EDWARD POV
Bella salió y me dispuse a vestirme en lo que ella conversaba con las chicas. Fui hasta mi habitación y tome unos jeans gastados y una camisa azul. Cuando Bella regresó yo me encontraba sentado en la cama, ella se acercó a mi y me besó.
-Que se trae entre manos Alice.- le dije sonriendo.
-Ella pretende que no hagamos nada y que todo lo hagan ustedes.- me dijo.
-Y como pretende lograr eso.- le dije.
-Va a apostar contra ustedes, o mejor dicho contra Emmett, según ella ustedes no se negarían.- me contestó.
-Y tiene razón a Emmett no le gusta perder una apuesta y si para eso nos tiene que arrastrar con el lo hará no importa el precio.- le contesté.
-Pues ya que estamos en esto, que te gustaría desayunar.-me dijo ella, aunque no la entendía.
-Porque lo preguntas.
-Solo para mandarte a que lo prepares, Rosalie y Alice piensan hacer lo mismo, pero solo pedirán para ellas.-me dijo, era tan linda se preocupaba por mi.
-Muy bien yo quiero tostadas con mantequilla y jugo de naranja.-le contesté.
-Esta bien tendré tu orden en mente, tu solo sígueme la corriente, ahora voy a bajar, deben preguntarse porque me demoro.-me dijo sonriendo. La acerqué a mi, le di un beso y ella salió de la habitación.
BELLA POV
Salí hacia el piso de abajo, cuando llegué Alice y Rosalie se encontraban sentadas en la mesa del comedor. Me acerqué hasta ellas e hice lo mismo, tome una silla y me senté a esperar que los chicos bajaran. Al cabo de unos minutos fueron bajando hasta que bajó Emmett de último. Cuando nos vio sentadas y sin haber preparado nada se asustó.
-Hoy no hay desayuno.- nos dijo el con cara de asustado.
-Es que estamos muy cansadas.-le dijo Rosalie
-Si yo no podría ni levantar un plato.- le dije.
-Porque no lo preparan ustedes.-les dijo Alice.
Emmett miró a los demás y todos comenzaron a preparar el desayuno. Alice se giró hacia nosotras y nos dijo muy bajito para que los chicos no oyeran.
-Muy bien empiecen a pedir el desayuno, recuerden pedir bastante.-nos dijo.
Decidimos que comenzaría a pedir yo así que recordando lo que Edward me había pedido comencé.
-Edward, porque no me preparas unos Hot-cake, unas tostadas con mantequilla, unos trozos de fruta y un poco de jugo de naranja.-le dije. Edward se giró hacia mi.
-Como gustes Bella.- me dijo sonriendo y comenzó a preparar lo que yo había pedido.
-Jasper para mi solo un jugo de manzana y peras, pero por favor échale algunos trozos de fruta dentro.-le dijo Alice.
-Emmett para mi un jugo de naranja y unas tostadas con mantequilla de maní, y no olvides quitarle la corteza al pan, sabes que no me gusta.-le dijo Rosalie.
Emmett al parecer no pudo aguantar vernos a nosotras sentadas sin hacer nada y ellos preparando el desayuno.
-Que pretenden ustedes, que nosotros preparemos todo, olvídenlo, prepárenselo ustedes.- ahí Alice se levantó.
-Emmett es solo un día no es que tengas que hacerlo siempre ni nada parecido.-le dijo Alice.
-Si Emmett no es nada del otro mundo, yo por Bella haría lo que ella me pidiera.-le dijo Edward.
-Emmett nos apostamos $100 a que ustedes no aguantan un día haciendo todo lo que nosotras queramos.-le dijo Alice.
Emmett miró hacia Edward y Jasper buscando algo en sus rostros que le dijera si aceptar o no.
-Muy bien, nosotros vamos a preparar el desayuno, pero después solo uno de nosotros y una de ustedes continuará con la apuesta, y deberán hacer lo que esa persona le pida, así que escojan quien de ustedes continuará.-nos dijo Emmett.
