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BELLA POV

Me levanté y fui directo a la ducha, por fin hoy era viernes y durante el fin de semana no tendría que soportar todo el día las platicas de las amigas de Nessie, o eso espero, y es que me tienen enferma, con eso de que en una semana es el cumpleaños de Tanya no dejan de hablar sobre los preparativos para la fiesta. Me vestí con un short blanco y una blusa con un sólo hombro de color verde agua, mi cabello lo peine en una coleta y me maquille ligeramente, sí ahora ya sabía usar los cosméticos, gracias a que Alec me llevo con una chica que me ayudo con eso, no sé que habría sido de mí sin la ayuda de Alec. Me calcé unos zapatos negros con un tacón de vértigo, tomé mi bolso y salí de la habitación para bajar a desayunar.

-Buenos días.-saludé sentándome en mi lugar.

-Buenos días cariño.-me respondió Renée dándome una sonrisa maternal.

Alice ni siquiera levantó la mirada de su plato, y ya estaba acostumbrada a eso, desde que supe que ella y Nessie no se llevaban bien no le volví a hablar más que lo estrictamente necesario. Terminé mi desayuno y me levanté, tomé el bolso que había dejado en la silla contigua y me despedí de Renée con un beso en la mejilla, creo que algo que echaré de menos cuando me vaya es precisamente esto, una madre de la cual despedirme antes de salir, o que me esté esperando con una cálida sonrisa cuando llegue. Salí y me monté en el Audi, el cual apenas hacia un par de días llevaba al instituto, y me puse en marcha.

Durante el camino al instituto no dejé de pensar en Nessie, hacia días que no me llamaba y tampoco atendía mis llamadas ¿pasaría algo en Forks? No, no lo creo, de ser así ya sabría algo ¿cierto? Estacioné el Audi junto a un volvo plateado que demasiado tarde reconocí como el de Edward, él y su hermana Rosalie estaban apoyados en el auto, de seguro esperando a Alice. Respiré un par de veces antes de bajar del auto, tomé mis cosas y bajé, al pasar junto a los Cullen no pude evitar ver a Edward y cuando él recorrió mi cuerpo de pies a cabeza mis piernas se volvieron de gelatina, quise alejarme rápidamente pero fue un gran error, el nerviosismo combinado con mi torpeza y los tacones sólo podía significar una visita a mi muy buen amigo el suelo, y así fue, uno de mis pies se enredó con el otro y perdí el equilibrio, pero unos fuertes brazos me sujetaron antes de caer.

-Gr… gracias.- ¡genial Bella!, no te basta con el ridículo que acabas de hacer sino que ahora tartamudeas, ¡bravo!

Pero vamos, como no hacerlo cuando semejante hombre te sujeta por la cintura manteniéndote pegada a su cuerpo y su rostro está a escasos centímetros de distancia del tuyo, tanto que su aliento choca jodidamente delicioso sobre tus labios que pican por probar los suyos, ¿difícil no? Alguien carraspeó a nuestro lado y Edward me soltó.

-De nada.-me dijo con voz fría y carente de emoción alguna para después alejarse de mí seguido por Rosalie y Alice que me dieron una mirada demasiado rara ¿a qué hora había llegado Alice?

Cerré mis ojos por un momento tratando de que los alocados latidos de mi corazón recobraran su ritmo normal, cuando lo logré comencé a caminar hacia el interior del instituto y al pasar frente al cuarto de intendencia una mano cubrió mi boca y me jalaron dentro del cuarto, traté de zafarme del agarre de esa persona y logré darle un codazo en el estomago causando que me soltara.

-No te asustes Bella soy yo.-me dijo Alec con voz ahogada a causa del golpe.

-¡Dios! Lo siento tanto Alec pero, ¿por qué me trajiste de esa forma aquí?

-Yo sólo quiero hablar contigo, estoy seguro de que algo traman el trío de arpías y tenemos que averiguar que es.-ahora que Alec lo menciona yo las he visto raras y en ocasiones cuando me acercó a ellas dejan de hablar, como si ocultaran algo.

-Claro, veré que puedo averiguar, y de nuevo lo siento.-él negó con la cabeza restándole importancia al tema.

-Por mi parte yo también trataré de averiguar algo, y ahora vámonos de aquí o llegaremos tard…-no alcanzó a terminar la frase cuando la puerta fue abierta y la profesora de literatura, que era una mujer bajita y regordeta de unos sesenta y muchos nos miraba escandalizada.

