Un Amor En 1920

Autor: vaneian08
Género: Drama
Fecha Creación: 12/08/2010
Fecha Actualización: 12/09/2010
Finalizado: SI
Votos: 12
Comentarios: 43
Visitas: 46623
Capítulos: 27

En la epoca de 1920 las mujeres eran obligadas a casarse, aunque no existiese el amor. ¿Como sera la vida de Bella una adolecente de alta sociedad , cuando se enamore de un campesino hijo de su nana, Edward Cullen? ¿Que hara su padre para separarlos?

Hola chicas aca les traigo una nueva historia otra q me encanto y la queria compartir con ustedes, la autora es LOkiicita Cullen. Esperoq les guste y la voten y comenten.

Terminada

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 6: -"Sueños ¿Que tan Sueños Son?" -

(lo q esta en negrita es los sueños de Bella)

Bella no corras tan fuerte, no andes cerca del bosque que te puedes perder, yo estaré aquí, así que aprovecha de jugar pero cuídate.

-Mamá si estaré bien, mírame mírame soy una mariposa, mira como vuelo- le dije a mi madre mientras habría mis brazos en señal de planear, mi entusiasmo fue tanto que pase de largo por un empinado prado, ya me preparaba mentalmente para la caída, en vez de eso choque pero con algo calido.

-Pequeña ¿Te encuentras bien?-me dijo una vocecita.

-aush!, si gracias- al verlo me avergoncé aún más, el niño era muy tierno pero su actitud era segura a pesar de ser un infante y tenia unos hermosos ojos del color del bosque y yo muy patosa y desaliñada.

-¿Eres de por acá?, nunca te había visto- me pregunto el niño.

-Vine con mi familia, mi padre buscaba un lugar para venir los veranos y llegamos a este lindo lugar-le conteste

-¿Quiere jugar conmigo?- me pregunto el muchacho, e instintivamente sonreí, no tenia muchos amigos, papá no quería que estuviera en contacto con la gente así que deje el colegio y comencé a tener profesores particulares. Jugamos durante toda la tarde, me sentía especialmente bien con este chico, no se por que, pero no tenia que andar fingiendo grandeza como me decía siempre mi papá, a lo lejos escuche como mamá me decía que era hora de irnos, entristecí pero tenia que irme si no quería tener problemas y tener que explicar mi demora, antes e irme escuche a mis espaldas

-¿Cómo te llamas?

-Isabella Swan, ¿y tu?

-¿Swan?-me pregunto- ¿Eres hija del jefe de policía?

-Si ¿por qué?

Por nada-dudó -me llamo Anthony Masen, soy hijo del duque Archibald Masen- lo dijo tartamudeando -espero verte pronto de nuevo por estos lados, y volvamos jugar me divertí contigo.

-Gracias por la compañía- le dije y antes de irme le di un beso en la mejilla.

Comencé a sentir que me despertaba, al fin llegue a la realidad y estaba en mi cama, soñando, no le encontraba explicación a mi sueño, pero en fin hoy tenia un largo día por delante.

Debo ser sincera, después de conocer a Luna fui más torpe de lo usual, pero es que no dejaba de pensar en lo ocurrido, andaba con una sonrisa boba pegada en la cara, pero aun así me sentía intranquila, ¿el porque? Ni idea.

Edward de cierta forma volvía a su fachada dura e indiferente, pero cuando estábamos solos veía al Edward amable y encantador, aunque debo decir que hasta enojado se veía encantador.

Cuando estaba con Esme trataba e aprender al máximo de los trabajos que existían por aquí, me encanta el contacto con la naturaleza y los animales.

Aprovechaba además de pasar tiempo con Alice y Rose, de la últimamente me había hecho muy buenas amiga y de Alice aún más. Platicábamos acerca de chicos, Rose me contó en la forma en que conoció a Emmett.

"Iba simplemente de vuelta a mi casa con el mandado, iba con bolsas realmente pesadas y el a lo lejos me vio, se acerco corriendo y tomo mis bolsas de la nada, me asuste mucho, pensé que era un ladrón, así que me voltee lista para propinarle un puñetazo en… en un hermoso rostro del cual quedé absolutamente prendada, el brillo de sus ojos me decían que él se sentía de la misma manera, se disculpo por haberme asustado, que su intención al verme con aquellas bolsas pesadas fue de ayudarme, lo deje, y me dejo en mi casa, no sin antes haber conseguido una cita, y desde ese entonces ya hace 4 años, somos inseparables."

No pude evitar suspirar, a mi nada de eso me ocurría, la forma de vida que llevo no me permite conocer a nadie, a nadie que valga la pena en realidad. Nos encontrábamos en una nube cargada de romanticismo, Alice también quiso colaborar y aportar su romántica historia.

