Mágico Destino(+18)

Autor: mar14
Género: Romance
Fecha Creación: 16/09/2012
Fecha Actualización: 22/07/2013
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 12
Visitas: 16023
Capítulos: 16

LOS VAMPIROS SON NUESTROS MAYORES ENEMIGOS, MONSTRUOS SIN ALMA QUE NOS PERSIGUEN POR EL PODER DE NUESTRA SANGRE, ACABAR CON ELLOS NO SOLO ES UN DEBER PARA MI... ES VENGANZA. NUNCA DUDARE... O ESO PENSÉ HASTA QUE VOLVI A ENCONTRARME CON UNA AMIGA DEL PASADO Y UN HOMBRE QUE NO SOLO ME TIENTA HASTA LO IMPOSIBLE, SINO QUE ES UN SER CON QUIEN DEBO ACABAR ¿QUE HACER CUANDO SUS BESOS ME QUITAN EL ALIENTO Y ME DEJAN SIN RAZON? ELLOS NO SON COMO LOS DEMAS, AUNQUE AHORA, YO TAMPOCO LO SOY.

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Capítulo 7: DESASTRES DE NIÑOS

POV.BELLA

 Era por la mañana, y el infernal y molesto sonido de los pájaros  cantando, que en otro momento me habría resultado lindo, ahora me hacía sentir unas ganas irrefrenables de cocinar piernas de pajarito con verduras, estaba terminando de condimentarlos  mentalmente  mientras me estiraba por una de mis zapatillas, Cuando la puerta se abrió de golpe, haciéndome pegar un brinco y caer de la cama, mi rodilla choco contra la mesa de noche, que en vez de solo golpearme y dolerme se hundió entre la madera mientras toda el agua de la jarra que estaba sobre ella caía sobre mí. Mi cabeza golpeo el suelo. Maldije.

Y si eso solo era el inicio del día, no quería pensar que me preparaba para más tarde. Tal vez, un avión se estrellase sobre la casa o nos atacaran un par de pumas, no, con un par podríamos, ¿un centenar, tal vez?  ¿Cuál era la probabilidad que cientos de pumas te atacaran a la vez?

-          -Uhmmm ¿buenos días? – murmuro Maggie, sobre mi cabeza, la mire incrédula – bueeeeno, mira el lado bueno, la jarra no se ha roto.

-esto es tu culpa – gruñí  mientras me levantaba  y me sacudía los restos de mesa de noche, adiós a una bonita y fuerte mesa, tal vez debería empezar a comprar mesas de acero inoxidable o de granito. – ¿no sabes tocar la puerta?

-¿esto también es culpa mía? Es que ahora quieres hacerme culpable de todo? , el hambre en el mundo, el calentamiento global, vamos, échame más cosas encima -y siguió ella misma echándose más cosas encima.

Rodee los ojos, mientras me secaba las piernas y buscaba algo para cubrir a abolladura de la mesa

-          -…¿Qué tal ebola? ¿o el cáncer? -  la mire sorprendida cuando sus pasos se volvieron más rápidos, luego se paro bruscamente con una mirada fiera  y su dedo índice  balanceándose frente a mi  nariz – he pasado toda la noche pensando como entrar  y hablar, he intentando entrar unas 50 veces para luego regresar a mi habitación y volver a pensar.

-          -Y al final pensaste que entrar echa una furia era la mejor opción – repuse empujando su mano y cogiendo una chaqueta  para cubrir la mesa.

-          -Me enoje de tanto pensar – exclamo empujándome para arreglar  mi mal intento de borrar las evidencias – ¿y qué diablos hacías en esa posición?

-          -¿intentando pescar nuestro almuerzo?  - dije inocentemente  mientras formulaba un hechizo y el piso se secaba

-          -¿almuerzo? –preguntó mirándome confundida, negué con la cabeza mientras miraba al pájaro que había estado torturándome, levantar el vuelo, si, huye, así no te convierto en estofado. Estaba dándome la vuelta cuando volví a  tener a Maggie sobre mi

-          -Necesitas sangre –resople, oh, Dios, como me odias, pensé mirando al techo – no hagas eso, sabes que la necesitas, no has bebido en más de quince días, es por eso que estas tan pálida y débil, y te tropiezas en plena matanza y…

Mi mano cubrió su boca en cuando escuche a abrirse la puerta de la cocina

-          -Chicas, ¿estáis bien? He escuchado un fuerte golpe – sonó la voz de mi padre desde abajo

-          -Todo bien – respondí mientras soltaba  a Maggie – solo me caí de la cama

-          -Deberías tener más cuidado  - dijo  y resoplo  – ha sacado la torpeza  de su abuela.

