POV Alma

Cuando vi a Seth este se sorprendió.

-         ¿Qué haces aquí? –me preguntó.

-         Tú y yo, hablar. Ahora. –me cabree.

Nos fuimos a la playa y empecé a decirle.

-         ¿Reunión? ¿Hay vampiros o algo así?

-         Sí. Nahuel. Te está molestando y voy a decirlo. Es nuestro deber.

-         ¡No! – grité. – No, por favor. No lo digas. Lo tengo todo controlado. He hablado con él.

-         ¿Con Nahuel?

-         Shh… -le mandé a callar. – Me ha dicho que si hago una cosa me dejará tranquila. Y lo voy hacer. Pero por favor, guárdame el secreto. Eres el mejor amigo que tengo y no me puedes fallar, Seth.

-         No lo tengo todo… pero confío en ti. Ves con cuidado. Si no, lo cuento.

-         Gracias.

Fuimos hasta donde estaban todos y me miraron.

-         Me voy. Si queréis algo ya sabéis donde estoy. –miré a Jacob.

Jacob hizo la intención de besarme pero me fui corriendo.

Entonces me acordé de mi coche. Lo había dejado al principio de la carretera. Donde todo había empezado. Llevaba las llaves encima y fui en busca de el.

Para mi sorpresa ya no estaba allí.

Cogí mi móvil para asegurarme si mis padres lo sabían.

-         ¿Sabes donde está mi coche?

-         Cariño, está aquí.

-         ¿Quién lo llevo? – me extrañé porque nadie lo sabia.

-         ¿No fuiste tú? –dijo mi madre.

-         No. Voy rápidamente.

Fui corriendo y en menos de dos minutos estaba bajo de mi casa y vi mi coche.

Estaba limpio. Como si lo hubieran acabado de limpiar.

Mi madre salió de la casa al oírme.

Empecé a buscar algo. Que pudiera darme pistas.

Entonces vi una nota en la guantera.

Vaya… creía que nunca ibas a saber que estaba aquí tu coche. ¿Te gusta? Lo he limpiado para ti. Te quiero y mucho. Por cierto arreglé los cables. Lo siento por… cogerlo prestado.

-         Estuvo aquí. ¿Lo viste? –tenía los ojos llorosos.

-         ¿Quién?

-         Fue Nahuel. Mamá. Por favor no os acerquéis a él. Es mala persona.

-         ¿Qué te ha hecho?

-         Nada. De verdad. Pero lo único que te pido y no se lo digas a nadie, no os acerquéis a él.

-         Tranquila, cariño.

-         Tengo miedo.

-         Dímelo.

No puedo… Si termina esto bien, te lo diré.

Mi madre me miró pero no dijo nada.

-         Confía en mí. –le dije.

-         ¿Necesitas algo?

-         No. Estaré bien.

-         Me voy a casa a ver a la tía Rose. Hace que no la veo.

-         Vale, mamá.

Me dio un beso en la frente y se marchó.

POV Bella

¿Qué es lo que ocurría? No entendía nada. Sospechaba que Nahuel estaba detrás de todo esto.

Llegué a la casa y estaba Edward hablando con Jasper.

-         No se que está ocurriendo pero Nahuel está detrás de todo esto.

-         Bella… Solo sé que no puedo ver el futuro de Alma. –dijo Alice entristecida.

-         ¿Qué? ¿Cómo puede ser eso?

-         Estábamos hablando por si estaba manipulado. Si Nahuel tiene un poder del que nunca nos habló.

-         Tengo miedo por mi niñita.

-         Estaremos vigilando día y noche si hace falta. –dijo Emmet.

-         Se hará. –dijo Rose.

-         Me dijo Alma que si todo terminaba bien me lo contaría. –dije.

-         Imposible. –dijo entrando Jacob por la puerta. – A mi me dijo anoche lo mismo.

-         ¿No se iba a correr? –dijo Edward.

-         ¡Mierda! –exclamé. – Voy a buscarla.

-         Voy contigo. –dijo Jacob.

Empezamos a buscarla por todo el bosque y no había rastro de ella. Ni de Nahuel.

-         ¡Espera! –exclamé. Yo iba con Edward y con Jacob. – Huelo a Alma…

-         Su sangre… -dijo Jacob enfurecido.

Lo vimos los tres. En el suelo estaba la sangre de Alma y un trozo de tela de su chaqueta.

-         Me lo voy a cargar.

Dijo por ultimo Jacob y se fue corriendo. Se transformó.