Bella POV
Si, las cosas ahora van a empeorar. Hoy es jueves, tengo la impresión que el tiempo se mueve más rápido cuando algo desagradable se acerca. Por ejemplo, el hecho de que hoy es 11 de septiembre. El sábado es mi cumpleaños 17 y el domingo, la gran fiesta de las divinas en la casa de Lau. Realmente, este fin de semana será un fastidio.
-¡Oye, Bella!-la voz de Alice alerta a media cafetería de mi llegada. Como si no lo supieran ya, todos dejan de comer para observarme y los que están cerca, se apartan para dejarme pasar. En la mesa del fondo, están las porristas y los atletas, sumados a las divinas, quienes por el hecho de ser animadoras, deben sentarse ahí por obligación. Pero como capitana, puedo apartar al grupo. Lastima que esté enojada con ellas por sus ideas de fiesta...
-Hola, Alice, Rosalie.-dije de forma poco entusiasta. Emmett, Jasper y Edward se giraron a observarme, mientras el resto de las divinas se divertía de lo lindo, ligándose a unos del equipo de básquetbol. Lauren me dedicó una mirada "divina" y le respondí con un movimiento de ojos fiero, luego me di la vuelta y la ignoré. –Estúpidas divinas y sus fiestas idiotas.-murmuré por lo bajo, pero al estar Edward a mi lado, me escuchó y se echó a reír.
-¿Qué es tan divertido, chicos?-preguntó curiosamente Alice. Mi compañero negó con la cabeza y siguió comiendo. Yo me dediqué a revolver el vaso de yogurt que había comprado, sin probarlo en ningún momento. Estaba furiosa, y el ceño fruncido era muy obvio.
Lau, Jess y Ang, terminaron por irse con tres chicos, a Dios sabe donde. Les dediqué una mirada asesina cuando me anunciaron con la mirada sus propósitos. Lo único que deseaba era verlas desaparecer...pero de mi vida, y para siempre. Incluso Ángela me había traicionado. Esa tonta...
-Bella, ¿cómo fue que te convertiste en una divina?-la pregunta escapó de los labios de Rosalie, y creo que al notar mi mirada encolerizada se arrepintió de haberla hecho. Edward me pegó con su pie, y aunque me dolió y podía haberlo aplastado con mi aura maligna, me calmé. No era bueno andar asustando a la gente por ahí.
-Mi madre fue una divina cuando estudió aquí, y como su hija, era mi obligación seguir sus pasos. Jess y yo éramos amigas en secundaria y Lau tenia una hermana aquí, Kassandra. Kass era una divina, por lo que al graduarse y entrar nosotros a prepa, nos cedió el lugar. Ang compartía muchas clases conmigo, por la que la arrastré al grupo. Y así seguimos hasta hoy...-si, la mala suerte de conocer a personas poco indicadas me sigue desde que nací. El único que no me ha dañado es Jake, mi novio.
-¿Y, como fue que entraste al equipo de porristas?- ¡vaya! Esa chica si que es curiosa.
-Debía entrar a un equipo, ordenes de mi familia. Lauren era capitana de porristas, y Jess su mano derecha. Ang quería intentarlo e hice la prueba con ella, no sabia que tenia tanta coordinación hasta ese momento.-dije riendo. –Y este año, Lau me pasó al equipo, como divina tiene muchos privilegios.-dije molesta.
-¿Por qué se han peleado?-cuestionó Emmett.
-Porque las divinas damos una fiesta semestral en la casa de Lau, y han decidido que la haremos este domingo.-dije haciendo una mueca. –Yo me voy el viernes en la noche o el sábado en la madrugada a casa, con mis padres. Entonces tendré que regresar el domingo temprano...-dije cabizbaja. -...y eso arruina mis planes. Es fin de semana, será 13 de septiembre y...-me callé instintivamente.
-¿Qué hay el 13 de septiembre?-preguntaron a coro, y varias personas se giraron a observarnos. Las otras dos animadoras me sonrieron, esas sonrisas cómplices...y me quedé helada. Mi cumpleaños ya no era secreto, se lo había confiado a Ang y la muy chismosa se lo dijo a Jess, quien se lo dijo a Lau, que fue con el chisme al director...por eso la fiesta es el domingo. La mayoría de las personas estaban enteradas antes de que pudiera remediarlo.