-          -No es cierto – masculle ofendida – la abuela era bailarina

Hubo un silencio largo, luego una risa tosca

-          -Eso decía ella – murmuro  más suave

-          -No…- me cubrieron la boca antes de contestar, mire a Maggie airada mientras ella negaba con la cabeza.

-          -Tú no deberías haber escuchado eso, un humano normal no debería. Tus oídos ahora son más sensibles.

Asentí, Ahora Comprendía el silencio

Suspire, resignada, mientras entraba en el baño y cerraba con fuerza la puerta, sonriendo con placer cuando la escuché tropezar.

Termine de usar el baño y ducharme, estaba lavándome los dientes cuando tocaron a puerta, conté hasta diez mientras observaba con tristeza  que la ventana del baño era demasiado pequeña para escapar por allí.

-          -Entra  - sufrí al decirlo, pero la puerta ya se había abierto cuando me arrepentí  - que…

Escupí  sobre el espejo cuando ella levanto una bolsa de sangre frente a mí y empujándola corrí a cerrar la puerta

-          -¿Te has vuelto loca? – susurre frenética – ¿y si Charlie subía y nos encontraba?

-          -Lo hubiésemos oído – dijo ella tranquilamente aun levantando la bolsa hacia mi -   y olvide que ahora hay que escondernos. Era más fácil cuando Charlie solo nos visitaba en Londres. Aunque era divertido hacerme pasar por una mujer mayor.

Ambas reímos cuando recordamos los malabarismos que tuvimos que hacer cuando Charlie nos visitaba cada año.

-          -Ahora, toma – corto una esquina del paquete y lo vertió en un vaso. Negué con la cabeza mientras tragaba e intentaba no respirar el olor.

-          -Trasfusión, agujas – solté y volví a contener el aliento

-          -No hay tiempo para eso – dijo molesta – ya han pasado dos meses desde que te convertiste, bebe

-          -No – articule en silencio, moviéndome lentamente hacia la puerta

-          -Sí, piensa que es zumo de tomate – dijo tendiéndome el vaso

-          - lo odio – ya estaba a un paso de la puerta  cuando su hombro se apoyo delicadamente sobre ella, bloqueando mi vía de escape.

-          -Bebe – ordeno

-          -Llegaremos tarde– sisee apretando los dientes   

-          -Más razón, llegaremos tarde, si no bebes - insistió

-          -Muévete, niña – gruñí, sus ojos brillaron enojados, ella odiaba que le recordara su edad.

-          -No me llames…niña – escupió la última palabra.

-          - ¿No? Aun no cumples ni los – me quede sin aire, e involuntariamente aspire, fue mi perdición, el embriagante olor del vaso me daba vueltas la cabeza y automáticamente di un paso más cerca, bufe cuando vi la sonrisa de Maggie hacerse más grande.

Tomando el vaso trague sin respirar, no le daría el placer de verme caer bajo el delicioso…juro que intente no respirar, pero no pude evitar el suspiro de placer al sentir cada célula de mi cuerpo bailar al son del subidón, mientras me hacía más fuerte, mis vista se volvió más aguda y clara, incluso podía escuchar el aleteo de las palomas que se posaron en la ventana y ni hablar del olor, no sabía que la tierra mojada podía oler tan fuerte, y el sabor de la sangre… uhmmmmm, sabia a gloria.

Usando la magia podía realzar mis sentidos pero esto era cien veces más fuerte, demasiado agobiante sino tenias practica, no quería recordar cómo fue mi primera vez, solo podía decir que ni la madre de todas las resacas podía compararse en una mínima porción a lo que sentí y mucho menos quería imaginar lo que sería para los vampiros completos como… la imagen de un rostro de cabello cobrizo me hizo fruncir el ceño, y lo espante rápidamente de mi cabeza. ¿Desde cuándo pensaba en vampiros? Y nunca me preguntaba si con esta mejor vista se vería más guapo. Maldita sea. Ahora tenía curiosidad…tal vez… si daba un paseo por el bosque cerca a su casa...

-          -quita esa cara de loca, da miedo – señalo Maggie interrumpiendo mis pensamientos  - ¿en que estabas pensando?

-          -¿Eh? – pregunte aun distraída pensando

-          -Vez, hay va de nuevo, esa sonrisa boba- dijo apuntándome con mi cepillo, lo tome

-          -No es cierto – murmure

-          -Creo haberla visto antes- la ignore y después de cepillarme, camine hacia mi habitación aun pensando en el encuentro.

