Ajenos al destino (+18) ©

Autor: vickoteamEC
Género: General
Fecha Creación: 12/09/2011
Fecha Actualización: 14/02/2012
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 164
Visitas: 72686
Capítulos: 20

 

¡FINALIZADO!

Isabella Swan, una exitosa empresaria decide dar un giro a su vida mudándose al pequeño pueblo en el que vivió cuando era niña.

Tras un gran agotamiento físico y mental; decide dejar a cargo de sus negocios a Ángela, su mejor amiga y socia. Y retirarse del ajetreo, las prisas y la adicción al trabajo que le ocasiona su vida en la gran manzana. Deja atrás computadoras, teléfonos celulares de última tecnología y coches modernos; para ahora enfrentarse a biberones y pañales. Entrega solicitud en una importante agencia de niñeras en Port Angeles, en la que es aceptada de inmediato.

Tras el inesperado cambio, toma la decisión de vivir de nuevo con su padre en el pequeño pueblo de Forks y retomar su antigua vida entre las montañas y los bosques.

El destino le tiene preparadas muchas sorpresas, entre ellas una pequeña que deberá cuidar como parte de su trabajo y que la hará retomar el curso de lo que, según ella, estaba en el pasado y jamás volvería a ocurrir.

 

*******************

Los personajes (y todos sus derechos) son propiedad de Stephenie Meyer. Sólo la trama es de mi creación.

 

PROTEGIDO POR REGISTRO DE DERECHOS DE AUTOR  SAFE CREATIVE

 

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Capítulo 7: HOY SIN TI... Y YO GUARDANDO NUESTRO AMOR (PARTE I)

 

 

CANCIONES DEL CAP:

1.- Si te vas- Reik.

2.- Noviembre sin ti - Reik

3.- The only exception - Paramore

4.- Te amo - Franco de Vita

5.- Cosa más bella - Eros Ramazzotti

 

************************

 

Bella despertó al día siguiente a la hora que estaba programado su despertador. Se dio veinte minutos más para dormir, no había pasado una buena noche. Se vistió con el primer vestido formal que encontró y unas sandalias con tacón bajo. Increíblemente, cuando entró a la pequeña cocina Ángela estaba fresca como lechuga tomando una taza de café.

-Buenos días- saludó su amiga.

-Buenas noches- se burló Bella, sonriendo.

-¿Quieres café?

-No, prefiero un té.

-Ok.

Bella vio la fecha en el calendario que estaba a un lado de la barra y echó la cabeza hacia atrás.

-¡Demonios! ¿Cómo pude haberlo olvidado?- se recriminó.

-¿Qué pasa?- dijo Ángela entregándole una taza de agua caliente mientras veía lo mismo que Bella.

-Olvidé una fecha importante.

-¿Estás bien?

-Sí.

-¿Segura?

-Sí, Ang. No te preocupes, sólo tengo una infección estomacal… recuérdame nunca volver a comer sushi en un avión.

-Ok- dijo Ángela sonriendo.

-Ahora, ponme al día y háblame sobre la junta de auditores.

Ese día estuvo muy complicado, la junta se alargó y después les siguieron otras tantas para preparar su defensa por el “fraude”. Bella y Ángela  se durmieron tarde aclarando asuntos de suma importancia, saldrían adelante a como diera lugar. Esa misma noche Bella hizo una agenda de las actividades de sus próximas semanas.

Gracias a que denunciaron los movimientos antes de que la auditoría terminara, tuvieron muchas oportunidades de justificarse, contrataron a los mejores abogados y al parecer todo saldría bien.

Ya tenían un par de semanas entre trámites, oficinas, papeleos, juntas, firmas, “medias comidas”, prisas y desveladas. Ese día Bella llegó mucho más temprano que cualquier otro día, Bella revisó su agenda y pasó su lista de asuntos pendientes a su secretaria.

-Por favor, haz todas las citas que están señaladas en la lista y prepara los documentos.

-Incluida la cita de…

-Sí, esa también. Es la más importante.

-Ok. Le recuerdo que el fallo quedará listo hoy en la tarde.

-Está bien, gracias- Bella se afirmó de la orilla de su escritorio, apretó los ojos y respiró profundamente.

-¿Es...está bien?

-Me duele muchísimo la cabeza. Búscame unas aspirinas.

-¿Aspirinas?

-¡Sí, aspirinas!- se hallaba tan estresada que ya casi no era capaz de contener sus emociones –Lo siento-murmuró mientras terminaba con su sesión de respiraciones.

-No se preocupe. En un momento se las traigo.

-Gracias.