-Nada importante.-dije lo suficientemente alto para que las habladurías cesaran. Todos saben que con Isabella Swan no se juega, en especial los que conocen a Jacob Black. Tener un novio como él, es de gran ayuda. –Están invitados, aunque como atletas y porristas, no veo necesidad de decírselos.-me sonrieron.
El resto de las horas escolares pasó sin ningún inconveniente. Esa tarde fue de películas, y como de costumbre, en mi dormitorio. Todos estaban ahí, me refiero a los Cullen y a los Hale, y a mi persona. Este día tocaba ver un comedia, algo que todos disfrutaríamos.
Pero nuevamente el teléfono interrumpió, esta vez respondió Alice, aunque un poco molesta. –Bella, es para ti.-dijo y se volvió a sentar. Todos me dedicaron una mirada reprobatoria. ¿De que se extrañaban, este es mi dormitorio?
-¿Bueno?-dije esperando que no fuera Renée con una de sus charlas de sexualidad. -¡Emily!-chillé encantada. -¿Sam está bien?- pregunté alarmada. –Es que la ultima vez que me llamaste fue el día que Sam se fracturó un brazo haciendo salto de acantilado.-todos en la sala me miraron con la boca abierta. –Fue divertido, me muero por hacerlo de nuevo.-dije riendo, acaparando toda la conversación.
-¡Bella!-chilló mi amiga un poco enfadada. -¿Sigues saliendo con Jacob?-preguntó de forma misteriosa, avivando mi curiosidad.
-¡Tu también, Emily!-chillé indignada. –Las divinas preguntan lo mismo a cada rato...-
-Es necesario saberlo, Bella.-
-Si, estamos saliendo. Este sábado cumpliremos un año de novios.-los chicos apagaron el televisor y me miraron con los ojos abiertos como platos. -¿Por qué lo preguntas, Em?-
-Es solo que Jake ha estado saliendo con Leah, ya sabes que ella está enamorada de él desde hace años...-refunfuñé algunas maldiciones.
-Lo sé. Tu y yo sabemos que Leah, aunque sea hija del mejor amigo de mi padre, es una perra.-dije totalmente convencida. –Lleva enamorada de mi novio desde pequeños, ya debería haberlo superado.-dije poniendo los ojos en blanco.
-Pues Jake dijo que ya habían roto.-su voz sonaba temerosa.
-¿De que demonios hablas, Emily? Te aseguro que Leah se inventó eso para...-
-Jake se lo dijo a los chicos, Sam me lo dijo.-
-No es cierto, Em...-empezaba a murmurar. Sentía una opresión en el pecho.
-Quería oírlo de ti, amiga. Tu cumpleaños se acerca y sé que vendrás, pensé que era hora de que rompieras con él.-dijo dulcemente. Y comencé a creerle.
-No voy a terminar con Jake solo porque ustedes...-pero me interrumpió.
-Te enviaré pruebas.- dijo resuelta. –Nos vemos.- y me colgó. Me senté en el sofá impresionada.
Edward POV
Así que Bella tenia novio, y llevaban un año juntos. ¿Quién podría competir contra eso? No es que yo esté interesado, ni nada de eso...
Pero aun así, pude sentir la desilusión al escucharla. Se notaba la frustración en su voz, al mismo tiempo que la molestia, al hablar del tema. Creo que realmente esta enamorada de ese chico si lo defiende de ese modo...
-¿Edward, estas bien?-preguntó Bella una vez se fueron todos. Ambos nos habíamos quedado callados después de su llamada, por lo que todos decidieron retirarse.
-Creo que tu no estas bien.-dije al notar la triste mirada que me dedicaba. -¿Ha pasado algo malo?-pregunté amablemente.
-Creo que mi novio me está engañando, talvez sea hora de dejarlo.-dijo seriamente y supe que realmente lo pensaba.
-¿Creerás en lo que te cuentan?-
-Emily no tiene razones para mentir. Y si Renée y Charlie se enteran que Jake y yo somos novios...me mataran este fin de semana.-dijo riendo.
-¿Tus padres no lo saben?-pregunté impresionado, parecía una de esas chicas que presumen a sus novios.
-El padre de Jake y el mío son muy buenos amigos, no arruinaré eso. Y mi madre, ya lo dije: fue una divina; una ramera en otras palabras...-la miré con los ojos abiertos de la impresión, no esperaba una descripción así de su madre. -...por eso no cree en las relaciones fijas.
