La chica se detuvo en la puerta y giró para mirarle con los ojos entrecerrados con curiosidad.
Edward forzó una sonrisa formal y preguntó:
—¿Usted cree que tal vez podría desatarme?
—¿Desatarlo?
Pareciendo sorprendida por el pedido,se trasladó a la cabecera para mirarle detenidamente.
—Sí,por favor—dijo firmemente,notando la manera en que su mirada se deslizó sobre sus manos.Edward sabía que sus muñecas estaban rojas y desgarradas por tirar de sus ataduras.Su estado pareció confundirla y afligirla.
—¿Por qué mamá no lo calmó?.No debería haberlo dejado de este modo.¡Qué…!—se detuvo y parpadeó,entonces el reconocimiento se expresó en su cara—.¡Oh!Por supuesto.La llegada temprana de Emmett debe de haberla interrumpido antes de que pudiera acomodarlo apropiadamente.Probablemente quiso volver y acabar con usted después,pero se olvidó.
Edward no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba hablando,excepto que parecía pensar que su madre lo había traído ahí y él sabía que efectivamente estaba equivocada.
—La mujer que me trajo aquí era demasiado joven para ser su madre.Se parecía a usted.¿Su hermana tal vez?—adivinó.
Por alguna razón sus palabras la hicieron sonreír.
—No tengo ninguna hermana.La mujer a quien usted está describiendo es mi madre.Es más vieja de lo que parece.
Edward aceptó esto con un poco de incredulidad,entonces sus ojos se abrieron ante las ramificaciones de lo que estaba diciendo.
—Entonces,¿soy su regalo de cumpleaños?
Asintió con la cabeza despacio,inclinó su cabeza y dijo:
—Ésa es una sonrisa extraña.¿Qué está pensando usted?
Edward estaba pensando que era el hombre más afortunado vivo mientras su mente se ajustaba automáticamente a las situaciones que había imaginado más temprano de una mujer grande y fea que se desnudaba y se trepaba sobre él.
Él mismo se permitió disfrutar de la fantasía por un momento,pero se dio cuenta de que su cuerpo lo estaba disfrutando demasiado,una protuberancia perceptible estaba creciendo en sus pantalones.Dio una sacudida a su cabeza.Aún cuando le pareciera tan encantador pensar en cómo pudiera ser pasar una noche como el esclavo sexual de esta mujer,tenía planes—un viaje lleno de las playas arenosas,palmeras y mujeres medio desnudas que darían vueltas sobre una pista de baile—.Y ya estaba pagado.
Ahora…Si después de su viaje esta mujer quisiera mantener una cita de la manera normal,entonces podría atarlo a una cama y terminar el asunto con él…bien,a Edward le gustaba considerarse un tipo atento.Además,en este caso,pensaba que ser un esclavo sexual no podría ser tan malo.Se dio cuenta de que sus pensamientos estaban pasando a áreas que era mejor dejar de lado por ahora,Edward les dio una patada mental y forzó una mirada severa sobre su cara.
—El rapto es ilegal.
Sus cejas se alzaron.
—¿Mama lo raptó?
—No exactamente—admitió,recordando cómo se había metido en el maletero bajo su propio incentivo.El rapto,en general,requería ser llevado a la fuerza.Edward supuso que podía haber mentido;sin embargo era muy mal mentiroso—.Pero no quiero estar aquí y realmente no tengo ni idea de por qué me metí en el maletero del automóvil de su madre.No es algo que haga generalmente,pero nunca tengo…
La voz de Edward se arrastró cuando se dio cuenta de que la chica no lo estaba escuchando.Por lo menos,no parecía hacerlo.Estaba mirando su cabeza con concentración y con un gesto cada vez más fruncido.También se estaba acercando a la cama,aunque sospechaba que era una acción subconsciente.Parecía completamente concentrada en su pelo,pero entonces agitó su cabeza con evidente frustración y habló entre dientes:
—No puedo leer su mente.
—¿No puede leer mi mente?—repitió despacio.
Agitó su cabeza.
—Ya veo…Y…Eh…¿Ése es un problema?—preguntó—.Quiero decir,¿puede leer generalmente las mentes de las personas?
Bella asintió con la cabeza,pero era un movimiento ausente,sus pensamientos estaban obviamente en otra parte.