Ángela y Bella estaban en su oficina, que era la más grande de su piso, justo a un lado tenía la sala de juntas. Estaban por terminar con un papeleo, revisar un par de detalles e ir temprano a casa, justo después del fallo con la resolución del caso. Debería llamar a Charlie, tenía días sin siquiera hablar con él.

-Bella, ¿estás bien?

-¿Por qué lo preguntas, Ángela?- dijo sin apartar la vista de la pantalla de su computadora.

-Ya sabes por qué…

-Y tú sabes que no quiero hablar de eso, no puedo permitirme una distracción así. En cuanto resolvamos esto te prometo que me arreglo con ellos (1).

-Bella…

-Sin reproches, ¿eres mi amiga o no?- dijo levantando la vista por primera vez desde que se había sentado detrás de su escritorio.

-Claro que lo soy, pero… no es sólo eso.

-¿Qué es entonces?- dijo regresando a su tarea en la computadora.

-Te noto mal, pálida, desganada. Casi no comes ni duermes, te he escuchado vomitar varias veces. Bella me preocupas, ¿segura que estás bien?- dijo acercándose hasta recargarse sobre la pantalla del monitor para ver directamente a Bella.

-Iré al médico. Yo también sospecho que esto es algo más, de seguro tengo anemia de nuevo.

-Claro que sí, te estás exigiendo de más y no me gusta.

-Ángela, mañana mismo iré por vitaminas al médico ¿sí? Tranquila.

-Es que en serio, estás extraña. Antes, en una situación similar parecías locomotora… ahora ni siquiera has tocado los cigarros.

-No me apetecen…

-¿Segura que mañana irás?

-Sí, segura.

-Está bien- dicho eso regresaron a sus labores.

***

Mientras, en Forks, Alice estaba en la sala sentada a un lado de su hermano mientras lo abrazaba con fuerza para consolarlo.

-Y Bella se fue…- dijo él viendo hacia la nada (2).

-Tranquilo,Edward, todo va a estar bien. Allie nos necesita fuertes, necesitamos dar lo mejor de nosotros para ella.

-¡Pero ya no soporto más esta maldita espera!

-Edward… es lo único que podemos hacer.

-Ella ni siquiera esperó a que hicieras su fiesta de cumpleaños.

-¡Claro que la hice! El día que festejamos la salida del hospital de Allie le dimos varios obsequios a Bella, ¿recuerdas?- por su puesto que los recordaba, aún estaban guardados en la habitación de Bella. Pero eso no era lo más importante que le había llamado la atención de las palabras de su hermana.

-Allie… No puedo soportar esto.

-Edward…

-¡Yo debí de haber estado aquí! Si no me hubiera ido nada de esto hubiera pasado.

-No sabíamos lo que iba a hacer. Ninguno de nosotros lo esperaba.

-¿Y si ya…?

-¡No! Ni siquiera lo menciones, además no puede.

-No, ya no aguanto. ¡No lo soporto!- salió a grandes zancadas, Alice sólo alcanzó a ponerse de pie para ver cómo azotaba la puerta.

En eso Esme entró sosteniendo a Rose que lloraba desconsoladamente en sus brazos.

-Allie- se lamentó Rosalie mientras apretaba una cobijita de la niña.

-Cálmate, Rose- dijo Alice llegando con su cuñada –Todo saldrá bien.

-¡Deja de decir que todo estará bien!- Alice la abrazó a pesar de su regaño.

-Confía un poco en el sexto sentido de Alice y tranquilízate- sugirió Esme tratando de calmarla –Haré té. Nos hace falta- dijo poniéndose de pie.

Alice y Rose asintieron y hablaron un rato sobre lo que había pasado esa mañana.

***

Ya pasado el medio día, estaban por terminar con sus asuntos de oficina cuando el móvil de Bella sonó insistente sobre el escritorio.

-Isabella Swan, buenas tardes- dijo sin siquiera checar el identificador de llamadas mientras revisaba una pila de documentos.

-¡Bella!

-¿Alice?- dijo dejando los papeles de lado y poniéndose de pie. Caminó hasta la pequeña salita que estaba a un lado y Ángela la siguió. Alice suspiró aliviada.

-¿¡Por qué no me contestabas!?

-Alice…

-Es Allie.

-¿Qué pasa con Allie?- dijo mientras sentía que algo se oprimía dentro de ella.

-Victoria se la llevó- dijo Alice para después sollozar.

-¿¡Qué!?

