va a pasar a Edward. Ella quiere tanto a Jasper como a Edward y a sus otros hermanos pero Edward es su mayor prioridad. – sonreía- Alice cuando esta feliz y ve que su hermano no lo esta, busca cualquier método para subirle el animo. Los Chios son muy especiales, al igual que tu- me hablo maternalmente.
- Yo no soy especial- contradije extrañada.- ustedes me han invitado a cenar y yo no he hecho nada por ustedes.- masculle.
- Nos has dado algo muy importante.- no entendí a que se refería.- Edward esta mas…feliz, optimista y eso es gracias a ti.
- Nunca me lo había dicho – susurre.
- No eres la única vergonzosa. Él lo es pero no se como hace para que no se le note.- negó con la cabeza.
- De que hablan?- pregunto Edward que entraba por la cocina con su sonrisa tierna.
- Cosas de mujeres- le respondió Esme- Edward por que no llevas a Bella para que conozca la casa?
- Quieres?- pregunto animado él.
- Me encantaría. Respondí.- gracias- le susurre a Esme que me devolvió una sonrisa.
Edward me saco de la cocina para llevarme a conocer el resto de la casa. En la sala estaban todos los chicos riendo. Alice me guiño un ojo, creo en señal de suerte. No había tenido tiempo de platicar con ella debido a que nos interrumpían, pero tenia claro que Edward le había contado todo respecto a nuestra “amistad”.
Subimos al segundo piso.
El dormitorio de sus padres, el despacho de Carlisle, una habitación de baño, una sala de costureria. Todo eso era lo que había en el segundo piso. Estaba todo bien amoblado. Me encantaba esto, todo de color blanco con distintas tonalidades.
- no puedo creer que tengas una casa tan linda y grande.-comente.
- Mamá y papá- susurro él.
Mientras subíamos al tercer piso vi unos cuadros que me llamaron mucho la atención.
Eran tres niños jugando en un columpio. Eran dos niños y una niña.
En el otro cuadro había cinco niños que posaban para la fotografía. Don de los niños que salían en la foto anterior salían abrazando a otros dos niños muy parecidos, eran rubios y sonreían. La pequeña de la foto anterior abrazaba al niño rubio, el otro niño que era un poco mas alto abrazaba a la chica rubia, muy hermosa. El último que también salía en el cuadro anterior estaba sentado en el suelo mirando a la cámara con una sonrisa torcida, su cabello cobrizo resaltaba en los demás al igual que sus ojos color esmeralda.
- se ven muy lindos- susurre mientras observaba los cuadros.
- A mamá también le encantan.- suspiro.
- Eras lindo cuando pequeño- le dije sonriendo- pero te prefiero así.
- Tienes que mostrarme una foto de cuando tu eras pequeña- cuando dijo eso me aterre de inmediato.
- Jamás te mostrare una de mis fotos- dije cuando subimos al tercer piso. Había un pasillo que daba a las habitaciones.
- Vamos Bella, tu me has visto cuando era de pequeño es justo que yo también vea como eras de niña-enarco una ceja.
- No- y negué con la cabeza. En ese momento me tomo de la cintura y arrincono. Estaba a centímetros de mi cara- no hagas esto- dije híper ventilando.
- Hacer que?- susurro, su aroma me envolvía.
- Esto…em.- no sabia que decirle!
- Me dejaras ver tu foto?- pregunto pícaro
- No…sé-dije tartamudeando. Comenzó a besarme la frente.
- Y ahora?- dijo mientras besaba mi nariz.
- Lo siento…no- repetí.
- Segura?- después de besar mis mejillas se detuvo en mis labios.
- No lo…sé- dije nerviosa.
- Hummm.- fue lo que dijo. No aguante mas y fui yo a que lo beso ya que el esperaba a que respondiera su pregunta. No podía controlarme al estar unos milímetros de los hermosos labios de Edward que me atraían inevitablemente y sé que él tampoco podía resistirse.
- Sigamos.- me dijo cuando nos separamos- no creas que dejare pasar lo de la foto.- agrego, rodee los ojos.
Me enseño las habitaciones de sus hermanos. Me llevaba abrazada por la cintura, hizo que me ruborizara. Cada contacto que tenía con él aun que fuera el más mínimo provocaba que mi corazón se quisiera salir de mi pecho. Caminamos por el pasillo hasta llegar a las ultimas dos habitaciones. Abrió la primera puerta.
- mi habitación- susurro. Me hizo pasar tomada de su mano.
