4.36 ¡No!
Al escuchar a Carlisle salí disparado de la habitación. No quería seguir escuchando esa discusión sobre si debía irme con Leah o no. No iba a abandonar a Nessie. Nunca.
-Jacob, espera… - Leah me había seguido, ahora los dos estábamos en el mismo pasillo, ella detrás de mí esperando a que yo le hiciese caso.
Me giré y me encaré a ella. Antes ni la había podido ver a la cara. Ella ya no llevaba mi camiseta. En su lugar había un vestido blanco que contrastaba con su piel morena. Una piel Quileute. Había recogido su largo pelo en una trenza que le caía sobre un hombro. No se podía decir que Leah no era atractiva. La verdad es que todos los de la manada opinábamos lo mismo, observándola cuando salía de fase, y ella lo sabía.
-Jake, yo… Bueno, sabes perfectamente que no intento separarte de Nessie… Lo único que quiero es cumplir con mi deber con la manada. Solo soy un… objeto, un medio para que la manada salga adelante… Sabes que no te quiero, Jacob Black, solo quiero que mi raza siga viva. Mi corazón solo pertenece a Sam – mientras decía esto sus lágrimas comenzaron a recorrer su cara – pero… mi amor es imposible, eso ya lo tengo admitido… Lo único que me queda es criar al nuevo jefe… ser útil en algo… sería lo que le daría sentido a mi vida, quizá por eso soy la única licántropo… Una vida destinada al sufrimiento si no cumplo mi destino.
Sus palabras me sobrecogieron. Todo lo que había dicho era cierto. Sabía cómo era su sufrimiento, yo también lo había sentido años atrás, pero había conseguido librarme de ese dolor. Sin embargo Leah continuaba sintiéndolo, y quizá con más dolor al ver a la pequeña niña que Sam y Emily habían tenido. Me acerqué a ella y sequé sus lágrimas. La verdad es que no me gustaba ver llorar a nadie, ni siquiera a Leah, aunque a veces me sacara de mis casillas.
-Lo siento… Pero todo esto es demasiado difícil para mí. Sé que la manada me necesita, pero también Nessie. Y un niño no es algo de lo que pueda ocuparme al mismo tiempo que de Nessie, tendría que elegir entre uno de los dos, y no puedo hacerlo…
-¡No tienes por qué elegir, Jake! Yo lo cuidaría, no tendrías que hacerte cargo de nada – me cortó -. Le dedicaría todo mi tiempo, no necesitaría un padre…
-Leah, ¿en serio piensas que dejaría de lado a mi hijo? – le contesté enfadado – Aunque no esté enamorado de ti, no dejaría que mi hijo se criara sin su padre, ¿crees que lo abandonaría?
Aquello no me había sentado nada bien. Leah agachó su cabeza y no me respondió. Di por finalizada la discusión me fui directo a la habitación. Mientras caminaba le grité a Leah que no quería que me molestara. Llegué a la habitación y cerré la puerta de un portazo. Me lancé sobre la cama, todavía olía como Nessie. Necesitaba dormir un poco y despejar mi mente. En poco tiempo mis ojos se cerraron y me dormí.
La playa de La Push estaba vacía, solo yo estaba en ella. El mar brillaba y sus olas rompían contra las rocas mientras su sonido me tranquilizaba. El calor del sol subía la temperatura de mi piel, que por norma general ya era muy elevada. Escuché unos pasos sobre la arena, alguien se acercaba. Una mano se apoyó en mi hombro. Giré mi cabeza y me encontré con el rostro de mi padre, que estaba agachado a mi lado.
-Papá… - susurré confundido.
-Jacob… Mi pequeño Jacob ya es todo un hombre… Parece que fue ayer cuando correteabas por la casa metiéndote con tus hermanas mientras le robabas sus juguetes… Y ahora estás pensando si tener o no un hijo, qué rápido pasa el tiempo – mi padre ya se había sentado a mi lado y miraba hacia el horizonte -. El bien de tu raza o el de tu amor… Quizá puedas combinar los dos, no tienes por qué ignorar ninguna de las… peticiones, por así decirlo.
-Papá, no puedo hacerlo… Pero no quiero defraudar a los Quileute, todo La Push me odiaría… Pero el odio de Nessie me dolería mucho más…
-Sé que vas a hacer lo correcto Jacob – respondió con una sonrisa.
Me desperté de repente. No, no quería despertarme, necesitaba a mi padre… Pero se había ido… Me senté en la cama y apoyé mi cabeza en mis manos. Estaba muy confuso, todo el mundo confiaba en mi y yo era el único que no sabía que hacer. Nessie entró en la habitación y me gritó algo. Lo único que fui capaz de entenderle fue un “te apoyaré”, estaba demasiado confuso incluso para escucharla.
- Lo sé… - le contesté mientras la imagen de mi padre venía a mi mente de nuevo.
ºo.O Nere O.oº