-Muy bien.-le dijo Alice, y se quedó mirándome a mi.
Nosotras continuamos ahí sentadas solamente viendo como ellos preparaban el desayuno. Al cabo de una larga media hora los chicos terminaron, pusieron las cosas en la mesa y se sentaron a desayunar. Edward había preparado todo lo que le había pedido. Se sentó a mi lado sonriendo, y yo me acerqué a el.
-Gracias por prepararme el desayuno.-le dije muy bajito para que no oyeran los demás.
-No gracias a ti por pensar en mi.
-Yo siempre estoy pensando en ti.- le contesté riéndome.
-Lo se, me he dado cuenta cuando duermes.-me dijo sonriendo, no lo entendía.
-Porque dices eso.-le pregunté
-Hablas en sueños.-me dijo sonriendo.
-Y que he dicho.- le pregunté, sonrojándome.
-Solo me has pedido que te besara, nada más.- me dijo el y comenzamos a desayunar.
Terminamos de desayunar hasta ahora los chicos estaban haciendo lo que queríamos. Por lo menos, la parte del desayuno. Pero nadie sabía que las cosas iban a cambiar y menos yo…Entonces Emmett habló.
-Muy bien quien de ustedes será la que continué la apuesta.-dijo Emmett y Rosalie y Alice señalaron hacia mi.
-Será Bella.- dijeron al mismo tiempo.
-Muy bien, ya que Edward se brindó ha hacer todo lo que ella pidiera, él será el que continúe.-dijo Emmett
Nos levantamos y nos fuimos hacia la sala mientras los chicos recogían las cosas en la cocina. Nos sentamos y por la cara que traían supuse que se les había ocurrido algo para que yo le pidiera a Edward.
-Que me van a decir que le pida.- les dije mirándolas a ambas.
-Pídele que te toque una canción en el piano.-me dijo Alice sonriendo.
-No sabía que Edward tocaba el piano.-les dije.
-Bueno el toca el piano entre otras cosas.-me dijo Alice.
Al poco rato los chicos terminaron en la cocina y nos acompañaron en la sala, sentándose a nuestro lado. Era el momento de comenzar con la competencia.
EDWARD POV
Las chicas se fueron hacia la sala mientras nosotros recogíamos la cocina. Emmett se acercó a mi.
-Muy bien Edward ya pensaste que le vas a pedir a Bella que haga.-me dijo sonriendo.
-No lo sé Emmett porque no me das alguna idea.-le dije aunque do debí hacerlo, las ideas de Emmett no eran muy buenas que digamos.
-Porque no le pides que te cante una canción.-ame dijo Jasper.
-Bellas sabe cantar.-le dije asombrado, cuantas cosas no sabía de ella.
-Eso fue lo que me dijo Alice, dice que le gusta mucho.-me contestó.
Terminamos de recoger la cocina y nos dirigimos hacia la sala. Las chicas se encontraban sentadas allí nos sentamos al lado de ellas. Bella se me quedó mirando y ya suponía que era para pedirme que hiciera algo…y no me quedaba más remedio que hacer lo que ella me pidiera.
-Edward porque no me tocas una canción en el piano.-me dijo.
Eso no me lo esperaba, supuse que Alice le había contado que yo sabía tocar el piano. Entonces me acordé de lo que me dijo Jasper.
-Muy bien lo haré si tu me acompañas cantando.-le dije.
-Ok tócame She will be love de Maroon 5.-me dijo sonriendo.
Le extendí la mano pidiéndole que me acompañara hacia el piano, la senté a mi lado y comencé a tocar. Era increíble lo bien que ella cantaba, y su voz era tan dulce. A cada rato podía notar como ella me miraba, y yo no podía evitar mirarla también. La canción terminó y allí nos quedamos los dos mirándonos, olvidándonos por completo que no estábamos solos…
-Muy linda canción chicos.-nos dijo Alice acercándose a nosotros.