Su habitación era grande como las demás salas. La pared norte era un ventanal, daba una vista muy linda. Tenia un mueble lleno de libros y CDS, se podría decir que tenía una disquera entera. Un televisor de pantalla plana y un equipo de música que se veía muy delicado. Tenía un mueble grande, creo que era el armario. Los tonos conjugaban con todo lo que había allí. Su cama estaba apoyada en la pared, muy bien hecha y con un peluche de león.
- es muy linda, me gusta como todo encaja- comente al tiempo que me encontraba con su mirada ansiosa.- tienes mucha música- me escape de sus ojitos.
- Me gustan mucho los clásicos.- comento.
- Cuantos libros!- dije muy sorprendida- cual es tu favorito?
- Cumbres borrascosas.- se alejo para ir a su mesita de dormir y tomar el libro que había nombrado.
- A mi me encanta- le mire.
- Hummm...- me sonrío. Al otro extremo de la repisa con música había un pequeño cuadro que decía “Edward” con letras doradas. Lo tome sin pensarlo. En el salía Edward tocando el piano, era un instrumento bellísimo. Era un piano de cola, la fotografía estaba muy bien tomada.
- Eres músico?- le dije mientras veía la foto.
- Si.- dijo avergonzado- me la tomo Alice. Es fácil hacerla feliz.
- Ya lo creo.- bromeé
- Ven- me ofreció su mano.- acompáñame.- la tome sin vacilar.
Me saco fuera de su habitación para llevarme a la que estaba a continuación. Abrió la puerta y me tomo de la cintura cuando entramos.
Dentro de la habitación se encontraba un piano en el centro de ella. Dos paredes eran de vidrio, en una de ellas había apoyada un sofá.
El piano de cola era lo más hermoso (aparte de Edward) que se encontraba allí, gracias a la luz que se proyectaba desde los grandes ventanales provocaba un efecto distinto y bello en el entorno.
Me sostenía por la cintura. No dijo nada y me sentó en la banca a su lado quedando así los dos en frente del piano.
Comenzó a tocar.
Era una melodía relajante y alegre. Movía los dedos con mucha agilidad, tan perfecto. Estaba sorprendida y tuve que controlar mi reacción.
Cambio la melodía, esta era más relajante que la anterior. Hacia que me perdiera en otro mundo imaginándome a Edward y yo felices.
- esta la has inspirado tú- susurro. Lo mire y él me observaba con ternura.
- Es muy preciosa.- susurre al igual que él.
Siguió tocando el piano unos minutos más hasta que detuvo poco a poco la melodía. Se giro para sostener mi mirada. Acaricio mi mejilla con delicadeza. Sus ojos me miraban con amor, ternura y cariño. No decía nada solo acariciaba mi rostro. Yo permanecía quieta contemplando su mirada.
- puedes cerrar los ojos?- pregunto y puso carita de suplica. Asentí y los cerré.
No sentía ruido alguno, pareciera que estaba sola. Pasaron unos minutos mas sin abrir los ojos hasta que sentí que tomaban mi mano y colocaban una pequeña cajita rectangular.
- ahora los puedes abrir- dijo. De inmediato los abrí. No esperaba encontrarlo con su sonrisa torcida y su mirada que tenia una chispita encantadora. Sostenía una rosa de color rojo intenso. Me la tendió para que la sostuviera.
- Que es esto?- pregunte extrañada.
- No te gusto- coloco cara de tristeza.
- No, no, no!- le calme- es preciosa- la olfateé- huele a ti.- volvió a surgir la chispita en sus esmeraldas.
- Bella, quiero pedirte algo muy importante- me tense. Era un momento muy especial pero cuando se colocaba serio era porque algo iba mal. Me pediría que me alejara de él?- no, no te pediré que te alejes de mi lado.
- Lees mentes?- inquirí.
- No pero tus expresiones dejan mucho que decir.- aclaro con una pequeña carcajada.
- OH, ya veo. Entonces, que vas a pedirme?- me relaje.
- Esto…em, nunca antes lo he hecho. Espero que aceptes porque sino… nosé que haría- me miro aterrorizado.
- Edward, tranquilo- le acaricie la mejilla- siempre estaré contigo.
- Esta bien. No creo que sea tan difícil.- se quedo en silencio. Suspiro.-te gustaría SER MI NOVIA?- me pillo de sorpresa. Era el momento que tanto quería pero jamás me imagine que llegaría tan luego. Tomo la cajita de mis manos y la abrió. En ella había una pulsera muy bella con un dije en forma de corazón, era una piedra blanca que brillaba con la poca luz que había en la habitación. Luego de mirar la pulsera lo mire a él. me observaba expectante. Quería decirle muchas cosas pero solo hacia falta una palabra.