-          -Aja – anuncio repentinamente entusiasmada – en el desfile en Francia, te estabas comiéndote con los ojos al modelo y pusiste esa sonrisa cuando te sonrió y te dio esa flor – me sonroje al recordarlo, pero definitivamente yo no estaba haciendo esa sonrisa ahora, no, no, NO!!

Busque en mi armario sacudiendo la cabeza, eso era imposible no conocía a alguien de quien enamorarme, nadie, no, nadie… su estúpido rostro pálido y perfecto  y esa estúpida sonrisa llenó mis pensamientos, apreté los dientes.

-          -La llame la sonrisa problemas – continuo Maggie recordando -  te medio enamoraste del tipo y a la final resulto ser gay y…

-          -¡¡AAHHHH !!– grite horrorizada soltando la toalla, haciendo que ella saltara-  ¡¡¡NO, YO NO ESTOY ENAMORADA DE ESE TIPO, DEFINITIVAMENTE NO!!! Dios, no me odia tanto– termine con un gemido

-          -Ya lo sé, fue hace mucho  -dijo extrañada,  luego se fijo en mi – cúbrete, crees que quiero ver tu pálido y celulítico culo

-          -¡¡¡no tengo celulitis!!! – chille ofendida recogiendo la toalla y por un segundo refrene las ansias de revisarme, luego lo haría, – y tu eres tan pálida como yo

Me ignoro, mientras  rebuscaba en mis cajones y me lanzaba ropa, ropa interior incluida

-          -¿no puedo elegir ni el sujetador que llevo? – masculle molesta mientras me cambiaba

-          -Tal vez – dijo vagamente y me tendió los zapatos – por lo menos tu gusto en lencería es bueno

-          -Gracias – replique con sarcasmo

-          -De nada – sonrió dulcemente  y empezó a bajar las escalera – no olvides ir lento, nada de Superpoderes para Charlie

¿Superpoderes? Yo le diría donde podía meterse sus Superpoderes.

Ya había tenido bastante con el susto del enamoramiento, mire hacia el techo ¿Qué más tienes para mi, Dios?

*****

Edward POV.

-          A ver si lo entiendo – pregunto un confuso Carlisle mirando a Rosalíe – verla levantar a cinco vampiros en el aire y desaparecer tocando un árbol, ¿no es lo más sorprendente que le has visto hacer?

-          Y ni hablar de su rapidez al desaparecer y moverse – señalo Esme, Rosalíe se removió inquieta en su silla con la vista fija en sus manos que no dejaban de temblar, verla hacer esos actos tan humanos en la fría Rosalíe, era preocupante y menos por esa chica, no es que fuera alguien común.  Hace una hora no la conocíamos, ahora no podía dejar de pensar en ella y el hecho de que Rosalíe no se explicase y lo difícil que era leerla estaban tentándome a que fuese corriendo a la casa del sheriff exigiendo respuestas. Aunque me arriesgara a volver a terminar de cabeza.

-          No – chillo Alice a mi lado, todos la miramos sorprendidos, cuando leí su mente entendí el problema, había intentado ver a bella y se había encontrado en un callejón sin salida, otra vez – he intentado ver al jefe Swan, incluso a un vecino de cerca y nada, esta vez esta todo oscuro.

Se levanto y empezó a pasear rápidamente pareciendo casi un borrón

-          Pude verla llegar frente a su casa y luego… - termino en un suspiro-  nunca me había pasado.

Jasper corrió a su lado intentando tranquilizarla.

-          Usa protecciones – murmuro Rosalíe, volvimos la vista hacia ella – por lo que se, son como escudos

Carlisle iba a hablar pero negué con la cabeza, sus pensamientos empezaban a ordenarse por lo que me era más fácil leerlos.

-          Estábamos en Irlanda, hace 10 años, fue un antes de la boda – sonrió  y me sumergí en sus recuerdos

***flash back***

No podía creer que tendría que volver a Dublín por un videojuego, debía querer demasiado a ese hombre para atravesar casi 200km de bosques y pueblos por un puñetero juego, suspire, debería haber acompañado a mis hermanos a Londres, el concierto de piano no estaría mal y luego podría ir de tiendas con Alice pero ahora estaba  rumbo a Dublín por ese estúpido juego. El estaba ocupado ayudando a reconstruir nuestra casa, sonreí al pensar como se había destruido. Por lo menos tenía la oportunidad de conducir mi coche nuevo, el ronroneo al aumentar la potencia era un sueño.