Edward trató de hacer caso omiso de la decepción que repentinamente lo asaltó cuando reconoció que la mujer estaba enojada o por lo menos desilusionada como si pensara que realmente podía leer mentes.Supuso que no debería estar sorprendido.La madre no podía ser exactamente normal o no permitiría que hombres extraños se metieran en su maletero,porque había estado detrás de él y tuvo que haberlo visto trepar allí.Alguien más habría corrido gritando por el guardia de seguridad del edificio en lugar de llevarlo a su casa con ella.
Al parecer la demencia estaba corriendo endémica esta noche.El primer ejemplo había sido su comportamiento,después el de la mujer y ahora la chica que pensaba que podía leer mentes.Le hizo preguntarse si no había alguna suerte de demencia en toda la ciudad.Quizás hombres por toda la ciudad se estaban metiendo en maleteros y dejando que los ataran a la cama.Era,quizás,alguna especie de droga soltada en la represa de agua de la ciudad;una conspiración terrorista para incapacitar a los hombres.
Por otro lado,quizás esto no era más que un extraño sueño y lo que sucedía realmente era que todavía estaba trabajando en su escritorio,la cabeza fuera de servicio y profundamente dormido.Edward decidió que ésa era la posibilidad más probable.Proveía una explicación más satisfactoria de su propio comportamiento inexplicable.Por supuesto,nada de eso importaba realmente.Dormido o despierto,enojado o no,estaba aquí e incluso si era un sueño,quería apartarse de esa casa.Tenía un vuelo que alcanzar.
—Escuche,si usted sólo pudiera desatarme,prometo que me olvidaré de todo esto.No traeré las autoridades o nada por el estilo.
—¿Las autoridades?—repitió ella—.¿Se está refiriendo a la policía?
Parecía sorprendida por la posibilidad.
Como si no se le hubiera ocurrido.
—Bien,sí—dijo Edward con el ceño fruncido—.Está bien,así que vine aquí aparentemente de forma voluntaria—admitió de mala gana—.Pero ahora quiero irme a casa y si usted no me desata,es confinamiento a la fuerza y ése sí es un delito.
Bella empezó a mordisquear su labio inferior.Había tratado de entrar en los pensamientos del hombre para calmarlo y controlarlo como había hecho antes con Jacob,como su madre debería haber hecho antes de dejarlo pero no podía alcanzar sus pensamientos.Era como si hubiera una pared impenetrable alrededor de su mente y aunque había oído hablar de esto,nunca había tropezado ella misma con esa situación.Bella nunca había conocido a ningún mortal al que no hubiera podido leer y controlar.Aunque sí había tropezado con personas individuales con las que tenía dificultad en leer y controlar.Generalmente,esa dificultad disminuyó o desapareció totalmente en cuanto comenzó a alimentarse de ellos.
Inclinó su cabeza y echó el ojo a su obsequio,debatiéndose sobre si debía tratar de tomar de él para que fuera más fácil acceder a sus pensamientos y calmarlo.El único problema con eso era que si no podía acceder,ni siquiera un poco a sus pensamientos,Bella no podría protegerlo de experimentar el dolor cuando sus dientes se hundieran por primera vez en su cuello.
Aunque...
René le había contado sobre haberse enfrentado con una situación similar una vez.Había dicho que había besado y acariciado al hombre,relajándolo y se las había arreglado para pasar a sus pensamientos en cuanto sus dientes se hundieron en él.
Bella consideró el tema brevemente.Nunca antes había seducido a nadie.Habiendo nacido y criado en la Inglaterra georgiana,su vida había estado algo protegida y cuando la sociedad se había vuelto más liberal ya habían pasado los primeros cincuenta años de su vida.Sus padres estaban tan arraigados en los viejos valores y viejas creencias que era difícil que cambiaran y se modernizaran.Mientras su madre podría haberle permitido más libertad,su padre nunca se habría girado a la sociedad.
Aún así,no podía simplemente dejar allí a ese hombre angustiado,decidió Bella.Además,no debería molestarle el darle un pequeño preestreno a su cena de cumpleaños,más o menos como una lamedura a un pastel antes de que fuera servido.
Está bien,deseaba darle un poquito más que una lamida,pero sólo un mordisco rápido,lo justo para aliviar su hambre,se aseguró.
|