Hasta los vampiros cometen errores.

Autor: Huellas
Género: Romance
Fecha Creación: 24/07/2010
Fecha Actualización: 24/07/2010
Finalizado: SI
Votos: 7
Comentarios: 31
Visitas: 33971
Capítulos: 16

¿Qué hubiera pasado si Reneesme no hubiera venido al mundo? Aquí les dejo un Amanecer alterno. Hasta los vampiros cometen errores.

 

 

 Todos los derechos de autor reservados a Stephanie Meyer autora de la Saga Crepúsculo, quien es la autora oficial de los personajes conocidos del siguiente FanFic.  

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Capítulo 6: El peor error.

Edward POV.

Ya había visto a Lizzie, le había explicado todo, bueno, todo lo que yo le podía explicar sin poner en peligro su existencia. Me sentía como una vil basura al haber dejado a mi Bella así en la cama, pero tenía que arreglar las cosas con ella. Sí, era cierto que me sentía atraído a Lizzie, que la quería como algo más que una amiga, pero yo amaba a Bella. Siempre sería así. Así que le dije a Lizzie que no podía seguir viéndola, y estaba dispuesto a todo porque Bella me perdonara y me diera otra oportunidad.

Corría hacia la casa, era tarde, pasaban de las cinco. El sol estaba por ocultarse.

-¡Edward! ¡¿Qué has hecho?! –gritó Alice desde la casa. No entendía, ella no me había escuchado aún. Vi a través de sus ojos, y corrí con más ímpetu.  Mi hermana sostenía en sus manos una nota que estaba pegada al televisor de la gran sala, era la temblorosa y borrosa letra de mi Bella. No, no, no. Pero mi historia con ustedes ha terminado, no puedo ver a Edward nunca más ahora que la historia que forjamos ha terminado. Alice leía en voz alta  y quebrada a toda la familia.

Entré con un bólido por la puerta llegando enseguida a nuestra habitación, no estaba.

Llegué hasta la cama y tomé la nota en mis manos, no sé cómo no la rompí.

Edward, veo que hasta aquí ha llegado nuestro cuento de hadas. Ahora me doy cuenta que mi felices por siempre nunca existió.

Te agradezco todos los momentos vividos, nunca los olvidaré. Así como espero que nunca olvides que te amo por encima de todo.

Adios, Edward.

Bella.

Se fue, se fue, se fue. Mi razón de vivir se ha ido, me ha dejado.

Era lo único que podía pensar mientras salía hacia el bosque, tenía que seguirla. Tenía que encontrarla, no se podía ir sin que yo intentara algo. Maldita la hora en la que conocí a Lizzie, por qué tenía que haber salido ese día.

El reproche por parte de Rosalie, Emmett y Alice no se hizo esperar. Cada uno a su manera me culpaba por la partida de mi Bella. Esme y Carlisle solo estaban desconsolados, ni siquiera habían pensado en una razón, se había marchado uno de sus hijos. Jasper, bueno Jasper, trataba de no pensar en un culpable.

-Alice, Alice, mira hacia donde se dirige. Alice, por favor, tuviste que haber visto algo –decía Emmett mientras sacudí a Alice por los hombros. Jasper se interpuso y lo alejó.

-Déjala tranquila, Emmett –estaba intentando seguir el olor de Bella, cuando por fin lo encontré Carlisle me detuvo.

-No quiere ser encontrada, Edward. Regresará cuando se sienta lista.

-¡¿Pero y si no regresa?! –le grité tratando de zafarme. Emmett ayudó a mi padre, y entre ambos me empujaron dentro de la casa. Miré a Alice, ella negó con la cabeza triste y se intentó concentrar.

Bella no aparecía, había tomado una decisión y esa decisión le había borrado el futuro.

Alice se afanaba caminando de un lado a otro, tratando de encontrar la respuesta, tratando de ver a Bella en algún lado. Probaba todo, pero el futuro de mi esposa estaba borrado. Una sola persona era capaz de borrarlo.

-Jacob –masculló Alice. Todos la miraron sorprendidos, pero yo ya lo sabía.

-¿Cómo? Él ha desaparecido –dijo Rosalie quien estaba abrazada a Emmett. Éste último, era la primera vez que lo veía tan serio.

-No lo sé, es la única explicación –dijo Alice. Jasper la abrazó al notar su preocupación.

El sol se ocultó y ninguno de nosotros nos habíamos movido. Entonces Alice vio a Bella correr.

-No, no se ha quedado con él. Ha cambiado de decisión –dijo Alice.

-¿A dónde? –preguntó Jasper al oído de su novia.

-No lo sé. Ni siquiera ella lo sabe, solo corre –dijo Alice con voz contenida.

El sollozo de Esme recorrió el salón y la casa. Carlisle la llevó a su habitación para que se calmara un poco.

-Edward, ¿pero qué hiciste? ¿Qué pasó? ¿Qué le hiciste? –me preguntaba Emmett furioso, pero tras toda esa máscara de rabia se escondía una frase que se repetía en su mente Emmett, cada vez que vea un oso pensaré en ti, por siempre. Las palabras de Bella le habían demostrado cuánto se querían a pesar de nunca haberlo demostrado.

Yo no respondí antes sus acusaciones, ninguno respondió. Rosalie me culpaba directamente, solo en sus pensamientos, pensaba en lo idiota que fui al dejar a Bella esa tarde, sí, había sido un total idiota.

-¿No nos vas a decir qué le hiciste? –preguntó Alice alzando una ceja. Me estaba retando a que confesara el peor error que había hecho en toda mi existencia. Pero es que hasta los vampiros cometen errores, y yo había cometido el peor que me había quitado a lo mejor que tenía.

-Estoy… enamorado… -empecé. Rosalie me interrumpió.

-Sí, sí. Estás enamorado de Bella, ¿pero y…?

-Déjalo terminar, Rosalie –exigió Alice mirando fijamente con furia. Todos se confundieron.

-De… una humana –terminé. Todos se quedaron en blanco menos Alice, quien me miraba con el ácido escrito entre los ojos. Jasper, Rosalie y Carlisle, que había salido de su cuarto, sostenían a Emmett que intentaba abalanzarse sobre mí, no estaba pensando, su mente era un torbellino de emociones. Yo estaba en la pared contraria, mientras todos forcejeaban contra él.

-¡¿Qué acabas de decir, Edward Cullen?! ¿De una humana? ¡No te ha bastado con Bella! ¡Eres un idiota, Edward! ¡No te reconozco como mi hermano! ¡¿Cómo le has hecho eso a Bella?! ¿Quién es? ¿Quién es? ¡Habla, Edward!

-¿De qué estás hablando, Edward? ¿Cómo ha pasado eso? –preguntó Esme bajando las escaleras. Miró a Emmett –Tranquilo, ahora –le ordenó. Emmett se tranquilizó un poco, Rosalie lo abrazó.

Ahora todos me miraban con odio y desprecio, sentía el peso de la culpa sobre mis hombros en cada uno de sus pensamientos. Incluso Carlisle estaba decepcionado. Esme solo pensaba en lo que Bella estaba pasando, aunque muy en el fondo, también estaba decepcionada.

Alice estaba en la cocina, sentada en uno de los banquillos con su rostro entre sus manos. Trataba de encontrar a Bella, pero ella seguía corriendo en el bosque, daba giros inesperados entre los árboles, como si no quisiera salir de allí.

Entonces ninguno se movió más, el olor de perro mojado llenó el lugar. Jacob.

Capítulo 5: Enemiga? Capítulo 7: Palabras, solo palabras.

 
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