"Mi historia es más simple, yo estaba en la librería, cuando tome el libro que quería comprar una mano choco con la mía en el intento de tomar el mismo libro, al girarme para ver con quien debía de luchar por mi objetivo, unos ojos azules profundos me miraban con admiración, estuve unos segundos imaginando todo mi futuro con aquel joven, me obligue en volver a la realidad y el tomo mi mano, me dijo simplemente –sabia que eras real, al fin te de encontrado- y desde esos 2 años no nos hemos separado".

-¿Simple?, Alice estas sola, tu historia no tiene nada de simple, es hermosa- le dije con algo de pena, de verdad que a mi nada de eso me sucedía, las razones más obvias eran que no me dejaban ir de comprar al mercado y menos a comprar un libro, con surte podía leerlos a escondidas.

-¿Pero nunca haz conocido a algún chico de alguna manera inusual?- termino de sacarme de mis pensamientos Alice.

-No, he conocido a varios chicos, uno más arrogante y vacío que el anterior, nada que valga la pena, pero son todos conocidos de una manera forzada, mi papá intenta conseguirme citas- dije triste a más no poder, odiaba mi forma de vivir, manera en que era vivida por los demás, yo simplemente era una espectadora de ella, sin voz ni voto.

-No te apures, ya llegara el indicado, no es necesario que aceleras las cosas, en el momento menos indicado el ideal aparecerá ante ti, solo se paciente- dijo Rose mientras acariciaba mi espalda den señal de apoyo.

-Chicas, mamá dice que ya esta el almuerzo- Escuche a Edward quien apareció desde la puerta de dormitorio de Alice, mi estomago para variar se lleno de mariposas.

Compartimos un almuerzo agradable, Emmett siempre tenia algo gracioso que decir, cuando esto se subía de tono siempre estaba Rose para darle un pequeño golpe en la cabeza que nos sacaba una carcajada, definitivamente estaban hechos el uno para el otro. Me agradaba saber que estaría aquí lo suficiente para presenciar la unión de aquella hermosa pareja, seria cínica si no reconocía que me daba algo de envidia después de nuestra platica de la mañana.

Por la tarde, dimos una vuelta por el río, Alice me presto un traje de baño, aunque me sentía avergonzada, bueno cualquiera en mi lugar lo estaría, mis dos amigas eran poseedoras de unos esculturales cuerpos, con sus curvas muy marcadas y yo me veía algo escuálida.

-Vamos Bella no seas ridícula, te ves hermosa- dijo Rose infundándome algo de valor para salir detrás del árbol del cual me había cambiado.

La sensación del agua en mi cuerpo fue maravillosa, placentera, pero lo que le daba el mejor toque, es que me sentí normal, me sentí libre y dueña de mi, cada vez que le manifestaba a mi padre las ganas de nadar, él simplemente me enviaba a alguna terma con las "amigas" de nuestro circulo social, patético, lo sé.

Pero aquí, como una simple mortal, sin nada de lujos, con agua helada y nada de privacidad, esto sin duda era el cielo y debía aprovechar al máximo, mis pensamientos fueron cortados cuando escuche unas risas provenientes desde el camino principal, en e lugar donde se encontraban nuestras vestimentas. Me imagine lo peor, desde ser asaltadas a perder mi virginidad de una manera traumática y dolorosa.

-¡Bella!- escuche saliendo de mis pensamientos –Bella ¿vas a irte con nosotros o te quedas?- escuche que preguntaba Rose quien la vi agarrada firmemente de Emmett, relajo eran los chicos.

-A sí, me iré con ustedes- dije y ante la emoción salí del agua sin acordarme de mi pequeño atuendo.

-Que bonita- me dijo Edward, quien me miraba radiante, y de pura vergüenza a que no adivinan, si mi yo interior haciéndose presente, de puros nervios resbale con algo de moho que se encontraba en la orilla y me fui de espaldas, causando la risa estridente de todos a mi alrededor. Edward se acerco con diligencia acercándome su mano para levantarme.

-Pequeña ¿te encuentras bien?- dijo Edward, tuve una sensación de deja vú, pero todo eso lo olvide en el momento que sentí la descarga eléctrica que se produjo en todo mi cuerpo ante su contacto ¿Qué acaso este hombre era como aquellas chicas preocupadas de su piel que estaba todo el día untándose cremas?, su piel no podía ser más suave y calida.

-Si, gracias- dije ruborizada, él enseguida me cubrió con una gran toalla.

Delante de nosotros iba Rose con Emmett y Alice junto con su novio Jasper, ambas parejas iban muy en su mundo, y yo junto a Edward, íbamos en silencio, pero para nada incomodo, solo de estar en su compañía estaba en paz y tranquilidad.

