Narra Alma

Vaya, a Jake le gustaba una chica, ¿quien sería?

La verdad es que estaba echa un lío. Por que Jake… es mi mejor amigo, pero le quiero más que esa amistad, y Andrew, bueno… me gustaban también, pero éramos amigos, con Jacob e pasado toda mi vida junto a él, me acuerdo de chiquitita, que siempre jugaba conmigo y todo.

Jake me gustaba de verdad, pero al decirme que si le gustaba un chica… la verdad es que me partió un poco el corazón.

Intenté no poner mala cara.

-         ¿Qué haces mañana?- me preguntó

-         Pues… había quedado con un amigo para ir al cine.

-         Ah, muy bien.

-         Y tu

-         Pues nada, lo de siempre aquí en la Push, y eso.

-         Ya falta menos para el viernes, no te aburrirás.

-         ¿Contigo? No, nunca.

-         Gracias.

Fuimos a su casa.

Estaba Billy mirando la televisión.

Me acerque a él y le di dos besos.

-         Hola Billy, ¿Cómo estás?

-         Alma, que agradable verte, bien aquí, y tu

-         Bien, venía a ver al grandote de tu hijo.

-         Si, jeje. Dale recuerdos a tus padres.

-         Lo aré.

-         ¿Quieres quedarte a cenar?

-         Espera ahora se lo pregunto a mis padres.

-         Vale.

Papá… llámame…

Sonó un poco preocupante, pero no era nada malo.

Mi padre a los segundos me llamo.

-         ¿Qué pasa Alma?

-         Nada papá, que Billy me ha dicho de quedarme a cenar, puedo?

-         Mañana tienes clase, hija.

-         Lo se pero es cenar y venir pronto.

-         Dile que te acompaño a tu casa.- me dijo Jacob.

-         Papá luego me acompaña Jake.

-         Vale, pero no más tarde de las once y media de la noche.

-         Tranquilo, estaré antes.

-         Vale.

-         Gracias papá.

Jake sonrió y yo se la devolví pero un poco tuerta, ya que todavía estaba dándole vueltas y vueltas lo de Jake, alguien le gustaba, quien sería, por que yo, lo dudo, como puede estar enamorado de una niña, como yo? No, nunca. Si se lo digo se reiría a lo mejor de mí. Más vale sufrir que perderlo como amigo.

Cuando terminamos de cenar Jake me acompañó a casa.

Llegamos a mi casa.

-         Gracias Jake por acompañarme.

Puso mala cara y se acercó más a mí, mi corazón latía más fuerte.

-         ¿Qué te pasa Alma?

-         Na-nada ¿por?

Me tocó la mejilla como si estuviera limpiando algo.

-         ¿Estas llorando?

-         No.

-         Estas llorando, que te pasa.

No me había dado cuenta de que tanto pensar con lo de Jacob se me cayeron las lágrimas, de la tristeza.

-         No me pasa nada, enserio.

-         Alma, si te ocurre algo no me lo ocultes, dímelo si te puedo ayudar…

-         No Jake, no te preocupes.

-         Bueno buenas noches.

Me dio un beso en la mejilla y yo no se lo devolví, me dejé que me lo diera él.

Entré en casa, disgustada.

-         ¿Qué pasa cariño?- me preguntó mi madre.

-         Déjala, necesita estar sola.- le dijo mi padre a mi madre.

Me subí corriendo a mi habitación llorando.

Seguro que mi padre leyó en mi mente lo que me pasaba.

No quería que me la leyera, son cosas privadas.

No paré de llorar. Me tendí en la cama y estaba cansada, me dormí.

Empecé a soñar, mejor dicho era más que nada una pesadilla.

Estaba con Jacob en la playa de noche, me confesé lo que sentía por él, y se enfadaba conmigo y encima se besaba con otra, no le veía la cara de la chica.

Me desperté llorando y chillando.

-         Tranquila hija, no pasa nada.- mi madre estaba sentada al lado de mi cama.

-         Mama.- la abracé bien fuerte.

-         Tu padre me lo ha contado…

-         Mama… yo…

-         No pasa nada, lo comprendo.

-         ¿De verdad?

-         Si, y te digo una cosa, no pienses cosas que no sabes, ¿Vale?

-         Pero es que…

-         Alma, cariño… tranquila, confía en mí. Descansa que queda noche.

-         Buenas noches.

Miré el reloj y eran las cinco y media de la mañana.

No tenía sueño, tenía miedo por si volvía a tener esa pesadilla.

Me levanté de la cama. Me di una ducha tranquila, cuando terminé me sequé el pelo a lo liso.

Me vestí simple, santoles pitillo con una camiseta básica azul de manga corta.

Eran las 6 y cuarto de la mañana.

-         Hija, ¿que haces despierta?- me preguntó mi madre.

-         No podía dormir, puedo dar una vuelta, ¿para despejarme?

-         Si, pero no tardes que tienes el instituto.

-         Tranquila, vuelvo enseguida.

-         Ve con cuidado.

Salí de casa  dispuesta a ir al bosque, estar sola.

Estaba cansada, tenía un poco de sueño, pero tenía que permanecer despierta.