-Sí, vino con una orden de un juez, policías y no sé qué más. Se la llevó, Bella. Vino cuando no estábamos en casa, tomó a Esme y a María desprevenidas y aprovechó para llevársela. En cuanto nos enteramos Rose, Ed y yo fuimos a apelar en su contra… ahora tenemos que esperar varios días antes de que se abra el caso.

-Pe…pe…pero ella me dijo que…

-¿Qué?, ¿qué te dijo esa arpía?

-Que Edward la quería a ella y que lucharía por su familia- dijo Bella anonadada, casi sin aliento.

-¡Esa maldita estúpida es una mentirosa! Bella regresa, por favor. Edward te necesita y Allie…

-No- susurró mientras el teléfono se resbalaba entre sus dedos.

-¿Qué pasa, Bella?- le preguntó Ángela muy preocupada.

-Tonta.

-¿Qué?

-Soy una tonta. ¡Ángela soy una tonta!

-Bella…- la llamó, pero  Bella comenzó a negar mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y movía su cabeza hacia los lados una y otra vez.

Bella comenzó a caminar hacia atrás, las palabras de Ángela carecían de cualquier sentido. Sólo escuchaba sonidos difusos, todo comenzó a parecer más borroso, la gravedad se esfumó igual que todo lo demás  y entonces… todo se apagó.

-¡Bella!- se arrodilló a su lado y la sacudió. Nada. -¡Ayúdenme!- pidió –Bella, por favor…- la siguió sacudiendo. Nada.

Por más que la llamó y la sacudió no consiguió nada. Bella no despertó.

Varios empleados entraron, la cargaron hasta el auto de Ángela y salieron a toda prisa rumbo al hospital…

Bella abrió los ojos lentamente, se sentía adolorida y se incorporó despacio. Reconoció el lugar como un cuarto de hospital, vio el suero conectado al dorso de su mano izquierda y una bandeja con comida a un lado. Arrastró la bandeja hasta que la colocó frente a ella, pero al tener la comida de cerca nada le apeteció. A través de las cortinas vio que era de noche y se alarmó, ¿cuánto tiempo tenía inconsciente?

Nerviosa comenzó a tamborilear los dedos sobre la mesita portátil con su almuerzo. Pu, rum, pum, pum, pu, rum, pum, pum; se escuchaban sus golpecitos ansiosos mientras esperaba a que alguien la atendiera. Tenía la vista fija en la gelatina roja que se estremecía a cada golpe que daba.

El tic tac del reloj estaba a punto de sacarla de quicio cuando una muy conocida y cálida mano pálida la hizo detenerse de su insistente movimiento nervioso. Temió levantar la vista y perderse en esa mirada color esmeralda que estaba más que segura que iba a encontrar.

Lentamente recorrió con la mirada la mano, subió por el brazo, el abdomen, el pecho, el cuello, la barbilla, la boca, la nariz y por fin encontró los ojos. Un jadeo de sorpresa escapó involuntariamente de sus labios, arrebató su mano inquieta y la llevó al pecho mientras intentaba controlar su respiración agitada.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Bella aún sintiendo que el corazón estaba a punto de estallarle.

-Encontrándote- respondió él con la preocupación tatuada en la mirada -¿Por qué me lo ocultaste?- le preguntó con dolor confirmando la sospecha de ella.

-No lo sabía. Bueno no… no estaba segura- dijo ella en susurros –Edward, ¿qué pasó?, ¿es…está?

-Muy bien. Fue cosa tuya no de él… o ella. Creo que ya puedes irte- dijo él reposando su mano sobre su vientre con ternura.

Bella suspiró con alivio, descansó su peso sobre las almohadas y después del suspenso logró relajarse. Sus miradas se encontraron de nuevo y Edward no dudó en sonreír.

-¿Por qué me miras así?- preguntó ella.

-Bella… estás… estás… es… es…-tartamudeó él aún sin poder creerlo.

-Sí. Estoy embarazada. Y por si aún te lo preguntas… sí, es tuyo.

Edward la miró con ternura y acarició con delicadeza la mejilla de Bella, ella disfrutó un breve instante de la dulce caricia. Luego sus pensamientos irrumpieron con la magia y se apartó de golpe. Cuando sus ojos se conectaron hipnóticamente dudó un poco en soltar el sermón que había preparado, luego ella respiró profundamente y disparó las dudas que la inquietaban.

-¿Qué? ¿Ahora qué? ¿Me vas a decir que no me odias? ¿Que te entristeciste cuando me fui? ¿Qué has venido desesperado? ¿Qué estás feliz de que vayamos a ser padres? ¿Qué me amas y que no puedes vivir sin mi?... ¿Qué me has extrañado cómo loco? ¿Qué me vas a pedir que vuelva…?- paró rompiendo en un silencioso llanto.