- Si!- le respondí en un susurro.
Me miro aliviado. Se acerco lentamente para tomar mi rostro entre sus manos, yo me acerque ayudándole. Nos besamos tiernamente con pasión.
Me apego a él, seguíamos el ritmo de nuestros labios. Enrede mis manos a su cabello para que no se me fuera a ir. El aire nos hacia falta pero mantuvimos nuestras frentes unidas.
- nuestro primer beso de novios- susurre.
- Te amo.- dijo con fuego en susa ojos. Nunca antes me había dicho “te amo”. Sentí mariposas recorrer todo mi cuerpo, estaba volando.
- Te amo- lo bese nuevamente. Me coloco la pulsera que hacia que se viera linda en mi pálida muñeca.- me encanta.
- Es para que siempre me recuerdes.- me dijo mientras acariciaba mi mano.
- Siempre estas en mi mente- le dije- no deberías darme esto, yo no te he dado nada.
- Tu me lo das todo con respirar- era tan tierno pero aun así, no tengo nada que ofrecerle.
- Cariño, que pasa?- pregunto preocupado al ver que me puse triste.- no esta feliz?
- Claro que estoy feliz.- sonreí.- es que me cuesta entender como me quieres. No soy ni la mitad de linda que lo eres tu. Junto a ti no pego, no soy digna de estar contigo- lo observe sollozando.
- Bella, Bella, calma. Tú eres atractiva. Te quiero tal como eres, con tus suposiciones, esos hermosos ojos que tienes. Todo lo tuyo me gusta.- confeso- detrás de mi hay una fila esperando a que me equivoque para robarte de mi lado- dijo con un poco de disgusto.
- Solo lo dices porque no quieres herirme.- espete.
- Eso no es cierto- dijo.- tu eres la chica mas terca, guapa que he conocido. Eres lo que quiero y querré siempre- tomo mi rostro para mirarme fijamente.- que mas quieres que te diga?
- Soy una tonta- comente.
- Así te quiero- me beso- espero que guardes la rosa porque en ella esta mi corazón.
- No te preocupes, esta segura conmigo- asegure.
- Debemos bajar, se deben estar muriendo por la curiosidad- cuchicheo.
- Vamos. Quiero ver la cara de Alice.- bromee.
Me tomo de la mano y bajamos abrazados.
Al llegar al primer piso sentí como unos bracitos se lanzaban encima de mio.
- felicidades!- chillo Alice- ahora eres mi cuñadita! Tenemos que ir de compras.- concluyo. Y así paso 1 hora de felicitaciones, planes que Alice y Rosalie proponían y las bromas que Emmett decía.
Edward y yo estábamos viendo televisión con los chicos, todos estábamos muy abrazados. No tenia la noción del tiempo, el tiempo! Charlie! Me va a matar si no llego a casa. Mire mi reloj y faltaban exactamente 15 minutos para que llegara.
- debo irme- le dije a Edward que me observaba desde antes que lo mirara.- Charlie no tardara en llegar y si no me ve…
- te llevare a casa- me informo.
Me despedí de todos y le di las gracias a Esme y Carlisle.
- eres bienvenida- dijo Esme dándome un abrazo de despedida.
- Esta es tu casa.- me dijo Carlisle cuando también me abrazo.
- Gracias, de verdad- les dije ya saliendo de la casa.
Subimos al Volvo, no se le olvidaba ningún detalle ya que me abrió la puerta esperando a que subiera. Arranco y nos fuimos tomados de la mano. Era tan raro que todo haya cambiado en tan solo una semana.
- que le dirás a Charlie?- pregunto.
- No lo he pensado- confesé- que debo decirle?
- Lo mejor es la verdad- torció el gesto cuando dijo eso- es lo mas justo, saldremos del problema- se encogió de hombros.
- Ya estoy nerviosa- soltó una carcajada ami comentario.
Condujo a una velocidad razonable, de vez en cuando me besaba sin desviarse de la carretera.
Llegamos a la casa y se estaciono en frente. Suspire.
- uf, que bueno que no ha llegado.- comente aliviada.
- Yo no diría eso.- dijo él preocupado. Alce la vista y me fije que Charlie se estaba estacionando justo detrás de mi camioneta.