-Tu madre debe ser lo opuesto a lo normal.-dije riendo.
-Ya lo creo.-respondió ella. –A veces pienso que yo soy la adulta y ella la adolescente.- por su sonrisa, supe ver lo mucho que extrañaba a su madre, aunque no fuera una mujer normal.
Después de eso, nos pusimos a ver televisión y no volvimos a hablar.
Bella POV
No dormí bien, pensando una y otra vez en la llamada de Emily. ¿Y si, Jake ya no me amaba? Quizás solo estaba jugando conmigo, las divinas tenían razón en algo, él ya entró a la universidad, por lo que debe querer algo mas...y no a una niña boba como yo. Talvez debamos dejar todo en buenos términos, antes que la cosa se complique.
Las clases del viernes se me pasaron volando, tenia mis maletas listas desde la madrugada, dada la falta de sueño. La práctica de animadoras fue corta, ya que no aguantaba las ganas de dormir. Pero como siempre, terminé con Alice y Rosalie, junto con sus novios, en mi dormitorio.
-Juguemos verdad o reto.-dijo Alice encantada, y aunque no estaba del mejor humor, accedí.
-Bien. Bella, ¿verdad o reto?-preguntó Jasper después de girar la botella.
-Verdad.-dije cabizbaja, sabía que iba a ser humillante.
-¿Cuándo es tu cumpleaños?- me quedé con la boca abierta. Si mentía iba a ser muy obvio...
-Es el 13 de septiembre.-dije resignada.
-¡¿Mañana?-chillaron Alice y Rosalie. Asentí.
Dejaron pasar el asunto, pero de vez en cuando Alice me miraba dudosa, como si quisiera averiguar algo. Y las rondas siguieron pasando, Edward acababa de salir de su cuarto y andaba en la cocina. Por lo que al pedir reto, este fue humillante.
-Debes besar a Edward, pero no puedes decirle que es parte del juego.-dijo Emmett en susurros, algo raro en él. Me puse roja, no era algo normal...¿cómo iba a hacerlo?
Pero asentí. Caminé a la pequeña cocina de nuestro dormitorio y cerré la puerta, bajando las persianas, de ese modo sería muy fácil. Si salía roja, es que había cumplido.
-Hola, Edward.-dije de forma normal, aunque se notaba la vergüenza en mi voz.
-¿Ocurre algo malo?-preguntó notando lo rojo de mi rostro.
Ma acerqué lentamente y usando como excusa una pequeña mancha de chocolate en la comisura de sus labios, me incliné hasta rozar sus labios; pero no esperaba su reacción. Me respondió el beso con la misma fiereza que lo había iniciado yo, sus labios se movían insistentes contra los míos, nuestras lenguas jugaban entre ellas. Me mantenía aferrada por la cintura, y mis manos jugaban con su cabello.
Duramos segundos, minutos...o talvez más tiempo así. Pero de algo estaba segura, no era lo mismo besar a Edward que a mi novio. Estando de este modo con Edward, me sentía más completa. Y las mariposas revoloteaban en mi estómago.
-¡Ya llevas mucho dentro!-gritó Emmett y luego soltó una de sus carcajadas. -¿Ya lo conseguiste?-
Edward y yo nos separamos sonrojados y con la respiración entrecortada. Me dedicó una mirada extraña, creo que intentaba comprender las palabras de su escandaloso hermano. Cuando las entendió, el sonrojo en sus mejillas fue mayor.
-Lo siento, no...-empezó a disculparse, pero coloqué un dedo sobre sus labios.
-No quiero que te disculpes.-dije sinceramente. –Si lo haces, esto no volverá a ocurrir.-dije mientras acortaba de nuevo la distancia entre sus labios y los míos. Pero apenas sentí su recibimiento, me separé y regresé a jugar. Las chicas aplaudieron al notar mi rostro sonrojado al salir, por lo que supuse que todo estaba bien.
Edward nos miraba desde el marco de la puerta, con una sonrisa en sus labios. Y por primera vez en mucho tiempo, me sentí de nuevo en las nubes.
Lo de Jake ya no me preocupaba.
Chicas mil Gracias por su apoyo al leer la historia pero especial quiero a agredecerle a valval y Diana por sus Bellos comentarios...=)
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