-Y que nunca te vayas- completó Edward aferrándola entre sus brazos y uniendo sus labios en un apasionado e intenso beso de amor –Allie te necesita. Nos necesita juntos- murmuró sobre sus labios, luego la besó de nuevo (3).

Bella correspondió gustosa y en un arrebato llevó sus manos al cabello broncíneo que la enloquecía tanto, esa textura suave y rebelde que cabía a la perfección entre sus dedos. Arrebato tras arrebato. A pesar de todos los errores y las confrontaciones ambos sabían y no dudaban del intenso y gran amor que los unía; y que por más doloroso que fuera, no lo podían negar… mucho menos ocultar. Juntaron sus frentes, luego Edward se separó y la miró intensamente.

-Sé lo egoísta que quieras ser conmigo- dijo él

-Edward…

-Déjame terminar, por favor- Bella asintió y agachó un poco la cabeza –Haz lo que se te dé la gana. Pórtate mal conmigo, olvídame, recházame y sácame de tu vida. Pero no me alejes de él- dijo acariciando el vientre de ella –Él no tiene la culpa de nada y no permitiré que me alejes de su lado. No serás egoísta con él, él no- Bella sollozó y se tapó la cara con ambas manos -¿Y Allie?, ¿se merece esto? Ella necesita a alguien que vea por su bien, que esté a su lado. Es una pequeña indefensa y te adora. ¿Sabes lo que le ha pasado?; le ha un resfriado terrible, no paraba de llorar y me mata verla así. Esme dice que es porque está triste y te extraña; ya creo que es así. Vengo por ti Bella y no me moveré de aquí hasta que regreses conmigo.

Para cuando Edward terminó de hablar con Bella, ella estaba envuelta en un llanto pesado y sentimental.

-Perdón- rogó tomando sus manos entre las suyas –Perdóname. Por favor. Sé que he tomado las peores decisiones. Allie me duele tanto… te quiero cerca de éste bebé- dijo poniendo la mano de Edward en su estómago –Te quiero cerca de mí. ¿Me aceptas? ¿Aceptas éste mal corazón al lado del tuyo?... Dime, ¿qué hago? ¿Cómo hago para merecerte a ti y a Allie? ¿Cómo? - Edward limpió sus lágrimas y la abrazó.

-Regresa- susurró en su oído –Regresa y hazme creer de nuevo-Bella asintió y se separaron. Se vieron intensamente. Luego se dieron un beso intenso, sellando su promesa de amor (4).

-La vamos a recuperar- le aseguró a Edward.

-Juntos- dijo él. Bella sonrió y se dejo envolver en el apretado abrazo de Edward.

-¿Cómo supiste?- preguntó después de un rato.

-Sue- Bella sonrió –Pero no sabía que estabas aquí, cuando entré a tu oficina la recepcionista te negó y tuve la buena suerte de que Ángela escuchara quién era justo cuando pasaba por ahí.

-¿Ella te trajo?

-Sí. Lo mejor de todo fue cuando el médico me dijo que el bebé estaba bien. Al principio me asusté, luego me pareció lo más maravilloso del mundo- Bella sonrió.

-¿Ángela lo sabe?

-No. Sólo me dejó aquí y salió corriendo para atender el asunto del fallo- de repente Bella se tensó.

-¡El fallo!

-Tranquila, fue a tu favor.

-¿En serio?

-Sí. Ángela me ha mantenido al tanto por medio de tu celular- ella se relajó –Ahora, usted tiene una cita- dijo tocándole la punta de la nariz con un dedo.

-¿Cita?

-Sí una cita. Así que se viste y sale de esta habitación. Una enfermera vendrá a ayudarte mientras yo termino con el papeleo de allá afuera.

-No digas esa palabra, por favor- rogó.

-¿Papeleo?- Bella se tapó los oídos. Edward rió –Ya vuelvo- dijo despidiéndose con un beso en la frente. Bella acababa de terminar de arreglarse cuando Edward entró sonriente.

-¿Lista?- asintió. Un médico entró tras Edward para anunciar a Bella oficialmente de alta. Caminaron por el pasillo lentamente con las manos entrelazadas –Y luego iremos a cenar para festejar el triunfo de tu caso.

-Entonces, ¿la cena no es la cita?- Edward negó –Y… ¿a dónde vamos?- Edward sonrió y le dio un beso en la mano mientras las puertas del elevador se cerraba con ellos dentro.

Lo primero que vieron los ojos de Bella fue el gran letrero que colgaba en alto frente a ellos que rezaba “GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA”

-¿Edward?- preguntó sin apartar la vista del letrero.

