hola...esparo k esta historia les este gustando
ya mero llega el fin...aww.....pero sigan votando
y dejenme su comentario gracias......
Ya una vez que toda mi novela creada había quedado en claro. Y no creo que nadie más que Jacob pueda hacerme sentir como lo hace, y nadie podría interponerse entre nosotros. Lo amaba, y eso nunca cambiaría.
Bella y Edward se fueron de mi recamara -de la casa de cristal- a nuestra cabaña. Carlisle me había recomendado que no me moviera tan abiertamente, así que ya mañana podría dormir allá con ellos. Al fin, así les daría espacio para estar solos… ¿hace cuanto no podían demostrarse su amor? Ya era justo, ellos parecen los inocentes al creer que yo no sé nada. Bueno, digamos que mi tío Emmett tampoco los ayuda mucho. Ya los había saludado –a él, Rosalie, y Esme-. De hecho, mi abuelita cocino junto con Rose. Debo admitir que estuvo delicioso, prácticamente me lo terminó con Jacob. Ahora si puedo decir que comimos parejo, sorprendente. Pero, lo cierto era que prefería ir de caza. Me las arreglaría de una u otra forma. Solo quedábamos mi novio y yo en la habitación. Me rodeaba con sus brazos por atrás, acostados en mi cama. Yo tenía mis manos en su pecho, y acurruqué igualmente mi cabeza ahí.
- De verdad, no puedo creer que te hayas hecho puros enredos en tu cabecita… Lo que tienes de hermosa, también de loca. Y déjame decir que eso es demasiado –me decía Jake, mientras acariciaba una de mis manos y me besaba en la frente-. No sabes cuánto te extrañe, esta como loco.
- Yo quisiera poder decir lo mismo –contesté y sentí como se ponía tieso. Solté una risita-. Es broma, lobito torpe.
- ¿Así que sigo siendo un lobito torpe? –dijo indignado, pero sabía que era de juego.
- Eso lo has de saber tú mejor que yo –susurré.
- ¿Así? –me tomo por mis brazos, y me volteo para quedar encima de mí con una sonrisa de las que tanto me encantaban-. Me hiciste vivir a medias… -me susurró, mientras me quitaba un pequeño mechón de rostro-. No quiero perderte nunca, no soy tan fuerte como para soportarlo –me dio un beso en mi nariz-. No sabes cuan a punto estuve de ir por ti hasta Volterra.
- No –me asusté un poco ante eso-. No me lo hubiera perdonado si te llegan a hacer daño. ¿cómo fue que te lograron convencer de no ir? –la verdad Jacob era muy terco, y rara vez cuando tenía algo en mente lo hacías cambiar de opinión.
- A todos nos detuvo Jasper. Al principio no quería decirnos lo de tu telepatía con él, pero al percibir peligro en tu mente lo tuvo que hacer –nos quedamos mirándonos a los ojos durante varios segundos, hasta que nuestros labios no nos lo permitieron más.
Puse mis manos enrolladas en su cuello, y él las poso en mi cintura. Sin darme cuenta, una lágrima desbordo por mi sien, y él se dio cuenta, pasando sus labios para limpiarla.
- No llores… -me suplicó, despegándose de mí para poder rodearme entre sus brazos, una vez sentados.
- No sabes cuánto me hiciste falta… Al principio de mi estancia en ese lugar, ya no tenía las fuerzas para continuar –me colgué de su cuello, oculté mi cabeza en su pecho nuevamente.
- No puedo creer que te tenga entre mis brazos de nuevo –me pegó aún más a él-. Hubiera deseado poder estar ahí a tu lado. A partir de este momento no dejaré que te suceda nada. Tú eres mi único motivo de vida, la razón por la que yo viva…y no podría soportar perderte de nuevo. Te amo, Nessie.
- Yo más –le dije, y lo miré pícaramente para posarme enfrente de él, acercando mi rostro a pocos centímetros del suyo.
- Ah… mi pequeño monstruito, me vas a volver de verdad un día loco con tu personalidad bipolar –bromeó, y yo reí acercándome a sus labios-. Sin embargo, me encantas.
- Y tú me fascinas –dije son una sonrisa y ahora él fue el que rió.
- Te abro mi corazón y a ti parece que solo las hormonas te guían.
- Mira quién habla. El lobito torpe ahora parece que es el “Sr. Maduro” –me burlé.
- Está bien, está bien. No he sido nunca el cuerdo entre nosotros… pero, ¿sabes lo que quiero hacer ahora contigo? –y acercó más su rostro al mío.
- Claro que lo sé –le respondí con el mismo tono entrecortado que él uso, y acercó su rostro más al mío para intentar besarme. Pero, me quité-. ¡Ir de caza!
- ¡¿QUÉ?! –dijo él a punto de caerse por perder el equilibrio-. ¿Nessie, estás realmente loca? ¡Por supuesto que no! ¡no nos podemos mover!
- Tú no podrás, pero yo tengo 2 pies con ganas de moverse. Y un estomago que suplica sangre –me levanté de la cama, y él me siguió por atrás.
- No te dejaré sola. Así que, vámonos –me tomó desprevenida por atrás para cargarme en su espalda. Creo que me había desacostumbrado a que él era el único que lograba poderme hacer eso, siempre estaba alerta.
- ¡Hey, espera! Por lo menos deja me visto decentemente, amo esta pijama y no quiero ensuciarla.
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que se ayudo para darme una vuelta.
- Tienes razón –dijo-. Además, luces demasiado sexy con ella como para desperdiciarla con esa
clase de animales –me dedicó una sonrisa torcida, y sentí como la sangre subía a mis mejillas.
Ya tenía demasiado que no me sonrojaba.
- ¿Entonces, clase de animales debería usarla? –dije mientras levantaba una ceja incrédula.
- Pues… hay un lobo feroz que se roba a las hermosas doncellas en pijama. Será mejor que te
escondamos antes de que te encuentre.
- Pero, y que tal si a las doncellas les gusta arriesgarse teniendo malas compañías –le
contesté, y me pego a él.
- Entonces tendrán que enfrentar a las consecuencias de esa decisión –fue lo último que dijo
antes de juntar sus hermosos labios contra los míos.