Cuando nos levantamos y nos dirigimos a la barra, mis padres y sus padres nos miraban orgullosos, pensando que habían elegido bien y que ya estábamos empezando a conocernos y todo estaba siendo perfecto. No necesitaba leer los pensamientos como Edward para saberlo. Oh! Mierda! Habría el leído en mis pensamientos que me había quedado hipnotizada con su mirada? Como lo había buscado al terminar de cantar? Evite mirar a Edward, necesitaba mantener la cabeza despejada y volver a ver aquellos ojos sólo empeoraría la situación. - Bella? Bella. - Si, perdona. - Que quieres tomar? - Un coca. - Una coca y una cerveza por favor. - No sabía que los vampiros bebían cerveza… - Dije despreocupadamente a modo de broma. Necesitaba distraerme un poco, y la compañía de Jasper era perfecta para poder hacerlo. - Ja, ja, ja! Jasper se reí y me miraba divertido, y podía ver como desviaba la marida hacía la mesa donde aún estaba nuestra familia y Alice. - Los vampiros hacemos muchas cosas que también hacen los humanos, aparte de beber cerveza. No apartaba la vista de Jasper, no podía, necesitaba dejar de pensar en Edward. - Bella, porque estas tan tensa, te molesta mi compañía? Sabes que yo no te voy a obligar a … - No!- No le deje terminar la frase – simplemente que tu hermano Edward me inquieta un poco – Al pronunciar estas palabras no pude evitar mirar a Edward, él no estaba mirando en ese momento, pero Jasper siguió mi mirada, y cuando él miró a Edward automáticamente Edward se giró para mirarnos también. Conseguí desviar mi mirada para no quedar atrapada de nuevo. Le di un sorbo a mi coca. - Creo que le gustas a mi hermano. El sorbo de coca salió disparado de mi boca y me quedé mirando a Jasper, lo había puesto perdido, y él no paraba de reírse. Me lo quedé mirando y ambos nos giramos a mirar a Alice que nos miraba muy seria, y Edward con el ceño fruncido. - No lo creo. - Créeme, lo conozco, y nunca había mirado así a ninguna chica, ni siquiera a Alice, que se supone que es su prometida. - Y tu se supone que eres mi prometido, y no deberías estar diciéndome esto no? - Lo miraba con una sonrisa en los labios, y él lo hacía del mismo modo. - Mmmm. Si quizás tengas razón, pero por ello no deja de ser verdad. - Bueno en todo caso eso no tiene importancia, tu y yo estamos comprometidos, y Edward está con Alice, fin de la historia. - Si tu lo dices…quieres que bailemos? Así si seguimos hablando no me mojaras con coca. Ambos nos pusimos a reír y nos fuimos a la pista de baile. La sesión de karaoke había hecho una pausa y sonaba en el local una canción de Muse.
|