-Gracias Alice.-le dije sonriendo.
-Bella porque no me acompañas un momento.-le dijo Alice.
Bella se levantó y se fue con las chicas hacia el otro salón. Yo me quedé allí sentado tratando de pensar en que pedirle a continuación. Emmett se acercó a mi y se sentó a mi lado.
-Emmett no acepto ideas tuyas, yo sé como funciona tu mente.-le dije.
-Yo no te iba a decir nada, solo quería saber que le pedirás que haga ahora.-me dijo sonriendo.
Yo no tenía idea de que pedirle que hiciera, solo sabía que si perdía Emmett no me lo iba a perdonar nunca, a el no le gustaba perder una apuesta, y eso que nunca la había perdido. Necesitaba encontrar algo que fuera difícil de hacer para ella, algo que no pudiera hacer. Y entonces se me ocurrió algo…algo que ella no iba a hacer y debía hacerlo si no quería perder. Aunque ya se me empezaban a ocurrir algunas otras ideas, ninguna era tan buena como esta. De pronto alguien me sacó de mis pensamientos.
-Edward, podrías venir un momento.- me dijo Bella, sabía que era para hacer otra cosa.
Me levanté y me dirigí hacia donde ella se encontraba, estaba en la sala de al lado que era una especie de salón privado. Todos se encontraban allí sonriendo y supuse que ya sabían lo que ella me iba a pedir. Llegué hasta donde ella estaba y me senté a su lado, podía jurar que estaba ruborizada, no quería ni imaginar lo que le habían dicho que me pidiera.
-Que deseas, te puedo ayudar en algo.-le dije acariciándole la mejilla, ciertamente estaba ruborizada.
-Si la verdad si me puedes ayudar, te puedes quitar la camisa.-me dijo
En eso no había ningún problema, me levanté de su lado para zafarme la camisa. Lo fui haciendo poco a poco, viendo la reacción de ella cada ves que zafaba un botón. Podía ver el rostro de Bella como cada ves se ponía más rojo, y juraría que su corazón debía ir a mil. Todos los demás no paraban de reírse por supuesto por la reacción de Bella. Terminé de zafarme la camisa, me la quité y se la tiré a Alice, no sé porque supuse que había sido su idea…
Me senté al lado de Bella y la abracé, su corazón latía muy rápido como queriendo salirse de su pecho, me acerque a su oído y le susurre.
-Esto se esta saliendo de control lo sabes.-le dije muy bajito.
-Porque dices eso.-me dijo mirándome
-Porque tu corazón va tan aprisa como si quisiera salirse de tu pecho.-le dije.
-Ya sabes que eso sucede siempre que estas a mi lado, y si estas sin camisa más.-me dijo sonriendo.
-Tu me pediste que me la quitara.-le contesté.
-En realidad fue Alice, tus hermanos no tienen buenas ideas.-me dijo.
-Que ustedes dos están susurrando ahí.-nos dijo Alice.
-Nada.-le dijimos al mismo tiempo.
-Y bien que quieres que haga por ti.-me dijo al oído.
-Discúlpame por lo que te voy a pedir, pero no puedo dejar que ganen, Emmett me mataría.-le dije al oído sonriendo.
Me levanté y la tomé de la mano para ir hacia donde estaban los demás, quería que todos oyeran lo que iba pedirle. Cuando llegamos allí todos se quedaron mirándonos, Bella se separó un poco de mi
-Bella, quiero pedirte que me hagas algo.-le dije sonriendo, sabiendo que ella no lo haría.
-Y que será esta vez.-me dijo, ella ni se imaginaba lo que estaba a punto de pedirle.
-Quiero que me hagas un striptease.-le dije y ella puso una cara de asombro y pude ver un poco de rubor en sus mejillas.
-No puedes estar hablando en serio.-me dijo.
