Un nuevo amanecer.

Desperté por el ruido del despertador, ¿Qué hora era? Abrí mis ojos y un sonrojo llego a mí, estaba desnuda por completo, las imágenes de ayer hicieron que el calor llegara a mí, estaba sola en mi cama, pero al voltear vi una nota en la almohada.

"Me tuve que ir a la empresa, llegan nuevas propuestas para una revista, no olvides que ayer  fue la mejor noche de mi vida…

Siempre tuyo, Edward Cullen"

Sonriente me levante y mire de nuevo la hora.

-¡Mierda!- tenía que apresurarme tenia clases, no podía faltar, mis padres no les hubiera hecho gracia que yo faltara.

Me apresure a darme una ducha y a cambiarme, siempre me habían dicho que era rápida para recuperarme a las cosas que me hacían infeliz, sé que mis padres no les hubiera gustado que yo estuviera triste por ellos, así que por ellos seguiría adelante sin tristezas, le echaría ganas a mis estudios y a mi trabajo.

Salí corriendo hacia la universidad, tenía que llegar temprano o al menos  intentarlo, para después irme al trabajo, mi celular empezó a vibrar.

-¿Bueno?- subí al autobús mientras hablaba.

-Bella, habla Alice, quería decirte que…- su voz se escuchaba cansada.

-Tranquila estoy bien, voy rumbo a la universidad, después me pasare a trabajar, ya se todo, que Rosalie es novia del hermano de mi jefe y que tu estas saliendo con su otro hermano, tranquila- sonreí mirando hacia la ventana, hoy hacia fresco.

-La mentó no haberte dicho nada antes pero… lo de nuestros padres, bueno-

-No tienes que disculparte, todo queda olvidado, por cierto, mi jefe me ha dicho algo sobre mi tutela- empecé yo.

-Sí, sé que estarás mejor cuidada con él, Rosalie y yo hablamos con él, además de que ella se ira con Emmet y yo me iré de viaje, no queremos que estés sola en casa, aunque más bien siempre has estado sola, pero además lo hago para un favor hacia a ti-

-¿De qué hablas?- fruncí el ceño.

-Te gusta tu jefe, y le gustas tú, aunque sea mayor que tu pero bueno, en el amor no hay edad, Bella, tengo que dejarte que estoy en el aeropuerto, mi vuelo sale hoy-

-Pero tú no me dijiste nada-

-Lo siento, hablamos después- colgó.

Vaya hermana que tengo, hermanas que tengo, ninguna se preocupa de mí y me quieren dejar con el señor Cullen que… me ruborice al recordar lo que había pasado, ahora no creo que tenga cara para verlo después de lo que paso.

(*****)

Después de estar en la universidad haciendo barias cosas, llene unas hojas de puros apuntes además de un trabajo que tenía que hacer, tenía que realizar una exposición de fotografías con un tema, la verdad es que nada se me ocurria.

Al salir de la universidad un auto me esperaba afuera, se me hacía tan conocido, era el auto donde el señor Cullen se movía, pero solo estaba el chofer esperándome.

-Buenas tardes, señorita Swan, el señor Cullen me ha pedido que la llevará  a la empresa-

-Buenas tardes, muchas gracias- me abrió la puerta y me hizo subir.

Hoy había sido normal, claro, como siempre había tenido encima todas las miradas de las típicas chicas envidiosas y que solo quieren molestar.

Hoy no había venido a clases la "señorita" Martinez, algo me olía mal ya que ella nunca faltaba porque no quería perder tiempo haciendo popular, el chofer conducía hasta la empresa mientras yo me perdía en las imágenes de ayer, sintiendo cada rose que él me daba, sintiendo como sus caricias hacían vibrar mi cuerpo, como cada fibra de mi ser ahora al tan solo imaginarlo lo deseaba, ¿Era eso posible?  Sentía como me hacía falta, como tenía que tenerlo ahora más que nunca, sentía que, ahora que mi cuerpo lo había probado, no podía evitar no desearlo.

Cuando llegamos el chofer me abrió la puerta, se había estacionado enfrente de la puerta, yo baje con mi mochila colgando y algunas hojas en mis manos, además de mi cámara colgando de mi cuello, tenía que empezar a hacer mi trabajo ya que solo tenía una semana para esto.

-Bunas tardes, ¿Mi tarjeta?- Heidi me miro con mucho odio, yo sonreí complacida ante eso, si supiera.

