Sobresaltada,Bella se sentó para mirarlo con atención:
—¿Qué estás haciendo?
—No es lo que yo estoy haciendo—le informó,moviéndose al baño mientras decía—:Es lo que nosotros estamos haciendo.
Bella sonrió incierta cuando él desapareció brevemente dentro.Esperó hasta que regresara para preguntar:
—¿Qué estamos haciendo entonces?
—Ya verás—dijo Edward misteriosamente mientras le arrojaba la bata de baño,entonces alcanzó sus pantalones.
Después de una ligera vacilación,Bella cojió la bata y subió a la cama para sujetársela.
Edward terminó de cerrar su jeans cuando ella se ponía de pie.Esperó que terminara de ponerse su bata,entonces,sin molestarse en buscar una camiseta,tomó su mano y la instó a apresurarse a la puerta.
—¿Dónde vamos?—preguntó susurrando cuando él abrió la puerta.
—Ya verás,—contestó,entonces preguntó—.¿Por qué estamos susurrando?Todos saben que estamos aquí.
—Sí,pero es por la mañana y Marco dijo que todos estaban acostándose —le recordó Bella—.No quiero mantenerlos despiertos.
—Ah…—dijo Edward entendiendo,entonces sonrió abiertamente y agregó—.Eso es perfecto.
—¿Por qué?—preguntó,pero esta vez él no contestó,solo la llevó a lo largo del pasillo hacia las escaleras.Estaban a la mitad de camino a la planta baja cuando se congeló de repente y la miró.
—¿El ama de llaves?—preguntó.
—¿Qué sobre ella?—murmuró Bella.
—¿Ya estará aquí?—preguntó Edward con el ceño fruncido,preguntándose qué hora era.Probablemente solo después del alba,supuso,ciertamente demasiado temprano para que un ama de llaves comenzara a trabajar.
—Oh…—Bella agitó su cabeza—.Mamá le dio ayer y hoy libre.Ella no quería que María se perturbara por…bien…tú estabas gritando y no estaba segura de cuánto tiempo duraría.
Bella parecía incómoda cuando hizo esa confesión,pero sus palabras hicieron a Edward sonreír abiertamente y le aseguró:
—Eso es perfecto,también.
—¿Perfecto para qué?—preguntó curiosa.
—Espera y verás—era todo lo que Edward diría.
—Bien,abre.
Bella obedientemente abrió su boca.Estaba sentada en el mostrador de la cocina,envuelta en una mullida bata de toalla blanca,sus pies balanceándose y el cinturón de su bata atado alrededor de sus ojos para que no pudiera ver cómo Edward deslizaba una cucharada de alguna comida desconocida en su boca.Bella cerró su boca cuando él sacó la cuchara y entonces giró la comida alrededor de su lengua.Crema batida,cerezas,alguna clase de pastel…
—Mmm…—murmuró,casi gimiendo por el placer.Bella tragó la fresca sustancia cremosa con un pequeño suspiro de satisfacción,entonces preguntó—:¿Qué era eso?
—"Sherry trifle”—la respuesta de Edward vino de delante y un poco al lado de ella y oyó el chasquido del recipiente hermético cuando él guardó el pastel.
—Oh…—dijo con sorpresa y entonces agitó su cabeza—No.Recuerdo el “Sherry trifle” y nunca fue así de bueno.
Edward se rió entre dientes y Bella lo oyó revolviendo cosas en el refrigerador,entonces un silencio breve antes de que él dijera:
— Bien,abre de nuevo.
Abrió obedientemente su boca de nuevo,entonces dio un respingo cuando él le metió una bolsa de sangre entre sus dientes.
—Todavía luces un poco enferma,—explicó Edward con una risita y Bella arrugó su nariz.Era la tercera bolsa de sangre con la que la había alimentado de esta manera.Una vez que habían llegado a la cocina,Edward había anunciado que estaba hambriento y la había arrastrado a la cocina para un banquete.Bella le había explicado entonces que probablemente necesitaba sangre porque la había mordido.
Él no le había creído al principio,hasta que le había explicado que cuando la había mordido él había tomado su nanos y que ellos eventualmente morirían y su cuerpo se equilibraría de nuevo,pero mientras tanto,los nanos extras consumirían sangre a un ritmo acelerado.Lo que,combinado con el hecho de que su cuerpo estaba—y continuaría por un tiempo—utilizando una gran cantidad de sangre para reparar años de daño,significaba que él necesitaría alimentarse.