-Se que no vas a hacerlo así que al parecer chicos gana…-le estaba diciendo pero ella me interrumpió.
-Y quien te dijo que no lo voy a hacer.-esto me dejó en estado de shock.
Ella iba a hacerlo, y yo que pensaba que no lo haría.
-Rosalie, Alice, las necesito en mi habitación.-les dijo.
Y diciendo esto salieron todas de allí, pero antes Bella se acercó a mi, me puso la mano en el pecho y me dijo lo suficientemente bajo para que nadie oyera.
-Tu fuiste el que lo pediste no yo, al igual que tu no puedo dejar que Alice pierda, veremos quien se rinde primero.-y diciendo esto salió hacia su habitación.
Y yo me quede allí como un tonto, alucinado por lo que ella acababa de hacer, con tan solo tocarme me hacía sentir muchas emociones. Me tiré en el sofá a pensar en lo que ella estaría haciendo, Emmett se sentó a mi lado riéndose.
-Creo que esto fue una mala idea.-le dije
-Y yo que pensé que era el que tenía malos pensamientos.-me dijo.
-Cállate Emmett, pensé que no lo iba a hacer, y así ganaríamos.-le dije.
-Parece que no conoces a la novia que tienes Eddie.-me dijo sonriendo.
-Y tu como sabes que somos novios.-le dije mirándolo fijamente.
-Parece que algunas personas no podemos evitar escuchar detrás de las puertas.-me dijo sonriendo.
-Si al parecer no la conozco lo suficiente.- le dije.
Y no la conocía a absoluto, eso me lo había acabado de de mostrar su comportamiento reciente, ella estaba dispuesta a ir hasta el final solo para que Alice no perdiera. Pero a pesar de todo me gustaba mucho, demasiado, tanto que si ella me hubiera pedido la luna, hubiera ido a buscársela. Era algo que no sabía como explicar, cuando estaba con ella estaba dispuesto a hacer hasta la más grande de las locuras.
No recuerdo cuanto tiempo estuve metido en mis pensamientos hasta que Alice y Rosalie bajaron. Comenzaron a caminar por toda la casa buscando cosas. Alice fue hacia el comedor y trajo una silla, mientras Rosalie buscaba un disco para ponerlo en el reproductor. Alice me llamó.
-Edward porque no te vas acomodando en la silla.-me dijo ella.
-Alice sabes que no me gustan tus ideas.-le dije.
-Y quien te dijo que esto era idea mía, es idea de Bella.-me dijo sonriendo.
Me senté en la silla, lo que había dicho Alice me había puesto nervioso y ansioso a la vez.
No podía imaginarme a Bella haciendo esto, pero al final yo se lo había pedido, y ella al parecer no pensaba perder. Alice continuaba dando vueltas por todo el salón cerrando las ventanas, pasando las cortinas, apagando las luces, mientras que Rosalie iba encendiendo velas por toda la habitación. Esto se estaba poniendo fuera de control. Todo se encontraba a oscuras, solo alumbrado por las velas, lo que hacían que todo se volviera más romántico, sensual.
-Rosalie, no me digas que esto también es idea de Bella.- le dije mientras ella continuaba encendiendo velas.
-Si Edward, nosotros solo cumplimos con lo que ella nos pidió.-me dijo sonriendo.
Ellas estaban logrando ponerme nervioso, no quería ni pensar en lo que Bella iba a hacer. Yo estaba sentado en la silla, los demás se encontraban allí también, aunque casi no los podía ver. De pronto Rosalie enciende e l reproductor y en el comienza a sonar una canción demasiado sexy, una que era bastante adecuada para el momento.
