4.28 Leah
Un estruendo de árboles resonó detrás de mi. Sabía que Emmet estaba por la izquierda. Nessie estaba en peligro. Abandoné la persecución de un jabalí y fui lo más rápido que pude. Cuando llegué a un pequeño claro entre los árboles me encontré un enorme oso pardo tirado en el suelo. Pero para lo único que tuve ojos fue para ver a Nessie completamente ensangrentada.
-¡Cariño! ¡Dime que estas bien! – corrí hacia ella y la abracé – No tenía que haberte dejado sola, es demasiado peligroso, hay animales demasiado grandes…
-Jake, tranquilo, estoy bien – me dijo -. Ella me salvó… y luego yo a ella.
¿Ella? ¿Quién? Miré a mi alrededor y me di cuenta de que había una chica desnuda en el suelo. ¡Leah! ¿Pero qué estaba haciendo aquí?
-Pero si es el gran macho Alfa… Hay que ver lo escurridizo que te vuelves cuando estás con los Cullen – protestó mientras se ponía en pie -. Y deja de verme de esa manera, hay una niña delante, controla tus instintos.
¿Mis instintos? Viva la modestia Leah, nunca pensaría lo que tú crees… Bueno, ya se dará cuenta cuando entremos en fase.
-¿Qué estas haciendo aquí? – le pregunté. Era demasiado raro encontrarla en Grecia.
-Están pasando cosas en La Push y en Forks, Jake, pero el inútil de Sam no sabe que hacer… Desde que Billy no está, Sam está completamente perdido como jefe de la manada, Te necesitamos a ti, el macho Alfa sabrá que hacer… supongo.
-Leah, estoy demasiado ocupado ahora, no pienso volver a La Push hasta que acabe lo que tengo que hacer. Lo siento, pero ahora La Push no es lo más importante, dile a Sam qu solucione él solo sus problemas. – le espeté.
-Ah, no olvídate de eso, no pienso volver tan pronto. Llámale por teléfono y soluciona con él lo que quieras, yo me pienso tomar unas vacaciones como recadera. Además hace tiempo que no estoy a solas contigo, Jake…
A esta el viaje le sentó mal. ¿Desde cuando Leah me hablaba así? Escuché a Nessie resoplar detrás de mí. La miré, estaba observando el oso muerto.
-Voy a buscar al tío Emmet, os dejo solos – refunfuñó y se fue rápidamente.
Yo me giré para seguirla antes de que volviera a aparecer otro oso o algún otro animal peligroso para ella, pero unos brazos me agarraron por la cintura.
-No pensarás marcharte y dejarme aquí desnuda, ¿no? Qué poco cortés eres, pensé que se te habría pegado algo de los Cullen – me susurró acercándose a mi oído.
-Está bien Leah, te dejaré mi camiseta – dije ya cansado – te servirá para taparte de momento, luego seguro que Alice encuentra miles de vestidos para ti.
-Oh, no, ropa de vampiro… Creo que prefiero quedarme con la tuya.
La ignoré y me quité la camiseta, lanzándosela mientras comenzaba a caminar hacia donde había ido Nessie. Me los encontré a ella y a Emmet en un par de minutos. Leah continuaba siguiéndome como un perrito. Me recordó que yo seguía siendo el jefe de su manada. Por suerte ya lo había olvidado, no me gustaba nada eso de ser el jefe, no estaba hecho para mí.
-Anda, el lobito tiene una antigua compañera con él… ¿Vais a recordar viejos tiempos? – soltó Emmet con una risita.
Nessie estaba seria y comenzó a caminar hacia donde estaba el aeropuerto, seguramente aún nos estarían esperando allí los demás. Cuando me acerqué a ella se colgó a la espalda de Emmet. Hacía tiempo que no pasaba un rato con su tío, y era con el que más se divertía.
Pronto llegamos a la pista de aterrizaje, pero el avión de los Cullen ya no estaba allí. En su lugar había un Maserati negro. Edward nos esperaba apoyado en él.
-Ya era hora de que aparecierais… ¿Qué ha pasado? – preguntó al ver a su hija ensangrentada.
-Un pequeño percance con un oso, papá – rió ella.
-Si, Ed, tu niña ya caza mejor que tú, que solo cazas gatos a los que llamas pumas – se carcajeó Emmet -. Y de paso nos hemos traído a una vieja amiga.
-Entrad en el coche, todos tenéis una pinta penosa, por una vez Jake no es el único que necesita una ducha…
ºo.O Nere O.oº