The Reason

Autor: dianacullenblack
Género: Romance
Fecha Creación: 30/10/2012
Fecha Actualización: 24/07/2013
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 5
Visitas: 7301
Capítulos: 7

 

"He encontrado una razón para mi.. para cambiar lo que yo solía ser. Una razón para empezar de nuevo.. y esa razón eres TU"

Stefan/ Bella

TODOS HUMANOS.

la historia pertenece a mary-paradice

yo solo publico con su permiso, espero le guste este fic como a mi ♥_♥

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Capítulo 7: Noche de locura.

Capitulo Siete: Noche de locura.

Ahora que Stefan estaba en mi vida, parecía que todo empezaba a tomar su curso.

Era una sensación de lo más gratificante, ya que con el sentía que podría ser yo misma, si estar cuestionándome si debía comportarme de una forma o de otra. Con él, todo era más fácil… pero no todo era como un lecho de rosas.

Todavía existían secretos entre nosotros y muchos no eran buenos ni alegres. Si queríamos que lo que teníamos funcionaria, teníamos que empezar a confiar, a hablar… a remover el pasado.

Suspire tomando un trago de mi café. No iba a ser fácil. Yo todavía tenía cosas con las que tenía que lidiar, o encontrarle una solución. Y no sabía cómo eran mis sentimientos hacia Stefan.

Suspire de nuevo. Esta conversación interna no me llevaba a ningún lado.

Estaba tan ensimismada en mis pensamientos, que me sobresalte cuando escuche mi celular sonar. Lo tome y lo mire un poco recelosa, ya que no conocía el teléfono. Me encogí de hombros. Realmente estaba sobre exagerando todo.

-¿Hola?- pregunte. Escuche una risa y supe en realidad quien era. Sonreí.

-Hola, preciosa. Espero no molestarte en un momento inoportuno- la voz de Damon sonaba divertida, lo que hacía que su risa fuera contagiosa.

-No, claro que no… ¿pero cómo obtuviste mi numero? –le pregunte, suspicaz. El bufo.

-Stefan no sabe guardar secretos, Isabella. Aparte, dejo su celular en casa –me explico. Me senté en el sofá, rodando mis ojos. Damon y sus artimañas para conseguir lo que quería.

-Bueno ¿a qué debo a tu llamada? –pregunte sonriendo. Era divertido hablar con Damon, porque él tenía un encanto natural. Seguramente era así entre los Salvatore.

-Voy a salir de fiesta con algunos amigos, y me preguntaba si te gustaría ir –me pregunto. Me quede un momento en silencio. No tenía planes –ya que Alice había decidido abandonarme para pasar la noche con Jasper – y no quería estar en mi casa sola, así que…

-Si no es problema…-comente, provocando que su risa llenara el espacio vacío. Idiota.

-Paso por ti a las ocho. Ponte algo realmente sexy –me dijo antes de colgar. Busque su número en "Llamadas realizadas", y lo guarde. Nunca estaba de más tener un teléfono nuevo.

Todavía faltaban algunas horas, pero tenía algo más inquietante en que pensar: ¿Por qué Stefan olvidaría su teléfono?

Tranquilízate, Swan. No creo que sea la gran cosa, no veas fantasmas en donde no los hay. Recuerda que tu haz olvidado tu teléfono en muchas ocasiones y no solo estoy hablando de la fiesta de Navidad en casa de los Cullen.

Sacudí mi cabeza. Me estaba dirigiendo a pensamientos pecaminosos, y lo que menos quería era recordar y pensar en Edward.

Edward era mí pasado, otra vida. Yo solo deseaba un nuevo comienzo.

Me levante del sofá, suspirando y sonriendo tenuemente. Tenía cosas que hacer, y por alguna razón, esperaba con ansias mi salida nocturna.

No sabía que había pasado con la Bella tímida e insegura, pero en realidad me gustaba este cambio. Me hacía feliz. Era feliz.


Me encontraba en el auto de Damon -que era un Chevrolet azul, o eso creía, en camino a la discoteca a donde nos dirigíamos. Él se veía impresionante: estaba vestido con su típica chaqueta de cuero, y un pantalón de mezclilla negro que se arrugaba en la parte alta de sus piernas. Lucia como un cazador, un endemoniado cazador que obviamente iba a conseguir a su presa.

Yo iba más sencilla, pero eso no quería decir que corriente: un blusón de color rojo que dejaba un hombro descubierto, un pantalón de mezclilla recto y unos zapatos de tacón alto. Bendita sea Alice, por sus lecciones de "como caminar".

-Nos encontraremos con unos amigos en la entrada… y ¿Bella? –me llamo para que le prestara atención. Lo mire confundida.

-¿Si?- pregunte, alentándolo a proseguir. El me regalo una sonrisa sincera.

-Solo no te alejes del grupo ¿está bien? –no entendí su tono, pero no hice preguntas.