-¿No te molestó haberte bañado en el río?- pregunto de pronto Edward.

-No ¿Por qué debería?

-No, por nada, te veías…feliz- dijo mirándome directamente a los ojos.

-Y lo estoy- dije, hablándole en presente, ya que en este momento no podía evitar sonreír ante sus ojos.

Edward se ofreció de ir a dejarme a mi casa, nos fuimos directo, él me aseguro que no era por que no quisiera que me pasara por su casa, sino que no quería que enfermara por tener mi cabello mojado y como quedaba poco sol andaba muy ligera de ropa.

-Bueno Bella, ya estas en tu casa-dijo mientras sentía que mi rostro estaba expresando algo de tristeza, me cargaban las despedidas y esta sobre todo, tener que dejar que se fuera era triste, a pesar de saber que al día siguiente lo vería otra vez, solo de pensar que tendría que esperar a la noche me hacia estar triste.

-Gracias por venir a dejar- le dije momento después de haberme acercado y besarle la mejilla.

-Definitivamente me equivoque contigo, tu no cambias- me dijo con una risa de oreja a oreja, se veía hermoso, no podía dejar de contemplarlo, ver la emoción de sus ojos ante aquellas palabras… ¿Qué palabras? ¿Qué había dicho?, bueno ya era tare para volver a preguntar, ya iba de regreso su casa cuando salí de mi ensoñación.

Me duche y cambie mi ropa a un pijama, no tenia hambre así que me fui directo a mi cama, pensando en aquel día, en las historias de mis amigas, en el contacto de Edward, en su risa, en su rostro, sobre todo en sus ojos.

-Me encanta que regreses a jugar conmigo, ¿Cómo haces para que tu papá te de permiso?- me dijo el muchacho.

-Le dije que venia a jugar contigo, no se mentir así que me limite a decir la verdad- le conté.

-¿Y no te a prohibido el verme?-pregunto extrañado.

-¿Por qué debería?, simplemente se limito a preguntarme de quien eras hijos, y le conté que eras hijo de un duque, y bueno le encanto la idea que desde pequeña me hiciera amigos de hijos de personas influyentes, y que le encantaría conocer a tu padre, espero que no te moleste mi indiscreción.

-A si, mi padre- dijo con tristeza –Bueno no se si pueda, el siempre esta muy ocupado.

-Entiendo, yo a mi padre no lo veo mucho, su trabajo y negocios son muy importantes, incluso más que yo.

-No digas eso- me atajó Anthony.

-Es verdad, hoy es mi cumpleaños y no me dijo nada, simplemente se acerco en la mañana para despedirse por que tenia un negocio millonario.

-¿Hoy es tu cumpleaños?- dijo asombrado.

-Si, cumplo 6- dije avergonzada, no me gustaban las fiestas y las felicitaciones, simplemente lo dejaba pasar, pero con este niño las cosas eran algo diferentes.

-No tengo nada para darte en este momento- me dijo triste.

-Oh!, no te preocupes, no te lo dije para que me dieras algo, me hace feliz el que vengas todos los días a jugar conmigo en lugar de que juegues con tus juguetes caros, yo tengo muchos pero todos me aburren.

-¿Me dejarías que te regalara algo realmente importante para mi?- de la manera en que lo dijo, se veía esperanzado.

-Si claro- me puse feliz al ver que me daría algo suyo, algo de relevaría para él.

-Debes cerrar los ojos si, es sorpresa.

Acto seguido cerré mis ojos, espere, tomo mi mano y pensaba que me dejaría algo en ella, pero me equivoque, ya que su regalo lo dejo en…en mis labios. Me dio un suave beso, el primero de toda mi vida, enrojecí.

-Disculpa mi atrevimiento, pero eres la primera chica que beso, por eso es importante para mi.

-Gra…gracias- dije avergonzada, pero realmente era felicidad lo que sentía, también era mi primer beso, y me agradaba que fuera con él. Mi felicidad se fue cuando escuche la voz enojada de mi padre que me llamaba desde el otro lado de la pradera.

-Debo irme- le dije

-Yo igual, tengo que viajar a otro país, no creo que vuelva por acá- me dijo triste

-¿En serio?- realmente me sentí triste, con ganas de llorar, él era mi primer amigo y el primer chico que me besaba, pero debía irse y no verlo nunca más, antes de partir solo dijo.

«Recuérdame»

Continuara...

Aca les dejo un nuevo capitulo espero q les guste esta historia por todavia le falta mucho a esta historia y nuestra parejita va a sufrir mucho. no se comerian a Antony es muy dulce regalandole a Bella su primer beso de regalo de cumpleaños

Capítulo 5: -El Trabajo Mejor Pago- Capítulo 7: -"Conociendonos"-

 
14958169 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11041 usuarios