-Señorita Dwyer, señor Vulturi a la dirección ahora.-Alec abrió la boca para protestar pero ella lo impidió-. He dicho ahora.

Ambos salimos del cuarto de intendencia y la profesora salió tras nosotros, llegamos a la oficina del director y nos hizo esperar afuera mientras ella entraba, Alec y yo nos sentamos y esperamos en silencio. Un par de minutos después la profesora salió y nos hizo una seña con su cabeza para que entráramos.

-Siéntense chicos.-nos sentamos y el director comenzó con su discurso-. Jóvenes la profesora Johnson me puso al tanto de la situación en la que los encontró en el cuarto de intendencia, y déjenme decirles que es algo bochornoso.- ¿de qué diablos está hablando este hombre? ¡Dios! ¿Es qué piensa que Alec y yo estábamos ocultos ahí en plan romántico?

-Señor director creo que han mal interpretado todo, Nessie y yo sólo estábamos charlando de un tema delicado y no queríamos que los curiosos en los pasillos nos escucharan.-abogó por nosotros Alec.

-Claro señor Vulturi, y lamento decirle que la señorita Dwyer y usted tendrán una sanción por estar "charlando" en el cuarto de intendencia. Tendrán que preparar una exposición sobre una vida sexual responsable y la presentaran ante sus compañeros en la próxima clase de literatura, ahora pueden retirarse.

Alec y yo salimos de la oficina del director y sentía mis mejillas arder a causa de la vergüenza que había pasado, pero sobre todo por la dichosa exposición. Alec se disculpó por haberme metido en este lío y nos dirigimos a nuestras respectivas clases, al llegar al salón de historia el profesor me llamó la atención por llegar tarde ¡genial! ¿Algo más me saldría mal hoy?

A la hora del almuerzo me dirigí con pereza a la cafetería, compré un jugo y una manzana ya que no tenía mucha hambre, fui a donde estaban Tanya, Heidi y Jane con la esperanza de descubrir algo sobre que tramaban.

-¡¿Es verdad qué la profesora Johnson te encontró encerrada en el cuarto de intendencia con mi hermano?!-me gritó Jane causando que todos se giraran a vernos.

-¿Podrías bajar la voz? Y sí, pero fue un mal entendido.

-Nessie, habiendo tantos chicos te tuviste que enrollar con el idiota de mi hermano.-chilló enojada.

-¿Qué parte de que fue un mal entendido no has entendido?-le pregunté con acritud.

-Tranquilas, y mejor hablemos de mi fiesta, he decidido que sea temática el Rock and Roll y los sesentas...-dejé de escuchar las tonterías que decía Tanya sobre su fiesta y me dedique a contar los minutos que faltaban para que esta tortura terminara definitivamente hoy no había sido mi día.

EDWARD POV

Rosalie y yo estábamos esperando a Alice en el estacionamiento y de pronto el Audi de Nessie se estacionó junto a mi Volvo, ella bajó del auto y cuando pasó junto a nosotros no pude evitar verla, se veía hermosa y es que no sé porque pero, desde que la vi en su casa cuando volvió de su viaje a Jacksonville noté algo diferente en ella, algo que me llamaba como un maldito canto de sirenas.

De pronto se enredó con sus propios pies y de no ser que la sujeté por la cintura se hubiese caído, ella apoyó sus manos en mi pecho y su rostro estaba a escasos centímetros del mío, sería tan sencillo hacer un pequeño movimiento y poder probar sus labios.

-Gr… gracias.-tartamudeó y un momento después Rosalie carraspeó tras de mí volviéndome a la realidad y solté a Nessie.

-De nada.-le respondí y me alejé de ella rápidamente.

Mis clases pasaron lentas y aburridas, cuando el timbre sonó me dirigí apresuradamente a la cafetería, compré mi almuerzo y me fui a sentar con mi hermana y Alice, esa pequeña duende a la que veía como una hermana más, desde que su relación con Nessie se había ido a pique, ella estaba sola y eso había cambiado cuando Rosalie y yo llegamos a Chicago. Me senté y comenzamos a charlar, después de unos minutos Nessie entró a la cafetería, compró un jugo y una manzana y se fue a sentar con sus amigas.

-¡¿Es verdad qué la profesora Johnson te encontró encerrada en el cuarto de intendencia con mi hermano?!-gritó Jane y algo dentro de mí se encendió.

-Vaya, mi primita es una zorra, hasta antes de las vacaciones era Drake y ahora Alec.-masculló Alice.

