Narra Jacob

Amaneció y miré la hora, fui a desayunar y mi padre estaba con Sue hablando.

-         Bueno días.- les dije

-         Hola cariño.- me saludó Sue.

-         Hijo.- me dijo mi padre.

-         Papá, me voy a ver a Edward y a Bella.

-         Vale.

-         Hablamos luego.

Cogí un panecillo y me fui a vestir.

Salí de casa en dirección a casa de ellos.

Era tarde, así que Alma ya no estará en casa, mejor.

A los diez minutos o así llegue, y me abrió la puerta Bella.

-         Jacob, que sorpresa, oye gracias por acompañarla anoche.

-         No es nada. ¿Puedo pasar?

-         Claro, claro.

-         Esta también Edward.

-         Estoy aquí Jacob.

-         ¿Pasa algo?- preguntó Bella.

-         Esto… quería hablarlo primero con vosotros.- les comenté primero.

-         Me parece justo.- dijo Edward.

-         Gracias.

-         Bueno que nos tienes que decir.

-         Mejor preguntar

-         Pregunta.

-         Se que Alma tiene 15 años… pero es que no puedo estar más separado de ella.

-         Lo entiendo.- dijo Bella.

-         E venido a deciros si puedo decírselo ya a Alma.

-         Jacob te voy a decir una cosa.- se puso serio Edward.

-         Dime Edward.- me esperaba lo peor.

-         Si crees que es el momento, si estás seguro, adelante, yo no te lo voy a impedir.

No me podía creer lo que estaba oyendo, sonreí de la pura alegría.

-         Si, Jacob, es tu vida y la de nuestra hija, y quien mejor que estar contigo. Te deseo toda la suerte del mundo.- me dijo Bella

-         Gracias Bella.- le di un abrazo y a Edward la mano.

-         De nada, y cuando se lo vas a decir?- me preguntó Bella

-         E estado pensando toda la noche en la fiesta del viernes…

-         Cuídala ¡eh!

-         Tranquila, sabes que lo aré.

-         Era broma.

-         Bueno Jacob… tu si te rechaza por una de aquellas… no te pongas nervioso, le podrías hacer daño.

-         Lo sé, antes de hacerle daño me mato yo.

-         No es eso, pero contrólate.- dijo Edward.

-         Vale, bueno me voy, ¿vale?

-         Si, esta apunto de venir.

Me despedí y me fui a la Push.

Narra Alma

Fui a por Andrew, estaba esperándome.

-         Buenos días.- le dije

-         Hola Alma.

Hablamos durante el camino.

En clase nos sentamos juntos. Pasó rápidamente el día.

Lo acompañé a su casa.

-         ¿Tienes algo que hacer mañana por la tarde?- me preguntó.

-         No. ¿Por?

-         Nada, era una tontería… no se si… da igual déjalo.

Me paré y él hizo lo mismo.

-         Dímelo, no pasa nada.

-         Era una tontería… déjalo

-         Quiero que me lo digas.

Le miré a los ojos, estábamos tan cerca. Que podía notar su aliento como golpeaba en mi rostro, dulcemente.

Esos ojos verdes se penetraron con los míos.

-         Si querías dar mañana una vuelta conmigo…

-         ¿Es como una cita?

-         Yo eso no lo entiendo mucho, nunca e salido con nadie…

-         Yo tampoco

-         Pues si lo consideras como una cita, pues es una cita.

-         Vale, pues mañana nos vemos.

-         Si.

Me fui contenta. Me había pedido de ir a dar una vuelta.

Que bien.

Llegué a casa y se lo conté todo a mi madre.

-         ¿Mamá, mañana por la tarde puedo salir con un amigo?

-         Claro hija, con quien vas

-         Con Andrew, me a dicho de ir a dar una vuelta.

-         Muy bien cariño.

Esa tarde no tenía nada que hacer, así que decidí ir a dar una vuelta e ir a la Push.

Salí de casa y me encaminé por dentro del bosque.

Vi una sombra.

Y luego pude perfeccionar la visión y había una persona sentada al lado de una roca, leyendo.

Me resultaba conocido, me acerqué, poco a poco.