-No parre hasta que te corran, el señor Cullen no quiere a niñas como tú en su empresa- destilaba veneno de nuevo.

-Claro, te deseo suerte- levante mi dedo gordo en forma de suerte y sonriendo me fui de ahí hasta el ascensor.

Aplane el botón de las oficinas donde estaba el señor Cullen, primero iría a verlo para hablar con el sobre mi tutela, además de que si el seria mi tutor tenía que pedirle permiso para salir y buscar la fuente de inspiración para mi trabajo.

El ascensor se abrió y yo Salí saludando a toda la gente que estaba aquí, algunos me sonreían y otros solo asentían, creo que hoy había mucho trabajo, tenía que pedir el permiso para poder hacer mi trabajo sin afectar mi trabajo.

Toc, toc. Toque dos veces la puerta, y un "Adelante" de esa preciosa voz recibí.

-Buenas tardes- sonreí al verlo mirando unos folios detrás de su escritorio, su estado era algo descuidado, se notaba estresado.

-Isabella- dijo mi nombre como si fuera algo precioso, suspiro y sonrió de lado, haciendo que mis piernas temblaran y que mis ganas de él aumentaran, además de que sus ojos brillaban tanto como su sonrisa.

-Señor Cullen- sonreí serrando la puerta y dejando mis cosas en las sillas.

-Dime Edward, solo Edward-

-Muy bien, solo Edward- sonreí.

-Graciosa, creo que hoy has amanecido mucho mejor, más alegre, eso me alegra, no quiero verte deprimida ni enferma, pensaba llevarte con mi padre-

-Estaré bien, mis padres no les hubiera gustado que estuviera triste es por eso que tenía que empezar con la universidad y mi trabajo, además de que mis hermanas también tenían que seguir con su vida, y la verdad espero que Rosalie un día me presente a su novio, tengo que conocer a mi cuñado ¿No?- me encogí de hombros, el solo me miraba embelesado.

-Lo conocerás, además ella estará bien con él, mi hermano es un buen chico-

-Claro, como es su hermano tiene que defenderlo- rodee los ojos y el soltó una carcajada.

-Qué bueno que llegaste, ya quería verte, te necesitaba- rodeo su escritorio y se puso detrás de mí, yo me había sentado en una de las sillas.

Se agacho y roso sus labios en mi oído, me dio escalofríos su aliento, además de que estaba calientito, el roso sus manos en mi cuello y yo solté el aire, bajo una de sus manos por mi costado y se metió por mi blusa acariciando mi estómago y subiendo hasta mis pechos, los acaricio haciendo que yo gimiera, me pare y lo encare, el acaricio más mis pechos y yo gemí mas.

-Va a entrar alguien- susurre muy cerca de su cara.

El me soltó y fue a su teléfono, aplano un botón y hablo.

-No quiero que nadie me moleste, no me pases llamadas y no entres sin tocar, si viene Benjamín dile que no entre porque estaré ocupado y no abriré- después lo soltó sin esperar respuesta y vino a mí.

-Creo que vamos a tener una tarde movidita, ¿No?- el solo ladeo la cabeza y me sonrió.

Creo que el hablar sobre mi permiso tenía que esperar, ya que mi cuerpo lo deseaba tanto como el suyo a mí.

Me tiro en el sofá y ahí fue despojándome de mi ropa así como de la suya, se puso encima de mí y se fue introduciendo en mí, gimiendo lo recibí gustosa, quería sentirlo, oh dios, me estaba volviendo una enferma por el sexo, ahora lo quería sentir cada día, tarde y noche, lo deseaba tanto.

No sé si era solo sexo o el amor, pero sea lo que sea lo estábamos haciendo en su oficina, donde afuera habían barias personas que tal vez podían escuchar, me estaba volviendo una impura… ¡Y una mierda, esto es el paraíso!

Esto era nuevo y tenía que aprovecharlo, ahora era cuando empezaba una nueva etapa para mí, un nuevo amanecer.

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Hola chicas!!!!

Subi el sabado, pero no me aguante y aqui les dejo otro, las chicas que me han agregado al facebook, porfis, mandenme un inbox asi podre agregarlas a un grupo y asi estaremos en contacto, y pido disculpas por la demora de las fotos en mi face, ahora mismo me pondre en ello.

Saludos!