Ya habían pasado  dos meses desde que  volví a L.A, la verdad ya me estaba acomodando de nuevo a  este cambio de mi vida. Las cosas iban bien, en el colegio mis notas eran aceptables, las huecas de las Denali seguían siendo las pesadas de siempre, una vez casi se les va la lengua sobre  mi pasado, pero las paré justo a tiempo,  por suerte nadie se había enterado de nada, sentía como si las cosas fueran a estallar en cualquier momento pero lograba tranquilizarme y como siempre en mi vida un cambio drástico, pues ahora la o más bien los protagonistas eran Phil y Victoria, ya se habían puesto de acuerdo y decidieron que lo mejor era saber el sexo del bebé para así comprarle las cosas correctas, pues en un principio tenían la idea de esperar a que naciera pero luego se dieron cuenta de que era mejor saberlo, o bueno eso fui yo quien los convenció.

Al principio del embarazo les preocupaba mi reacción, pero no sé porque si yo no soy así, además de ejemplo estaba mi relación con Dulce a quien yo adoraba y este nuevo bebé  lo querría con la misma intensidad, la que en verdad se puso un poco dramática fue Dulce.

Durante todo este tiempo se mantenía al margen, pero cuando le contamos del sexo del bebé, creo que explotó y saco todo, eso fue hace un mes.

FLASHBACK

-         No Bella es que vas a querer más al bebé, que a mí- decía Dulce acostada en mi cama, hoy vino a dormir conmigo, estaba con la cabeza en mis rodillas, llorando.

-         Dulce no seas tonta- le dije riéndome de la situación- a ti yo te adoro y el bebé lo querré por supuesto mucho, pero no por eso te dejaré de querer a ti- le aclaré, Dulce era una niña muy chineada.

-         Pero  él bebé va a ser tu verdadero hermano… y no es lo mismo que yo- suspiro- yo no tengo tu misma sangre- me tensé de verdad ella pensaba eso.

-         Cariño, mírame- negó con la cabeza- vamos Dulce mírame, por favor- después de un rato levanto su cara, tenía la nariz roja y toda la cara mojada debido a las lágrimas- mira enana, tu eres mi hermana, no importa que mi sangre no sea la misma que la tuya, mi madre y Charlie te trajeron  a esta familia y eso conlleva a que eres Mi hermana- explique- tu eres una niña preciosa que vino a iluminarnos la vida a todos, yo te quise desde el primer momento que te vi, porque aunque no eres mi hermana de sangre, si lo eres del alma, porque no importa que padres tengamos en común o que papeles nos una, lo que importa es que yo te adopte en mi corazón como la pequeña hermanita que adoro, que siempre cuide y cuidaré y que jamás dejaré de querer- ya había dejado de llorar y me miraba atenta- mira el bebé será mi medio hermano, pero no por eso lo querré más o menos, lo querré de la misma forma que te adoro a ti, y tu- le di un toque en la punta de la nariz, ella sonrió, yo la imité- tendrás también un hermano nuevo, que yo sé que vas a querer mucho, como yo te quise cuando llegaste.- me puse cursi, pero la situación lo ameritaba.

Fin FLASHBACK

 Pero las cosas estaban todavía en suspenso, Dulce no estaba muy convencida con el bebé, pero no decía nada solo se limitaba a apartarse al oír algo del bebé, pero yo sabía que solo era cosas de celos en cuanto viera al bebé lo querría.

Por otra parte la nueva pareja que se formó fue toda una revelación, Emmet y Rose, sí por más que Rose se negara ella le encantaba Emmet y por supuesto él la adoraba, un día los sorprendimos dándose tremendo besote en el colegio y más, pero ni pena les dio se limitaron a decirnos- LARGO.- eso me dejo trauma de por vida.

Por otro lado  las cosas con Edward iban perfecto, mejor no se podía, yo seguía con mis clases de piano, los domingos y  la verdad iba muy bien, según Edward. Nos habíamos acercado mucho como amigos claro, la verdad se había convertido en mi mejor amigo, pasábamos mucho tiempo juntos y  era un chico agradable, a veces creo que no lo merezco, pero se ha vuelto parte importante en mi vida y lo adoro.

-         Oye devuélveme mi manzana- estábamos Edward y yo en el patio del colegio, tuvimos hora libre, porque el profesor se enfermó, así que salimos y nos posamos en el piso a leer un libro, sí los dos éramos adictos a la lectura.

-         Oye comparte, eres mi mejor amiga y por contrato la relación, se trata de compartir-  dijo haciendo señas con las manos, reí. Yo estaba recostada en el pecho de Edward y este a su vez en un árbol.