Cuando había preguntado si ella,también,necesitaría alimentarse puesto que él había tomado su sangre,Bella había admitido renuentemente que sí.Había temido que él insistiera en engancharla a una intravenosa,pero no lo había hecho.Edward no había querido que ella estuviera fuera de servicio mientras la alimentaba más de lo que ella lo hacía.La había alzado encima del mostrador de la cocina y le había vendado los ojos con el cinturón,entonces procedió a pinchar dos bolsas en sus dientes una después de la otra.La primer bolsa había resultado un trabajo un poco desaliñado,pero Edward había limpiado el enredo que había hecho y la segunda bolsa había funcionado mucho mejor.Él había agotado tres bolsas para él mismo mientras la alimentaba y todavía había afirmado estar hambriento una vez que había terminado,exigiendo algo que pudiera masticar.
Bella había intentado quitarse la venda y bajarse del mostrador,pero Edward había insistido en que se quedara y comenzó este juego que ahora estaban jugando.Estaba comiendo,así como alimentándola de un poco de casi todo lo que había en la cocina y para asombro de Bella,ella estaba disfrutando la comida.Había disfrutado el pimiento que él había hecho el otro día y se había unido a él comiéndolo entonces,pero había pensado que era una especie de reacción causada porque nunca antes había comido esa comida en particular.Sin embargo,esta mañana ella estaba disfrutando de casi cada cosa que probaba y mucha de ella la conocía de cuando la utilizaba para comer,pero no recordaba unos sabores tan buenos entonces.
—Ya está,—Edward quitó la bolsa de su boca y oyó el susurro mientras él la retiraba—.Te ves mucho mejor.¿Cómo te sientes?
—Bien…pero también me sentía bien antes de la sangre empaquetada—dijo con una sonrisa,entonces se puso rígida brevemente por la sorpresa cuando sus manos resbalaron dentro de su bata y alrededor de su cintura.
—Sí,te sientes bien…—murmuró,presionando un beso en su barbilla y dejando sus manos vagar de arriba a abajo por espalda desnuda bajo su albornoz.
Sentía su respiración en sus labios,entonces su boca cubrió la suya y Bella se abrió a él,suspirando desde el fondo de su garganta mientras revivía perezosamente su pasión con su lengua.
Cuando el beso acabó,Edward preguntó:
—¿Sabes?
—¿Qué?—dijo Bella con un suspiro.
Ella alzó sus manos para ahuecar sus hombros cuando unió con besos su mejilla hasta su oreja.
—Me siento completamente fantástico.
Bella sonrió débilmente:
—¿Verdad?
—Oh sí.
Edward se acercó más,parándose entre sus piernas e instando su avance hasta que sus pechos rozaron contra el vello de su pecho.La sensación era de algún modo más erótica con la venda puesta,sus sentidos táctiles parecían elevarse para recuperar la pérdida de la vista.
—Pienso que ya tengo algo de esa fuerza y vitalidad extra que toda tu gente tiene—le dijo,presionándola un poco más cerca.
—Ya veremos—murmuró Bella y alcanzó a quitar su venda,solo para hacer que Edward capturara sus manos.
—Uh-uh—dijo ligeramente—.Teníamos un trato.Te alimentaría con sangre empaquetada en tus dientes para no perder tiempo con una intravenosa,pero a cambio,tenías que quedarte vendada hasta que yo te dijera.
Bella dudó,entonces dejó caer sus manos,con una lenta sonrisa curvando sus labios.
—Bueno,entonces…—murmuró—.Supongo que solo tendré que sentir a mi manera los alrededores,¿no?
—¿Sentir a tu manera los alrededores de qué?—preguntó Edward con interés.
Sonriendo,Bella lo forzó hacia atrás mientras resbalaba fuera del mostrador y extendía la mano hasta que sus manos rozaron contra su pecho desnudo.Extendió sus dedos encima de su caliente carne y entonces las bajó hasta encontrar la parte superior de sus jeans.
—Oh…—suspiró Edward mientras Bella desabrochaba sus jeans.
Ella arqueó su cabeza para esconder su sonrisa y aflojó sus jeans hacia abajo de sus caderas.Como cuando estuvieron en la casa de Tanya,Bella se arrodilló para terminar de quitar sus jeans.Una vez que los hubo quitado y arrojado a un lado,sintió que las manos de Edward tomaban las suyas e intentaba ponerla de pie,pero Bella se resistió y liberó sus manos.
—Uh-uh—dijo,extendiendo la mano hasta que una rozó contra su muslo—.Si yo tengo que mantener mi venda,tú tienes que guardarte tus manos para ti mismo,—anunció y empezó a ascender por su pierna hasta encontrar su erección.
— Oh eso no es just…
Edward rompió en un siseo cuando se inclinó hacia adelante y lo recibió en su boca.
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