POV Andrew
Estábamos ya de camino a casa y María sacó el tema.
- Estás raro desde anoche. ¿Qué pasa?
- María… lo he visto con mis propios ojos.
- ¿A quien?
- El borracho del accidente.
- ¿Qué dices? –se asustó.
- Te lo juro. Lo vi estaba delante de nuestra cama. Pero se marchó.
- ¿Dices que has visto a un muerto?
- Sí. ¿Eso puede ser?
- Hombre… no me gusta para nada que me hagan este tipo de bromas.
- No es una broma. Te lo juro.
- Bueno…
- Me crees, ¿verdad?
- Si…
Ese sí no era muy convincente. Pero lo dejé pasar.
Cuando llegamos a mi casa ella se fue a la suya.
- Ey… -dijo la enana cuando me vio. -¿Lo habéis pasado bien?
- Perfectamente.
- Hola, Andrew. –dijo Taylor saliendo de la habitación de mi hermana.
- Hola. ¿Y papá y mamá? –le pregunté a mi hermana.
- Se han ido esta mañana a ver nuestros regalos de navidad.
- Vale.
- Bueno, estaré en mi habitación. –dije.
Pasé todas las fotos al ordenador y me asusté al ver una.
Tenía como una luz blanca a mi lado pero desenfocada. Esa foto me la había hecho María por la noche, y era imposible esa luz.
Paré de mirar las fotos porque había otra foto en la que salía y estaba lo mismo. Me asusté mucho. En las fotos de María no salía.
Cogí las fotos y fui a casa de mi novia.
- ¿A que es raro? –le pregunté mientras ella se quedaba mirando la luz.
- Sí.
- ¿Ahora me crees?
- Me cuesta creerlo, pero des de que me lo preguntaste te dije que sí.
- Y si lo vuelvo a ver…
- Pregúntale que quiere.
- Vale.
POV Alice
- Venga, Emmet. No pasa nada tan solo tienes que probarte todo esto.
- ¿Y piensas que es poco? Madre mía.
- Venga, no seas quejita.
Y Jasper se vino con nosotros.
Emmet se probó todo lo que le puse y Jasper se compró pocas cosas.
Entonces tuve una visión y Jasper se dio cuenta me cogió de la mano.
- Alma… por fin vienes aquí.
- Solo he venido por que quiero que aceptéis mi matrimonio.
- Lo aceptaremos… pero, ¿estás segura que te vas a ir?
- Completasteis la quinta estrella…Victoria.
- La mataremos.
- Me quiere matar a mí. ¿Pero de que vais?
- No le hables a tu superior así. –dijo Victoria.
- Cogedla.
Cogían a Victoria y a Alma.
- ¿Te quedas? –le preguntaron.
- No. Solo quiero que me dejéis vivir mi vida, no me volveréis a ver nunca más. Pero no tenéis porque condenarme como quisisteis hacer con mi hermana.
- Tu hermana era diferente. No tenía ningún poder, pero tú… eres especial…
Entonces volví a la realidad. Quería saber que más le pasaría.
- He tenido una visión… Alma irá a los Vulturis y le dirá que acepten su matrimonio y aparece Victoria… pero… no vi más allá. Aun la quieren porque es poderosa.
- La estaremos vigilando. –dijo Emmet saliendo con la ropa que le di que se probara.
- Veámonos a casa. –dije. – Tenemos que informarles.
- Por fin.
- Sí, pero porque es urgente. No le diré nada a Alma. Pero no te librarás otra vez.
- Vale, señora.
Llegamos a nuestra casa y Edward me leyó la mente y rápidamente se lo comunicamos al resto.
POV Alma
- Empiezo ya el lunes. ¿Te lo había dicho?
- Sí.
- Que cabeza…
- Oye Alma… esto mañana por la noche vas hacer algo. –me preguntó.
- Mañana, haber. Viernes. ¿Irnos de fiesta?
Rió y esperé a que me dijera que quería.
- ¿Te puedo dar una sorpresa?
- Por que no. Me gusta que me impresiones. Aunque siempre lo haces.
- Pues mañana arréglate, como de costumbre. ¿Vale?
- Tranquilo. Vestida iré. –sonreímos. – Enserio. Tranquilo.
- Pues mañana pasaré a por ti. Sobre las seis y media.
- Perfecto. ¿Pero te vas ya?
- Sí. Tengo que prepararlo.
- Preparar. Que ganas tengo de saberlo. –me arrimé para darle un beso.
- Te quiero.
POV Jacob
Cuando estuve lo bastante lejos llamé a Alice.
- ¿Qué pasa perrito?
- Alice. Tengo que pedirte ayuda.
- Me lo imagino. No se que quieres porque no lo veo.
- Dentro de cinco minutos en la joyería.
- Vale.
Caminé hasta la Push y cogí la moto.
Me planté en dos minutos en el pueblo y Alice ya estaba allí.
- Has tardado. –me dijo – bueno que quieres.
- Anillo.
Alice se quedó perpleja.
- ¡Por fin! –me abrazó.
- Bueno, ayúdame. Por favor.
Entramos en la joyería y le dependienta nos preguntó.
- Un anillo de compromiso. El chico se casa y la novia es mi sobrina.
Vamos que se enteró.
- Tengo para chico y para chica iguales, aunque para la chica con un diamantito pequeño.
- Le gustará. Ella es muy sencilla. –dijo Alice, poniendo cara extraña.
- Vale. Enséñemelo, por favor.
- El dedo si le sirve el mío. –dijo Alice.
- Vale. Entonces, me lo llevo.
- Solo el de la chica.
- Sí. Y el otro tómame medida y para la boda ya lo tendré.
- Perfecto. –me dijo la dependienta.
Me tomó la medida de mi dedo grande y el de ella era el perfecto así que lo pagué con la tarjeta.
- Gracias.
- Llámame cuando lo queráis, yo te lo hago.
- Sí. Y cuando sepa la fecha vendré para que la ponga en ambos anillos.
- Vale. Adiós.
Al salir pensé en llevarla a cenar al chalet que había afuera de la ciudad, donde nuestra primera vez.
- Alice. El chalet, ¿te acuerdas?
- Por supuesto. Llevaba ya las llaves. –sonrió.
- Ahora que vamos a ser familia dentro de poco, gracias.
- Vaya, me has dicho ¿gracias?
- Sí.
- Espero que este todo perfecto.
- ¿Cómo?
- Me adelanté esta mañana a prepararlo. No lo sabe nadie, tranquilo.
- Gracias.
- Me voy a tener que acostumbrar.
Ella se marchó y yo llevaba el anillo de Alma en mi bolsillo.
Llegué a mi casa y empecé a sacar el traje que tenía.
Mañana sería un perfecto día.
¿Que pasara mañanaaaaaa?? se hacerca lo bonito no? seguidddddd
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