Bajé de inmediato sin decir algo. Edward hizo lo mismo y se coloco a mi lado. Mi padre bajo de su auto y nos quedo mirando extrañado pero a la vez divertido. Se nos acerco.
- hola chicos- sonrío.
- Ho..la- soné nerviosa.
- Buenas noches jefe Swan- le saludo Edward de manera cordial y tranquila.
- No me digas así Edward, no soy tan viejo o si?- hablo papá. Estaba de muy buen humor para ser sincera.- solo llámame Charlie.
- Esta bien, Charlie.- corrigió Edward. Yo me mantenía al margen. No quería que preguntara.
- Que hacen tan tarde a qui fuera?- y tenia que preguntar.
- Mis hermanos y yo hemos invitado a Bella a nuestra casa.- respondió Edward que se mantenía relajado.- mis padres querían conocerla.
- Eso es muy…amable- dijo Charlie sorprendido- tu hermana?- se dirigió a mi esta vez.
- OH, bueno, ella fue a La Push con Jacob.- conteste.
- Estará lista mi cena?- pregunto para si mismo.
- Yo creo que si, sabe apañárselas.- asegure.
- OK- se quedo callado un momento. Eso era una señal de que algo diría.- esto, em… solo tengo una pregunta- me puse tensa en seguida- ustedes, son…novios?- ya no cabía de lo impresión, me iba a desmayar, ya sentía que me iba.
- Bueno, si.- respondió Edward seguro de si mismo.- quería pedirte permiso para que dejaras a Bella ser mi novia- estaba con la boca abierta, me controle rápidamente.
- Yo no tengo ningún problema. Al contrario, los felicito. Hacen una pareja estupenda.- dijo con satisfacción papá. Wow!
Charlie entro para darnos un ratito de privacidad antes de que “mi oficial novio” se marchara.
Me gire para mirar a Edward que me contemplaba divertido.
- eso fue raro.- confesé.- me alegro de que todo halla salido bien.
- Yo también.- sonrío. Me acerque a él y me abrazo. Se sentía bien estar allí, respirar su aroma era cautivador.
- Gracias por este día- susurre en su pecho.
- No tienes nada que agradecer.- beso mi cabella.
- Vendrás mañana?- pregunte levantando la vista.
- Siempre que tu quieras.-
- Te querré siempre- le dije y lo bese con ternura. No profundizamos el beso pero no nos separamos hasta que aire se hizo escaso.
- Debes entrar- susurro entre mis labios.
- No quiero. Prefiero quedarme aquí.- refunfuñe. Soltó una carcajada.
- Tenemos mañana y todos los otros días- argumento.
- Eso me deja mas tranquila- suspire resignada.
- No se te olvida algo?- pregunto. Lo pensé un instante y recordé algo que me había pedido.
- La rosa!- dije- la he dejado dentro de tu auto.- dijo nada y la fue a buscar. Me la dio y volví a olerla.
- Nos vemos mañana.- dijo y me dio un casto beso.
Luego vi como el Volvo desaparecía.
Entre a casa, papá estaba sentado esperando a que Nessie le sirviera la cena.
- ven Bella- me llamo para que me sentara. Lo hice, me senté en frente de él.
Luego mi hermana sirvió y comenzamos a comer. Se le veía muy callada, estaba un poco rara pero no quise preguntarle delante de Charlie.
Estábamos en silencio pero como siempre se rompía.
- como se lo han pasado?- nos pregunto Charlie.
- Genial.- respondió Nessie de manera un poco sarcástica, Charlie no pareció notarlo.
- Y tu Bella?
- La he pasado bien- dije.
- Me parece bien que andes con Edward- agrego papá. Nessie se quedo mirándome.
- Ya son novios?-pregunto sorprendida. Asentí.- vaya, que bien!
- La familia del doctor Cullen es muy educada y buena. Me siento tranquilo de saber que tienen buenas amistades.- hablo orgulloso.
- No sabia que te caían bien- masculle.
- Como no, sus hijos son encantadores y jamás han causado problemas como otros.- aclaro.
- Jake ha dado problema?- pregunto Reneesme con tono un poco mordaz.
- Para nada, por lo que estoy orgullos de ustedes.- puso una sonrisa de oreja a oreja.
Terminamos de comer, la verdad es que no tenia hambre aun que hice el esfuerzo de comer algo. Subí y guarde la rosa en mi libro favorito. Siempre la tendría y la cuidaría, pase lo que pase.
________________ espero lees haya gustaado! me inspire mucho en este capituloo!ahora segure subiendo algunos mas :)
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