-         Sí claro, pero entonces dame un poco- me sonrió y me acercó la manzana, le di un mordisco y seguí leyendo.

-         Como va- me pregunto por el libro, él me lo había prestado.

-         Esta interesante y el tuyo- yo se lo di.

-         Esta bueno cariño, la verdad me gusta- me dio un beso en la frente, sí así nos decíamos.

-         Oye tenemos espectadores- la idiota de Tanya dijo en una de nuestras “charlas” que yo había seducido y manipulado a Edward para que se  hiciera mi novio y claro que pasáramos tanto tiempo juntos ayudó a darle fuerza al chisme, pero los demás no paraban en observarnos para ver si era  verdad o no.-  No tienen vida acaso, Tanya sí que es insoportable.

-         No les hagas caso, tampoco nosotros ayudamos por cómo nos comportamos- acaricio mi brazo.

-         Pues no voy a dejar de pasar tiempo contigo- lo mire a los ojos- solo porque ellos lo malinterpreten, me gusta estar contigo y molestarte- le di una sonrisa la cual él correspondió y me dio un beso en la frente.

-         Pero miren a la parejita feliz- suspiré frustrada, esa voz era la de la rubia oxigenada de Tanya

-         Que divinos- esa era Irina.

-         Que quieren- les respondió Edward.

-         Uy pero que sensible, amor- ella le ardía que Edward no babeara por ella, y más si estaba conmigo, Edward la ignoró.

-         Porque no se esfuman- les dije ya molestas, era mi momento de paz y lo estaban arruinando.

-         Pero mira la zorrita, salió a la defensiva- ay colmaron mi plato, me levante y me puse a su altura, a pesar de que ellas eran más altas que yo. Edward se  levantó y se colocó junto a mí, tomando mi mano con la suya, sabía que me podría lanzar contra ellas.

-         Mira de zorra no hablemos porque salen perdiendo las dos- no perdían oportunidad para molestarme.

-         Mira  niñita- me miró y luego miro a Edward, bajo su mirada al agarre que  unía nuestras manos, sonrió maléficamente y miró a Edward con una sonrisa que me dio mala espina- Edward, tu noviecita no te ha contado acerca de su pasado cierto- me tensé que pretendía hacer- ay donde la vez, con su careta de santa, no es más que una zorra.

-         Cállate Tanya- le grite.

-         Como ya sabes yo estuve con bella en Inglaterra- siguió Irina sin hacerme caso- y pues la verdad al principio era un cero a la izquierda- me miro con ira- pero pronto saco sus uñas y revelo lo que era- miro a Edward- no fue tonta, se juntó con Carrie la “chica rebelde” del instituto y pues claro dime con quién andas y te diré quién eres- sonrió viendo a su prima y esta le devolvió la mirada, yo estaba atónita quería gritarle que se callara pero no reaccionaba- Bella como legitima alumna de su maestra, conquisto a un DJ que tocaba en unas de las fiestas que se daban en el instituto y claro dada que la niña es mona, pero sobre todo sabe cómo provocar a un hombre, lo amarro a su lado y claro el chico era mayor- su sonrisa se hacía cada vez más ancha- así que la chica no perdió tiempo para acostarse con él, y eso que solo tenía quince para esa época- suspiro- pero apenas el muñequito la dejo, ella salió a cazar chicos, salía a fiestas y se la veía andar con un chico diferente cada noche, pero no creas que eran solo amigos, no esa no perdía el tiempo ese día lo conocía  y ese día se lo llevaba a la cama- una lagrima cruzó mi rostro, ella  estaba describiendo lo que fue mi vida, no era exacta en unas cosas, pero la verdad era lo que fui una cualquiera que por más que intentará no podía dejar atrás.- por su cama pasaron una cantidad enorme de chicos, hasta se las daba de roba novios.

-         Sí la muy descarada le robó el novio a Irina, lo engatusó y se lo llevó a la cama- agrego Tanya con una voz que denotaba superioridad.

-         La muy descarada me lo robo y para  ser peor, se acostó con él en el mismo  instituto y pues claro los amigos del idiota de Jared corrieron el rumor- sonreí inconscientemente, al menos algo malo le hice a esta claro que yo no se lo robe, jamás haría eso.

-         Cállate eso no fue así- por fin tuve voz para hablar- no enredes las cosas.

-         Mira se animó a hablar- dijo Tanya.