Volteé a ver a Alec que observaba a su hermana serió y mis manos se cerraron en apretados puños, no sé porque sentía la inmensa necesidad de arrancarle la cabeza. Me levanté ante la atenta mirada de Rose y Alice, y salí de la cafetería, necesitaba aire fresco para pensar con claridad, llegué a uno de los jardines del instituto y me senté en el césped ¿a mí qué diablos me tenía que molestar el que ella estuviera con Alec? Porque aunque no lo quieras aceptar Nessie te gusta me dijo una molesta vocecita en mi cabeza ¿me gusta Nessie? Bueno hasta hace unos días me parecía una chica frívola y sin sentimientos, además la había visto con Drake y no sentía lo que siento ahora, pero ahora sentía la necesidad de tenerla a mi lado y protegerla de todo y de todos, mierda esto era tan confuso.

Estuve allí tratando de aclarar mis pensamientos hasta que el timbre sonó y regresé al interior del instituto, me dirigí hasta el salón de biología esta era la primera clase del curso y para mi sorpresa cuando entré todos los lugares estaban ocupados a excepción de una al lado de Nessie.

-Hola.-la saludé sentándome a su lado.

-Hola.-me contestó y un ligero rubor tiñó sus mejillas, asiéndola ver simplemente adorable.

-Buenos días jóvenes, en este curso trabajaran en parejas, así que la persona que está a su lado será su compañero hasta el final del curso.-no sabía si alegrarme por las palabras del profesor o enfadarme.

Durante toda la clase no me pude concentrar en lo más mínimo, ya que me la pasé viendo a Nessie que cuando la atrapaba viéndome se sonrojaba y agachaba la mirada, definitivamente a partir de hoy esta sería mi clase favorita aunque también sea mi infierno personal. Cuando la clase terminó se apresuro a recoger sus cosas y murmuraba algo sobre que odiaba las matemáticas.

-¿Tienes problemas con las matemáticas?-le pregunté y volteó a verme.

-Sí, nunca han sido mi fuerte.-me respondió.

-Yo puedo ayudarte.-me di cuenta de la estupidez que cometí hasta que las palabras ya habían abandonado mis labios.

-No te quisiera causar molestias, ya veré como me las arreglo.-tomó su bolso y comenzó a salir del salón.

-¡Espera!, no sería ninguna molestia.-soy un reverendo idiota ¿por qué no dejo simplemente que se vaya? Ella mordió su labio inferior con nerviosismo y tuve que luchar contra el impulso que sentía por besarla.

-Está bien, podemos aprovechar que mañana es sábado te espero en mi casa a medio día ¿te parece bien?-asentí y ella se despidió de mí con una sonrisa que no dude en devolverle.

El resto de las clases pasaron tranquilas, salí del instituto hacia el estacionamiento donde me esperaba mi hermana con Alice apoyadas en mi Volvo, estaba a unos pasos de ellas cuando alguien a mis espaladas me llamó.

-¡Eddie, amor espérame!-chilló Tanya corriendo hasta alcanzarme y me besó.

-Tanya sabes que no me gusta que me llames así.-le dije apartándola un poco de mí y ella frunció el ceño.

-¿Qué te ocurre Edward?

-Nada.-no podía decirle que estoy confundido porque me gusta Nessie, sí ya no me lo podía negar más.

-Bien, mañana voy a comprar mi atuendo para mi fiesta de cumpleaños el tema es el Rock and Roll y los sesentas, ¿me acompañas? Así aprovechas y compras tu atuendo también.

-Lo siento pero quedé con Nessie para ayudarla con un problema que tiene en matemáticas.-una chispa de furia cruzó por sus ojos y me sonrió forzadamente.

-Nos vemos después entonces.-me dio un beso en la mejilla y se fue.

Llegué a donde estaban las chicas, Rosalie y yo nos despedimos de Alice y nos montamos en el Volvo, durante el trayecto a casa no dejé de pensar en Tanya, era una chica realmente hermosa y en un principio creí estar enamorado de ella, pero al mes de que formalizamos nuestra relación me di cuenta de que no era así y seguí con ella más por la costumbre de estar juntos. Pero ahora ya no podía seguir con ella, no era justo que la engañase y lo mejor era ponerle fin a nuestra relación, Rosalie y Alice se alegrarían por eso ya que nunca les cayó bien Tanya, pero me querrán matar cuando sepan que me gusta Nessie y haré todo lo posible para que ella se fije en mí, comenzando mañana mismo cuando vaya a su casa…