Narra Jake
Mientras Alma me estaba dando un beso de repente cayó desmayada contra mi pecho.
La llamé varias veces pero fue inútil, su cuerpo empezó a temblar y la llevé de inmediato a casa de Carlisle.
Él al menos podría ayudarla.
Golpeé la puerta y la abrieron rápidamente.
- Jacob… ¿Qué ha ocurrido? –preguntó Edward.
- No lo se, se encontraba mal y se ha desmayado, tienes escalofríos o algo, está temblando.
- Súbela. –dijo Carlisle desde la escalera.
Bella estaba a mi lado rápidamente, intentando despertar a su hija pero era algo inútil.
Acosté a Alma en la camilla y Carlisle empezó a tomarle la tensión y luego a abrirle la boca no que más cosas.
- ¿Desde cuando no toma sangre? –preguntó Carlisle mirándome.
- No lo sé. ¿Qué le pasa? –pregunté.
- Tiene baja la tensión, más de lo normal por falta de sangre, mira sus colmillos. –los miré y estaban raros.
- ¿Qué le ocurre?
- No han crecido nada, se le nota enseguida, un vampiro cuando ha ingerido hace poco tiempo sangre se le notan por los colmillos, están más como diría… -empezó a pensar Carlisle.
- Radiantes. –dijo Bella.
- Exacto. –le dio la razón.
- ¿Y que hacemos para despertarla? –preguntó Edward.
- Está tan baja que necesitaríamos ya un vaso de sangre para darle.
Pensé en mí.
Yo podría darle sangre…
- Jake no creo que sea una buena… -dijo Edward negando con la cabeza.
- Edward, no quiero perderla. –dije a Edward. –Bella si quieres vete voy hacer una cosa.
- Jake…
Bajó abajo para que mi sangre no fuese molestia para Bella.
Empecé a buscar algo que cortara por ese cuarto y encontré un cuchillo.
Me hice un corte en el brazo en la parte inferior de la mano derecha.
Hice una cara de dolor pero todo por Alma lo que fuese.
- Edward… si me matase dile que lo hice por su bien. –Edward asintió.
- No le queda mucho tiempo… -susurró Carlisle.
Entonces Carlisle le abrió la boca y metí mi muñeca en su boca y noté como empezaba a engullir mi sangre.
Empecé a marearme pero paró cuando me vio. Pero me caí al suelo inconciente.
- Jacob… -oía susurrar a Edward mientras notaba sus fríos brazos que me cogían.
|