-Bienvenida a tu cita. Nunca mencioné que fuera conmigo- ella sonrió y caminó un tanto titubeante por el pasillo.

-Buenas noches. Venimos a la cita de Isabella Swan- saludó Edward a la recepcionista.

-Un momento- dijo mientras tecleaba algo en su computadora –Consultorio tres- contestó sonriente.

-Gracias- dijo y fueron directo al consultorio tres.

 Entraron después de tocar la puerta, la doctora de Bella fue muy amable, le hizo muchas preguntas y platicó animadamente con ellos mientras les daba información sobre los cuidados y precauciones del embarazo.

-¿Hay algún inconveniente en que tome un vuelo?- preguntó Bella.

-No veo el motivo del inconveniente. Pero de todas maneras te voy a revisar- dijo sonriendo y la invitó a pasar a la habitación contigua para hacer el chequeo -¿Nervioso?- le preguntó a Edward.

-La verdad… sí, un poco.

-Eso sucede siempre con los primerizos, pero estoy segura de que todo va de maravilla.

Dicho esto fue detrás de Bella. Después de unos minutos, que a él le parecieron eternos, la doctora asomó la cabeza detrás de la puerta.

-Ven aquí, papá- invitó a Edward. Él entró  y se puso al lado de Bella tomando su mano.

-Todo marcha bien, ahora veremos qué tal está y le sacaremos su primera foto- Bella lo miró y él besó su mano sonriente –Aquí vamos- dijo esparciendo el gel sobre el vientre plano de Bella para después presionar el pequeño aparato sobre su piel.

-Aquí está- dijo volteando el monitor hacia ellos mientras escuchaban un ritmo rápido y regular en las bocinas –El sonido es el corazón y el bultito más claro dentro de ese círculo negro del centro es su bebé- dijo señalándolo. Bella sonrió y apretó su labio inferior mientras una lágrima caía por su mejilla –Estás de seis semanas y todo está perfecto- Bella vio hacia el techo y elevó una plegaria de agradecimiento en silencio.

-Gracias por esto- susurró Edward y le dio un casto beso en los labios (5).

-Pueden tomar su vuelo sin ningún problema- dijo la doctora sonriéndoles –Sonríe, bebé- murmuró mientras les imprimía el ultrasonido –Felicidades- dijo entregándole la imagen a Edward.

Bella se sentó y comenzó a limpiarse con la toallita que puso la doctora sobre su vientre. Edward la abrazó con fuerza y le llenó la cara de besos.

-Te espero afuera- dijo dándole un beso en los labios.

-Le voy a mandar estas vitaminas- dijo la doctora mientras imprimía una receta –Vigila que se las tome a diario, creo que eso es todo- dijo sonriéndole a Edward y entregando el papel.

-Muchas gracias, doctora- dijo Bella cuando salió. Ambos le tendieron la mano y se despidieron más que contentos y salieron del lugar.   

Fueron a su cena, hablaron felices por la próxima llegada, se llenaron de ilusiones y promesas de amor. Luego se pusieron a hablar de cosas más delicadas, tendrían que dejar todo estable con la empresa de Bella, la monitorearía desde Forks vía internet, y se concentrarían en traer a Allie de regreso con ellos.

Cuando terminaron fueron a casa de Ángela, la cual se puso feliz de verlos juntos y casi enloquece de gusto cuando supo lo del nuevo bebé. Quedaron en dejar todo listo el día siguiente para que pudieran salir a Forks lo antes posible…….  

 

*********

Holaaaa!!!

Les advierto de una vez que ésta es la recompensa por lo que viene.... tardaré en actualizar. Lo siento! pero conste que ya les avisé! jeje

Les confieso que este capítulo estaba programado para ser mucho más largo pero... para subsanar un poco la tardanza decidí hacerlo en dos partes.

Así que aquí está.... mi amada y adorada familia! L@s adoro!!! Mis lectoras y lectores silenciosos! tmb!!! Gracias!!! Adorados amigos de chat!! A todos los que esté leyendo esto... Gracias.... G R A C I A S ! ! !

Espero sus comens! y ya tenemos el face de los fics... para el próximo cap ya les dejo bien el link!! Gracias tiita por apoyarme en eso tmb! Tekieko!

Ahora sí... les dejo sus correspondientes besotes de bombón!!

Chaooooo!! 

;D

 

 


 

Capítulo 6: ¿EL SUEÑO DE MI VIDA? O ¿EL AMOR DE MI VIDA? Capítulo 8: AMOR, DECLARACIONES Y DUDAS (PARTE II)

 
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