—Bueno,esto es el colmo.No tengo la suficiente sangre aquí para uno de ellos aún menos para ambos—Edward levantó su cabeza de la muñeca de Bella con las palabras de Marco y miró hacia la puerta para encontrarse con que él y Rosalie habían regresado.Cuando su mirada encontró las tres bolsas de sangre que traía Marco,Edward comenzó a advertirle a Bella que no abriera sus ojos,pero era demasiado tarde.
Con un murmullo—Ah maldición.—Se hundió en el colchón totalmente desfallecida.Rosalie cambió sobre sus pies y cacareo con irritación:
—¿Por qué no me avisaste de que ibas a hacer eso?Me habría ahorrado despertar a tres vecinos en busca de jugo.
Edward deslizó la mirada sobre la hermosa joven mujer rubia al lado de Rosalie.El jugo de naranja no era lo único que había traído.Adivinó que la rubia era uno de los vecinos que había prometido traer a Bella para alimentarse.
Rosalie siguió su mirada y suspiró con fatiga.
—Siéntate,—ordenó,entonces puso el jugo de naranja en el aparador y cruzó el cuarto cuando su vecina se sentó con el rostro blanco en la silla al lado de la puerta.
—¿Cuánto tienes?—preguntó ella.
Edward sacudió su cabeza y abrió su boca para admitir que no estaba seguro,pero moviendo su cabeza consiguió que el cuarto girara.Cerrando la boca,él se hundió suavemente en la cama al lado de Bella sin responder.
—Obviamente demasiado,—Marco contestó por él.Se acercó a la cabecera y los observó,entonces miró a Rosalie para preguntar—:¿Alguna vez has supervisado un cambio?
—No.—Ella arqueó una ceja—.¿Tú?
Él sacudió su cabeza.
—Esto va ser sucio,—comentó Rosalie.
—Hmm—Marco asintió.--Pienso que no tenemos suficientes vecinos para esta situación--.
Rosalie resopló y se miraron el uno al otro.
—¿Tía René?—preguntó él.
Rosalie asintió solemnemente.
—No hay razón para no hacerlo,Bella lo entendió así—Se giró para observar a la muchacha sentada en la puerta—.¿Entonces?¿Usaremos a la vecina aquí?
—¿Por qué molestarse?—preguntó Marco—.Ambos necesitan más de lo que ella podría suplir y eso sólo nos retrasaría.
—Correcto.La llevaré a su casa entonces.—anunció Rosalie y caminó a recoger a la muchacha.
—Mientras lo haces,llamaré y advertiré a los demás.Le daremos la oportunidad a Tía René de conseguir más sangre y enviarla a casa.
Edward se quedó en silencio cuando ellos se fueron del cuarto,su corazón bombeando fuerte en su pecho tratando de ignorar el creciente dolor de su estómago.Bella le contó que ellos llamaban progenitor a quien realizaba el cambio,porque era como un renacimiento.Sospechaba que la presente incomodidad que estaba experimentando no era nada comparada con lo que estaba por venir.
—¿Cómo te encuentras ahora?
Edward hizo una mueca ante la pregunta.Marco le había preguntado por lo menos veinte veces en los pasados veinte minutos mientras les conducían fuera de la casa.Deseó que se detuviera.Cada vez que el hombre le preguntaba por eso,parecía centrar toda la atención de Edward en el dolor que sentía y se propagaba a través de él.Se había iniciado en su estómago,un ácido estomacal desgastándolo que había sido solo soportable,pero cada momento pasado se incrementaba y se estaba dispersando despacio hacia afuera,expandiéndose como un virus o un cáncer y comiéndoselo con sus pequeños dientes afilados.
Esto había conseguido empeorar tanto desde que había tomado la sangre hacia media hora que sudaba por su frente y Edward se encontró a sí mismo apretando sus dientes y manos como si luchara con el dolor.Sus respuestas a las preguntas de René,cuando se encontraron con ella en el aparcamiento momentos antes,habían sido monosílabos como mucho.Era terriblemente difícil encontrar cualquier pensamiento más allá de la agonía que lo consumía.
—Lleva al Dr.Cullen al cuarto rosa,Marco,—ordenó René, abriendo la puerta del cuarto de Bella para que Charly llevara a su sobrina adentro—.Me adelantaré en un momento,sólo quiero comenzar con Bella en su intravenosa,entonces vendré a ver a Edward.
—Puedo conectar las intravenosas por ti,Tía René—se ofreció Jane.