-         No me interrumpas que ya casi termino- me miro y se volvió a Edward, este seguía tomando mi mano, pero no le veía el rostro no tenía cara después de que él supiera esto de mí- al cabo de los años la niña se acostó con todo los alumnos del colegio, claro solo los mayores que ella, es que le gustan los mayorcitos y pues no sé si los profesores también- a no, di impulso para avanzar y darle una buena cachetada pero la mano de Edward me detuvo, respiré  y volví a mi posición- pero lo mejor fue cuando en una de las fiestas de cumpleaños de una compañera, se dio en su casa que tenía mil habitaciones, perfecto para Bella- me miro triunfante, sabía que se estaba saliendo con la suya- pues para no alargarte la historia, ya pasadas las dos de la madrugada, yo venía saliendo  del baño, cuando una puerta se abrió y que fue mi sorpresa Bella salía de la habitación, con notable apariencia de una noche movida- otra lagrima curso mi rostro seguida de muchas más, esa fue la peor noche, la que en verdad me sentí como la cualquiera que era- pero eso no me sorprendió Bella era así, pero cuando vi mejor el interior de la habitación, me topé con que en la cama habían tres tipos desnudos y claro hice suma- me miro directo a los ojos- la noche de Bella había sido muy muy muy movida-  su sonrisa se desgarro cuando por impulso le solté una cachetada que hasta hizo que se le volteará la cara.

-         Eres una maldita, no sabes lo que yo pase esa noche- le estaba gritando, mientras Edward me tomaba por los hombros y las dos me miraban con ira- tú no sabes nada de mi vida, nada de mí, no tienes ningún derecho de andar manchando mi nombre.

-         Como si no fuera verdad- grito Irina sosteniendo su mejilla- a ver niégalo.

-         No lo niego- sentí a Edward tensarse, con esto le estaba confirmando lo que Irina dijo- pero no es como tú lo planteas, muchas cosas no pasaron como tú dices- me mirada con odio- Jared ya no era tu novio, te había dejado y tu como una maldita intensa no lo superabas- lo dije más en silencio pues no quería que alguien oyera a pesar de que todas las miradas estaban clavadas en  nosotros, por suerte estábamos lejos de los demás- eres una intensa, caprichosa que se ha pasado todo este tiempo fastidiándome, me tienes cansada, acéptalo lo que te tiene así es que desde que yo llegue a ese colegio, pasaste a ser segunda porque ellos ya no solo te veían a ti, me veían a mí, me deseaban a mí y yo no tuve nada que ver con eso.

-         Tú te les insinuabas como la cualquiera que eres- me grito.

-         Eso no es cierto, ellos solitos llegaban a mí- le dije- y si yo fui una cualquiera, pues tú me hacías la segunda, porque los que yo me follaba, ya habían pasado por tu cama.

-          Recogiendo sobros- dijo Tanya con veneno.

-         Pues que querías si ella ya se había acostado con todo el instituto mucho antes de que yo llegara y otra cosa no me acosté con todos- afirme- como si tú lo hiciste- me dirigí a Irina- me puedes decir que soy una cualquiera, yo lo acepto lo fui pero ya no soy la misma, en cambio tu trajiste tus mañas  aquí y sigues siendo la misma zorra de siempre- respire la verdad había soltado todo lo que tenía adentro, sentía un peso menos- así que no me vengas a echar en cara mi vida cuando la tuya es igual o peor que la mía, así que lárgate de aquí y déjame en paz- le dije con el último aliento que me salió. Ambas me miraron con odio y se fueron, todos seguían viéndonos.

Respire para poder tranquilizarme, en eso volví a la realidad Edward estaba soltando su agarre de mis hombros y entonces me di cuenta, él ya sabía mi pasado, sabía todo lo que fui, tenía que irme de ahí.

-         Edward, yo… me tengo que ir- y dicho esto salí corriendo de ahí, junto a mis cosas, corrí lo más rápido que pude, sin detenerme por las miradas de los demás. A como pude llegué a mi casa, bueno la de René y me metí a la habitación, por suerte no había nadie, me tiré a la cama y solté todo el llanto que tenía, lloré por saber que lo que dijo Irina era verdad, por saber que yo fui así y que por lo visto este pasado se las empeñaba en regresar y no dejarme seguir con mi vida, pero más que todo  lloré porque ahora Edward sabía mi pasado, mis malas decisiones, él había descubierto quien era yo en realidad, descubierto que no lo merezco, porque él es una maravillosa persona que no se merece  alguien como yo.

Hola chicas, ya en este capi se da una pista de lo que le paso a Bella, ya en el próximo ella contara la historia, tal como es. Gracias por sus comentarios, de verdad los aprecio.

Espero les entretenga y guste, espero sus comentarios.

Saludos desde Costa Rica.

SUCULLEN

PURA VIDA :]