Llevaba casi la mitad del camino atravesando un bosque deshabitado y demasiado verde para mi gusto, cuando pude ver una sombra moviéndose a la par de mi coche, reduje la velocidad para observar mejor, pero tuve que frenar bruscamente cuando vi un movimiento al frente. Hizo una mueca al escuchar el chirrido del frenazo e  iba a bajar del coche cuando una pequeña cabeza pelirroja llena de rizos apareció delante del capo por un momento sus grandes ojos verdes  me miraron sorprendidos, luego una pequeña sonrisa se formo en sus labios, la mire pasmada y no solo por verla en medio de un bosque deshabitado frente  a un coche que aun le salía humo de las ruedas , sino por su belleza, era una de las niñas mas lindas que había visto, sus ojos verdes brillantes, su piel del color del marfil y las mejillas sonrosadas , su nariz respingona y unos labios sonrosados, todo en ella era hermosa. Y esos ojos, su mirada indicaba más madurez de la edad que aparentaba, que eran unos tres años o cuatro años.

-          Hola – saludo con una voz cantarina, que volvió a sorprende por lo raro que parecía en una humana.

Ella había bajado la vista hasta algo en sus brazos, salí del coche extrañada y fue cuando lo olí, sangre, asustada de haberla dañado de algún modo, corrí hacia ella, por suerte tenia la mirada en el bulto blanco y negro en sus manos y no vio la velocidad a la que me moví.

Las manchas rosas empañaban parte de su blanco vestido, y durante  un momento pensé que era suya, pero el olor de  la sangre era del animal que estaba temblando en sus brazos. Suspire aliviada, y ella levanto la vista, volví a quedar anonadada por su belleza, para ser una niña humana era demasiado… perfecta, por un momento pensé en un vampiro, pero ella tenía los ojos verde y pulso, fruncí el ceño, su corazón no debería latir mas…

Un ruido a mi espalda me distrajo y gire para ver a otra niña un poco más grande, de largo cabello caoba, salir detrás de un árbol, ella también era muy guapa, con esa piel clara y tersa con pequeñas motas rosadas, sus delgados labios casi rojos y esos brillantes ojos…marrones, pestañee por un momento me pareció ver que sus pupilas eran de un verdes, debí equivocarme. Y ahí estaba otra vez esa mirada, demasiado vieja para su edad, y había algo más extraño en ella, pero no supe identificarlo, parecía irradiar un débil brillo de toda ella. Pestañeé confundida  y cuando la volví a ver esa luminosidad había desparecido. Ella sonrió y avanzó rápidamente hacia mí, casi tropieza, pero retomo el paso. Esa acción casi me hizo sonreír.

-          Hola – también saludo suavemente y camino junto a mí para acercarse a su amiga.

Ella tomo al animal, que parecía ser ¿un tigre blanco? ¿En estos lugares?, y se arrodillo dejándolo descansar en sus piernas. Parecían ignorarme, y por una vez no me molesto, la pelirroja le dio una mirada preocupada, pero su amiga solo sonrió calmadamente, demasiado madura para su edad, gritaba mi mente,  pero la ignore.

Durante unos segundos la mayor coloco sus manos sobre el animal y cerrando los ojos, empezó a cantar, palabras que por más que intente descifrar me fueron imposibles. Y luego el animal que por los lentos latidos de su corazón estaba al final de su vida, volvió a latir rápida y sanamente, revolviéndose entre los brazos de la pequeña, levanto el hocico frotándose con suavidad a su pecho, incluso empezó a ronronear  y entonces el bosque se lleno de sus risas burbujeantes. Sonreí  al escuchar su alegría aunque en mi cabeza aun daba vueltas la imposibilidad de lo que estaba pasando, podría estar en un sueño, pero nosotros no dormíamos, entonces ¿quiénes eran  estas dos personitas?

-          No fue tu culpa – dijo la mayor  dejando al pequeño tigre en los brazos de la más pequeña, quien reía mientras lo levantaba en los aires, como si no pesase nada. Volví a fruncir el ceño.  Una niña tan pequeña no podía sostener tan fácilmente a un tigre, por pequeño que este fuera. – ya lo habían herido antes, intentamos cogerlo pero Maggie lo asusto

-          Lo siento – murmuro la pequeña quien de pronto se escondió detrás de la mayor, con el tigre sentado a sus pies

No sabía cómo responderles, por norma, no nos relacionábamos mucho con los humanos, y había pasado mucho tiempo desde que lo hice con niños, el solo hecho, abría heridas y deseos no cumplidos.

