Vaya, parece que todos los chupasangres tienen atracción por los coches de alta gama. Nessie y Nahuel estaban en silencio en la parte delantera. Tenía que distraer la atención de Nahuel sobre Nessie, no fuera el caso de que se le ocurriera manipularla con ese poder suyo. Maldita sanguijuela, en cuanto todo esto finalizara, me haría una barbacoa con el.
-Es precioso - se me ocurrió decir sobre el coche. Bien, hablando de coches no habría ningún peligro, que a Nessie le gustara el mismo coche que a Nahuel no le iba a hacer daño. Hablamos sobre ello durante unos instantes, hasta que él mencionó que sabía algo más sobre su padre de lo que los demás conocían. Por eso se había empeñado en que fuéramos los dos con el, a pesar de que yo no era santo de su devoción. Genial, más secretos. Pero claro, él podía modificar la mente de Edward para que eso continuara siendo un secreto, algo que nos habría venido muy bien a Nessie y a mí hacía unas horas.
-Por favor, dejadme contarlo todo antes de que digáis nada, no comencéis a hacer hipótesis antes de tiempo - pidió Nahuel.
Nessie se giró y me tocó la mejilla con la mano. Quería mostrarse valiente ante Nahuel, pero quería decirme que estaba muy asustada con lo que él podía desvelar.
-Yo también - le respondí con un susurro.
Nahuel rió.
-Venga, os estoy diciendo que tengo algo que deciros, ¿y vosotros os dedicáis a mostraros vuestro gran amor? - dijo en un tono de burla- ¡Venga ya! ¡Esperad a que yo no esté delante! ¡No me gusta ver como Nessie desperdicia su tiempo con un chucho!
Estuve a punto de estamparle la cabeza contra la ventanilla, pero me contuve, principalmente porque no sabía si Nessie sobreviviría a un accidente de tráfico a esa velocidad. Pero me la guardaba para luego.
-Suéltalo ya, sanguijuela, si tan importante es, deberías haberlo dicho antes.
-Ignoraré tu mala educación, así que voy a comenzar. ¿Recordáis lo que había dicho sobre mi primera hermana?
Pues olvidadlo. Si, es cierto que tenía tres hermanas, y que la primera que mi padre había "engendrado", había muerto tras pararse su corazón por sexta vez. Pero no es todo así de simple. Mi padre, entusiasmado con su creación, algo que nunca había conocido, quiso perfeccionar a mi hermana. La sometió a un gran número de pruebas que para lo único que servían era para agotar más y más a la pequeña. Por eso nos creó a mis hermanas y a mí, sabía que la primera, el sujeto de sus experimentos, no iba a aguantar mucho más. Al parecer, los hombres ya las mujeres semi-vampiros funcionan de una forma muy diferente. Ellas sufren alguna que otra parada de su corazón. Yo no. Yo puedo continuar siendo durante toda la eternidad un semi-vampiro sin que suceda nada anómalo. Pero, al parecer, las mujeres necesitan transformarse en vampiros. Tienen un límite. Claro que éste límite puede tener siglos. Es por eso por lo que también carecen de ponzoña. Sin embargo, Nessie es demasiado parecida a la primera de mis hermanas, quizá porque su corazón es muy débil, herencia de su madre humana. Ella se queda sin conocimiento durante minutos, horas, quizá hasta días. Mis otras dos hermanas únicamente se quedaron sin conocimiento las dos primeras veces. Luego para ellas era simplemente como darse un golpe. Y esto es todo lo que sé. Todavía necesitamos a Joham, porque creo que todos queréis que Nessie no se transforme todavía, ¿no?
El silencio se adueñó del coche. Toda ésa información para mí era completamente nueva. Me había enterado hacía poco de que Nessie estaba mal por culpa de su corazón, pero no que todo sería tan complicado de solucionar. Aunque al menos todavía nos quedaba el último recurso, su transformación.
-¡Jacob! - un grito de Nahuel me despertó de mis pensamientos - ¡Jacob, mira a Nessie! ¿Qué le pasa?
Al momento la miré. Estaba más pálida de lo habitual, con la vista clavada al frente, y sin embargo perdida...
-¡Para el coche, Nahuel! ¡Ya! - rugí al verla
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