De pronto mi vista se quedó clavada en las escaleras, cuando vi a Bella aparecer por ellas. En lo primero que me fijé fue en sus piernas luciendo unos tacones negros altos. Mi vista siguió subiendo por sus piernas las cuales traían unas medias de encaje que desaparecían debajo del corto short que traía puesto, casi se podría decir que no traía ninguno. Continué subiendo mi vista, para arriba traía puesta… mi camisa, anudada mas arriba de la cintura, traía el pelo suelto que le caía en cascada al lado de su rostro y la hacía lucir perfecta. Continuó bajando las escaleras hacia donde estaba yo. Cuando se acercó a mi pude notar que traía los botones de la parte de arriba de la camisa abiertos. Esto ya era demasiado, ni siquiera yo sabía si podía aguantar tanto.
Se acercó a mí y comenzó a bailar alrededor de mi, pasándome a cada rato la mano por los hombros y por el pecho, haciendo que mi corazón se acelerara, sabía que ella podía sentirlo cada ves que me tocaba. Esto me estaba excitando demasiado y ella no sabía cuanto. Continuó bailando hasta que se separó de mi lentamente para pararse al frente sin dejar de bailar y hacer algo que yo sabía que era inevitable…quitarse la ropa. Comenzó a zafarse la camisa lentamente, como para torturarme, quería verme sufrir por no saber lo que traía puesto y lo estaba logrando. Terminó de sacarse la camisa y me la tiró, debajo traía puesto un conjunto negro y dorado. Comenzó a acercarse nuevamente a mi, pero esta ves no me bailó alrededor, esta ves se sentó en mis piernas.
Lentamente iba deslizando sus manos por mi pecho, y entonces no pude aguantar más, hice algo que estaba loco por hacer desde hacía rato. La hale hacia mi y la besé con locura, con pasión, no me interesaba que los demás nos vieran en un final, nosotros estábamos juntos y tarde o temprano se enterarían, si no era por mi era por Emmett…eso era si no lo sabían ya. Lentamente se separó de mi levantándose e hizo lo último que yo pensaba que no iba a hacer.
Lentamente, al ritmo de la música, fue deslizando sus manos por todo su cuerpo hasta llegar al cierre de su short…iba a quitárselo. Es que acaso ella quería volverme loco, esto no podía permitirlo. Ya mas tarde Emmett me mataría pero no podía dejar que esto continuara, se estaba saliendo de control, si alguien la tenía que ver desnudarse tenía que ser solamente yo. Me levanté de la silla y fui hasta donde ella estaba, me le acerque sujetándole las manos, impidiéndole que hiciera una locura, y le dije muy bajito.
-Lo siento Bella, por pedirte que hicieras esto, pensé que no lo harías, pero no puedo dejar que continúes con esto…ustedes ganan.-le dije dándole un beso en los labios, y abrazándola dulcemente.
En eso se encendieron las luces y todos se nos quedaron mirando, yo aún la estaba abrazando. Emmett tenía una cara que demostraba lo furioso que estaba por haber perdido.
-Lo siento mucho Emmett, pero será mejor que le pagues a las chicas.-le dije.
-Edward no puedo creer que nos hallas hecho perder, es que no pudiste aguantar unos minutos más.
-Ponte en mi lugar Emmett, si Rosalie te hubiera hecho lo mismo, estoy seguro que habrías aguantado menos que yo.- le dije sonriendo.
Todos se echaron a reír ante mi comentario, mientras yo continuaba abrazando a Bella. Ahora con la luz encendida podía observarla mejor. Lo que traía puesto arriba era el top de un biquini. Tomé la camisa y la cubrí con ella. Podías sentir la respiración de Bella un poco agitada, y no era para menos, después de lo que ella acababa de hacer. Cuando me fijo bien en su rostro, estaba cubierto levemente por un poco de rubor. Ella se giró hacia mi lentamente.
-Mejor voy a cambiarme.-me dijo.
-Déjate la camisa, te queda mejor que a mi.- le dije sonriendo.
-Lo haré pero al menos me tengo que quitar los tacones, todavía no entiendo como es que sigo de pié.- me dijo sonriendo.
