Bella POV

Estaba en la habitación observando la puerta por la que había desparecido Edward hace tan solo unos minutos, aún estaba sorprendida por su reacción, no quería su lastima ni la de nadie más, él dijo que no la sentía pero su abrazo me desconcertó un poco

Isabella, como te sientes- pregunto el doctor mientras entraba a la habitación

Bien doctor, cuando me podre ir?- pregunte, ansiosa por escuchar un ahora mismo y echar a correr

Pues como ya se lo había dicho antes a tu amigo el sangrado es normal por tu enfermedad pero podemos intentar controlarlo con medicamentos, estas tomando algún medicamento ahora?

Si doctor, ya me han recetado algunos solo que hoy los olvide tomar- dije patéticamente

Bueno, y por lo de los vómitos creo que solo fue el algo que comités y te cayó mal, te recomiendo reposo- dijo mientras revisa unos papeles que tenía en su mano – creo que ya te puedo dar el alta, le diré a una enfermera que venga a sacarte la vía

Gracias- dije mientras me recostaba de nuevo en la camilla a esperar a la enfermera, mire al gran reloj que estaba en la pared, mi madre me mataría o como mínimo me haría un interrogatorio completo, la puerta se abrió mientras entraba una señora con una tímida sonrisa, en silencio me saco la vía, en cuanto termino me puse de pie y dándole las gracias salí disparada fuera de ese horrible lugar, apenas puse un pie fuera del hospital sentí que de nuevo podía respirar tranquila, con una gran sonrisa comencé a caminar a casa, había una deliciosa brisa y el sol que esta mañana alumbraba a el pueblo empezaba a ocultarse regalándonos sus últimos rayos de luz

Bella – escuche que alguien gritaba, al voltearme me encontré con un volvo plateado del que su conductor sacaba la cabeza regalándome una pequeña sonrisa, Edward se veía hermoso cuando sonreía- Te llevare a casa, móntate- dijo mientras bajaba del auto y abría la puerta del copiloto para mi

Hola Edward, que lindo tu como siempre tan dulce- dije sarcástica mientras sonreía y me subía a su auto, el dio la vuelta se subió y arranco a toda velocidad sin siquiera ponerse el cinturón

Entonces como estas?- pregunto un poco dubitativo con su vista fija en el camino

Genial y tú? – me miro por el rabillo del ojo pero no dijo nada

Dónde vives?- pregunto, le di la dirección desconcertada un poco por su actitud, estaciono enfrente de mi casa y por primera vez en todo el viaje me miro, le sonreí de nuevo

Gracias por traerme Edward- dije mientras abría la puerta y me bajaba, apenas la cerré de nuevo arranco a toda velocidad, gire sobre mis talones y comencé a caminar hacia mi puerta, solo en ese momento me di cuenta que no llevaba mi mochila, mierda la eh perdido, eso era lo que me faltaba, pensé, mientras tocaba la puerta esperando que mi madre se entrara en casa, gracias a Dios que así era, pues el frio comenzaba a sentirse

Bella, donde estabas, esperaba que volvieras para el almuerzo- dijo dejándome pasar- Phill quería conocerte pero tuvo que ir a una junta….- parloteaba mi madre mientras yo buscaba algo que comer, ese Phill sí que era bueno, aunque sea no me gritaba-Bella me estas escuchando?

Si mamá, yo también tengo unas ganas enormes de conocerlo- dije con una gran sonrisa sirviéndome un poco de leche y cereales, el teléfono comenzó a sonar mientras mi madre corría a atenderlo, parecía una adolescente, me sentía tan feliz por ella, después de mi muerte no estaría sola tendría a Phill para apoyarla y ayudarla a superarlo cuidando de ella- una solitaria lagrima de felicidad por mi madre corrió por mi mejilla

Después de comer subí las escaleras directo a mi habitación, me di un baño para quitarme el aroma del hospital, me coloque mi pijama y comencé a leer por enésima vez cumbres borrascosas, aunque mis pensamientos estaban en otro lado, no podía sacar a Edward de mi cabeza, su actitud me frustraba y a la vez me encantaba, era tan distante, pero yo sabía que eso era solo una máscara y haría todo lo posible por sacársela, aunque no sabía si quería verme de nuevo

Edward POV

Conducía como loco sin rumbo fijo, solo podía pensar en ella, en sus ojos, sus sonrisas, parecía un estúpido adolescente, no quería alejarme, pero una parte de mi mente me decía que era lo mejor, que si me quedaba solo saldría lastimado, pero ese no era exactamente uno de mis mayores problemas, no sabía dónde iba a dormir esta noche pues no pensaba ir a la casa de Alice, no tenía ganas de escuchar sus preguntas y tampoco quería verla llorar por los cortes en mi muñeca, estacione frente a una cafetería, mañana podría ir a buscar mis cosas en su casa y con la herencia que mis padres me habían dejado comprarme un apartamento, podría trabajar e intentar vivir como una persona normal y dejar de ser un depravado depresivo, me acosté en los asientos traseros de mi auto y con aquellos pensamientos caí en la inconciencia

……..

La luz del sol me despertó, sí que había sido mala idea dormir en esta mierda, me dolía el cuello y la espalda, salí del auto y camine hacia la cafetería que ya se encontraba abierta, me dirigí hacia el baño lave mi cara para espabilarme y salí de nuevo, me senté en una de las mesas y pedí un café, me lo tome pague y me fui Llegue a casa de Alice veinte minutos después, entre con las llaves que ella misma me había dado y camine intentando no hacer ruido

Donde estabas Edward- pregunto Alice a mis espaldas- pensé que algo malo te había pasado

Pues ya ves que estoy bien- dije cortante, subiendo las escaleras hacia mi habitación, saque mi maleta y comencé a meter la ropa, hasta que sentí que alguien tocaba a mi puerta

Que haces- dijo Alice mientras entraba a mi cuarto

Ya no puedo interponerme más en el medio – dije sin mirarla – tienes una familia ahora y yo solo soy un estorbo Alice

Edward nunca serás un estorbo, eres mi hermano – dijo tocando mi hombro

Es que acaso no entiendes, no quiero vivir más bajo tu sombra, no quiero estar más aquí, quiero creerme capaz de cuidarme a mí mismo- dije con voz fuerte mientras empujaba su mano fuera de mi hombro

Es que acaso no ves las cosas que tú mismo te haces- dijo con lágrimas en los ojos, tomando mi muñeca la cual estaba cubierta por un suéter y destapándola mostrando mis cicatrices - no eres capaz de cuidarte

Tengo más de dieciocho soy muy capaz y legalmente me puedo ir – tome la maleta medio echa, la cerré y comencé a bajarla por las escaleras, Alice venia llorando detrás de mí, salí de la casa sin ni siquiera voltearme a verla, la había lastimado de nuevo, metí mi maleta en la cajuela del auto y arranque a toda velocidad