René dudó,moviendo su mirada por el pálido rostro de Edward cuando Marco medio lo cargaba y entonces ella asintió.
—Gracias,Jane.Hice que María trajera la intravenosa y una nevera con bolsas de sangre justo después de que Marco llamara.Si puedes comenzar por mí,regresaré para verificar tan pronto como pueda.
—Si,Tía René.
Edward observó a Jane seguir a su tía al cuarto de Bella antes de que Marco lo arrastrara hacia el siguiente cuarto.
—Ponlo en la cama,Marco—ordenó René cuando los siguió adentro.
Edward captó un vistazo de las sogas atadas a las columnas y miró atrás bruscamente hacia René cuando cerró la puerta antes de que Rosalie,Nessy y las gemelas pudieran arrastrarlo dentro.René vio su expresión e hizo una mueca cuando se movió hacia las ataduras de la cama.
—Estas sólo son para prevenir que se haga daño a usted mismo mientras se da la vuelta,Dr.Cullen.Usted no es un prisionero.Lo prometo.
Relajándose,Edward dejó que Marco lo amarrara a la cama.Al momento él estaba recostado,René se sentó en el borde del colchón y se inclinó para examinar sus ojos,aunque él no tenía ni idea de lo que ella estaba buscando.
—¿Cuánto tiempo pasó desde que Bells le ofreciera su sangre?—preguntó,sentándose.
—Sobre media hora,—contestó Marco cuando Edward comenzó a mirarla inexpresivamente,eludiendo la respuesta que repentinamente supo debería saber.
René asintió y soltó un poco la respiración que podría haber sido de alivio.
—Entonces todavía no ha comenzado.Está solo todavía en la etapa preliminar.
Edward sintió su corazón caer ante aquellas palabras.¿No había comenzado aún?¿La agonía que estaba experimentando era sólo preliminar?Dios mío.
—Marco,hice que Emmett llamara a los laboratorios y ordené algunos narcóticos que podrían ayudar a Edward en esto,—dijo ella,cuando la puerta se abrió y Charly y Charlotte entraron.
—¿Podrías ir abajo y esperar por ellos,por favor?
—Narcóticos,—dijo Charly con un resoplido de mofa cuando Marco dejó el cuarto—.En mis tiempos no usábamos narcóticos para esto.Esto era un ritual de tránsito y nosotros lo aceptábamos como hombres…pero supongo que el hombre de hoy es más suave,ellos no podrían resistir el dolor.
—No necesito drogas,—dijo Edward,el orgullo que lo hizo picar el cebo que el otro hombre había ofrecido.Charly parecía haberle tomado una instantánea aversión durante la mañana que lo había entrevistado cuando llegó,Edward pensó que no tenía idea de porqué.Lo único que podía pensar era que el hombre se había pasado por su mente y captado algunas de sus intenciones menos puras hacia Bella.Edward supuso que no debía sorprenderse si el hombre se oponía a su deseo por su sobrina.
—Charly,basta,—cortó René,entonces le dijo a Edward—.Sí,necesitas las drogas.
—No,no lo haré—insistió él,irritado por la expresión de superioridad en el rostro de Charly.
—Sí,lo harás,—le informó firmemente la madre de Bella—.Las tomarás y te gustarán.
—¿Pensé que dijo que no era un prisionero?—dijo Edward irritado.
—No lo eres,—anunció Charly—.René,él es un hombre adulto.Si él no quiere las drogas,no puedes forzarlo a tomarlas.
Ella miró al tío de Bella con exasperación,entonces suspiró y se dio la vuelta hacia Edward.
—¿Estás seguro?—ella preguntó un momento después—.La experiencia será más dolorosa sin ellas.
Edward no estaba seguro del todo.Él ya estaba con suficiente dolor y las drogas sonaban demasiados buenas,pero con Charly sonriendo burlonamente al pie de la cama,él se mordería antes su lengua que admitirlo.
Asintiendo con la cabeza dijo:
—Puedo lograrlo.
La madre de Bella abrió su boca para hablar de nuevo,pero Charlotte se movió hacia su lado y puso una mano sobre su hombro refrenándola.
—Déjalo por ahora,René.Las drogas estarán aquí por si cambia de opinión.
—Sí,—Charly acordó—.Será interesante ver cuánto dura antes de que esté llorando como un bebe y ruegue por las drogas.
—Tendrás una larga espera,—le prometió Edward y en silenció esperó que pudiera ser cierto.
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