Se separó de mi y se dirigió hacia su habitación, yo me quedé con mis hermanos que como era lógico ya se habían enterado por Emmett que yo y Bella éramos novios. En esta casa no podía haber secretos, y menos si Emmett andaba cerca. Comenzamos a recoger las velas, a Rosalie se le había ido la mano, había llenado el salón completo de velas. Cogí una camisa de Emmett y me la puse.
Cuando Bella regresó ya habían terminado de recoger las cosas. Ahora ella ya no traía los tacones, en lugar de estos se encontraban unas zapatillas negras. Todo lo demás lo traía puesto, mi camisa la traía anudada nuevamente, aunque esta ves más cerca de la cintura. Se acercó hacia donde yo estaba y sin que le diera tiempo para reaccionar, la sorprendí con un beso. Ella se separó y me miró con una expresión de preocupación.
-No te preocupes, ya todos lo saben…Emmett se encargó de eso.- le dije sonriendo.
-Y como el se enteró.- me dijo ella.
-Ay quienes no pierden la costumbre de escuchar detrás de las puertas.- le dije mirando a Emmett.
La tomé de la mano, quería llevarla a un lugar especial, y sabía exactamente a cual. Me acerque a ella
-Ven conmigo.-le susurré en el oído.
La conduje hasta el garaje y una ves allí nos dirigimos hacia mi auto, un Volvo negro, cuanto lo había extrañado, hacía tiempo que no lo manejaba. Nos montamos y salimos de la casa.
-Hacia donde vamos.-me dijo después que salimos de la casa.
-A un lugar que hace mucho no voy.- le dije sonriendo.
Conduje por todo el camino lo más rápido que podía, no estaba en muy buen estado que digamos. Nos dirigíamos hacia mi lugar preferido en todo el mundo. Un lugar al que solía ir a pensar y a descansar, un lugar hermoso que hacía que te olvidaras de todos tus problemas. Quería compartirlo con Bella, y así en tranquilidad los dos, lejos de mis hermanos, tratar de llegar a conocerla un poco mejor.
Todo el camino fue en silencio, ella no hablaba, supuse que estaba avergonzada por lo que había hecho. Finalmente después de media hora de viaje llegamos al final del camino. Parquee el auto y nos bajamos, Bella se me quedó mirando.
-Vamos a caminar.- me dijo un poco preocupada.
-Si quiero llevarte a un lugar especial.- le dije sonriendo.
-Lo siento pero no me vas a hacer caminar, capaz que me enrede con una raíz y caiga al suelo, soy demasiado torpe.- me dijo y yo no pude evitar reírme ante su comentario.
-No lo parecías hace un rato.- le dije sonriendo y ella no pudo evitar ruborizarse ante mi comentario.-Y puedo hacer algo para convencerte.- le dije acercándome a ella.
-Lo siento pero en estos momentos no hay nada que me convenza de ir.- me dijo.
Me acerque a ella y la bese lenta y apasionadamente, mis labios juntándose con los suyos, sintiéndola toda bajo mis manos que se encontraban alrededor de su cintura, nuestras lenguas juntándose hasta perder el aliento. Cuando nos separamos me miró sonriendo.
-Bueno puede ser que ahora camine un poco.-me contestó.
-No te preocupes, yo no dejaré que te caigas.-le dije sosteniéndole la mano y pasándole el brazo por la cintura.
Comenzamos a caminar, alguna que otra ves Bella tropezó pero yo estaba a su lado sosteniéndola, por lo que no llegó a tocar el suelo. Caminamos durante una hora por el intrincado bosque, ya estábamos a punto de llegar, no faltaba mucho.
-Por favor podrías cerrar los ojos, quiero que sea una sorpresa.- le dije.
Los cerró y la sostuve por detrás para sostenerla y que no callera. Y así guiándola, sosteniéndola, nos encaminamos hacia el prado.
dejen su comentario y voten
|