POV Carlisle
Empecé atar a Alma por si ocurría algo que no sabíamos.
Le puse una vía de goteros y le saqué sangre primero.
Le curé la herida del cuello. Y vi que su boca también tenía. Luego el brazo tenía arañazos.
Oí la puerta.
- ¿Puedo pasar? –era Bella.
- Por supuesto.
Vi la cara de Bella. Se acercó a su hija y le dio un beso.
- ¿Se pondrá bien?
- Eso esperemos. Si quieres quedarte…
- Sí.
Empecé a mirar toda la sangre y estaba toda limpia.
- ¡Carlisle! –gritó Bella.
Me giré y alma abrió los ojos y empezó a llorar.
Rompió las cuerdas y se puso a un rincón.
- ¿Qué me ha pasado? –dijo.
- Tranquila, Alma. Soy yo mamá.
- Mamá… -la miró y se lanzó a abrazarla.
- Tranquila… Descansa ahora y luego nos dices. ¿Te encuentras bien?
- Sí, abuelo. Nahuel… lo vi en mis sueños… está muerto. –dijo.
- ¿Qué?
- Tengo mucho miedo.
- Tranquila. Todo terminó.
Le puse sedante para dormir y antes de que cayera al suelo la cogí y la puse en la cama. Donde antes dormía Edward.
POV Jacob
Llegamos a la casa y entramos.
Edward subió rápido y yo también. Aunque no era vampiro.
- ¿Dónde está? –le pregunté a Carlisle.
- Está en la habitación de Edward. ¿Y Nahuel?
- No volverá a molestarnos. –dijo Edward, salió de la habitación.
Entré en la habitación y estaba Bella junto a Alma.
- ¿Qué hago ahora? –dije.
- Se ha despertado, estaba aterrorizada y supo la muerte de Nahuel.
- ¿Despertó? ¿Se ha convertido vampiro?
- Jacob… es vampiro ya. Tranquilo como nosotros no.
- ¿Y que hizo?
- Se escondía. Cuando esté mejor le preguntaremos.
- Si quieres me quedo.
- Ve a casa a dormir, Jacob.
- No pienso abandonar a Alma. La amo. Aunque ahora estemos peleados.
- ¿Qué ha pasado?
- Nahuel la besó y me enfadé mucho. No lo pensé y corté con Alma. Soy un idiota. Pero ella quiere un tiempo.
- Te quiere. Y lo sabes. Ella te pediría su tiempo por lo que habrá pasado. Tranquilo.
- Me quedo aquí vale. Estaré más tranquilo.
- Ahora te dejo un pijama de Emmet y te acuestas aquí.
- Gracias.
Me puse le pijama y me acosté al lado de Alma.
Me dormí y noté como alguien me tocaba la cara. Me desperté y vi a Alma.
Gracias, Jake… dijo Alma a través de su don. Y le sonreí.
- Descansa. ¿Vale?
- Mañana me contarás. –me dijo.
- Y tú a mí. Recuerda. Si todo termina bien, te lo contaré.
- Me acuerdo. Te quiero. Gracias.
Me abalancé para darle un dulce beso y ella lo cogió encantada pero se quejó.
- ¿Qué pasa?
- Nada… el labio. Ya te contaré. Lo siento.
- No te disculpes más, ¿vale?
Se acomodó más cerca de mí y se durmió.
Al poco de rato me dormí yo.
POV Alma
Amaneció y me senté en la cama.
Me dolía mucho el cuello y el brazo. El labio un poco. Jacob aun dormía.
Fui al baño y luego a la cocina. Tenía hambre.
Y estaban mis padres y el resto de la familia allí.
- Buenos días. –dije.
- Alma. ¿Cómo estás? –me preguntó Carlisle.
- Muy bien. Con hambre. ¿Hay alguna manzana?
Entré en la cocina y me comí una manzana.
- Voy a ducharme. Tía alice o Rosalie. ¿Me podéis dejar algo de ropa?
- Por supuesto. –dijeron.
Subí y me di una ducha.
Salí con una toalla envuelta y tenía la ropa en la cama.
Empecé a vestirme y cuando me estaba poniendo los pantalones, me asusté.
- No hagas eso, Jacob. Me has asustado.
- Lo siento.
Estaba mirándome y eso me aturdió. Y es cuando me asusté.
Acabé de vestirme y de hacerme el pelo y Jacob se cambió.
Bajamos los dos.
- Primero que todo. Lo siento. Espero que me entendáis.
- Tranquila.
Me abrazó mi tía Rosalie y saltaron unas lágrimas.
- Pero por favor. Decidme que es de Nahuel.
- Muerto. –dijo Jasper.
- ¿Está muerto? No va a molestarnos… ¿más?
- Eso es. –dijo Emmet.
- Dios… Gracias a todos…
Jacob me miró y me alegré mucho de que estuviese a mi lado. Y no puse resistirme y me lancé a su cuello. Lo besé apasionadamente. Mis emociones habían estallado.
- Lo siento. –me dijo.
- ¿Por?
- Por lo idiota que fui contigo.
- Olvidado.
- Bueno chicos… iros a descansar si queréis. –dijo mi madre.
Jacob y yo salimos de casa y fuimos a mi casa.
- Jacob… querrás las explicaciones.
- Si estás preparada…
- Quiero decirlo, me está comiendo por dentro. Y te voy a decir siempre que lo siento por lo tonta que fui. Pero no quería que te hiciera daño. Prefería yo morir…
- No digas idioteces.
- Me amenazó en mataros a todos. A mi familia y a ti… el primero. No podía permitirlo y me dijo que podía hacer una cosa y acepté. Pero no lo sabía.
- ¿Qué te hizo? –apretó su puño.
- Nada… a ver. Es que… es muy duro. No puedo pero quiero decírtelo. No más mentiras. –empecé a llorar.
- Estoy aquí contigo, ¿Y sabes porque? –negué con la cabeza –porque te amo. Por que cuando te dije aquella vez que si alguna vez tus mariposas de la barriga se iban te las cazaría para ti. Te lo aseguro, y te lo repetiré todas las veces que hagan falta.
- Jake… -apoyé mi cabeza en su hombro. –Yo también te quiero. Y perdóname.
- No pasa nada. Cuéntamelo.
- La noche que me dejaste… -respiré hondo. –Intentó abusar de mí. Pero lo empujé y me fui corriendo a casa. Ayer… me llamó y me dijo que en el bosque estaría. Fui. Me dijo que si hacía lo que él quería no pasaría nada. No habría muertos. Y yo por un instante me lo creí y me volvió a besar… y me mordió el labio. Por eso me duele. No sabes… lo que me está costando. –me cogió de la mano. –Seguía besándome y manoseándome… y no permití que continuase más. Sabía lo que quería. Y lo empujé y él se devolvió con un puñetazo en la barriga. Intenté escapar y me arañó por eso lo de la chaqueta. Y… le dije que prefería que me matase a mí y así que todo acabara. Y le parecía bien pero… me cabreé porque no me quería todo era mentira y le dije tal cual: Todo porque estoy con Jacob y tú amabas a Reneesme y ella te hizo algo parecido, ¿verdad? – la cara de Jacob cambió. – Lo siento… pero fue así. Este se cabreó y entonces…
- Te mordió. –concluyó él. Y asentí.
- Vi como me arrojaba en un sitio pero no podía ver bien. Y una quemazón recorría por toda mi garganta pero pronto se fue. Como si se eliminase. Y entonces te vi. Me cogiste y ya no se…
- Alma… no vuelvas hacer una tontería así. Nunca. ¿Me oyes?
Te quiero.
Me besó y no me importó el dolor del labio.
|