-Está bien- dije, devolviéndole la sonrisa. Nos quedamos en silencio hasta que llegamos. En la entrada del antro había una enorme fila esperando poder entrar, y un poco alejados de la fila estaba un grupo de dos chicas y dos chicos que hablaban animadamente. Una de las chicas, saludo a Damon al reconocerlo.

El salió del coche, y me ayudo a bajar de él. Después me sonrió.

-Realmente me hiciste caso cuando te dije que te pusieras algo sexy –me dijo pícaramente, haciendo que inmediatamente que me ruborizara. Idiota.

Nos acercamos al grupo, yo un poco más atrás que Damon, pero a él no pareció importarle.

-Chicos ¿cómo están? – pregunto Damon, y yo pude observar más de cerca a sus amigos. Había una mujer rubia con el cabello hasta los hombros y la piel blanca y a su lado en contraste estaba una morena más bajita y con unos ojos realmente expresivos. Uno de los hombres tenía el cabello un poco largo –ya que cubría su frente y llegaba al borde de sus ojos- y el otro era rubio, con unos grandes ojos azules.

-Solo te estábamos esperando a ti… y a tu invitada –dijo la morena, quien me miraba con una gran interrogante en sus ojos. Damon se dio cuenta, ya que me puso su brazo sobre mis hombros.

-Chicos, ella es Isabella Swan, una amiga- me presento, mientras yo correspondía con un tímido "Hola".

Resulto que la rubia se llamaba Coraline –que tenía una sonrisa infantil y a la vez tierna- y la morena se llamaba Bonnie –que todavía me miraba de una forma que empezaba a irritarme-.

El hombre de ojos azules –un poco más claros que los de Damon – se llamaba Matt y el otro hombre se llamaba Jeremy. Los dos intercambiaron miradas y ambos la dirigieron a Damon, quien solo los miro inmutable.

Realmente me estaba perdiendo algo entre esa conversación.

Todos entramos en grupo –Damon y yo adelante, Bonnie y Jeremy en medio y Matt y Caroline atrás –al lugar, para darme cuenta que el lugar era realmente lujoso.

La gente se amontonaba en la pista de baile o estaba en algunas mesas tomando algo de alcohol. La música y la luz hacían del lugar algo realmente psicodélico.

Nos metimos a la zona VIP –porque Damon le pago al guardia con dos billetes de cien dólares –y ordenamos nuestras bebidas. Después de un rato de charlas, alcohol y chistes malos, las chicas se levantaron a bailar, haciendo que Matt y Jeremy fueran tras ellas, dejándonos a Damon y a mí en la mesa.

-¿Te estas divirtiendo? –me pregunto, alzando la voz para que lo escuchara. Me reí tontamente.

-Realmente me hacía falta algo de aventura- respondí gritando. El me lanzo una sonrisa relampagueante. Entonces, él se paró y se quitó su chaqueta, dejando ver su camisa plateada.

-Baila conmigo- me dijo, tomándome la mano, para dirigirnos a la pista de baile. Realmente el sabia como moverse. No había nada sensual en nuestro baile, aunque si era coqueto y juguetón, y realmente no era capaz de dejar de reír.

Pero, en una de las vueltas que me hacía, vi a Stefan. Y él no estaba solo.

Él estaba al lado de una bella y escultural rubia, con la que iba del brazo. Se detuvieron en el bar, para después sentarse en la pequeña tarima.

Yo me quede como estatua en medio de la pista de baile, sin comprender la maraña de sentimientos que tenía al verlos. Era una mezcla de rabia con absoluto rencor, pero trataba de tranquilizarme.

-¿Bella?- me pregunto Damon, al mismo tiempo en cuanto la rubia echaba los brazos sobre su cuello y lo besaba. Jadee, escabulléndome de Damon y de las personas que seguían bailando ajenas a mi desilusión.

Era un idiota… había sido una completa idiota.

Tome mis cosas apresuradamente y corrí a la salida. Empecé a caminar rápidamente, hasta que sentí que un coche se detenía al lado mío.

-¡Bella!- me grito Damon. Lo mire, dándome cuenta de mis mejillas estaban húmedas y mis ojos estaban nublados por las lágrimas. No entendía nada, ni sus anteriores palabras, ni lo que acababa de ver.

-Damon –susurre, lanzándome a sus brazos llorando, sintiéndome como una idiota, por darme esperanzas. Que al final resultaron ser mentiras.

¿Por qué esto me pasaba a mí? ¿Por qué cuando la vida empezaba a ser mejor... tenia que despertar a la realidad?

You're free to leave me but just don't deceive me! 
...And please believe me when I say I love you!

*Eres libre de abandonarme, pero no me engañes... y por favor, creeme cuando digo que te amo -El tango de Roxanne

Capítulo 6: Decisiones apresuradas.

 


 


 
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