Me senté donde estaba ayer con Andrew.

Miré la hora y eran las siete y poco más.

Cerré los ojos.

Me dejé viajar por mis pensamientos y sentimientos.

Jacob… lo amaba, tenía que admitirlo, Andrew era mi amigo.

¿Pero como podía ser que no se relacionara con los demás? Si era magnifico el chico.

Abrí los ojos y me fui a por la mochila.

-         Cariño, ¿no desayunas?- me preguntó mi madre.

-         No tengo hambre mamá.

-         Cariño…

-         No tengo tiempo, tranquila.

Me fui corriendo, seguro que Andrew estaría esperándome.

Llegué a la esquina y Andrew no estaba, así que pensé que me había adelantado.

Me senté en un banco cerca de su casa a esperarlo.

Vi que salía de casa. Le saludé con la mano y vino asta a mí.

-         Lo siento te echo esperar?- me preguntó

-         No tranquilo. Acabo de venir.

-         ¿Te ocurre algo?

-         No, nada, por

-         No has dormido bien

-         No.

-         Pasa algo

-         Nada, cosas…

-         Bueno si quieres desahogarte, aquí me tienes.

-         Gracias. Pero no, prefiero tenerlo dentro.

-         Como prefieras.

-         Tengo muchas ganas que sea esta tarde

-         Yo también.

Pasó la mañana rápido, llego la hora del almuerzo.

-         ¿No comes?- me pregunto

-         No, no tengo hambre.

-         Deberías comer algo, luego toca educación física

-         No tengo apetito.

No comí nada, no tenía hambre. Estaba todavía dándole vueltas al asunto de anoche.

-         Alma, me vas a decir que te pasa

-         No me pasa nada.

-         Tienes mala cara.

-         ¿Si?

-         Si, se que te pasa algo

-         Estoy preocupada, nada más.

-         ¿Por? Sabes que puedes confiar en mí.

-         Es… por un chico.

-         Te gusta ese chico

-         Si, mucho.

-         ¿Es ese tal Jacob?

-         E…

-         Se como lo miras.

-         Pues si, me gusta… me dijo que le gustaba una chica y no creo que sea yo. Me puse mal…

-         Lo entiendo.

-         Pero bueno…

-         Háblalo con él

-         No es tan fácil.

-         Bueno… yo es que de estas cosas no entiendo.

-         Lo siento por contártelo

-         No pasa nada, pero te sientes mejor?

-         No mucho…

-         Suerte.

-         Gracias.

Sonó el timbre.

Fuimos al gimnasio para empezar la clase.

-         Chicos, vamos a hacer algo normal, vais a dar 2 vueltas al campo, corriendo.- dijo la profesora.

Genial, correr, lo que más odiaba.

Bueno empezamos a dar la primera vuelta…

Me empecé a marear.

A mi lado íbamos al mismo ritmo otra chica, María. Me caía súper bien.

-         Alma, ¿te pasa algo? Estas blanca, más de lo normal

-         Estoy mareada, me encuentro mal.

-         Díselo a la profesora.

-         No se si…- no me dio tiempo.

Me caí en ese momento al suelo desmayada.

No oía nada.

Cuando desperté estaban María, Andrew y la profesora.

-         Alma, ¿te encuentras bien?- me preguntó Gema, la profesora.

-         Si

-         Te as desmayado, ¿as comido?

-         Esto... no

-         ¿Quieres ir a casa?

-         No, estoy bien.

-         ¿Segura?

-         Si

-         Pues mira cámbiate de ropa, hoy basta por educación física

-         Vale…

Me levanté del suelo.

-         María, acompaña a Alma.

-         Si.

Andrew me miró triste.

-         Alma… no hagas tonterías.- me dijo

-         No hago tonterías.

-         Vamos Alma.- me dijo María

Me fui al vestuario junto a María.

Me cambié la ropa de deporte por la normal.

-         Alma, ¿te ocurre algo?- me pregunto

-         No nada…

-         Se que estas mal, puedes confiar conmigo

-         Lo se

-         Entonces…

-         Me gusta un… chico

-         ¿Y? eso es muy buena noticia

-         Si, pero no se si le gusto

-         Pregúntaselo

-         Le gusta una chica, pero no se quien es

-         Si se lo preguntas…

-         No se, me da vergüenza.

-         Chica, tienes que ser fuerte.

-         No se…

-         Yo te ayudo si quieres.

-         Bueno…

-         Una cosa, ese chico no será… ¿Andrew?

-         No, no es Andrew, Andrew es mi mejor amigo, me ayudó desde el primer momento.

-         Si, es muy bueno… parece

-         ¿Por que no le habláis?

-         No se… me gustaría conocerlo, se le ve encantador.

-         Si, es muy buen chico.

Nos cambiamos y sonó el timbre, fui a esperar a Andrew para irnos juntos a casa.

-         Esta tarde nos vemos.

-         Si, asta esta tarde

-         Si te encuentras mal…

-         Tranquilo

-         Aquí a las 6

-         Si. Asta luego

-         Ve con cuidado

Espero que os esté gustando, o no?? bueno espero vuestras respuestas :)

besoss os quiero!!

att: Fatima