-          Me llamo bella – se presento la mayor, después de un rato observando mi ineptitud de decir algo, se hizo hacia atrás y la pequeña mostro su sonriente rostro, le devolví la sonrisa– y ella es Maggie. Mi hermana.

-          Soy Rosalíe – dije y de pronto bella me miro expectante y una gran sonrisa se formo en su rostro

-          Rose – susurro, sorprendiéndome al decir mi apodo, al parecer hoy era el día de las sorpresas, porque en estos últimos minutos, me había sorprendido más de lo que lo hice en semanas, ambas intercambiaron miradas y sonrieron, al parecer me perdía algo.

-          ¿Qué es lo que hacen en este lugar? – pregunte, preocupada por ellas, otra sorpresa, nunca me preocupaba por nadie fuera de la familia.

Intente escuchar si una madre o alguien las estaba llamando pero en varios kilómetros solo se oía el sonido propio de los bosques - ¿estáis solas? ¿os habéis perdido?

-          Causamos un accidente y varios animales escaparon – confesó bella frunciendo el ceño y agachándose a acariciar al tigre- ellos tenían a esos pobres animales en jaulas y cuando intentaron atraparlos hirieron a este pequeño, corrimos tras él.

-          ¿Causaron un accidente? – solté, mientras mi cabeza aun procesaba la forma de expresarse de una niña tan pequeña. Ella pareció avergonzada durante un momento, lo que era más acorde con su edad, pero luego fue remplazaba por una mirada resuelta, otra vez, nada propio de su edad ¿es que los niños maduraban más rápido ahora?

-          Nadie se hirió,- justifico-  se lo merecían, estos tigres están protegidos, es ilegal hacerles eso. – repuso firmemente cuadrando los hombros, Maggie asintió.

Parpadee, asimilando lo que ella dijo, y simplemente sacudí la cabeza, esto estaba siendo una experiencia de locos, y lo decía una vampira de casi ochenta años.

-          ¿Cómo causaron el accidente? – volvieron a intercambiar miradas

-          Prendimos fuego a uno de sus carros – respondió bella vagamente, enarque una ceja como lo hacía Esme cuando se enojaba con nosotros, al ver su avergonzada pose, pensé que estaba haciendo un buen trabajo  - no había nadie allí, estaban tomando un descanso

-          Yo saque a los caballos  - intervino Maggie en defensa de bella – uno estaba herido, y Bells se quedo  a curarlo, yo me fui primero

Asentí, al parecer dos niñas menores de diez años habían asaltado a un circo, sin hablar que una de ellas había curado a un tigre moribundo y a un caballo.

-           Sabía que te veríamos – volví a sorprenderme ante lo que dijo, ella miraba al coche con una mueca  - yo vi a un toro amarillo

-          Te dije que no había toros amarillos – murmuró Maggie acercándose al coche – este es bonito

-           Un Ferrari F50 es mejor – repuso y volví a mirarla sobrecogida cuando dijo el modelo uno de mis coches preferido

Surrealista y difícil de comprender hasta para una mente vampira, aquí estaba yo hablando con una niña pequeña que podía curar con las manos y tenia preferencia por los ferrari.

-          Rojo – dijimos a la vez, ella me dedico una sonrisa deslumbrante, fue un flechazo, ¿podría quedármelas?

Luego algo que dijo llamo mi atención

-          ¿Sabías que vendría? – pregunté confundida, pero ellas ya iban rumbo al coche, abrieron la puerta y se colocaron ambas en el asiento del copiloto; sacudí la cabeza, esas niñas eran un huracán. aquí yo una vampira muchísimo mas vieja que ella ambas y estaba siguiendo al dedillo lo que ellas decían, si mis hermanos me vieran ahora, su risa se escucharía hasta en América. Me senté junto a ellas, mientras las miraba pelearse al ponerse  el cinturón

-          Esperad – dije pacientemente mientras las acomodaba, abrochaba su cinturón y sonreía, por un momento me alarme al ver lo natural que era la acción, suspirando encendí el motor

-          ¿Y bien? ¿A Dónde vamos? – pregunte mirándolas

-          A por un videojuego a Dublín – rodee los ojos, por seria que no me sorprendía.

***fin del flash ***

HOLAAAAAA. ES UN CAPITULO LARGO, EL SIGUIENTE CAPI ESTA EN PROCESO Y NO SE OLVIDEN DE DEJAR VUESTROS COMENTARIOS  VOTOS. BESOS

Capítulo 6: CHARCO Capítulo 8: CHISTES VERDES

 
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