Una luz entre las sombras

Autor: Kenny
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 28/07/2013
Fecha Actualización: 20/11/2013
Finalizado: NO
Votos: 1
Comentarios: 3
Visitas: 26534
Capítulos: 30

Sinopsis:

Luego de la aparente victoria de los Cullen contra la amenaza Vulturi, aparece un nuevo punto de ambición para las capas negras. Alice Cullen, antes de ser inmortal vivía en Biloxi, Missisipi junto con su madre y sus dos hermanas: Cynthia y Evelyn Brandon. La historia se enfoca en la vida de Cynthia Brandon, la hermana mayor de las tres, quien fue separada de ellas al ser atacada por los vampiros. Ahora deberá aliarse con el clan Cullen para salvar lo único que jamás tuvo y en la inmortalidad consiguió al fin: una familia a quien amar.

 

Prefacio:

Incluso en el mundo de fantasía, de lo inexistente, puede llegar a existir el dolor en magnitudes en las que se llega a cuestionar lo que es real y lo que no.

Incluso yo, que después de vivir una eternidad valiéndome da vidas de humanos inocentes, al encontrar una luz en mis tinieblas no supe como manejarla.

Ni siquiera estoy segura de que fuera una luz. Tal vez sólo era una sombra diferente que llamó mi atención en la oscuridad. No lo sé. Y tampoco me importaba, ni siquiera entonces que podía ver el inmenso daño que le hacía a la gente a mí alrededor. Mi familia.

De entre todo el sufrimiento albergado a mi alrededor, sólo el de él me importaba. Tal vez sonara egoísta. Pero era la verdad y nadie podía cambiarla, ni siquiera yo. O él. 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 6: Animales... ¿Es una broma?

Me llevaron bosque adentro, era ya noche cerrada pero eso no nos impedía cazar con igual elegancia.

 

Al menos descubriré como cazan en un lugar tan lejos de los humanos. –pensé.

 

Edward me lanzó una mirada de reconocimiento. Demonios ahora lo sabe. Este estúpido don me iba a causar demasiados problemas mientras permaneciera con Alice aquí. Permanecer con Alice. Sonreí ante la perspectiva.

 

Cynthia, ellos no te dejarán quedarte como una “invitada de honor” a vivir con ellos, en algún momento deberemos irnos –mi subconsciente parecía más calmado y con una bolsa de hielos en la cabeza, recuperándose del golpe de hacía unos minutos.

 

Suspiré. Tenía razón. Ignoré por completo ese pensamiento cuando nos detuvimos en medio del bosque.

Los miré extrañada, no había notado que en cuanto nos detuvimos, Carlisle y Esme, Emmett y Rosalie, se habían esfumado.

 

– ¿Q-qué ocurre? –dije con miedo.

– ¿Todavía desconfías Cynthia? –Alice puso los ojos en blanco –ellos no cazarán hoy.

– ¿Y qué se supone que cazaremos…? no veo ningún… humano… –agaché la cabeza.

–Bueno Cynthia… creo que quieres saber por qué nuestros ojos son amarillos –habló Bella por primera vez –lo verás en un minuto.

 

Bien… ¿y ahora qué? De repente ante mis confiados ojos el rubio al que le caía mal se abalanzó a la copa de un árbol, acechando a un venado que estaba a unos 50 metros de nuestra posición.

 

No… no lo haría… ¿Está loco? Que… Edward esto es broma… ¿Eso es posible… por eso sus ojos son…? Whoa… enserio va a… no… Demonios qué clase de…

 

Y así continué con pensamientos incoherentes, ignorando la sonrisa idiota de Edward y de todos ante mis ojos abiertos como platos. El rubio atrapó con facilidad y terminó con el ciervo en un dos por tres, comenzó a alimentarse ahí… a tan poca distancia de mí… y quise aunque fuera un total disparate, probar esa sangre también, toqué mi garganta en un impulso inconsciente. Quería sangre. Debía tener sangre. Y debía ser AHORA.

 

Miré deseosa como Jasper acababa con el animal y miré a Edward como esperando su aprobación para proceder a hacer lo mismo. Me sonrió y asintió.

 

Eché a la carrera hacia el lugar donde habían escapado los otros venados que venían en la manada del que atrapó Jasper, corrí y me abalancé en cuanto vi al primero, al más grande del grupo. Lo tiré y antes de que el pobre animalito se diera cuanta de lo que pasaba, su sangre ya invadía mi boca, hice una mueca ante el sabor, no era para nada parecida al de los humanos, pero era sangre y por supuesto que en estos momentos era bienvenida. Terminé con tres ciervos más hasta quedar completamente satisfecha.

Con la ropa nueva hecha trizas y manchada de sangre por la lucha de los animalitos en mis manos y bastante apenada me dí la vuelta y encaré al clan. No se veían muy enfadados ante mi actitud salvaje, pero Alice no se veía nada complacida con mi apariencia. Caminé vacilante hacia ellos y me detuve a un par de metros de su posición, con la cabeza gacha, demasiado avergonzada para mirar sus rostros ya tan familiares en mi mente. Hasta ahora no me había dado cuenta de que eran las personas con quienes más había interactuado en cien años, por lo que era excitante y muy bueno para mi diversión. Aunque mi subconsciente ahora me estaba dando una buena regañada por no haber sido más cuidadosa.

 

– ¿Ya estás satisfecha, cariño? –dijo Bella con voz apremiante.

–Si… Mm… yo lamento lo de la ropa Alice… de verdad…

 

Alice rectificó su rostro de enojo a uno de comprensión, me sonrió y dijo con voz cantarina, mientras daba saltitos:

 

–Está bien… es una excusa perfecta para volver a cambiar tu ropa ¡Esta vez lo haremos juntas! Será muy divertido…

 

Dio pequeños aplausos y corrió de nuevo hacia la enorme casa.

 

Yo miré espantada a Edward y el se rió:

 

–Alice es así, siempre ve la manera de salir de una mala situación… vistiendo a alguien, y si no la alcanzamos en un minuto me arrancará un brazo, así que acompáñanos…

 

Corrimos de nuevo. No sabía si Edward decía enserio lo del brazo, aunque no lo creía muy posible.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 5: Mi historia. Capítulo 7: Conociendo a mí hermana

 
14962692 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 11046 usuarios