Entonces lo vi, y él a mi.

-         Alma, que sorpresa, ¿Qué haces aquí?

-         Andrew… eso mismo me preguntaba yo.

-         Pues vengo aquí de vez en cuando a leer para apartarme del mundo un poco.

-         Ah, y vienes mucho?

-         No, algún día que otro, pero no nunca, ¿y tu?

-         Yo vivo cerca de aquí, ahora me iba a la Push.

-         Ah, bueno pues que te lo pases bien.

-         Si no te importa me quedaré un rato aquí.

-         Que va, quédate, no me molestas.

-         Gracias.

Me puse a su lado, sentada.

-         Bueno… que cuentas

-         Pues nada, tengo ganas de que sea mañana.- me contesto con una sonrisa, me sonrojé.

-         Yo también.

-         ¿Donde te apetece ir?

-         Donde quieras.- le dije amablemente.

-         A ti te gustan las películas de terror?

-         Mucho.- era verdad me fascinaban.- pero me asusto de vez en cuando.

Soltamos unas risas.

-         ¿Quieres ir al cine?

Quien yo y él al… ¿cine? Dios mío…

-         Eh, si, si me encantaría.

-         ¿Rec 2?

-         Vaya si, claro a ti no te darán miedo no?

-         Bueno… no. Jajá.

-         Yo si ves que pego algún chillido que otro, tranquilo.

-         Tranquilo estaré.

-         ¿Pues mañana a las 18:00?

-         Si, perfecto.

Miré la hora.

-         Andrew gracias por todo, me voy a ver a Jacob.

-         Vale.

Me ayudó a levantarme.

-         Gracias.

Me sonrió.

Me despedí de él con dos besos y me fui a la Push.

Narra Jacob

Estaba más aburrido que una pasa. ME fui a dar un paseo por la playa, solo.

De pronto me sonó el móvil.

-         ¿Diga?

-         Jake, soy Alma. ¿Dónde estás?

-         Alma, estoy paseando por la playa.

-         En que sitio estas ahora?

-         Pues enfrente del bosque que hay a lo lejos.

-         ¿Por?

No me contestó nadie.

-         ¿Alma?

Colgó.

Me puse nervioso, ¿le habría pasado algo?

-         BU!

-         ¡Alma!- chillé del susto que me dio.

-         Jake, ¿que pasa?

Le di un  abrazo.

-         Sabes que me has asustado, pensaba que te había pasado algo.

-         Que va, es que quería darte un susto.

-         Que chica.

-         ¿Bueno que haces?

-         Pues nada, aburrido…

-         Ya somos dos.

Empezábamos a caminar por la arena.

Su melena rizada estaba al viento, estaba guapísima.

-         Tengo muchísimas ganas que sea viernes.- me dijo contenta.

-         Yo también.

No sabía que sacarle tema.

-         ¿Cómo van las clases?

-         Bien.

-         Me alegro.

-         Y la manada…

-         Bien, nada emocionante, pero bien.

Rió y yo sonreí al verla reír.

Era tan fascinante tenerla cerca.

-         Oye ya tienes novia?- me preguntó

¿Por qué me hacía esa pregunta? No digo que no fuera normal, ¿pero a que venia?

-         No, ¿y tú?

-         No, estoy solterita.

-         Bien. ¿Te gusta alguien?

-         Pues… la verdad estoy echa un lío. Pero creo que si.

Madre mía, nunca habíamos hablado de este tema. Pero le gustaba alguien, pero echa un lío, ¿Por qué?

-         Por que.

-         Es complicado.- me dijo

-         Si quieres que te ayude… sabes que puedes contar conmigo.

-         Lo se Jake. Oye he dicho de mi pero, ¿y a ti?

-         ¿A mi que?

-         ¿Te gusta alguien?

No podía mentirle, pero aun no estaba preparado para decirle que era por ella, pero le dije la verdad.

-         Si.

Puso cara de sorprendida.

-         ¿Y no me has dicho nada? Que fuerte, Jake.

-         ¿Qué pasa?

-         Si quieres te puedo ayudar con tu ligue…- puso una mueca, ¿pero por que ponía una mueca?